La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.Los Institutos Nacionales de la Salud
Omita y vaya al Contenido
MedlinePlus Información de Salud para Usted MedlinePlus Información de Salud para Usted MedlinePlus Información de Salud para Usted
Contáctenos FAQs - Preguntas más frecuentes Índice Sobre MedlinePlus
English
Logo de HealthDay

Dos medicamentos para la diabetes podrían duplicar el riesgo de fracturas en las mujeres

Un análisis reciente señala que tanto Avandia como Actos reducen la densidad ósea
Versión para imprimir Enviar esta página a un amigo

Traducido del inglés: miércoles, 10 de diciembre, 2008

MIÉRCOLES, 10 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un reciente análisis británico halla que los medicamentos que se recetan ampliamente para la diabetes, Avandia y Actos, duplican el riesgo de fracturas en las mujeres, pero no en los hombres.

Avandia (rosiglitazona) y Actos (pioglitazona) se usan para reducir el azúcar en sangre en pacientes de diabetes tipo 2. Estudios recientes han sugerido que el riesgo de insuficiencia cardiaca, muerte y ataque cardiaco aumenta con Avandia, lo que desencadenó una controversia que suscitó etiquetas de advertencia sobre el fármaco ordenadas por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos.

"Las mujeres que toman estos medicamentos deben replantearse sus opciones", señaló el Dr. Yoon Loke, conferencista clínico principal de la Universidad de Anglia Oriental en Norwich. "Hay bastantes opciones para las mujeres que tienen diabetes tipo 2. No estoy seguro de que tomar un medicamento que cause fracturas sea la mejor opción".

Cerca de cuatro millones de personas en los EE. UU. toman estos medicamentos, conocidos como tiazolidinedionas, anotó Loke.

El informe aparece en la edición del 10 de diciembre de la Canadian Medical Association Journal.

Para el metaanálisis, el equipo de Loke evaluó diez ensayos en los que participaron 13,715 diabéticos que tomaban Avandia, Actos o ninguno de los dos. Los estudios hallaron que estos medicamentos redujeron la densidad ósea de la columna vertebral y las caderas de las mujeres que tomaban estos medicamentos.

El grupo de Loke calculó que la pérdida de densidad ósea duplicaría el riesgo de fracturas en las mujeres que tomaran cualquiera de los dos medicamentos. Para las mujeres que ya están en riesgo de fracturas, los investigadores calcularon que habría una fractura por cada 21 mujeres. Para las que estaban en bajo riesgo, una por cada 55 mujeres que tomaran estos medicamentos.

Sin embargo, no se observó ningún efecto en la densidad ósea entre los hombres en ninguno de los estudios que analizaron los investigadores.

Loke especula que las mujeres resultan afectadas por una interacción entre los medicamentos y el estrógeno, que debilita los huesos en las mujeres. La diferencia también podría surgir de mujeres que tienen huesos más pequeños y delgados desde el principio, por lo que la pérdida de un poco de masa ósea puede aumentar el riesgo de fracturas, agregó Loke.

Loke considera que estos medicamentos necesitan advertencias más contundentes sobre efectos secundarios potenciales. "La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos necesita darle advertencias más contundentes a las mujeres. Y la advertencia debería ser que realmente se deben evitar estos medicamentos si es posible", dijo.

La Dra. Lorraine Lipscombe, del Instituto de ciencias clínicas de evaluación y de la Universidad de Toronto (Canadá), y autora de un editorial acompañante en la revista, considera que este estudio suscita más dudas sobre el uso de estos medicamentos.

"Esta evidencia contribuye a la creciente preocupación sobre estos medicamentos, de que también se han relacionado con un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca y posiblemente con ataques cardiacos", aseguró Lipscombe. "Debido a que los medicamentos para la diabetes generalmente se aprueban según sus efectos sobre el control de la glucemia y no según sus resultados a largo plazo, estos eventos adversos solo surgieron luego de que los medicamentos habían salido al mercado".

Aún no hay suficiente evidencia sobre el beneficio clínico de estos medicamentos, además de que reducen la glucemia, por lo que el uso de los mismos para el tratamiento de la diabetes no está claro, señaló Lipscombe.

"Debido a que los ensayos clínicos están diseñados para evaluar los efectos esperados de los medicamentos, con frecuencia no tienen suficiente potencia para detectar efectos inesperados o menos comunes", aseguró Lipscombe. "Por consiguiente, hace falta un proceso más estandarizado de vigilancia después de la comercialización para asegurar que los efectos adversos potenciales se reconozcan tan pronto como sea posible".

GlaxoSmithKline, fabricante de Avandia, aseguró que este estudio reitera algo que ya se sabe y se refleja en la etiqueta. Además, el laboratorio defiende su medicamento como algo "seguro y efectivo para la diabetes tipo 2 para el paciente apropiado".

"Ya se había informado sobre la relación entre las tiazolidinedionas con las fracturas", señaló Jeff McLaughlin, vocero de GlaxoSmithKline. "Las etiquetas de la rosiglitazona y la pioglitazona anotan sobre la observación de mayor incidencia de fracturas entre las mujeres que toman el medicamento".

El riesgo de fractura se debe tener en cuenta al cuidar de los pacientes, señaló McLaughlin. "Además, GlaxoSmithKline ya había informado sobre esto directamente a los médicos en una carta dirigida a los proveedores de atención de la salud", anotó.


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay

(c) Derechos de autor 2008, ScoutNews, LLC

Noticias relacionadas:
Más noticias desde esta fecha

Temas relacionados: