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El plan Obama-Biden

Barack Obama y Joe Biden pondrán fin a la guerra en Irak de manera responsable para que podamos renovar nuestra fuerza militar, dedicar más recursos al esfuerzo contra el Talibán y Al Qaeda e invertir en la economía de los Estados Unidos. El plan Obama-Biden nos ayudará a alcanzar el éxito transfiriendo el control del país a los iraquíes.

Liderazgo en el que podemos confiar

En 2002, Obama tuvo el valor y el criterio para oponerse a la guerra en Irak, y para advertir el peligro de “una ocupación de duración indeterminada, con costos indeterminados y consecuencias indeterminadas.” Obama y Biden están plenamente comprometidos a poner fin a la guerra en Irak.

Un retiro de fuerzas responsable y gradual

Barack Obama y Joe Biden creen que, así como llegamos a Irak de manera descuidada, debemos dejar el país de manera responsable. Inmediatamente después de asumir el cargo como presidente, Obama dará una nueva misión a su Secretario de Defensa y a los mandos militares en Irak: terminar la guerra en Irak. El retiro de nuestras fuerzas armadas se llevará a cabo de manera responsable y gradual, dirigido por nuestros mandos militares en el país y en consulta con el gobierno iraquí. Los expertos en materia militar creen que podemos reubicar una o dos brigadas de combate por mes – lo que llevaría al retiro de todas las brigadas en dieciséis meses. Esto se llevaría a cabo para el verano de 2010, más de siete años después del inicio de la guerra.

De acuerdo con el plan Obama-Biden, una fuerza residual permanecería en Irak y la región para llevar a cabo misiones concretas contra el terrorismo de Al Qaeda en Irak y proteger al personal civil y diplomático estadounidense. No construirán bases permanentes en Irak pero continuarán entrenando y apoyando a las fuerzas de seguridad iraquíes siempre y cuando el liderazgo iraquí dé pasos hacia una reconciliación política sin recaer en el sectarismo.

Acomodación política

Barack Obama y Joe Biden creen que Estados Unidos debe presionar al gobierno iraquí para que dé pasos hacia un acuerdo político genuino. No hay una solución militar para las diferencias políticas en Irak. Es hora de presionar a los líderes de Irak para que asuman la responsabilidad de su futuro y para que inviertan las ganancias derivadas del petróleo en la reconstrucción de su país.

El plan Obama-Biden hará posible la estabilidad duradera en Irak. El retiro gradual de fuerzas alentará a los iraquíes para que asuman una mayor responsabilidad por la seguridad de su país y concierten acuerdos políticos; por su parte, la reubicación gradual de las fuerzas que propone el plan Obama-Biden dará tiempo suficiente a los líderes iraquíes para que pongan su casa en orden. Mientras se lleva a cabo la reubicación, Obama y Biden se cerciorarán de que involucremos a representantes de todos los niveles de la sociedad iraquí – dentro y fuera del gobierno – para pactar acuerdos sobre la repartición de ingresos petroleros, la prestación equitativa de servicios, el federalismo, el estatus de los territorios disputados, las elecciones, la asistencia a los iraquíes desplazados y la reforma de las fuerzas de seguridad iraquíes.

Énfasis diplomático

Barack Obama y Joe Biden emprenderán una enérgica campaña diplomática para llegar a un acuerdo integral respecto a la estabilidad de Irak y de la región. Esta iniciativa incluirá a todos los vecinos de Irak, incluso Irán y Siria, tal como recomienda el informe bipartidista del Grupo de Estudio de Irak. El acuerdo tendrá como objetivo asegurar las fronteras de Irak, impedir que países vecinos intervengan dentro del país, aislar al grupo Al Qaeda, apoyar la reconciliación de los grupos sectarios de Irak y prestar apoyo económico para la reconstrucción y el desarrollo de Irak.

Prevenir una crisis humanitaria

Barack Obama y Joe Biden creen que Estados Unidos tiene la obligación moral y la responsabilidad por la seguridad dentro de Irak y que ambas exigen que hagamos frente a la crisis humanitaria dentro del país – más de cinco millones de iraquíes se encuentran refugiados o desplazados dentro de su propio país. Obama y Biden formarán un grupo de trabajo internacional para atender esta crisis. Invertirán un mínimo de 2,000 millones de dólares para extender los servicios a los iraquíes refugiados en países vecinos y garantizar que los iraquíes dentro de su propio país encuentren santuario. Obama y Biden también trabajarán con las autoridades iraquíes y la comunidad internacional para llevar a los perpetradores de posibles crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio ante la justicia. Se reservarán el derecho de una intervención militar, junto con nuestros socios internacionales, para reprimir la violencia genocida que pueda surgir dentro de Irak.

Acuerdo de Estatus de las Fuerzas Armadas

Obama y Biden creen que es de vital importancia que se llegue a un Acuerdo de Estatus de Fuerzas Armadas (SOFA, por sus siglas en inglés) para que nuestras tropas tengan las protecciones legales y las inmunidades que necesitan. Cualquier SOFA debe estar sujeto a la supervisión del Congreso para que cuente con apoyo bipartidista en los Estados Unidos.