Las
mujeres y el tabaquismo
Panorama
general
Situación
actual:
Este año el cáncer de pulmón
se cobrará la vida de unas 68,000 mujeres estadounidenses.
Entre mujeres, esto equivale a una de cada cuatro muertes por cáncer
y cerca de 27,000 muertes más que las de cáncer del
seno (41,000). En el año 1999 cerca de 165,000 mujeres fallecieron
prematuramente debido a enfermedades relacionadas con el consumo
de productos que contienen tabaco (tabaquismo), como por ejemplo,
cáncer y enfermedades cardíacas. Además, las
mujeres sufren de consecuencias que son únicas entre ellas
como resultado del tabaquismo, como lo son condiciones y enfermedades
que afectan el embarazo.
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Las
tendencias:
En la década de los noventa no se observó
una disminución en el tabaquismo entre las mujeres adultas,
mientras que se registró un notable aumento en el tabaquismo
entre las adolescentes. Así, se dio marcha atrás al
progreso alcanzado previo a la década del 90. La preponderancia
del tabaquismo es tres veces mayor entre las mujeres que no han
alcanzado educación secundaria al compararlas con aquéllas
que han alcanzado un nivel universitario. Casi todas las mujeres
que fuman comenzaron con este hábito en su adolescencia;
aproximadamente el 30 por ciento de las jóvenes que cursan
en los años superiores de la escuela secundaria continúan
fumando.
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Hay
esperanza:
Tenemos las soluciones para prevenir y reducir
el tabaquismo en las mujeres. Dejar de fumar aporta grandes beneficios
sin distinción de edad. Gracias a un programa antitabaquismo
dinámico y sostenido, el estado de California ha sido testigo
de la disminución en el cáncer del pulmón en
la población femenina mientras que en el resto del país
se registra un aumento. Es necesario contar con la participación
de las mujeres para contrarrestar los efectos de las campañas
publicitarias del consumo de cigarrillos, cuyo mensaje asocia el
fumar con el éxito de la mujer.
" No
debemos equivocarnos en el uso de la palabra epidemia al abordar
los problemas de la salud pública. Sin embargo, no existe
mejor palabra que ésta para describir el aumento de un 600
por ciento en cáncer del pulmón que se ha registrado
en las mujeres desde el año 1950. Se trata de una enfermedad
cuya causa principal es el consumo de cigarrillos. Sin lugar a dudas
las enfermedades relacionadas con el tabaquismo en la mujer constituyen
una auténtica epidemia."
David Satcher, M.D., Ph.D.
Director General de Servicios de Salud de EE.UU.
L as mujeres y el tabaquismo: el informe de
la Dirección General de Salud Pública muestra
claramente que el tabaquismo es un problema que atañe a las
mujeres. Dicho informe describe de manera sucinta lo que hoy se
conoce sobre el consumo de tabaco en la población femenina,
incluyendo las características y tendencias en los hábitos
del tabaquismo, los factores asociados con su iniciación
y continuación, sus consecuencias para la salud de la mujer
y la intervención para prevenir y abandonar el hábito.
El informe además pone en evidencia la manera en que la industria
tabacalera ha enfocado sus campañas publicitarias al público
femenino.
El tabaquismo es el factor prevenible por excelencia de enfermedades
y defunciones. En el año 2000 murieron substancialmente más
mujeres por cáncer del pulmón que por cáncer
del seno. Es necesario llevar a cabo acciones para controlar la
epidemia del tabaquismo y evitar las enfermedades relacionadas con
éste que afectan a las mujeres estadounidenses y del resto
del mundo.
- Crear conciencia sobre los efectos del
tabaquismo en la salud de la mujer y contrarrestar las campañas
publicitarias que tienen como objeto principal al público
femenino.
- Brindar apoyo a las campañas contra
el tabaco orientadas a la mujer y divulgar de que la mayoría
de las mujeres no fuman.
