Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Resumen de Salud Pública
Acetona (Acetone)
CAS#: 67-64-1
mayo de 1994
Esta publicación es un resumen de la Reseña toxicológica del acetona y forma parte de una serie de resúmenes
de salud pública sobre sustancias peligrosas y sus efectos sobre la salud. También hay una versión abreviada de ToxFAQs™ disponible.
Esta información es importante porque se trata de una sustancia que podría ser nociva para la salud. Los efectos en la salud
de la exposición a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración y el tipo de exposición, así como
de las características y los hábitos personales y la presencia o no de otras sustancias químicas. Si desea información
adicional, comuníquese con el Centro de Información de la ATSDR al 1-888-422-8737.
Este resumen de salud pública fue elaborado para informarle sobre la acetona y los efectos de la exposición a esta sustancia química.
Esta información es importante porque se trata de una sustancia que podría ser nociva para la salud. La Agencia de Protección
del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) ha identificado 1,350 sitios de desechos
peligrosos que representan mayor peligro en la nación. Estos sitios hacen parte de la Lista
de Prioridades Nacionales (NPL, por sus siglas en inglés) y son los lugares que son objeto de
actividades federales de limpieza a largo plazo. La acetona se ha encontrado en por lo menos 560 de estos sitios. Sin embargo, no sabemos cuántos
de estos sitios de la lista NPL han sido evaluados para determinar la presencia de esta sustancia química.
A medida que la EPA realice evaluaciones en más lugares, es posible que aumente el número de
sitios donde se detecte la presencia de la acetona. Esta información es importante para usted porque la acetona puede causar efectos nocivos
en la salud y porque estos sitios constituyen fuentes reales o potenciales de exposición humana a esta sustancia química.
Cuando una sustancia química es liberada en un
área amplia como una planta industrial o se libera desde un contenedor pequeño, entra al medio ambiente. Esta emisión, que
también se conoce como liberación, no siempre causa exposición. La exposición a una sustancia química en el
medio ambiente puede darse al respirar, consumir o beber sustancias que contienen la sustancia química o al tocar la sustancia con la
piel.
Si ha estado expuesto a la acetona, hay muchos factores que determinarán si usted será afectado y qué tan graves pueden
ser los efectos. Estos factores incluyen la dosis (qué cantidad), la duración (cuánto tiempo), la ruta o vía de exposición.
También se deben tener en cuenta las otras sustancias químicas a las cuales está expuesto y su edad, sexo, estado nutricional,
características familiares, estilo de vida y estado de salud.
La acetona es una sustancia química que se encuentra naturalmente en el medio ambiente y que también es producida en forma industrial.
La acetona se encuentra normalmente a concentraciones bajas en el cuerpo como resultado de la degradación de la grasa. El cuerpo utiliza
esta acetona durante los procesos normales de producción de azúcar y grasa. La acetona es un líquido incoloro que tiene
un olor y sabor peculiar. La presencia de esta sustancia en el aire empieza a ser detectada por las personas a concentraciones que oscilan entre
100 y 140 partes de acetona por millón de partes de aire (ppm), aunque algunas personas pueden olerla a concentraciones mucho más
bajas. La mayoría de las personas empieza a detectar la presencia de la acetona en el agua a concentraciones de 20 ppm. La acetona se
evapora fácilmente en el aire y se mezcla bien con el agua. La mayoría de la acetona que se produce es utilizada para hacer otras
sustancias químicas con las que se producen plásticos, fibras y medicamentos. La acetona también se utiliza para disolver
otras sustancias.
La acetona entra al aire, al agua y al suelo como resultado de procesos naturales y de la actividad humana. Esta sustancia química ocurre
naturalmente en las plantas, los árboles, los gases volcánicos y los incendios forestales. Las personas y los animales exhalan
la acetona producida por la degradación natural de la grasa del cuerpo. También se libera la acetona durante su producción
y uso, a través del humo del tabaco y de los gases de los tubos de escape de los automóviles, de los vertederos de basura y de
la incineración de cierta clase de materiales de desecho. En el suelo, los niveles de acetona aumentan debido principalmente a los desechos
que contienen esta sustancia química y que se entierran en vertederos de basura. La acetona está presente como gas en el aire.
Algunas cantidades de acetona en el aire se pierden cuando reaccionan con la luz solar y otras sustancias químicas. La lluvia y la nieve
también eliminan cantidades pequeñas de acetona de la atmósfera y durante este proceso, la depositan en la tierra y el agua.
