Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Resumen de Salud Pública Cresoles (Cresols)
CAS#: 1319-77-3
julio de 2006
Esta publicación es un resumen de la Reseña Toxicológica de los cresoles y forma parte de una serie de
resúmenes de salud pública sobre sustancias peligrosas y sus efectos sobre la salud. También hay una versión abreviada, ToxFAQs™
disponible. Esta información es importante porque se trata de sustancias que podrían ser nocivas para la salud. Los efectos sobre
la salud de la exposición a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración y el tipo de exposición,
la presencia de otras sustancias químicas, así como de las características y los hábitos de la persona. Si desea
información adicional, comuníquese con el Centro de Información de la ATSDR al 1-800-232- 4636.
Este resumen de salud pública le informa acerca de los cresoles y de los efectos de la exposición a estas sustancias.
La Agencia
de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) identifica
los sitios de desechos peligrosos más serios en la nación. La EPA luego coloca estos sitios en la Lista
de Prioridades Nacionales (NPL, por sus siglas en inglés) y los designa para limpieza a largo
plazo por parte del gobierno federal. El o-cresol, m-cresol, p-cresol y la mezcla de cresoles se han encontrado
en por lo menos 210, 22, 310 y 70 de los 1,678 sitios actualmente en la NPL o que formaron parte de la NPL en el pasado, respectivamente. Aunque
el número total de sitios de la NPL en los que se ha buscado estas sustancias no se conoce, el número de sitios en que se encuentren
cresoles puede aumentar a medida que se evalúan más sitios. Esta información es importante porque estos sitios pueden
constituir fuentes de exposición, y la exposición a estas sustancias puede perjudicarlo.
Cuando una sustancia se libera desde un área extensa, por ejemplo desde una planta industrial, o desde un recipiente como un barril o
una botella, la sustancia entra al ambiente. Esta liberación no siempre conduce a exposición. Usted puede exponerse a una sustancia
solamente cuando entra en contacto con ésta−al inhalar, comer o beber la sustancia, o por contacto con la piel.
Hay muchos factores que determinan si la exposición a los cresoles lo perjudicará. Estos factores incluyen la dosis (la cantidad),
la duración (por cuánto tiempo) y la manera como entró en contacto con estas sustancias. También debe considerar
las otras sustancias químicas a las que usted está expuesto, su edad, sexo, dieta, características personales, estilo de
vida y condición de salud.
Hay tres formas de cresoles: orto-cresol (o-cresol), meta-cresol (m-cresol) y para-cresol (p-cresol).
Cada uno de estos compuestos es un isómero. Los cresoles en forma pura son sustancias incoloras, pero pueden encontrarse formando parte
de mezclas de color pardo tales como la creosota y los ácidos cresílicos (por ejemplo, productos para preservar madera). Debido
a que estos tres tipos de cresoles se manufacturan en forma separada y en mezclas, pueden encontrarse tanto en forma separada como combinados.
Los cresoles pueden ser sólidos o líquidos, dependiendo de su pureza; los cresoles puros son sólidos, mientras que las mezclas
tienden a ser líquidas. Los cresoles huelen a medicamento y cuando se disuelven en agua le confieren al agua un olor y sabor a medicamento.
Una vez que los cresoles se encuentran en el agua subterránea, pueden permanecer allí inalterados durante meses. Otros nombres
comunes para los cresoles incluyen hidroxitolueno, metil fenol y ácidos cresílicos.
Los cresoles son productos naturales que se encuentran presentes en muchos alimentos y en la orina de seres humanos y animales. También
están presentes en el humo de madera y de tabaco, en el petróleo crudo y en el alquitrán. Además, los cresoles pueden
ser manufacturados y usados como desinfectantes y desodorantes, como disolventes y para manufacturar otras sustancias.
Los cresoles son liberados al ambiente por la combustión de madera, carbón, combustibles fósiles, y también como
consecuencia de su manufactura y uso. Los cresoles no persisten mucho tiempo en el aire porque se degradan rápidamente al reaccionar con
otros compuestos en la atmósfera. La lluvia también puede remover a los cresoles del aire. Los cresoles se evaporan lentamente
de la superficie del suelo y del agua. No se adhieren fuertemente al suelo; por lo tanto, pueden movilizarse al agua bajo la superficie del suelo
(proceso conocido como filtración o lixiviación). Los cresoles disueltos en agua pueden pasar a través del suelo a fuentes
de agua subterránea. Esto puede ser problemático en sitios de desechos peligrosos en donde hay cresoles enterrados bajo tierra.