- Seguir construyendo la base científica
que lleva a comprender los efectos del tabaquismo en la salud
de la mujer.
- Actuar ya: se cuenta con suficiente información
que apoya nuestra iniciativa para detener el consumo de tabaco
a nivel individual y social.
- Hacer todo lo posible para detener la
epidemia del tabaquismo y las enfermedades y muertes relacionadas
con éste que afectan a mujeres de todo el mundo.
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Conclusiones
principales del informe de la Dirección General de Salud
Pública
. A pesar de todo lo que se conoce sobre
las consecuencias devastadoras del tabaquismo, en 1998 el consumo
alcanzó el 22.0 por ciento de la población femenina.
Este hábito se hizo más común entre la población masculina
antes que en la femenina y, en los Estados Unidos, la preponderancia
de las mujeres siempre ha sido inferior a la de los hombres. Sin
embargo, la diferencia entre géneros disminuyó hacia
mediados de la década de los ochenta y se ha mantenido casi
invariable hasta hoy. La preponderancia del tabaquismo en la actualidad
es casi tres veces superior entre las mujeres con una educación
entre 9 y 11 años (el 32.9 por ciento) al de las mujeres
con una educación de 16 años o más (el 11.2
por ciento).
. En el año 2000, el 29.7 por
ciento de las jóvenes de los años superiores de la
escuela secundaria dijeron haber fumado en los últimos 30
días. La preponderancia del tabaquismo entre las jóvenes
de raza blanca disminuyó desde mediados de la década
de los setenta hasta comienzos de los ochenta; a lo cual siguió
un período con variaciones leves. Se registró un marcado
aumento en la década de los noventa, que finalizó
con cierta disminución. El incremento hizo perder las esperanzas
basadas en logros anteriores. Entre las jóvenes de raza negra,
se registró una significativa disminución de la preponderancia
del tabaquismo entre mediados de la década de los setenta
y comienzos de los noventa; con algunos aumentos hacia mediados
de esta última. No se dispone de información sobre
tendencias de la preponderancia del tabaquismo en períodos
extensos entre estudiantes de años superiores de la escuela
secundaria correspondientes a otros grupos raciales y étnicos.
. Desde 1980, cerca de tres millones
de mujeres estadounidenses han fallecido prematuramente como consecuencia
de enfermedades neoplásticas, cardiovasculares, respiratorias
y pediátricas relacionadas con el tabaquismo, así
como incendios provocados por cigarrillos. Se estima que por cada
año transcurrido en la década de los noventa, las
mujeres estadounidenses perdieron 2.1 millones de años de
vida debido a estas muertes prematuras atribuibles al tabaquismo.
Además, las mujeres que fuman experimentan consecuencias
adversas a su salud que están asociadas específicamente
con ser mujeres, el cual incluye el tener un aumento en el riesgo
de tener un resultado adverso que esté asociado con la función
reproductiva.
. En la actualidad, el cáncer
del pulmón constituye la causa principal de muerte por cáncer
entre las mujeres estadounidenses: en el 1987 superó el número
de muertes por cáncer del seno. Alrededor del 90 por ciento
de todas las muertes por cáncer del pulmón entre las
mujeres que continúan fumando son atribuibles al hábito
de fumar.
. La exposición al humo del tabaco
en el ambiente es una de las causas del cáncer de pulmón
y de enfermedades coronarias entre las mujeres que nunca han fumado.
Los bebés nacidos de mujeres no fumadoras que fueron expuestas
durante el embarazo al humo del tabaco en el ambiente nacen con
un peso un poco menor y un crecimiento menor en el período
de gestación (vida intrauterina) al compararlos con los bebés
cuyas madres no fueron expuestas.