En cualquier momento, aproximadamente la mitad de la acetona presente en condiciones atmosféricas típicas habrá desaparecido
en 22 días. Los microbios (formas de vida diminutas) en el agua eliminan algunas cantidades de acetona de la misma. Ciertas cantidades
de la acetona presente en el agua se evaporarán al aire. Aproximadamente la mitad de la acetona que hay en una corriente de agua será eliminada
del agua en menos de un día. Los peces no acumulan en sus cuerpos la acetona que hay en el agua. Los microbios presentes en el suelo eliminan
parte de esta sustancia química de los suelos. Ciertas cantidades desaparecen del suelo debido a la evaporación. Las moléculas
de acetona no se unen firmemente al suelo. El agua de lluvia y la nieve derretida disuelven la acetona y la transportan más profundamente
desde el suelo hacia las aguas subterráneas.
El cuerpo produce cantidades pequeñas de acetona. Usted puede estar expuesto a una cantidad pequeña de acetona por respirar el
aire, tomar el agua y consumir alimentos que contienen esta sustancia química. También puede estar expuesto por entrar en contacto
con sustancias químicas utilizadas en el hogar que contienen acetona. Varios productos para el consumidor contienen acetona. Entre estos
productos se incluyen algunos removedores de esmalte de uñas, láminas de madera prensada (aglomerados), algunos removedores de
pintura, muchas ceras o esmaltes líquidos o en pasta y ciertos detergentes o limpiadores. Usted también puede estar expuesto a
la acetona si está expuesto al alcohol isopropílico, debido a que éste transforma la acetona en el cuerpo. Los niveles de
acetona en el aire y el agua son generalmente bajos. Las cantidades de acetona presentes en el aire de las ciudades son, por lo general, mayores
que en las
áreas remotas y rurales. El nivel promedio de acetona en el aire de las ciudades de Estados Unidos es de aproximadamente 7 partes de acetona
por billón de partes de aire (ppb). El nivel de acetona en el aire interior de las casas es por lo general levemente mayor que en el aire
exterior (8 ppb frente a 7 ppb). Esto se debe al uso de sustancias químicas para el hogar al interior de las viviendas. La acetona presente
en el agua potable es tan baja que sus niveles no han sido detectados en muchas muestras. En una encuesta realizada a nivel nacional, la concentración
de acetona detectada en el agua potable de Seattle, Washington, fue de 1 ppb. La acetona ocurre naturalmente en muchas frutas y vegetales. La
cantidad de acetona presente en los alimentos no se incrementa debido a las actividades de procesamiento o empacado. No se conoce la cantidad
promedio de acetona que un adulto en Estados Unidos obtiene de los alimentos.
Las personas que trabajan en ciertas industrias que procesan y usan acetona pueden estar expuestas a niveles más altos que la población
general. Estas industrias incluyen ciertas fábricas de pinturas, plásticos, fibras artificiales y zapatos. Los pintores profesionales
y los limpiadores comerciales y del hogar también tienen la probabilidad de respirar o tocar concentraciones de acetona mucho más
altas que la población general. Como miembro del público en general, usted puede estar expuesto a niveles más altos de acetona
que los normales si fuma cigarrillos, usa frecuentemente removedores de esmalte de uñas a base de acetona, vive cerca de vertederos de
basura que contienen acetona, vive cerca de calles congestionadas (debido a que los gases de los tubos de escape de los automóviles contienen
acetona) o vive cerca de otras instalaciones, como incineradores, que se sabe liberan acetona. La exposición proveniente de estas fuentes
se dará principalmente por respirar aire que contiene acetona o por entrar en contacto con esta sustancia a través de la piel.
Además, los niños pueden estar expuestos a la acetona por comer tierra o por llevarse las manos sucias a la boca después
de haber estado expuestos a la tierra de los vertederos de basura.
Normalmente, el cuerpo contiene ciertas cantidades de acetona porque ésta es producida durante la degradación de la grasa. El
cuerpo producirá más acetona de la grasa corporal si usted está siguiendo una dieta baja en grasas. Además de la
acetona que el cuerpo produce a partir de procesos normales, esta sustancia química puede entrar al cuerpo si usted respira el aire que
la contiene, toma agua o consume alimentos que la contienen o si toca la acetona líquida o el suelo que contiene esta sustancia.
El torrente sanguíneo absorbe la acetona rápida y completamente a través de los pulmones y el estómago. El torrente
sanguíneo también puede absorber la acetona de la piel, pero en forma menos rápida que lo hace desde los pulmones y el estómago.
La sangre transporta la acetona a todos los órganos del cuerpo, pero no permanece ahí
durante mucho tiempo.