Los cresoles son degradados rápidamente por microorganismos (biodegradación) en el suelo y el agua. La luz solar también
puede degradar a los cresoles, aunque esto ocurre mucho más lentamente que la biodegradación y, ambientalmente, parece ser un proceso
de poca relevancia. Los cresoles no se evaporan muy rápido desde el agua, pero pueden ser removidos rápidamente de ríos
y lagos por bacterias.
Las maneras más probables de exponerse a los cresoles son respirar aire contaminado con cresoles, ingerir alimentos contaminados con
estas sustancias o tomar agua contaminada. Se estima que entre los años 1990 y 1998 se liberaron al ambiente 11,000 toneladas de cresoles
al año. La EPA ha estimado que los cresoles en el aire no representan un mayor riesgo para la población. Los niveles más
altos de cresoles probablemente ocurren en lugares donde se manufacturan o usan estos compuestos.Los cresoles en el aire pueden provenir del
escape de automóviles.
La población general probablemente se expone a los cresoles en ciudades y en vecindarios muy poblados donde hay mucho tráfico
vehicular. Las viviendas calentadas con carbón o madera también pueden emitir cresoles al aire a través de las chimeneas.
Las personas que viven cerca de plantas que queman basura y desperdicios pueden inhalar cresoles presentes en el humo. El humo proveniente de
fábricas, plantas de energía eléctrica y refinerías de petróleo puede liberar cresoles al aire, y las personas
que viven cerca de estos lugares pueden inhalar cresoles. Las personas que trabajan en lugares que usan o manufacturan cresoles pueden inhalar
cresoles en el aire o pueden tener contacto de la piel con estas sustancias.
El humo de cigarrillo contiene cresoles, de manera que las personas que fuman inhalan una cantidad más alta de cresoles que las que no
fuman. Las personas que no fuman también pueden inhalar cresoles en el humo de cigarrillo de segunda mano.
Usted puede ingerir cresoles en los alimentos. Algunos alimentos que contienen cresoles son los tomates, ketchup, espárragos, quesos,
mantequilla, tocino y alimentos ahumados. También hay bebidas que contienen cresoles. Por ejemplo, el café, té
negro, vino, whisky escocés, coñac y ron pueden contener cantidades pequeñas de cresoles. Las personas que viven cerca de
vertederos o de lugares donde hay sustancias químicas almacenadas o enterradas, incluso sitios de desechos peligrosos, pueden tener agua
de pozo con niveles de cresoles más altos que lo normal.
Los cresoles pueden entrar rápidamente al cuerpo si usted respira aire que contiene cresoles en forma de vapor o aerosol, toma agua o
come alimentos que contienen cresoles o si su piel entra en contacto con sustancias que contienen cresoles. Si usted vive cerca de un sitio de
desechos peligrosos, puede entrar en contacto con cresoles a través del agua potable, cuando toca sustancias que contienen cresoles o
al respirar aire que contiene cresoles. El cuerpo también produce cresoles a partir de otras sustancias tales como tolueno y el aminoácido
tirosina, que se encuentra en la mayoría de las proteínas. Los cresoles que entran al estómago pueden pasar rápidamente
(en minutos) a la sangre. Una vez en la sangre, los cresoles pueden ser distribuidos a muchos órganos. La mayor parte de los cresoles
que entran al cuerpo son transformados rápidamente a otras sustancias (llamadas metabolitos) y abandonan el cuerpo en la orina en 1 día.
Los científicos usan una variedad de pruebas para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas
tóxicas y para encontrar maneras para tratar a personas que han sido afectadas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará a una persona es averiguar como el cuerpo absorbe, usa y libera
la sustancia. En el caso de algunas sustancias químicas puede ser necesario experimentar en animales. La experimentación en animales
puede ayudar a identificar problemas de salud tales como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos
perderían un método importante para tomar decisiones apropiadas para proteger la salud pública. Los científicos tienen
la responsabilidad de tratar a los animales de investigación con cuidado y compasión. Los científicos deben adherirse a
estrictos reglamentos para el cuidado de los animales porque actualmente hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación.
