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Los CDC exploran la tensión que a menudo existe entre los avances científicos y los valores humanos

Publicado el 8 de enero de 2008

Foto: Alan I. Leshner, PhD

El Dr. Alan I. Leshner, PhD, invitado especial en la 28va edición anual de la serie de conferencias Joseph W. Mountin (28th Annual Joseph W. Mountin Lecture), resaltó que el compromiso público aliviaría las tensiones entre la ciencia y la sociedad. Foto de Greg Knobloch

Los avances científicos a menudo chocan con los valores humanos fundamentales, lo cual crea una tensión única en las relaciones entre la ciencia y la sociedad, afirmó el Dr. Alan I. Leshner, Jefe Ejecutivo de la American Association for the Advancement of Science (AAAS).

Julie Gerberding, MD, MPH, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, hizo la presentación del Dr. Alan I. Leshner (información en inglés) , invitado especial en la 28va edición anual de la serie de conferencias Joseph W. Mountin Lecture (información en inglés) , que tuvo lugar en los CDC.

La Dra. Gerberding describió al Dr. Leshner como un líder extraordinario, con "una visión madura y sabia de la importancia que tiene el respeto a los valores públicos cuando se piensa en lo que la ciencia puede lograr y en la manera como utilizamos los resultados de esa ciencia".

El Dr. Leshner enmarcó sus comentarios en una cita de la obra Historia de dos ciudades de Charles Dickens: "Fue la mejor y la peor de las épocas". El Dr. Leshner expresó que la ciencia estaba atravesando su mejor época en cuanto a sus extraordinarios avances médicos y tecnológicos, lo cual nos permite, por ejemplo, entender las funciones del cerebro humano y la relevancia de la investigación de las células madre embrionarias. Sin embargo, también se vive la peor época cuando la sociedad obstaculiza el trabajo de la ciencia al imponerle preceptos morales, políticos y religiosos que amenazan con desacelerar el progreso científico o interferir en él.

"Este solapamiento de valores afecta enormemente la relación entre la ciencia y la sociedad", afirma Leshner. "La sociedad quiere influir en el curso de la ciencia, no solamente de manera positiva y planteando nuevas preguntas, sino que la gente está diciendo "no quiero contestar a esa pregunta". De esta manera está creando una brecha".

De dónde venimos

Leshner afirmó que la ciencia no puede responder a preguntas tipo "¿De dónde venimos?" o "¿Dónde comienza la vida?", sin embargo, la comunidad científica se ve inexorablemente forzada a participar en este debate. "La culpa es nuestra si el público no entiende los límites de la ciencia", continuó. "Fundamentalmente, de alguna manera creemos que la ciencia tiene una repuesta a cada pregunta. Pero hay muchas preguntas importantes para el género humano que están fuera de nuestro alcance". Una de ellas es si existe o no Dios. No se trata de una pregunta científica; por lo tanto, los científicos deberíamos quedarnos callados".

El Dr. Leshner cree que la creciente tensión entre la ciencia y la sociedad tenderá a aumentar a medida que siga progresando la ciencia. Para él, esta tensión tiene dos vertientes: por una lado, el conflicto entre los avances científicos y los intereses políticos o económicos y, por el otro, el conflicto en el cual se ven involucrados los valores humanos fundamentales. A medida que la ciencia usurpa los valores humanos, hace que el público se sienta incómodo, y somete a presión la relación entre la ciencia y la sociedad.

"El hecho de que la gente se oponga al uso de las células madre embrionarias no significa que no crea que a la larga estas células aportarán un beneficio terapéutico a la sociedad", dijo Leshner. "Lo que les preocupa es que la manera como se realiza la investigación con embriones humanos choca con sus creencias morales o religiosas. Lo que usted crea acerca del comienzo de la vida está determinado casi en su totalidad por su posición sobre lo moralmente aceptable o no de este tipo de investigación. Más aún, Leshner añadió que el problema no es tanto que la gente no entienda, sino que las respuestas que oye chocan contra sus convicciones personales.

La comunicación con el público como meta

El Dr. Leshner apuntó que la gente necesita aprender más acerca de la ciencia como una empresa y entender los elementos del quehacer científico. Advirtió que la educación por sí sola, aun cuando sea importante, no aliviaría significativamente las tensiones entre la ciencia y la tecnología. Lo que se necesita, propuso, es un nuevo concepto: alejarnos de la filosofía del entendimiento público para acercarnos a la filosofía del compromiso público, lo cual puede lograrse si nos comunicamos con el público en lugar de comunicar al público. De esta manera, estaríamos fomentando el diálogo.

Para Leshner, el compromiso público es el proceso mediante el cual se escucha al público y se responde a sus inquietudes y prioridades, pero no en grandes reuniones públicas, en la cuales los expertos participan en paneles de discusión y responden a unas cuantas preguntas del público. "Por lo general, esas reuniones nos hacen sentir bien, pero en realidad no permiten una verdadera comunicación", afirmó.

Un mejor enfoque sería promover reuniones descentralizadas, más pequeñas, en las cuales el público tenga una mayor participación. "No existe una solución mágica", dijo Leshner, "es por ello que necesitamos un abanico de sitios donde podamos intentar aplicar estrategias convergentes". Una estrategia recomendada por Leshner se basa en un concepto "glocal", a través del cual los científicos aborden un problema global y trabajen con los medios de comunicación locales y con las comunidades, como por ejemplo, las comunidades de jubilados, con el objetivo de hacer que los problemas tengan sentido en el ámbito personal.

"El compromiso público es una habilidad que se adquiere", dijo Leshner. "Muchos científicos no son muy buenos para hablar en público y tampoco son muy buenos para oírlo. Por lo tanto, tenemos que buscar la manera de enseñarles a comunicarse genuinamente con sus vecinos y los diferentes grupos en la comunidad". Al atenerse solamente a los hechos, centrarse en sus propias áreas de conocimiento y evitar el uso de jergas, los científicos pueden ayudar al público a entender mejor el impacto que la ciencia tiene en todos los aspectos de la vida moderna.

Según Leshner, una relación sana entre la ciencia y la sociedad es esencial para el bienestar tanto de la comunidad científica como del público en general. Y esto justifica todo el esfuerzo que pueda hacerse para restaurar el equilibrio entre ambas partes.

Esta página fue modificada el 24 de enero de 2008

Versión en español aprobada por CDC Multilingual Services - Order #4994
Fuente del contenido: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

Gente, Segura, Saludable
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades,
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