El hígado degrada la acetona en sustancias químicas que no son perjudiciales. El cuerpo utiliza estas sustancias químicas
para producir glucosa (azúcar) y grasas que generan energía para realizar las funciones normales del cuerpo. La descomposición
del azúcar para producir energía hace que el dióxido de carbono salga del cuerpo en el aire que usted exhala. Estos son
procesos normales del cuerpo.
No toda la acetona que entra al cuerpo proveniente de fuentes exteriores se degrada. Las cantidades que no son degradadas salen del cuerpo principalmente
en el aire que usted exhala. Usted también exhala más dióxido de carbono que lo normal si está
expuesto a la acetona de fuentes exteriores al cuerpo, debido a que cantidades adicionales de acetona aumentan la producción de dióxido
de carbono.
Solamente una pequeña cantidad de acetona que no se degrada sale del cuerpo a través de la orina. La acetona que no se utiliza
para producir azúcar sale del cuerpo en unos cuantos días a través de la orina y del aire que usted exhala. La cantidad
de acetona que entra y sale del cuerpo depende de las cantidades a las que usted estuvo expuesto y de la duración de esas exposiciones.
La acetona saldrá
más lentamente del cuerpo entre mayor sea la concentración de acetona y la duración de la exposición, pero casi toda
la acetona saldrá del cuerpo en un lapso de 3 días después de acabarse la exposición. Si usted hace ejercicio o trabaja
mientras está expuesto a la acetona en el aire, entrarán cantidades mayores de la misma a sus pulmones porque su respiración
es más rápida y profunda durante el ejercicio.
La acetona se encuentra presente normalmente a niveles bajos en el cuerpo debido a la degradación de la grasa. El cuerpo utiliza la acetona
en procesos normales del cuerpo para producir azúcar y grasas que generan energía para realizar las funciones normales del cuerpo.
Muchas situaciones pueden hacer que en el cuerpo estén presentes cantidades más altas que el promedio. Por ejemplo, los bebés,
las mujeres embarazadas, los diabéticos y las personas que hacen ejercicio, dietas, sufren un trauma físico o beben alcohol pueden
tener cantidades más altas de acetona en el cuerpo. Generalmente, estas mayores cantidades de acetona no causan problemas. Además,
la acetona puede prevenir las convulsiones.
La mayor parte de la información sobre la forma en que la acetona afecta a la salud humana proviene de exámenes médicos
realizados a los trabajadores durante un solo día laboral; de experimentos de laboratorio realizados en seres humanos expuestos a la acetona
en el aire durante unos cuantos días; y de los casos de personas que han ingerido pegamento a base de acetona o removedor de esmalte de
uñas.
Los trabajadores y las personas expuestas a la acetona en el laboratorio se quejaron de que la acetona les irritaba la nariz, la garganta, los
pulmones y los ojos. Algunas personas sienten esta irritación a niveles de 100 ppm de acetona en el aire y más personas sienten
irritación a medida que aumentan los niveles de esta sustancia en el aire. Los trabajadores que se quejaron de irritación estuvieron
expuestos a niveles de 900 ppm o mayores. Los trabajadores expuestos a la acetona a niveles de 12,000 ppm o mayores también se quejaron
de dolor de cabeza, vértigo, mareo, inestabilidad y confusión dependiendo del tiempo al que estuvieron expuestos (de 2 minutos
a 4 horas). Dos trabajadores expuestos durante 4 horas perdieron el conocimiento.
Además, algunas personas a quienes les colocaron yesos con acetona estuvieron expuestos a la acetona que se evaporó al aire durante
y después de la colocación del yeso. A estos pacientes les dio náuseas, vomitaron sangre y perdieron el conocimiento. Estos
casos ocurrieron hace muchos años. Los hospitales modernos utilizan métodos diferentes que no utilizan acetona para la colocación
de yesos. Algunas personas expuestas en el laboratorio a concentraciones aproximadas de 250 ppm en el aire durante varias horas sufrieron dolor
de cabeza y pérdida de energía y también algunos efectos leves en el comportamiento. Estos efectos se reflejaron en las
pruebas que determinan qué
cantidad de tiempo toma para reaccionar a estímulos visuales o la capacidad de escuchar diferentes sonidos. Algunas personas expuestas
a concentraciones de 500 ppm en el aire durante varias horas en el laboratorio sufrieron efectos en la sangre, pero otros estudios no mostraron
efectos en la sangre aún a exposiciones a niveles más altos.