Si usted ingiere alimentos o toma agua contaminada con niveles muy altos de cresoles, puede sentir una sensación de ardor en la boca
y la garganta y dolor de estómago. Si su piel entra en contacto con una sustancia que contiene niveles altos de cresoles, puede desarrollar
salpullido o irritación grave de la piel. En algunos casos esto puede producir quemaduras graves. Los cresoles también pueden causar
irritación de los ojos. Si usted tiene contacto con cantidades de cresoles suficientemente altas (por ejemplo al beber o derramar sobre
la piel una cantidad grande de cresoles), puede desarrollar anemia, problemas del riñón, sufrir pérdida del conocimiento
o aun fallecer.
Los estudios en animales expuestos a niveles bajos de cresoles durante un período prolongado no han descrito efectos adicionales, con
la excepción de lesiones en el interior de la nariz de ratas y ratones que ingirieron alimentos contaminados con p-cresol o con
una mezcla de m- y p-cresol. En animales a los que se les administraron cresoles directamente en el estómago a través
de un tubo se observaron efectos sobre el sistema nervioso tales como incoordinación y temblores musculares. Sin embargo, esto no ocurrió en
animales a los que se les dieron cresoles mezclados en los alimentos, lo que constituye una manera más natural de simular exposición
a una sustancia. Los cresoles pueden aumentar la capacidad de sustancias carcinogénicas para producir tumores en animales. Además,
tienen la capacidad para interactuar con el material genético de mamíferos en experimentos conducidos en tubos de ensayo, pero
no se ha demostrado que produzcan cáncer en seres humanos o en animales. En vista a que tan sólo existen datos inadecuados en seres
humanos e información limitada en animales, la EPA ha determinado que los cresoles son posiblemente carcinogénicos en seres humanos.
De acuerdo al criterio actualizado de la EPA para evaluar la carcinogenicidad de sustancias químicas, los cresoles pertenecen a la categoría
de sustancias químicas para las cuales no hay información adecuada para evaluar su posible carcinogenicidad. Los estudios en animales
sugieren que los cresoles probablemente no producirán defectos de nacimiento ni alterarán la reproducción en seres humanos.
Esta sección discute los posibles efectos sobre la salud en seres humanos causados por exposiciones desde la concepción a la madurez
(18 años de edad).
Los niños pueden exponerse a los cresoles de manera similar a los adultos: respirando aire, tomando agua o consumiendo alimentos que
contienen cresoles. Los niños también pueden exponerse a los cresoles al tocar productos de consumo que contienen cresoles o a
través de contacto de la piel con agua contaminada. No hay una manera de exposición exclusiva para niños.
Los niños juegan al aire libre y pueden exponerse a los cresoles si tocan o ingieren tierra contaminada o ponen objetos contaminados
en la boca.
No hay estudios de niños expuestos a cresoles, pero un bebé sufrió lesiones graves de la piel, el hígado y el riñón
cuando se derramó accidentalmente sobre su cabeza una solución de cresol. El bebé cayó
luego en coma y falleció 4 horas después del accidente. Si un niño bebe una cantidad alta de cresoles, probablemente sufrirá el
mismo tipo de lesiones que se han observado en adultos que bebieron cresoles accidentalmente o intencionalmente, éstas incluyen corrosión
del tubo digestivo, lesiones del hígado y el riñón y posiblemente coma y la muerte. Sin embargo, los efectos causados por
el contacto de la piel con soluciones de cresoles diluidas pueden ser tratados y no parecen tener consecuencias de largo plazo excepto por la
presencia de posibles cicatrices en la piel.
Si su doctor encuentra que usted (o un miembro de la familia) ha estado expuesto a cantidades significativas de cresoles, pregunte si sus niños
también podrían haber estado expuestos. Puede que su doctor necesite pedir que su departamento estatal de salud investigue.
Aparte de la exposición en el trabajo, la gasolina, el humo de cigarrillo y la combustión de desperdicios son las fuentes principales
de exposición a los cresoles debidas a actividades humanas. Fumar en su hogar puede aumentar el riesgo de exposición a los cresoles.
Evite fumar en su casa, en ambientes cerrados o cerca de niños.
Hay un riesgo más alto de exposición a los cresoles cerca de estaciones de servicio o de áreas con alto tráfico
vehicular. Los padres no deben dejar que los niños jueguen cerca de estaciones de servicio, plantas de manufactura o sitios de desechos
peligrosos.
