Cómo ayudar a su hijo a ser un buen lector
Con actividades para los niños desde el nacimiento hasta los 6 años
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Cómo se llega a ser un buen lector

Cada paso que toma un niño hacia la lectura los lleva hacia el próximo nivel. Poco a poco, el niño acumula el conocimiento necesario para convertirse en un buen lector. Durante los primeros 6 años, la mayoría de los niños

  • Hablan y escuchan
  • Escuchan historias que se les lee en voz alta
  • Fingen leer
  • Aprenden a manipular los libros
  • Aprenden sobre el material impreso y cómo funciona
  • Identifican letras por nombre y por forma
  • Identifican sonidos individuales en el habla
  • Escriben con garabatos y dibujos
  • Conectan letras individuales con los sonidos que representan
  • Conectan lo que ya saben con las lecturas que escuchan
  • Pueden predecir lo que sucederá en las historias o poesías
  • Conectan combinaciones de letras con sonidos
  • Reconocen palabras sencillas escritas
  • Dan resumen de lo que se trata una historia
  • Escriben las letras individuales del abecedario
  • Escriben palabras
  • Escriben oraciones sencillas
  • Leen libros sencillos
  • Pueden escribir para comunicarse

Los niños pueden tomar más de un solo paso a la vez. Esta lista de pasos, sin embargo, nos da una idea general sobre cómo progresará su niño hacia la lectura. (Para obtener mayores detalles, vea Logros típicos en el lenguaje para los niños desde el nacimiento hasta los 6 años de edad.)

Hablar y escuchar

Los científicos que investigan cómo funciona el cerebro han descubierto muchísimo sobre cómo aprendemos . Han descubierto que los bebés aprenden mucho más mediante los sonidos y las imágenes que les rodean de lo que antes pensábamos. Usted puede ayudar a su bebé aprovechando el deseo de aprender que ella manifiesta naturalmente.

Escucharlo a usted hablar es el primer paso que da su bebé hacia la lectura, puesto que le ayuda a desarrollar un amor por el idioma y por aprender nuevas palabras.


Desde un principio, los bebés intentan imitar los sonidos que nos escuchan hacer. Ellos "leen" nuestros gestos y movimientos. Por eso es muy importante hablarles, cantar, sonreír y hacer gestos y ademanes con su bebé. Escucharlo a usted hablar es el primer paso que da su bebé hacia la lectura, puesto que le ayuda a desarrollar un amor por el idioma y por aprender nuevas palabras. (Ver "Balbuceos infantiles.")

A medida que su niño va creciendo, siga hablándole. Pregúntele sobre las cosas que hace. Pregúntele sobre los eventos y los personajes en las historias que leen juntos. Hágale saber que usted escucha cuidadosamente a todo lo que él dice. Al hacer que hable y escuche, usted está alentando a su hijo a pensar mientras habla. Además, usted le está demostrando que respeta su conocimiento y su capacidad para seguir aprendiendo. (Vea "Charlando con los niños.")

Cómo leer juntos

Childlike drawing of a mother and a child reading a magazine.

Imagínese que sienta a su bebé en el regazo y le lee un libro por primera vez. ¡Qué tan diferente es de tan solo platicarle! Ahora le comienza a enseñar dibujos. Usted se los señala. Y con la voz llena de emoción le explica lo que representan los dibujos. Usted acaba de ayudarle a su bebé a dar el siguiente paso después del habla. Le ha demostrado que las palabras y los dibujos o imágenes tienen una conexión. Y lo ha encaminado hacia la comprensión de los libros y lo que puede disfrutar en ellos.

Mientras que su niño todavía es un bebé debe incorporar la lectura a su rutina cotidiana. Seleccione un momento típicamente apacible, por ejemplo, justo antes de dormir. Así le dará una oportunidad de descansar entre la hora de jugar y la hora de dormir. Si es posible lea con él en su regazo o abrazándolo para que se sienta feliz y seguro en sus brazos. A medida que vaya creciendo, quizás comience a moverse un poco mientras usted le lee. Pero si se cansa demasiado o se inquieta demasiado, suspenda su lectura. Haga lo posible por que su lectura en voz alta sea un período cómodo que su hijo anticipe todos los días. Es muy probable que disfrutará mucho más de la lectura de esta manera.

Trate de leer por lo menos por 30 minutos cada día con su niño. Al principio lea por unos cuantos minutos a la vez, varias veces al día. A medida que el niño vaya creciendo, usted podrá darse cuenta si él quiere leer por más tiempo. No se desaliente si de vez en cuando hay que perderse una sesión o si no siempre es posible tener el mismo itinerario. Vuelva a su rutina tan pronto como sea posible. Ante todo, ¡Asegure que la lectura siga siendo una actividad compartida y divertida para ambos!

¿Qué significa?

