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NIDA > Publicaciones > Principios de Tratamientos para La Drogadicción > Tratamientos de Drogadicción en los Estados Unidos

Principios de Tratamientos para La Drogadicción: Una Guia Basada en Investigaciones


Tratamientos de Drogadicción en los Estados Unidos

Clasificaciones Generales de los Programas de Tratamiento

  • El tratamiento de mantenimiento agonista para adictos a los opiáceos generalmente se lleva a cabo en ambientes fuera del hospital, y frecuentemente son programas de tratamiento basados en la metadona. Estos programas usan un medicamento opiáceo sintético de larga duración, generalmente la metadona o el LAAM, el cual es administrado oralmente por un período sostenido con una dosis suficiente para prevenir los síntomas del síndrome de abstinencia al opiáceo. Estos medicamentos bloquean los efectos del uso del opiáceo ilegal, y disminuyen el deseo ardiente por dicha droga. Los pacientes que son estabilizados con dosis adecuadas y sostenidas de metadona o LAAM logran funcionar normalmente. Pueden mantener un trabajo, evitar el crimen y la violencia de la cultura callejera, así como reducir su exposición a la infección del VIH al parar o disminuir el uso de la droga inyectada y el comportamiento sexual de alto riesgo relacionado con las drogas.

    Los pacientes estabilizados con agonistas de opiáceos pueden entrar más fácilmente en terapias y otras intervenciones de comportamiento que son esenciales para su recuperación y rehabilitación. Los mejores y más efectivos programas de mantenimiento agonista de opiáceos incluyen terapia individual y/o de grupo, además de que proveen, o refieren al paciente a otros servicios necesarios como médicos, sicológicos y sociales.
Los pacientes estabilizados con dosis adecuadas y sostenidas de metadona o laam pueden funcionar normalmente.

    Lecturas adicionales:
    Ball, J.C., and Ross, A. The Effectiveness of Methadone Treatment. New York: Springer-Verlag, 1991.

    Cooper, J.R. Ineffective use of psychoactive drugs; Methadone treatment is no exception. JAMA Jan 8; 267(2): 281-282, 1992.

    Dole, V.P.; Nyswander, M.; and Kreek, M.J. Narcotic Blockade. Archives of Internal Medicine 118: 304-309, 1996.

    Lowinson, J.H.; Payte, J.T.; Joseph, H.; Marion, I.J.; and Dole, V.P. Methadone Maintenance. In: Lowinson, J.H.; Ruiz, P.; Millman, R.B.; and Langrod, J.G., eds. Substance Abuse: A Comprehensive Textbook. Baltimore, MD, Lippincott, Williams & Wilkins, 1996, pp. 405-414.

    McLellan, A.T.; Arndt, I.O.; Metzger, D.S.; Woody, G.E.; and O'Brien, C.P. The effects of psychosocial services in substance abuse treatment. JAMA Apr 21; 269(15): 1953-1959, 1993.

    Novick, D.M.; Joseph, J.; Croxson, T.S., et al. Absence of antibody to human immunodeficiency virus in long-term, socially rehabilitated methadone maintenance patients. Archives of Internal Medicine Jan; 150(1): 97-99, 1990.

    Simpson, D.D.; Joe, G.W.; and Bracy, S.A. Six-year follow-up of opioid addicts after admission to treatment. Archives of General Psychiatry Nov; 39(11): 1318-1323, 1982.

    Simpson, D.D. Treatment for drug abuse; Follow-up outcomes and length of time spent. Archives of General Psychiatry 38(8): 875-880, 1981.