Hay una prueba para detectar la presencia de cresoles en muestras de orina, aunque esta prueba generalmente no está disponible en hospitales
o en clínicas. Esta prueba no puede indicar si usted sufrirá efectos adversos. La muestra de orina tiene que ser tomada dentro
de 1 día de la exposición para que sea válida.
Debido a que los cresoles ocurren naturalmente en el cuerpo en niveles que varían de una persona a otra, los resultados de la prueba
para cresoles deberían compararse a resultados de pruebas realizadas en la misma persona ya sea antes de la exposición o varios
días después de la exposición. Pequeñas fluctuaciones pueden deberse a variaciones en la dieta. Usted también
debe saber que un aumento en los niveles de cresoles en la orina puede indicar que ocurrió exposición al tolueno, un compuesto
relacionado, en vez de exposición a cresoles. Sin embargo, a diferencia de la exposición a los cresoles, la exposición al
tolueno también produce un alza en los niveles de ácido hipúrico.
El gobierno federal desarrolla reglamentos y recomendaciones para proteger la salud pública. Los reglamentos pueden ser impuestos
por ley. La EPA, la Administración
de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), y la Administración
de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) son algunas agencias federales
que desarrollan reglamentos para sustancias tóxicas. Las recomendaciones proveen instrucciones valiosas para proteger la salud pública,
pero no pueden imponerse por ley. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) y el Instituto
Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) del CDC son dos agencias
federales que desarrollan recomendaciones para sustancias tóxicas.
Los reglamentos y recomendaciones pueden ser expresados como «niveles que no deben excederse»
−en otras palabras, niveles de la sustancia tóxica en el aire, agua, suelo o alimentos que no sobrepasen los niveles críticos
que se basan generalmente en niveles que afectan a los animales. Estos niveles luego se ajustan para la protección de seres humanos. En
algunas ocasiones estos «niveles que no deben excederse» difieren entre organizaciones federales debido a las diferentes duraciones
de exposición (una jornada de 8 horas al día o de 24 horas al día), el uso de diferentes estudios en animales u otros factores.
Las recomendaciones y los reglamentos son actualizados periódicamente a medida que se dispone de información adicional. Para obtener
la información más reciente, consulte a la organización o agencia federal que la otorga. Los siguientes son algunos reglamentos
y recomendaciones para los cresoles:
La OSHA establece normas para los niveles de cresoles en el trabajo. La OSHA ha establecido un límite de 5 ppm para cresoles en el aire
del trabajo durante jornadas de 8 horas diarias, 40 horas a la semana. El NIOSH recomienda que la concentración de cresoles en el aire
del trabajo no exceda 2.3 ppm durante una jornada de 10 horas diarias. El NIOSH también considera que una concentración de 250
ppm de cresoles en el aire representa peligro inmediato para la salud o la vida. La EPA requiere que derrames de 100 libras o más de cresoles
al ambiente se notifiquen a la Agencia.
Si usted tiene preguntas o preocupaciones, por favor comuníquese con el departamento de salud y calidad ambiental de su comunidad o estado o con la ATSDR a la dirección y número de teléfono que aparecen más abajo.
La ATSDR también puede indicarle la ubicación de clínicas de salud ocupacional y ambiental. Estas clínicas se especializan en la identificación, evaluación y el tratamiento de enfermedades causadas por la exposición a sustancias peligrosas.
Las Reseñas Toxicológicas también están disponibles (en inglés) en Internet en www.atsdr.cdc.gov y en CD-ROM. Usted puede solicitar una copia del CD-ROM que contiene las Reseñas Toxicológicas de la ATSDR llamando
libre de cargos al número de información y asistencia técnica al 1-800-CDCINFO (1-800-232-4636), a través
de correo electrónico al cdcinfo@cdc.gov o escribiendo a:
Agency for Toxic Substances and Disease Registry
Division of Toxicology and Environmental Medicine
1600 Clifton Road NE
Mail Stop F-32
Atlanta, GA 30333
Fax: 1-770-488-4178
Las organizaciones con fines de lucro pueden solicitar copias de las Reseñas Toxicológicas finalizadas a:
National Technical Information Service (NTIS)
5285 Port Royal Road
Springfield, VA 22161
Phone: 1-800-553-6847 or 1-703-605-6000
Website: http://www.ntis.gov/
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