Meteorólogo De Kprc Construye Por Encima De La Marea De Tempestad Del Huracán Ike

Nueva casa diseñada para no desentonar en barrio histórico de Galveston

Fecha de Publicación: 22 de diciembre de 2008
Número de Publicación: 1791-344

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Ese es el consejo de Frank Billingsley, meteorólogo jefe del canal de televisión KPRC-TV, a los supervivientes del huracán Ike y a sus miles de televidentes en Galveston, Houston y otras zonas de la costa del Golfo de Texas.

"No puedo controlar los fenómenos meteorológicos, pero puedo ayudar a advertir a la gente cuando sus vidas o sus bienes están en peligro, y eso es lo que más me gusta de mi trabajo", declaró Billingsley. "Siento que tengo la oportunidad de aportar algo positivo al mundo".

KPRC proporcionó una cobertura ininterrumpida durante más de una semana desde que el huracán Ike alcanzó Galveston a las 2:10 a.m. del sábado 13 de septiembre. Durante la mayor parte del tiempo, Billingsley aparecía en antena cada media hora durante intervalos de entre 8 y 10 minutos. Desde el viernes hasta el sábado por la mañana, trabajó 24 horas seguidas, descansó dos horas y continuó trabajando hasta medianoche.

Billingsley, que es meteorólogo desde 1982 y está afincado en Houston, mantiene un compromiso encomiable con la seguridad de sus telespectadores. "Así es Frank", dijo la escritora y agente inmobiliaria Alice Melott en la edición de Recuperación de 2008 de la revista The Islander Magazine. "El servicio que prestó a la gente de Galveston se recordará como uno de los actos periodísticos más humanos que la mayoría de nosotros ha visto jamás". 

Durante las largas horas que Billingsley estuvo informando sobre la tormenta ―en el estudio, desde un helicóptero, por teléfono, en la calle― sabía que su propia casa en Galveston Island estaba en peligro. En el momento álgido de la tormenta, su barrio se inundó desde la bahía.

Después de la tormenta, las autoridades impidieron la entrada a la isla durante 10 días por razones de seguridad. Esto fue dos días y medio antes de que Billingsley se enterase de que su garaje estaba inundado hasta una altura de 75 cm, aunque el resto de la casa no sufrió desperfectos graves.

Mientras tanto, los rumores y los miedos se propagaron entre los residentes desplazados que estaban ansiosos por saber qué sucedía con sus hogares y su futuro. Según Melott, Billingsley sirvió para cubrir el vacío informativo.2

"Cuando se le permitió volar hasta allí, Frank no sólo pasó cuatro horas informando desde la zona oeste, sino que lo hizo con residentes al teléfono que le guiaban por sus barrios y narrando a medida que sobrevolaba la zona para dar datos más concretos", escribió Melott.

"Esa tarde llegaron a los estudios más de mil solicitudes, y Frank pudo visitar a unos 40 propietarios de viviendas", narra Melott. "Cuando volvieron a ver sus casas por primera vez, todos lloraron de emoción. Algunas casas no habían sufrido apenas daños, y otras habían quedado arrasadas. Fue auténtica telerrealidad, y fue fascinante".

Billingsley pasó días enteros caminando entre la devastación de la península de Bolívar y en las zonas este y oeste de Galveston, informando a los ansiosos evacuados de lo que veía.

En lo que respecta a construir de manera segura, Billingsley pone en práctica sus propios consejos. La casa de Billingsley tiene características de mitigación que le ayudaron a aguantar la tormenta.

Ubicada en el corazón de la ciudad de Galveston, la casa de Billingsley combina tecnología de construcción moderna con una apariencia clásica. Construida en 2007, la casa cumple con los códigos actualizados de edificación de la ciudad e incorpora varias características de prevención de inundaciones. Sin embargo, tiene un aspecto antiguo, como las casas victorianas que se encuentran en su calle, supervivientes de innumerables tormentas en los barrios históricos de Galveston.

La primera planta de la casa de Billingsley está a 16 pies (aproximadamente 5 metros) por encima del nivel del mar, muy por encima de las mareas de tempestad. "Con la marea de tempestad entraron 30 pulgadas [aproximadamente 75 cm] de agua en el nivel inferior, el garaje y la entrada, así que ahí tuvimos que reemplazar placas de yeso y aparatos de aire acondicionado", explicó Billingsley. "Pero el resto de la casa estaba bien. Por eso construimos en alto los espacios habitables".

Frank continúa: "La casa tiene un tejado a cuatro aguas con tejamaniles que resisten hasta tormentas de clase 4, anclajes antihuracanes, y ventanas pequeñas que pueden aguantar vientos de hasta 145 mph [más de 230 Km/h]. Estas ventanas ni siquiera estaban cubiertas, y ninguna se rompió ni tuvo filtraciones. Funcionaron muy bien. Además, tampoco se arruinó ningún tejamanil ni tuvimos goteras".

La casa actual de Billingsley es la segunda que ha tenido en Galveston. La primera la construyó en 2003, sobre pilotes de hormigón a 17 pies (aproximadamente 5,20 metros) por encima del nivel del mar. "Tiene un tejado a cuatro aguas con tejamaniles de grado 4", explica. "Las persianas antihuracanes protegen las ventanas y las puertas. En total, tiene 1.300 anclajes antihuracanes tanto exteriores como interiores. A dos pies (0,60 m) de los rincones, los soportes de pared tienen 8 pulgadas (20 cm) en el centro, en lugar de las 16 pulgadas (40 cm) habituales. Tiene muros de separación que se rompieron con el huracán Ike. El huracán Ike se llevó todo lo que había en la planta baja, pero la casa es robusta y sólo le faltan algunos tejamaniles".

Frank está comprometido a ayudar a otras personas a protegerse de las tormentas, y a dar a los supervivientes información que puedan usar al construir o reconstruir para que sus hogares y negocios tengan más probabilidad de resistir.

"No sólo hay que seguir el código, sino que hay que considerarlo con detenimiento", añade. "Si el código indica que hay construir sobre una elevación, ¿por qué no usar pilotes de hormigón en lugar de madera? Si el código pide ventanas que resistan vientos de 125 mph [200 Km/h], ¿por qué no construir para que resistan 145 mph [más de 230 Km/h]? Si el código establece que hay que tener anclajes antihuracanes exteriores de 36 pulgadas [91 cm], ¿por qué no tener también interiores? Si el código establece construir a 8 pies [aproximadamente 2,5 m] sobre el nivel del mar, ¿por qué no construir a 16 pies [aproximadamente 5 m]?

Billingsley animó a sus telespectadores a "escribir lo que construir de manera un poco más resistente aportaría a su vivienda, y compararlo con los costos de reparación de la próxima vez".

Habrá una próxima vez, advirtió el meteorólogo. "Hay que aprender y cambiar: no debemos pensar ni por un minuto que lo peor ya ha pasado, porque para muchos de nosotros el huracán Ike podría haber sido mucho peor, y tenemos que reconstruir pensando en tormentas peores. Tenemos la oportunidad (una buena oportunidad) de tener menos problemas la próxima vez si reconstruimos mejor y de manera más inteligente".

FEMA coordina las acciones del Gobierno Federal en la preparación, la prevención, la mitigación de los efectos, la respuesta y la recuperación de todos los desastres que suceden en el país, sean naturales o causados por el ser humano, incluidos los atentados terroristas.

Fecha de la última actualización: Viernes, 26-Dic-2008 12:19:23