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Los impuestos a la bebida alcohólica reducen las muertes relacionadas con el alcohol

Un estudio halla que la subida de los impuestos al alcohol en Alaska se relacionó con una reducción en los casos de cirrosis y cáncer
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Traducido del inglés: viernes, 14 de noviembre, 2008

Imagen de noticias HealthDayJUEVES, 13 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Aumentar los impuestos estatales al alcohol podría conducir a un descenso inmediato en el número de personas que muere por enfermedades relacionadas con el mismo, según revela una nueva investigación.

El hallazgo se basa en la experiencia particular de Alaska, después de dos maniobras legislativas que elevaron los impuestos sobre la cerveza, el vino y los licores en 1983 y 2002. En el primer caso, el equipo de investigación observó un declive de 29 por ciento en las muertes relacionadas con el alcohol; en el segundo, el descenso aparente fue de 11 por ciento.

"El punto principal es que el incremento en el impuesto del alcohol salvó vidas", aseguró el autor principal del estudio Alexander C. Wagenaar, profesor de epidemiología del Colegio de medicina de la Universidad de Florida en Gainesville.

Wagenaar y su equipo publicarán sus conclusiones en la edición en línea de enero de la American Journal of Public Health. El estudio fue financiado por el Programa de investigación de políticas de abuso de sustancias de la Robert Wood Johnson Foundation.

Para determinar el impacto de los impuestos al alcohol sobre las enfermedades fatales relacionadas con el alcohol, los autores analizaron los datos del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de EE. UU. de 1976 a 2004. Contaron el número de hombres y mujeres que murieron a causa de un grupo de afecciones relacionadas con el alcohol, tanto en Alaska como en el resto de Estados Unidos, antes y después de los dos incrementos en los impuestos de Alaska.

Entre las enfermedades se incluyeron la cirrosis, cáncer de boca, cánceres del esófago, cáncer de mama y otras enfermedades pancreáticas y cardiacas. Junto con las lesiones y accidentes relacionados con el alcohol, se calcula que son responsables de las 85,000 muertes que se producen cada año en los Estados Unidos como consecuencia del consumo de alcohol.

Los investigadores destacan que Alaska fue uno de los primeros estados en subir de manera considerable los impuestos al alcohol, al aumentar los impuestos sobre la cerveza, por ejemplo, de 46 centavos a 63 centavos por galón en 1983, y de nuevo en 2002 a $1.20 por galón. Aunque la mayoría de los estados han establecido algún tipo de impuesto al alcohol, los autores señalan que las tasas de impuestos normalmente no se ajustan por la inflación, lo que significa que el valor en dólares "real" de los impuestos al alcohol disminuyó de hecho en la segunda mitad del siglo pasado.

Sin embargo, en Alaska, Wagenaar y colegas encontraron evidencia de que incluso después de incluir las mejoras generales en el cuidado de la salud, la imposición de un impuesto sustancial al alcohol estuvo relacionada con una recompensa casi instantánea en la salud pública.

Después de la subida del impuesto de 1983, se evitaron 23 muertes más por año, una reducción de 29 por ciento en la mortalidad que se mantuvo a lo largo del tiempo. Después de la subida de 2002, se evitaron otras 21 muertes más al año, lo que representa un descenso de 11 por ciento en el índice.

Y lo que es más, los impuestos al alcohol en Alaska parecían ser más poderosos que otros esfuerzos de prevención diseñados para reducir las tasas de mortalidad relacionadas con el alcohol. Específicamente, los dos impuestos fueron entre dos y cuatro veces igual de efectivos en la reducción de la tasa de mortalidad que las campañas de los medios de comunicación contra el alcohol o los programas escolares dirigidos a reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes.

"Básicamente, se trató de un simple ajuste a la política existente que no implicó el aumento de nuevos programas de salud o de intervenciones ni un mayor gasto de dinero", señaló Wagenaar. "Es importante enfatizar que en la salud pública, cuando hacemos algo que reduce la tasa de mortalidad en apenas 3 o 5 por ciento, eso se considera como un éxito importante. Y la subida de los impuestos redujeron el riesgo de muerte por enfermedades relacionadas con el alcohol de manera sustancial".

"Por tanto, la implicación para los otros estados y el país como un todo es muy increíble", agregó Wagenaar. "Sólo hay que pensar en los ahorros en costos de atención de la salud que se conseguirían si logramos reducir las tasas de mortalidad en todo el país. Y ciertamente esto no es imposible de lograr".

El Dr. Marc Galanter, director de la división de alcoholismo y abuso de drogas en el departamento de psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York en esta misma ciudad, se mostró poco sorprendido con los hallazgos del estudio.

"Muchos estudios han mostrado, en distintitos escenarios, que aumentar el precio del alcohol o del tabaco conduce a un declive en las ventas", señaló. "Así pues, este estudio reafirma este efecto y su impacto en términos del alcohol. También sugiere que cualquier cambio en los mensajes de salud pública relacionados con el consumo de alcohol debería implicar cambios en los impuestos, y por tanto en los precios, como un medio efectivo de asegurar una mejor salud para la comunidad".


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay

(c) Derechos de autor 2008, ScoutNews, LLC

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