La pérdida del oído relacionada con el trabajo sigue siendo
un asunto importante de la salud y seguridad ocupacional. El
Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH,
por sus siglas en inglés) y la comunidad de salud y seguridad
ocupacional citaron la pérdida del oído como uno de los 21 temas
prioritarios de investigación de este siglo. La pérdida del
oído por el ruido es completamente evitable. Pero una vez que
uno lo tiene, es permanente e irreversible. Por eso, los dueños
y los trabajadores deben tomar medidas de prevención para asegurar
la protección del oído del trabajador.
La magnitud
Aproximadamente 30 millones de trabajadores son expuestos al
ruido peligroso en el trabajo, y 9 millones más corren el riesgo
de perder el oído por otras sustancias, como los disolventes
y metales.
Aproximadamente 30 millones de trabajadores son expuestos al
ruido peligroso en el trabajo, y 9 millones más corren el riesgo
de perder el oído por otras sustancias, como los disolventes
y metales:
- 1 44% de los carpinteros y 48% de los plomeros reportaron
haber notado una pérdida del oído.
- 2 49% de los mineros varones (tanto los que trabajan con
metales como los que no trabajan con metales) van a sufrir
pérdidas del oído cuando lleguen a la edad de 50 años (comparado
con 9% de la población general). Esta cifra sube a 70% cuando
los mineros lleguen a la edad de 60 años
Aunque cualquier trabajador puede estar en peligro de perder
el oído, los trabajadores en varias industrias están más expuestos
a niveles peligrosos de ruido. Las industrias con muchos trabajadores
expuestos a esta situación son los que trabajan en la agricultura,
la minería, la construcción, la manufacturación y las empresas
de servicios públicos, el transporte, y las fuerzas armadas.
Los costos
No existe ningún sistema nacional para el estudio, ni para
el reporte de la pérdida del oído. Por eso no existen datos
exhaustivos sobre el impacto económico que representa la pérdida
del oído. Los siguientes ejemplos locales dan una indicación
de la carga económica más amplia.
En el estado de Washington, la indemnización para la incapacidad
laboral por la pérdida del oído costó $4.8 millones de dólares
en 1991 (esta cifra no incluye los costos médicos). Si esta
cifra se aplica a la mano de obra nacional, se calcula que solamente
la incapacidad laboral por la pérdida del oído implica un costo
de 242.4 millones de dólares al año.
Esta cifra no incluye los costos médicos ni personales. Un
audífono puede costar aproximadamente 1,500 dólares, y las pilas
cuestan 300 dólares al año. Además, los datos de la indemnización
para la incapacidad laboral subestiman la verdadera frecuencia
de la enfermedad ocupacional. Los datos son solamente "la punta
del iceberg."
En Colombia Británica (Canada) durante el periodo de 1994-1998,
la administración de la compensación para la incapacidad laboral
pagó 18 millones de dólares en indemnizaciones de incapacidad
permanente a 3,207 trabajadores que sufrieron la pérdida
del oído. Se les pagó 36 millones de dólares más para los
audífonos.
Entre 1974 y 1994, el Ejercito de los Estados Unidos ahorró
504.3 millones de dólares por un programa de conservación del
oído que ayudó a reducir la pérdida del oído entre el personal
de combate con armas. El Departamento de Asuntos de los Veteranos
ahorró 220.8 millones, y el Ejercito ahorró 145 millones de
dólares más entre 1987 y 1997 cuando redujeron las incidencias
de pérdida del oído de los empleados civiles.
Prevención
La manera más eficaz para evitar que ocurra la pérdida del
oído por el ruido ocupacional es eliminar el ruido peligroso
con controles de ingeniería (como la instalación de un silenciador
o la construcción de una barrera acústica). Protectores como
tapones para los oídos o manguitos para las orejas deben ser
usados cuando no hay otro método posible para reducir el ruido
a un nivel seguro. NIOSH recomienda programas de prevención
para prevenir la pérdida del oído en todos los lugares de trabajo
con niveles peligrosos del ruido. Esos programas deben incluir
evaluaciones del ruido, controles de ingeniería, chequeos audiométricos
de los trabajadores, el uso apropiado de los protectores del
oído, educación del empleado, mantenimiento de archivos, y evaluación
del programa.