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Barack Obama se crió con su madre soltera y sus abuelos maternos. No tenían mucho dinero, pero le transmitieron los valores de Kansas, en el corazón de los Estados Unidos, donde habían crecido. Pidió préstamos para pagar su carrera universitaria. Al terminar sus estudios universitarios, trabajó en iglesias cristianas de Chicago, ayudando a las comunidades afectadas por la clausura de las acererías. Al terminar la escuela de leyes, en lugar de aceptar un trabajo bien remunerado prefirió regresar a Chicago, donde encabezó una exitosa iniciativa registrando a los votantes de la ciudad. Trabajó en un bufete de abogados, impartió clases de derecho constitucional y, guiado por su fe cristiana, permaneció involucrado en la comunidad. Barack y su esposa Michelle son los padres orgullosos de dos hijas, Sasha y Malia.

Los años tempranos

Barack Obama nació en Hawai el 4 de agosto de 1961. Su padre, también llamado Barack Obama, nació y se crió en una pequeña aldea de Kenia, donde pasó sus primeros años pastoreando un rebaño de cabras junto a su padre, al abuelo de Barack, que trabajaba como empleado doméstico para los británicos.

La madre de Barack, Ana Dunham, creció en un pueblo pequeño de Kansas. El padre de Ana trabajó en una plataforma petrolífera durante la gran depresión y, tras el ataque en Pearl Harbor, se enlistó en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, donde luchó bajo las órdenes del renombrado general Patton. La madre de Ana trabajó en una fábrica de bombarderos durante la guerra. Al terminar el conflicto, los abuelos de Barack hicieron sus estudios gracias al programa gubernamental establecido por la Ley de Asistencia Educativa Para Ex Militares, mejor conocido en inglés como el G.I. Bill. Posteriormente, compraron una casa con la ayuda del Programa Federal de Vivienda y se mudaron al oeste, a Hawai.

Fue allí, en la Universidad de Hawai, donde los padres de Barack se conocieron. Ana Dunham cursaba sus estudios de bachillerato y su padre tenía una beca que le permitió salir de Kenia y continuar sus estudios en los Estados Unidos. El padre de Barack eventualmente regresó a Kenia y Barack se crió con su madre en Hawai, y por algunos años en Indonesia. Posteriormente, Barack se mudó a los Estados Unidos para iniciar sus estudios universitarios y se graduó en 1993 de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Los años universitarios

Guiado por los valores de empatía y servicio público que su madre le transmitió, Barack postergó sus estudios de abogacía y la posibilidad de un trabajo bien remunerado en el mundo corporativo, para trasladarse a Chicago en 1985, donde dirigió un grupo de su iglesia dedicado a mejorar las condiciones de vida en los barrios afectados por la delincuencia y el desempleo.

Barack logró algunos éxitos con el grupo, pero pronto se dio cuenta que para mejorar la calidad de vida de esa y otras comunidades, más que un cambio a nivel local, se necesitaban cambios en las leyes estatales y en el mundo de la política.

Barack terminó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard en 1991, donde se convirtió en el primer presidente afroamericano de la prestigiosa Revista de Leyes de Harvard. Poco después, regresó a Chicago para ejercer como abogado de derechos civiles y para impartir clases de derecho constitucional. Su labor como organizador comunitario lo llevó a postularse para el Senado de Illinois, donde sirvió por ocho años como senador estatal. En 2004, ganó un escaño en el Senado de los Estados Unidos, representando a Illinois, y se convirtió en el tercer afroamericano desde la época de la Reconstrucción, posterior a la Guerra Civil, en llegar a esta institución.

Trayectoria política

Las experiencias vitales de Barack Obama – criado en varios lugares con personas de ideas y puntos de vista distintos – han fortalecido su trayectoria como servidor público. En el ámbito político actual, él todavía cree en la capacidad de unir a la gente en torno a una política que trascienda los intereses inmediatos; una política más allá del partidismo y las ambiciones personales que dé respuesta a los retos que enfrentan los estadounidenses.

En el Senado de Illinois, Barack Obama trabajó con demócratas y republicanos por igual para mejorar la calidad de vida de las familias trabajadoras, promoviendo programas estatales como el de Créditos de Impuestos Sobre la Renta con el cual las familias trabajadoras de Illinois se ahorraron más de 100 millones de dólares en impuestos. Obama también promovió programas de educación infantil, y, al ser exculpados varios reos que enfrentaban la pena de muerte, trabajó con funcionarios de seguridad pública para exigir la grabación de interrogaciones y confesiones de culpabilidad en todos los casos en los que pudiera aplicarse la pena de muerte.

En el Senado de los Estados Unidos, Obama se ha enfocado en los retos del mundo globalizado del siglo 21, proponiendo nuevas ideas y una política que no se conforme con el denominador común. Su primera iniciativa de ley, copatrocinada por el Senador republicano Tom Coburn, promueve la confianza en nuestro gobierno permitiendo que los contribuyentes estadounidenses revisen por Internet cómo y dónde se gasta cada centavo del erario. Obama también ha sido una voz destacada en la defensa de la reforma ética para poner fin a la corrupción al estilo de Jack Abramoff en el Congreso.

Como miembro del Comité de Asuntos de Veteranos, Barack Obama ha luchado para que los veteranos reciban los pagos por discapacidad que les prometieron y para que la Administración de Veteranos (VA, por sus siglas en inglés) tenga capacidad suficiente para los millares de veteranos que necesitarán atención médica al regresar de Irak y Afganistán. Reconociendo la amenaza terrorista que representan las armas de destrucción masiva, viajó a Rusia con el senador republicano Dick Lugar con la intención de renovar esfuerzos para eliminar la proliferación de armas nucleares. Conociendo los retos económicos y estratégicos que enfrentamos por razón de nuestra adicción al petróleo, luchó para formar una alianza entre la industria automotriz, los sindicatos, los granjeros, los empresarios y los políticos de ambos partidos para promover el uso de combustibles alternativos y mejorar los estándares de consumo de combustibles en nuestros vehículos.

Ya sea ante la pobreza expuesta tras el huracán Katrina, el genocidio en Darfur, o el papel que juega la fe en nuestra política, Barack Obama sigue hablando claramente y con firmeza acerca de los asuntos que definirían la trayectoria de los Estados Unidos en el siglo 21. Pero por encima de sus logros y experiencias, Barack se siente orgulloso y agradecido por su familia. Su esposa Michelle, nuestra próxima Primera Dama, y sus dos hijas, Malia de 10 años y Sasha de 7, viven en Chicago y muy pronto se mudarán a Washington DC.