. Las mujeres que dejan de fumar reducen
significativamente el riesgo de muerte prematura y gozan de los
beneficios de abandonar el hábito a cualquier edad. A pesar
de que algunos estudios clínicos de intervención sugieren que las
mujeres presentarían más dificultades que los hombres
a la hora de abandonar el hábito, la información que
se desprende de encuestas nacionales refleja un índice de
abandono similar y aún superior al de éstos. Las intervenciones
orientadas a la prevención y cesación suelen tener
una eficacia similar en ambos sexos y, hasta la fecha, se han identificado
sutiles diferencias entre ambos en factores relacionados con la
iniciación y posterior abandono del hábito.
. El consumo de tabaco durante el embarazo
continúa siendo uno de los principales problemas que atañen
a la salud pública a pesar de que son bien conocidos sus
efectos nocivos para la salud durante el embarazo. A pesar de que
ha disminuido invariablemente la preponderancia del tabaquismo durante
el embarazo en los últimos años, hay una gran cantidad
de embarazadas que continúan fumando; sólo cerca de
un tercio de las que dejan de fumar durante el embarazo mantienen
su abstinencia un año después del alumbramiento.
. La comercialización de la industria
tabacalera es un factor que ejerce influencia en la vulnerabilidad
e iniciación al hábito entre las adolescentes, tanto
de los Estados Unidos como de los demás países. Infinidad
de ejemplos de avisos y promociones publicitarias sobre el tabaco
enfocados en el público femenino indican que dicha comercialización
gira en torno de los conceptos de deseo social e independencia.
Estos conceptos se traducen en avisos que muestran atractivas modelos,
de porte delgado y atlético, una imagen que concuerda muy
poco con las graves consecuencias que acarrea el tabaco para la
salud de tantas mujeres que fuman.
Preponderancia del tabaquismo actual
entre las mujeres de 18 años o mayores, todas las mujeres,
por nivel educativo (1998) y por grupo racial y étnico (1997-1998),
Estados Unidos.
Fuente: National Health
Interview Survey, 1998. Fuente: National Health Interview Survey,
1997-1998.
Tasas de mortalidad ajustadas por
edad por cáncer de pulmón y del seno en mujeres, Estados
Unidos, 1930-1997
Nota:
las tasas de mortalidad están ajustadas por edad de la población
en 1970.
Fuentes: Parker et al. 1996; National Center for Health Statistics
1999; Ries et al. 2000; American Cancer Society, datos no publicada.
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Tendencias
en el consumo de tabaco en mujeres adultas y niñas adolescentes
. En el año 1998 la preponderancia
del uso de cigarrillos en las mujeres fue un 22 por ciento. La preponderancia
del uso de cigarrillos fue más alta entre las mujeres de
origen indioamericano y nativas de Alaska; intermedia entre mujeres
de raza blanca y negra, y más baja entre mujeres hispanas,
mujeres asiáticas y de las islas del Pacífico. Según
el nivel de educación, la preponderancia del uso de cigarrillos
es casi tres veces superior en mujeres con una educación
entre 9 y 11 años al compararlas a las mujeres con una educación
de 16 o más.
. Gran parte del progreso alcanzado
en la reducción de la preponderancia del uso de cigarrillos
entre las jóvenes en las décadas de los setenta y
ochenta se malogró con el aumento de la preponderancia en
la década de los noventa: en la actualidad, el uso de cigarrillos
entre las jóvenes de los años superiores de la escuela
secundaria fue el mismo en el año 2000 que en el año
1988. A pesar de que la preponderancia del uso de cigarrillos entre
los jóvenes de los años superiores de la escuela secundaria
fue mayor en el sexo femenino que en el masculino en la décadas
de los setenta y comienzos de los ochenta, la preponderancia ha
sido similar desde mediados de la década de los ochenta.
. El consumo de tabaco se redujo notablemente
entre las jóvenes de raza negra desde mediados de la década
de los setenta hasta comienzos de los noventa; fue leve la disminución
entre las jóvenes de raza blanca para el mismo período.