Desde los primeros días, platique con su niño sobre lo que están leyendo. Quizás puede señalarle los dibujos e identificar las cosas que aparecen en ellos. Cuando él esté listo, pídale que haga lo mismo. Por ejemplo, pregúntele si puede encontrar el ratoncito en el dibujo, o cualquier otra cosa que sea divertida y apropiada según el libro que están leyendo. Después, al leer los cuentos e historias, lea despacito y deténgase de vez en cuando para pensar en voz alta sobre lo que acaba de leer. Desde que su niño comience a hablar, pregúntele cosas sobre la historia, así como, "¿Qué piensas que va a suceder ahora¿" o "¿Sabes lo que es un palacio¿" Conteste sus preguntas y, si cree que hay algo que no está captando, pare y hablen más sobre lo que le ha preguntado. No se preocupe si de vez en cuando se pierde el ritmo de un cuento para aclarar algo importante. Sin embargo, no se detenga tanto que el niño pierda el hilo de lo que está pasando en el cuento.

¡Busque libros!

Los libros que usted escoja para leer con su niño son muy importantes. Si no está seguro cuáles son los libros más adecuados para su hijo, pida que la bibliotecaria le ayude a seleccionarlos. (Para mayor información sobre lo que las bibliotecas ofrecen, vea, "Visitas a la biblioteca.")

Familiarice a su niño con los libros desde que es bebé. Deje que juegue con libros hechos especialmente para bebés con portadas y páginas de cartón grueso; libros de tela que se pueden lavar, libros para estimular el sentido del tacto, o aquellos libros que tienen ventanitas tras las cuales su bebé puede descubrir sorpresas. Escoja libros con tapas que tengan dibujos o fotografías grandes de cosas que se encuentran a diario. No se moleste si al principio su bebé se mete los libros a la boca o si los tira al suelo. Tenga paciencia. Abrazar al bebé mientras que le señala los dibujos y le platica animadamente sobre los dibujos muy pronto cautivará su interés. Cuando su bebé comience a caminar, ella disfrutará ayudar a escoger los libros que quiere que le lean.

A medida que su niño vaya acercándose a la edad preescolar o de jardín de niños, usted y él pueden buscar libros que tengan historias más largas y más texto en las páginas. También busquen libros que tengan palabras y frases que se repiten para que ella comience a leer o reconocerlas cuando las vea. Al llegar al primer grado, añada a su rutina algunos libros preparados para lectores principiantes que enseñen fotos y contengan información verídica y no sólo sean cuentos ficticios.

Escoja libros con tapas que tengan dibujos o fotografías grandes de cosas que se encuentran a diario.


Tenga en mente que los niños mayormente disfrutan los libros que se tratan de personas, lugares y cosas que son similares a las que ellos conocen. Los libros pueden tratarse sobre el lugar donde viven o sobre aspectos de su cultura, ya sea su religión, sus días festivos, o la manera en que se visten. Si su niño tiene algún interés especial, así como los dinosaurios o bailarinas de ballet, busque libros con esos temas.

Desde que el niño comience a caminar hasta que llegue al primer grado, también debe buscarle libros con poesías o rimas. ¿Recuerda cuando su bebé le escuchaba hablando y trataba de imitar sus sonidos? Las rimas son una extensión de esa destreza del lenguaje en particular. Al escuchar y hacer rimas, además de las palabras y frases que repite, su niño aprenderá sobre los sonidos y las palabras. Las rimas también despiertan interés sobre lo que va a seguir, lo que añade diversión y aventura a la lectura. (Para leer sobre actividades con rimas, vea "Rima conmigo: Te divertirás, ¡ya verás!")

Demuéstrele que usted también lee

Cuando lleve a su niño a la biblioteca, saque un libro usted también. Dele un buen ejemplo al permitirle verlo leyendo por placer. Pídale que traiga uno de sus libros y se siente con usted para leer mientras que usted lee su libro, una revista o el periódico. No se preocupe si se siente un poco incómodo como lector. Verlo leer es lo que cuenta. Cuando su niño ve que la lectura vale mucho para usted, quizás el mismo decida que a él también le importa. (Para leer sobre más ideas para ayudar a su hijo a desarrollar un amor por la lectura, vea "Un hogar para mis libros.")

Para aprender sobre libros y escritura

Leer juntos es un momento perfecto para ayudar a un niño al final de la primera infancia o entrando a edad preescolar a aprender lo que significa la escritura. Al leer en voz alta, tome una pausa de vez en cuando y señale las distintas letras y palabras; entonces señale los dibujos que representan. Su niño comenzará a entender que las letras forman palabras y que las palabras nombran los dibujos. También comenzará a aprender que cada letra tiene su propio sonido—uno de los conceptos más importantes que su hijo puede saber al aprender a leer.

Para cuando llegan a la edad de 4 años, la mayoría de los niños ya comienzan a entender que las palabras escritas contienen un significado. Para la edad de 5 años, la mayoría comienza a saber que no solo la historia, pero también las palabras van de izquierda a derecha. Muchos niños en esta etapa inclusive comienzan a identificar letras mayúsculas y minúsculas y palabras sencillas (Para algunas ideas sobre el aprendizaje de las letras, vea "Tan fácil como el abecedario.")

