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Los disolventes se usan para dilución de sustancias o para limpieza y deben emplearse con cuidado. ¿Qué son los disolventes?
Los disolventes son líquidos o gases que pueden disolver o extraer otras sustancias. Se usan para disolver grasas, aceites y pinturas; para adelgazar o mezclar pigmentos, pintura, goma, pesticidas, y resinas epóxicas; para limpiar componentes electrónicos, piezas para automóviles, herramientas y motores; y para producir otras sustancias químicas.
Los productos que contienen disolventes incluyen pintura, tintas, revestimientos, limpiadores domésticos, fluido para lavado en seco, quitamanchas, adhesivos, productos farmacéuticos, productos para el cuidado personal, removedor para esmalte de uñas, componentes microelectrónicos, productos para automóviles, desengrasantes de metal y vapor, disolventes y diluyentes de pintura, refrigerantes, agentes sopladores de espuma y líquidos de refrigeración.
Las industrias en las que se usan disolventes incluyen lavado en seco, pintura, impresión, manufactura de jabones, remoción de pintura, manufactura de textiles, pavimentación con asfalto, manufactura de tableros de circuitos integrados y semiconductores, limpieza de tableros de circuitos impresos, agricultura y producción de alimentos, aplicación de pesticida, hospitales, pintura al óleo y restauración de obras de arte.
El término "disolventes" se suele referir a disolventes orgánicos, que contienen carbono. Los disolventes orgánicos se pueden clasificar en tres tipos principales: disolventes oxigenados, hidrocarburos disolventes, y disolventes halogenados. Los disolventes oxigenados contienen oxígeno y se sintetizan a partir de otras sustancias químicas. Los hidrocarburos disolventes contienen hidrógeno y se derivan principalmente del petróleo. Los disolventes halogenados contienen uno o más de los elementos halógenos: cloro, bromo, flúor o yodo. La mayoría de los disolventes halogenados contiene cloro y por tanto reciben el nombre de disolventes clorados.
Algunos ejemplos de disolventes oxigenados son alcohol, ésteres, éteres glucólicos y cetonas, incluida la metil-etil cetona. Algunos ejemplos de hidrocarburos disolventes son acetona, acetonitrilo, benceno, dioxano, gasolina, hexano, queroseno, metanol, fenol, estireno, tolueno, trementina, xileno e hidrocarburos alifáticos y aromáticos. Algunos ejemplos de disolventes halogenados son tetracloruro de carbono, clorofluorocarbonos (CFC), clorobenceno, cloroformo, bicloruro de etileno, cloruro de metileno, percloroetileno (tetracloroetileno), 1,1,1-tricloroetano (metil cloroformo) y tricloroetileno.
Dado que algunos disolventes agotan la capa de ozono, su uso y producción han sido objeto de reducción progresiva. Algunos ejemplos son CFC, tetracloruro de carbono y 1, 1,1-tricloroetano. ¿Cómo podría estar expuesto a los disolventes?
Usted podría estar expuesto a los disolventes al respirarlos, absorberlos por la piel o ingerirlos.
En el hogar, usted podría estar expuesto cuando usa productos de limpieza, productos para el cuidado personal, removedor para esmalte de uñas, pinturas, gomas, adhesivos, y otros productos domésticos que contienen disolventes. También podría estar expuesto si lava sus prendas de vestir en seco, lo cual libera pequeñas cantidades de percloroetileno en el aire, o si acude a una lavandería donde hay máquinas de lavado en seco.
Podría estar expuesto a los disolventes en el trabajo si su labor involucra limpieza por inmersión, desengrase al vapor, manufactura que utiliza pegantes y adhesivos, remoción de pintura, combustibles, transferencia de disolventes inflamables, pintura, impresión offset, lavado en seco, instalación de alfombras y limpieza de componentes electrónicos, piezas para automóviles, motores y tableros de circuitos. Podría estar expuesto si participa en la manufactura de jabones, tableros de circuitos impresos, semiconductores, productos para el cuidado personal, productos farmacéuticos, o textiles. Podría estar expuesto si trabaja en un hospital, fábrica, complejo agrícola o de procesamiento de alimentos o en una instalación de restauración de obras de arte. También podría estar expuesto a los disolventes en bases militares. ¿Qué efectos tienen los disolventes para la salud?
La exposición a cantidades masivas de disolventes puede ocasionar la muerte súbita. La exposición prolongada a disolventes puede ocasionar ceguera, arritmias cardiacas y lesiones renales, hepáticas, pulmonares y del sistema nervioso central.
Algunos disolventes figuran como "compuestos de los que es razonable prever que son carcinógenos para los seres humanos” en el Undécimo Informe sobre Carcinógenos, publicado por Programa Nacional de Toxicología, y pueden causar cáncer. Algunos ejemplos son acetonitrilo, benceno, tetracloruro de carbono, cloroformo, percloroetileno y tricloroetileno.
La exposición a éteres glucólicos puede causar daños al feto, y reducir la fertilidad en los hombres.
La exposición habitual a disolventes puede ocasionar pérdida de memoria y audición, enfermedad mental, depresión, fatiga, confusión, mareo, sensación de ebriedad o "borrachera," falta de coordinación, dolor de cabeza, náuseas, dolor de estómago, erupciones cutáneas, agrietamiento o sangrado de la piel e irritación de ojos, nariz y garganta. La exposición a vapores de disolventes puede causar ronquera, tos, congestión pulmonar, opresión en el pecho y dificultad para respirar.
Si los niños están expuestos a altos niveles de disolventes en el hogar, pueden sufrir asma.
Si cree que ha estado expuesto a los disolventes, comuníquese con su médico.
En caso de urgencia por intoxicación o si tiene alguna pregunta sobre posibles sustancias tóxicas, comuníquese con el centro de control de intoxicaciones de su localidad llamando al teléfono 1-800-222-1222.
Enlaces adicionales
Advertencia de peligro – Disolventes en la construcción (Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional)
Última actualización: 24 julio 2008
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