  • El tratamiento narcoantago-nista utilizando naltrexona para adictos a los opiáceos generalmente se efectúa en ambientes fuera del hospital aunque a menudo se comienza a dar el medicamento en un ambiente residencial después de haberse realizado la desintoxicación médica. La naltrexona es un antagonista sintético de opiáceo de larga duración con pocos efectos secundarios que se toma oralmente todos los días o tres veces a la semana durante un período de tiempo sostenido. Los pacientes deben estar médicamente desintoxicados y libres de opiáceos durante varios días antes de comenzar a tomar la naltrexona para no provocar un síndrome de abstinencia al opiáceo. Cuando se utiliza la naltrexona de esta manera, todos los efectos de los opiáceos auto administrados, incluyendo la euforia, quedan completamente bloqueados. La teoría detrás de este tratamiento es que la repetida falta de los efectos deseados del opiáceo, al igual que la percibida inutilidad en el uso del mismo, gradualmente, acabarán con el hábito de la adicción al opiáceo. La naltrexona en sí no tiene efecto subjetivo o potencial alguno para el abuso y no es adictiva. Un problema común constituye el incumplimiento por parte del paciente. Por eso, para lograr un resultado favorable del tratamiento, también se requiere que haya una relación terapéutica positiva, asesoramiento o terapia efectiva, así como una supervisión cuidadosa de que el paciente tome el medicamento.

Los pacientes estabilizados con naltrexona pueden tener un trabajo, evitar crímenes y violencia, y reducir su exposición a la infección del vih.

    Muchos clínicos expertos han encontrado que la naltrexona es más útil en el caso de pacientes altamente motivados que han sido desintoxicados recientemente, y que desean una abstinencia total por circunstancias externas. Estos incluyen a profesionales que han sufrido un deterioro en su condición laboral, convictos o delincuentes en libertad condicional, y prisioneros que tienen permiso para salir de la cárcel para trabajar. Los pacientes estabilizados con naltrexona pueden funcionar normalmente. Ellos pueden tener un trabajo, evitar el crimen y la violencia de la cultura callejera, y reducir su exposición a la infección del VIH al parar el uso de drogas inyectadas y el comportamiento sexual de alto riesgo relacionado con las drogas.

    Lecturas adicionales:
    Cornish, J.W.; Metzger, D.; Woody, G.E.; Wilson, D.; McLellan, A.T.; Vandergrift, B.; and O'Brien, C.P. Naltrexone pharmacotherapy for opioid dependent federal probationers. Journal of Substance Abuse Treatment 14(6): 529-534, 1997.

    Greenstein, R.A.; Arndt, I.C.; McLellan, A.T.; and O’Brien, C.P. Naltrexone: a clinical perspective. Journal of Clinical Psychiatry 45 (9 Part 2): 25-28, 1984.

    Resnick, R.B.; Schuyten-Resnick, E.; and Washton, A.M. Narcotic antagonists in the treatment of opioid dependence: review and commentary. Comprehensive Psychiatry 20(2): 116-125, 1979.

    Resnick, R.B. and Washton, A.M. Clinical outcome with naltrexone: predictor variables and followup status in detoxified heroin addicts. Annals of the New York Academy of Sciences 311: 241-246, 1978.

  • El tratamiento "libre de drogas" fuera del hospital varía en cuanto a los tipos y la intensidad de los servicios ofrecidos. Esta clase de tratamiento cuesta menos que los tratamientos en clínicas o comunidades residenciales o dentro del hospital y frecuentemente es el más apropiado para personas que trabajan o que tienen extensos apoyos sociales. Los programas de baja intensidad sólo imparten educación y consejos con relación a las drogas. Otros modelos fuera del hospital, tales como los tratamientos diarios intensivos, pueden compararse con los programas residenciales en cuanto a los servicios y a la eficacia, dependiendo de las necesidades y características del paciente individual. Muchos programas fuera del hospital ponen énfasis en la terapia de grupo. Algunos programas fuera del hospital están diseñados para tratar a pacientes con problemas médicos o de salud mental además del trastorno de drogas.

    Lecturas adicionales:

    Higgins, S.T.; Budney, A.J.; Bickel, W.K.; Foerg, F.E.; Donham, R.; and Badger, G.J. Incentives to improve outcome in outpatient behavioral treatment of cocaine dependence. Archives of General Psychiatry 51, 568-576, 1994.

    Hubbard, R.L.; Craddock, S.G.; Flynn, P.M.; Anderson, J.; and Etheridge, R.M. Overview of 1-year follow-up outcomes in the Drug Abuse Treatment Outcome Study (DATOS). Psychology of Addictive Behaviors 11(4): 291-298, 1998.

    Institute of Medicine. Treating Drug Problems. Washington, D.C.: National Academy Press, 1990.

    McLellan, A.T.; Grisson, G.; Durell, J.; Alterman, A.I.; Brill, P.; and O'Brien, C.P. Substance abuse treatment in the private setting: Are some programs more effective than others? Journal of Substance Abuse Treatment 10, 243-254, 1993.

    Simpson, D.D. and Brown, B.S. Treatment retention and follow-up outcomes in the Drug Abuse Treatment Outcome Study (DATOS). Psychology of Addictive Behaviors 11(4): 294-307, 1998.

  • El tratamiento residencial a largo plazo suministra cuidados 24 horas al día, generalmente en ambientes que no son hospitales. El modelo de tratamiento residencial mejor conocido es el de la comunidad terapéutica (TC), pero los tratamientos residenciales también pueden emplear otros modelos, como el de terapia de comportamiento cognitivo.

    Los TCs son programas residenciales con estadías planificadas de 6 a 12 meses. Los TCs ponen énfasis en la "resocialización" del paciente y usan a la "comunidad" entera del programa, incluyendo a los otros residentes, al personal, y al contexto social, como componentes activos del tratamiento. La adicción se ve dentro del contexto de las deficiencias sociales y sicológicas del individuo, y el tratamiento se concentra en desarrollar la responsabilidad personal y vidas que sean socialmente productivas. El tratamiento tiene estructuras muy definidas y a veces puede crear enfrentamientos. Hay actividades diseñadas para ayudar a los residentes a examinar creencias malsanas, conceptos sobre sí mismos, y patrones de comportamiento, para poder adoptar nuevas maneras más armoniosas y constructivas en las interacciones con los demás. Muchos de los programas TCs son bastante completos y pueden incluir adiestramiento laboral y otros servicios de apoyo dentro de la propia residencia.
Las comunidades terapéuticas ponen énfasis en la "resocialización" del paciente y usan a la "comunidad" entera del programa como componente activo
del tratamiento.


    En comparación con pacientes de otras formas de tratamientos de drogas, el residente típico del programa TC tiene problemas más severos, con más problemas concurrentes de salud mental y más envolvimiento criminal. Las investigaciones demuestran que los programas TCs pueden ser modificados para tratar individuos con necesidades especiales, incluyendo adolescentes, mujeres, personas con trastornos mentales severos, e individuos que están en el sistema de justicia criminal (Tratamiento para personas que abusan o son adictas a las drogas y que se encuentran dentro del sistema de justicia criminal).

    Lecturas adicionales:
    Leukefeld, C.; Pickens, R.; and Schuster, C.R. Improving drug abuse treatment: Recommendations for research and practice. In: Pickens, R.W.; Luekefeld, C.G.; and Schuster, C.R., eds. Improving Drug Abuse Treatment, National Institute on Drug Abuse Research Monograph Series, DHHS Pub No. (ADM) 91-1754, U.S. Government Printing Office, 1991.

    Lewis, B.F.; McCusker, J.; Hindin, R.; Frost, R.; and Garfield, F. Four residential drug treatment programs: Project IMPACT. In: Inciardi, J.A.; Tims, F.M.; and Fletcher, B.W. eds. Innovative Approaches in the Treatment of Drug Abuse. Westport, CN: Greenwood Press, 1993, pp. 45-60.

    Sacks, S.; Sacks, J.; DeLeon, G.; Bernhardt, A.; and Staines, G. Modified therapeutic community for mentally ill chemical abusers: Background; influences; program description; preliminary findings. Substance Use and Misuse 32(9); 1217-1259, 1998.

    Stevens, S.J., and Glider, P.J. Therapeutic communities: Substance abuse treatment for women. In: Tims, F.M.; De Leon, G.; and Jainchill, N., eds. Therapeutic Community: Advances in Research and Application, National Institute on Drug Abuse Research Monograph 144, NIH Pub. No. 94-3633, U.S. Government Printing Office, 1994, pp. 162-180.

    Stevens, S.; Arbiter, N.; and Glider, P. Women residents: Expanding their role to increase treatment effectiveness in substance abuse programs. International Journal of the Addictions 24(5): 425-434, 1989.






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NIH Publicación No. 01-4180(S), Impresa julio 2001.




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