Un puerto deportivo tiene muelles, atracaderos, suministros y otras instalaciones para barcos de recreo de propiedad privada. Como los puertos deportivos están localizados al borde del agua, la contaminación creada por los barcos, la actividad portuaria y la escorrentía de agua pueden llegar al agua directamente. La intensificación del uso de barcos de recreo ha aumentado el efecto de los puertos deportivos y los barcos en los recursos costeros.

Los posibles contaminantes de los puertos deportivos y los barcos incluyen petróleo, gas, diesel, anticongelante, detergentes y disolventes de limpieza. Estos productos pueden liberarse durante el reabastecimiento de combustible, las operaciones de mantenimiento de los barcos o la descarga del agua de sentina que se recoge en la parte inferior de un barco. Los metales pesados empleados para el mantenimiento de los barcos incluyen el arsénico y cromo en las pinturas y las sustancias preservativas de la madera; zinc para evitar la corrosión de los motores y cascos; y cobre en las pinturas antincrustantes que evitan el crecimiento de percebes (una clase de crustáceo) en el casco de los barcos. El lijado y la pintura de los barcos pueden producir polvo y desechos de pintura en los puertos deportivos. Los motores de los barcos también liberan contaminantes del aire que contribuyen a la concentración de ozono en el terreno y de niebla industrial.

La descarga de aguas cloacales sin tratar al agua proveniente de un puerto deportivo o de un barco puede contaminar el agua y propagar bacterias, virus y parásitos, que causan enfermedad y aun la muerte al ser humano y a la vida marina. Las aguas cloacales pueden contaminar los mariscos y servir de alimento a las flores de algas. También pueden dañar los delicados arrecifes de coral. La Ley sobre Embarcaciones Limpias de los Estados Unidos ayuda a reducir la contaminación de las aguas cloacales provenientes de los barcos y proporciona estaciones de bombeo para descarga y desecho para los navegantes que deseen eliminar los desechos de una forma inocua para el medio ambiente.

Cuando los pescadores limpian el pescado en los muelles o los puertos deportivos, a menudo lanzan al agua los desechos de esa operación. A medida que se descomponen los desechos de la limpieza del pescado, pueden privar al agua de oxígeno, perjudicar a otros peces y formas de vida marina y despedir olores. La basura que se tira al agua proveniente de los puertos deportivos y los barcos puede lesionar o matar a los peces, pájaros, tortugas y otros animales marinos. La basura también puede obstruir las hélices.

Los pantanos, los mariscos, las plantas y el hábitat marino pueden ser destruidos por actividades relacionadas con los puertos deportivos, como la construcción de muelles y embarcaderos, el dragado de canales para tráfico de embarcaciones y los barcos de gran velocidad.

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Químicos en puerto deportivo y barcos
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Última actualización: 05 diciembre 2007