Por Martha Kerr
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un documento difundido por la Sociedad Estadounidense de Hipertensión (ASH) indica que clasificar a la preeclampsia como "leve" o "grave" es erróneo y recomienda la rápida hospitalización ante la sospecha de la enfermedad.
Antes conocida como toxemia del embarazo, la preeclampsia se caracteriza por un aumento súbito de la presión (hipertensión), inflamación y proteína en orina, lo que es signo de alteración renal.
La condición suele aparecer después de la semana 20 de gestación y puede ser grave si no se trata, con complicaciones o muerte materna o fetal.
"La sospecha de preeclampsia es motivo suficiente para hospitalizar a la paciente", dijo a Reuters Health el doctor Marshall D. Lindheimer, de la Escuela de Medicina de la University of Chicago, luego de presentar el documento durante una conferencia.
Lindheimer es el autor principal del documento, que fue publicado también en Journal of the American Society of Hypertension.
La hospitalización inmediata "minimiza el riesgo de que la enfermedad avance rápido a una fase fatal o que la paciente sufra convulsiones repentinas fuera del hospital", dijo Lindheimer.
"Controlar a la paciente fuera del hospital no es suficiente para manejar la preeclampsia. (La ASH) no recomienda la hospitalización como un dogma, pero opina que las pacientes deberían ser hospitalizadas", agregó.
El costo anual estimado del tratamiento de la preeclampsia es de unos 7.000 millones de dólares y produce entre 50.000 y 70.000 muertes maternas y unas 500.000 muertes fetales por año.
La enfermedad es una de las principales causas de parto prematuro. Por ahora, el parto es la única cura disponible.
El objetivo del documento presentado es darle más uniformidad a la definición de la preeclampsia, unificar el tratamiento y aclarar que es seguro el uso de antihipertensivos durante la aparición y el curso de la enfermedad.
Lindheimer señaló que ensayos en animales y algunos estudios preliminares sobre seres humanos demostraron que la proteína en orina se puede revertir con tratamientos.
"Luego de la hospitalización, hay que actuar día a día a partir de las semanas 26 a 28" de embarazo, comentó.
"El tratamiento se realiza según los signos y los síntomas de la hipertensión y si hay órganos vitales afectados. El objetivo es lograr que el embarazo avance lo más posible para que el bebé pueda nacer seguro", finalizó el experto.
FUENTE: Journal of the American Society of Hypertension, 2008
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Página actualizada: 11 diciembre 2008 |