Algunas mujeres expuestas a concentraciones de 1,000 ppm durante aproximadamente 8 horas en el laboratorio dijeron que les llegó el período
antes de lo esperado. Por lo general, los trabajadores ya no están expuestos a niveles mayores de 750 ppm debido a las regulaciones actuales
del gobierno. Estas regulaciones estipulan que el aire del lugar de trabajo no debe tener concentraciones que tengan un promedio superior a 750
ppm. La mayoría de las personas puede oler la acetona en el aire a niveles entre 100 y 140 ppm, lo que quiere decir que usted probablemente
olerá la acetona antes de sentir efectos como dolor de cabeza y confusión. Los niveles de acetona en el aire de las zonas rurales
y las ciudades (menores de 8 ppb) son generalmente más bajos que los niveles mencionados anteriormente.
Las personas que ingirieron acetona o sustancias que contenían acetona perdieron el conocimiento, pero se recuperaron en el hospital.
No siempre se supo la cantidad de acetona que estas personas ingirieron, pero un hombre ingirió
aproximadamente 2,250 miligramos de acetona pura por kilogramo de peso corporal (2,250 mg/kg). Además de perder el conocimiento, esta
persona sufrió daño de los tejidos de la boca y más adelante sufrió de cojera, la cual finalmente superó y
también mostró síntomas similares a la diabetes (sed excesiva, micción frecuente). La cantidad de acetona en el agua
o en los alimentos nunca sería lo suficientemente alta como para causar estos efectos, pero en las personas, especialmente los niños,
la ingestión accidental de suficientes cantidades de acetona de los removedores de esmalte de uñas o de algunos limpiadores podría
causar estos efectos de salud.
En una experimento de laboratorio, las personas a quienes se les aplicó acetona líquida directamente en la piel y se les dejó la
sustancia puesta durante media hora sufrieron irritación de la piel. Al observarse la piel a través de un microscopio se vio que
algunas de las células de la piel habían resultado dañadas.
Los animales expuestos brevemente a niveles altos de acetona en el aire también sufrieron irritación de los pulmones y perdieron
el conocimiento. Algunos murieron. La exposición a bajos niveles durante períodos cortos de tiempo también afectó el
comportamiento de los animales. Las hembras de los animales embarazadas que estuvieron expuestas a niveles altos de acetona en el aire tuvieron
hígados de mayor volumen que lo normal y un menor número de fetos. Los fetos pesaron menos que lo normal y sufrieron retraso en
el desarrollo de los huesos. No sabemos si la exposición a la acetona en el aire durante períodos mayores a 2 semanas afecta a
los animales.
A los animales que se les dieron grandes cantidades de acetona para ingerir o tomar durante períodos cortos de tiempo sufrieron hipoplasia
de la médula
ósea (reducción en la producción de nuevas células), degeneración de los riñones, aumento del peso
del hígado a niveles mayores que los normales, aumento del tamaño de las células del hígado, colapso y apatía.
Las ratonas embarazadas que ingirieron acetona tuvieron pesos corporales más bajos y produjeron menor cantidad de crías. Las crías
recién nacidas de las ratonas que habían ingerido acetona murieron en un número mayor que las crías recién
nacidas de las ratonas a las que no se les dio acetona.
Los ratones macho que ingirieron o tomaron aún cantidades pequeñas de acetona durante períodos más largos de tiempo
contrajeron anemia y enfermedad de los riñones. Las ratas hembra no tuvieron anemia, pero contrajeron enfermedad de los riñones
cuando ingirieron una cantidad mucho mayor de acetona que las ratas macho. Las ratas hembra tuvieron hígados y riñones que pesaron
más que lo normal. Lo mismo ocurrió con las ratas macho, pero solamente cuando ingirieron cantidades mayores de acetona que las
ingeridas por las ratas hembra. Las ratas macho también tuvieron espermatozoides anormales. Las ratas hembra no sufrieron ningún
efecto en sus órganos reproductivos. Las ratas también mostraron signos de que la acetona causó efectos en el sistema nervioso.
La acetona irrita la piel de los animales cuando se coloca directamente en la piel y causa ardor en los ojos cuando se coloca en los ojos. Un
tipo de animal (las cobayas) hasta contrajo cataratas en los ojos cuando se le colocó acetona en la piel.
No sabemos si muchos de los efectos observados en los animales podrían ocurrir en los seres humanos. Las personas expuestas a la acetona
no fueron examinadas para determinar algunos de los efectos producidos ni para determinar la presencia de efectos que sólo pueden descubrirse
observando los
órganos internos a través de un microscopio. Los hallazgos en animales demuestran que las ratas macho tienen mayor probabilidad
que las ratas hembra de contraer enfermedad sanguínea y de los riñones y de sufrir efectos en los órganos reproductivos
después de la exposición a la acetona. Esto parece indicar que los hombres podrían tener mayor probabilidad de sufrir los
efectos de la exposición a la acetona que las mujeres.
Un efecto de la acetona observado en los animales es un aumento en la cantidad de ciertas enzimas (sustancias químicas en el cuerpo que
ayudan a degradar las sustancias naturales en el cuerpo y las sustancias químicas que entran al mismo). El aumento en el número
de estas enzimas causado por la exposición a la acetona puede hacer que algunas sustancias químicas sean más perjudiciales.
Esta es una razón por la cual las personas deberían preocuparse por la exposición a la acetona. La exposición a mezclas
de sustancias químicas es muy probable en el medio ambiente, en lugares cercanos a los sitios de desechos peligrosos y en el lugar de
trabajo.
La acetona no causa cáncer de piel en los animales cuando se aplica en la piel. No sabemos si la acetona podría causar cáncer
después de respirarla o ingerirla durante períodos largos de tiempo porque no se han hecho pruebas para determinar si esto ocurre.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer no han clasificado la
acetona según sus efectos carcinógenos. La EPA ha determinado que la acetona no se clasifica
como un carcinógeno en los seres humanos.
La acetona puede ser medida en el aire que usted exhala, en la sangre y en la orina. Los métodos para medir la acetona en el aliento,
la sangre y la orina están disponibles en la mayoría de los laboratorios modernos. Es posible que los consultorios médicos
no tengan el equipo necesario, pero el médico puede tomar muestras de sangre y orina y enviarlas a un laboratorio. Las mediciones de la
acetona en el aliento, la sangre y la orina pueden determinar si usted ha estado expuesto a la acetona a niveles más altos que aquellos
observados normalmente. Estas mediciones pueden hasta predecir a qué cantidades de acetona estuvo usted expuesto. Sin embargo, los niveles
normales de acetona en el aliento, la sangre y la orina pueden variar ampliamente dependiendo de muchos factores, como la infancia, el embarazo,
la lactancia, la diabetes, el ejercicio físico, la dieta, el trauma físico y el alcohol. El olor de la acetona en su aliento puede
advertirle al médico de que usted ha estado expuesto a esta sustancia química. Un olor de acetona en su aliento también
podría significar que usted tiene diabetes. Debido a que la acetona sale del cuerpo unos cuantos días después de la exposición,
estas pruebas pueden decirle solamente que usted ha estado expuesto a la acetona en los últimos 2 ó 3 días. Estas pruebas
no pueden determinar si usted experimentará algún efecto de salud relacionado con esta exposición.
La EPA exige que se notifiquen los derrames de 5,000 libras o más de acetona. Para proteger a los
trabajadores, la Administración
de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) ha establecido un límite legal de 750 ppm de acetona en
el aire del lugar de trabajo. Esta regulación quiere decir que el aire del lugar de trabajo no debe contener más del promedio de
750 ppm de acetona durante una jornada laboral de 8 horas en una semana de trabajo de 40 horas.
Si usted tiene preguntas o preocupaciones, por favor comuníquese con el departamento de salud y calidad ambiental de su comunidad o estado o con la ATSDR a la dirección y número de teléfono que aparecen más abajo.
La ATSDR también puede indicarle la ubicación de clínicas de salud ocupacional y ambiental. Estas clínicas se especializan en la identificación, evaluación y el tratamiento de enfermedades causadas por la exposición a sustancias peligrosas.
Las Reseñas Toxicológicas también están disponibles (en inglés) en Internet en www.atsdr.cdc.gov y en CD-ROM. Usted puede solicitar una copia del CD-ROM que contiene las Reseñas Toxicológicas de la ATSDR llamando
libre de cargos al número de información y asistencia técnica al 1-800-CDCINFO (1-800-232-4636), a través
de correo electrónico al cdcinfo@cdc.gov o escribiendo a:
Agency for Toxic Substances and Disease Registry
Division of Toxicology and Environmental Medicine
1600 Clifton Road NE
Mail Stop F-32
Atlanta, GA 30333
Fax: 1-770-488-4178
Las organizaciones con fines de lucro pueden solicitar copias de las Reseñas Toxicológicas finalizadas a:
National Technical Information Service (NTIS)
5285 Port Royal Road
Springfield, VA 22161
Phone: 1-800-553-6847 or 1-703-605-6000
Website: http://www.ntis.gov/
Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR). 1994. Reseña toxicológica de la acetona. Atlanta,
GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. |