OBSTÁCULOS A LA INMIGRACIÓN |
EMIGRACIÓN DE ALEMANIA Al mismo tiempo, los nazis consideraban que las pertenencias de los judíos y su capital financiero eran propiedad alemana, y no tenían ninguna intención de permitir que los refugiados se llevaran nada de valor material con ellos. La mayoría de los que huyeron tuvieron que renunciar a los títulos de sus propiedades y negocios, y estuvieron sujetos a impuestos a la emigración cada vez más onerosos que redujeron sus bienes. Por otra parte, las autoridades alemanas restringieron la cantidad de dinero que podía transferirse al exterior desde bancos alemanes, y permitían que cada pasajero sólo pueda sacar del país diez reichsmarks (alrededor de 4 dólares estadounidenses). La mayoría de los judíos alemanes que lograron emigrar estaban completamente empobrecidos en el momento en que pudieron irse. |
OBSTÁCULOS A LA INMIGRACIÓN Toda esta burocracia existía como telón de fondo de otras penurias: competencia con miles de personas igualmente desesperadas, correo lento que dificultaba la comunicación con los posibles patrocinadores, penurias económicas y medidas opresivas en Alemania que hacían que aun la tarea más simple sea un calvario. Por último, muchos de los que deseaban huir tenían, por necesidad, que presentar solicitudes de ingreso en numerosos países. No es de extrañar que para muchos judíos en Alemania en la década de 1930, el intento de emigrar fuera más que un trabajo de tiempo completo. |
LA DÉCADA DE 1930 |
Incluso los funcionarios públicos de países democráticos no eran inmunes a dichas creencias. La mayoría de los países, entre ellos, Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, eran reacios a aumentar los cupos de inmigrantes para admitir grupos muy grandes de refugiados, especialmente los empobrecidos y los desposeídos. De hecho, los Estados Unidos se negaron a reducir los numerosos obstáculos para obtener una visa de inmigrante, con el resultado de que hasta 1938, el cupo de inmigración de Alemania no estaba completo. Muchos de los judíos alemanes que estaban en peligro inminente fueron obligados a emigrar a otros lugares, como Francia, los Países Bajos y Checoslovaquia, donde finalmente los alcanzó la conquista alemana. Los obstáculos burocráticos para la emigración eran abrumadores. En lugar de agilizar el proceso para permitir el ingreso de más refugiados, las naciones exigían mucha documentación que a menudo era prácticamente imposible de conseguir. En algunos casos, los refugiados literalmente se enfrentaban a un callejón sin salida: para conseguir una visa se necesitaba un comprobante de haber reservado un pasaje en un barco, y para reservar un pasaje en barco se necesitaba un comprobante de visa. CONFERENCIA DE EVIAN Al mismo tiempo, el tono de la invitación reflejaba la incertidumbre internacional y la de los Estados Unidos acerca de la situación de los refugiados. Treinta y tres naciones fueron invitadas y se les aseguró que "no se esperará que ningún país reciba una mayor cantidad de inmigrantes que lo permitido por las leyes existentes". |