Al final del jardín de niños o a principios del primer grado, su niño quizás quiera leer por su propia cuenta. ¡Déjelo! Pero asegúrese que él sea el que quiere hacerlo. La lectura debe ser algo de lo cual el se sienta orgulloso y ansioso de emprender, no sólo por cumplir con una lección.

¿Cómo funciona un libro?

A los niños les fascina como los libros se ven y se sienten. Y al ver la facilidad con la que usted maneja y lee los libros, ellos querrán hacer lo mismo. Cuando su niño lo vea con un libro en la mano, ella aprenderá que los libros son para leerlos, no para estrujarlos y arrancarles las hojas, ni para tirarlos al piso. Antes de que llegue a los 3 añitos, él ya tendrá bien claro el propósito de los libros. Al llegar a la edad preescolar, su niño aprenderá que

Cuando su niño lo vea con un libro en la mano, ella aprenderá que los libros son para leerlos.


  • Un libro tiene una portada
  • Un libro tiene un comienzo y un final
  • Un libro contiene páginas
  • Cada página en el libro está organizada de arriba abajo
  • Las páginas se voltean una por una para proseguir con el cuento
  • Los cuentos se leen de izquierda a derecha en una página

Al leer con su niño de 4 a 5 años, recuérdele de éstos detalles. Lea el título del libro en la portada. Hablen sobre la ilustración en la portada. Señale el lugar donde el cuento comienza y después donde acaba. Permita que su niño le ayude a voltear las páginas. Cuando comience una nueva página, apunte hacia las palabras con las que continúa la historia y sigan las palabras con el dedo según las vaya leyendo. Toma un poco de tiempo para aprender estos detalles, pero cuando su niño los aprende, ya ha descifrado algunos de los más grandes misterios de la lectura.

Los primeros intentos para escribir

Childlike drawing of a mother and child sitting at a table drawing pictures.

La lectura y la escritura van juntas. Mientras que su niño aprende una está aprendiendo la otra. Usted puede hacer ciertas cosas para asegurarse que él tenga toda oportunidad para practicar ambas destrezas. Cuando el niño tenga aproximadamente 2 años, por ejemplo, dele crayones y papel y anímelo a dibujar y hacer garabatos. Él se divertirá escogiendo los colores que quiere usar y las figuras que quiere dibujar. Al manipular los crayones, el niño está también desarrollando su control muscular. Y para cuando llegue a la edad preescolar, ya estará tan emocionado por escribir como por leer. (Para más ideas sobre cómo alentar el deseo de su niño por escribir, vea "Tan fácil como el abecedario," y "¡A escribir!")

Los garabatos y dibujos de su preescolar son sus primeros intentos por escribir. Pronto comenzará a escribir las letras del alfabeto. Escribir las letras le ayuda a aprender sobre los distintos sonidos que ellas representan. Su primer aprendizaje sobre las letras y los sonidos le darán ideas sobre cómo deletrear las palabras. Cuando comience a escribir palabras enteras, no se preocupe si no las escribe con ortografía perfecta. Más bien, ¡felicítelo por su esfuerzo! De hecho, si examina la palabra con cuidado se dará cuenta de que su intento es bastante bueno para ser la primera vez. Más tarde y con la ayuda de maestros y de usted, él aprenderá la forma correcta de escribir las palabras. Por el momento, sin embargo, ha dado un gran salto hacia la escritura.

Cómo leer en otro idioma

Si el idioma que se habla en casa no es el inglés, su niño todavía puede llegar a ser un excelente lector y escritor en inglés. Está en buen camino hacia la lectura en inglés si por ahora está aprendiendo muchas palabras y le interesa aprender a leer en su idioma natal. Usted le puede ayudar al apoyarlo en su idioma natal mientras que aprende el inglés. Hable con él, léale, aliéntelo a dibujar y escribir. En otras palabras, haga las mismas actividades con él como lo hemos discutido, pero háganlas en su idioma natal.

Cuando su niño ingrese a la escuela por primera vez, platique con la maestra. Las maestras aprecian estas charlas. Generalmente ofrecen citas temprano en el curso escolar aunque por lo general usted puede pedirle una reunión en cualquier momento. Si usted siente que necesita ayuda para reunirse con la maestra, pida que un pariente, un vecino o alguien en su comunidad le acompañe.

Para obtener una lista de libros en idiomas múltiples, vea Recursos para los niños.


Cuando se encuentre con la maestra, comparta con ella todas las cosas que usted está haciendo en casa para reforzar las habilidades de su niño para hablar y leer en su propio idioma. Asegúrese que la maestra oiga de sus propios labios lo importante que es la lectura de su niño para usted y pida que la apoye en sus esfuerzos. Los niños que tienen la capacidad de cambiar con facilidad entre dos idiomas han logrado algo muy especial y singular. Se les debe felicitar y alentar en sus esfuerzos por lograr esta fluidez.


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Last Modified: 06/21/2006