Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de investigadores de Estados Unidos resolvió un enigma de décadas de antigüedad: por qué una vacuna desarrollada para prevenir una infección viral infantil frecuente terminó enfermando a los niños.
La investigación fue desarrollada por expertos de la Johns Hopkins University.
Los resultados aportan claves importantes a cómo desarrollar una vacuna segura y efectiva contra el virus sincicial respiratorio (VSR), que es la principal causa mundial de hospitalización de bebés y niños pequeños durante invierno, dijo a Reuters Health el doctor Fernando P. Polack, autor del estudio.
"Es una gran preocupación para los científicos que desarrollan la vacuna contra el VSR asegurarse de no repetir la misma situación", dijo Polack, de la Fundación INFANT, en Buenos Aires, Argentina.
A fines de la década de 1960, un grupo de niños en la ciudad de Washington recibió una vacuna contra el VSR con el virus desactivado con formalina.
El 80 por ciento de los niños vacunados debieron ser hospitalizados con enfermedad respiratoria grave y dos murieron.
Muchos investigadores pensaron durante años que la formalina había provocado los problemas de la vacuna, pero esa sustancia química se ha estado usando de manera segura en otras inmunizaciones.
Durante ocho años, el equipo dirigido por Polack investigó por qué la vacuna provocó la enfermedad conocida como enfermedad respiratoria exacerbada (ERE).
Los científicos comenzaron examinado muestras de tejido de los pulmones de los dos niños que habían fallecido y comparando los efectos de la vacuna con el VSR en ratones.
El problema, explicaron este mes en la revista Nature Medicine, fue que los anticuerpos en los niños no se habían unido con suficiente fuerza al virus desactivado como para producir una respuesta inmune protectora.
En cambio, los anticuerpos arrastraban el virus muerto con ellos, lo que hizo que otras defensas del sistema inmune dispararan un ataque masivo.
La vacuna inactiva, explicaron los autores, estimuló sólo débilmente a las moléculas en la superficie de las células responsables de reconocer a los invasores infecciosos y disparar una respuesta inmune adecuada.
De modo que, según Polack, una vacuna efectiva tendría que hacer mejor su trabajo de estimulación de esas moléculas llamadas receptores Toll.
Seguramente, ampliaron los expertos, desarrollar una vacuna efectiva y segura contra el VSR debería incluir una forma atenuada del virus, es decir, una cepa tan débil como para causar infección, pero tan activa como para estimular adecuadamente a los receptores Toll.
Para Polack, se necesita esa vacuna con urgencia.
La mitad de los niños desarrolla infecciones por VSR antes de su primer cumpleaños, mientras que el 95 por ciento se habrá infectado al cumplir 2 años de edad.
La mitad de las veces, la infección produce sólo un resfrío, mientras que en la otra mitad de los casos el virus ingresa a los pulmones y provoca la infección de la vías aéreas pequeñas o bronquiolitis.
Generalmente, los niños mejoran solos, pero uno de cada 100 casos deberá ser hospitalizado y recibir oxígeno. El VSR causa la muerte de medio millón de personas por año en todo el mundo.
FUENTE: Nature Medicine, online 14 de diciembre del 2008
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Página actualizada: 29 diciembre 2008 |