. El consumo de tabaco durante el embarazo
parece haber disminuido entre 1989 y 1998. Aun cuando se conozcan
cada vez más sus efectos nocivos para la salud durante el
embarazo, se estima entre 12.9 y hasta 22 el por ciento de mujeres
que fuman durante el embarazo.
. Desde fines de la década de
los setenta o comienzos de los ochenta, la probabilidad de intentar
de dejar de fumar o de ser exitoso en dejar de fumar ha sido similar
entre las mujeres y los hombres.
. La preponderancia del uso de cigarrillos
entre las mujeres varía notablemente de país en país;
es de tan sólo un 7 por ciento en países en desarrollo
y un 24 por ciento en los países desarrollados. Lograr que
disminuya el uso de cigarrillos entre las mujeres es una de las
grandes oportunidades que tiene actualmente el mundo para prevenir
enfermedades.
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Consecuencias
del consumo de tabaco para la salud de la mujer
. El riesgo anual de muerte de la mujer
aumenta más del doble entre las fumadoras asiduas, en comparación
con las personas que nunca han fumado en los grupos de edades comprendidas
entre los 45 y 74 años.
. El riesgo de contraer cáncer
de pulmón aumenta según la cantidad, duración
e intensidad del hábito. El riesgo de muerte por cáncer
de pulmón es 20 veces más frecuente entre las mujeres
que fuman dos o más paquetes de cigarrillos diarios que entre
las que no fuman.
. El fumar es una de las causas principales
del cáncer de orofaringe y vejiga en las mujeres. Además,
se ha demostrado claramente que el fumar aumenta el riesgo de padecer
cáncer del hígado, colon, y cáncer del cuello
del útero, la igual que de padecer de cáncer de páncreas
y riñón. Respecto de los cánceres de laringe
y esófago, si bien éstos son menos frecuentes en las
mujeres que en los hombres, si la mujer fuma se evidencia un gran
aumento del riesgo de contraerlos.
. El tabaquismo es una de las causas
principales de enfermedades coronarias de las mujeres. El riesgo
aumenta en función de la cantidad de cigarrillos y duración
del hábito. Disminuye visiblemente transcurridos uno o dos
años del cese del hábito. Además de este beneficio
inmediato, después de un lapso de entre 10 y 15 años
se registra una reducción más gradual del riesgo que
la que registran los no fumadores.
. Las mujeres que fuman presentan mayor
riesgo de sufrir un derrame cerebral (stroke) y una hemorragia subarcanoidea.
El aumento del riesgo de un derrame cerebral asociado con el fumar
es reversible después de abandonar el hábito. Una
vez transcurridos entre 5 y 15 años de abstinencia, el riesgo
se asemeja al de las mujeres que nunca fumaron.
. Las mujeres que fuman aumentan el
riesgo de muerte como consecuencia de una ruptura de aneurisma de
la arteria abdominal. También aumentan el riesgo de sufrir
arterioesclerosis vascular periférica; sin embargo, el cese
del hábito se asocia a la mejoría de los síntomas,
la prognosis y supervivencia. El tabaquismo también constituye
una variable predictiva de la progresión y gravedad de la
arterioesclerosis carótica entre las mujeres; aunque el cese
del hábito parece disminuir la tasa de progresión.
. El tabaquismo es una de las principales
causas de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC)
en las mujeres y el riesgo aumenta en función de la intensidad
y duración del hábito. En los Estados Unidos, cerca
del 90 por ciento de las muertes en las mujeres por estas enfermedades
pueden atribuirse al consumo de tabaco.
. Las adolescentes que fuman han reducido
el índice de crecimiento del pulmón y las adultas
experimentan afecciones prematuras de las funciones de este órgano.
. Las mujeres que fuman aumentan el
riesgo de retraso en la concepción y de infertilidad primaria
y secundaria y puede padecer un leve aumento en los riesgos de embarazos
ectópicos y abortos espontáneos. Experimentan la menopausia
natural a más temprana edad que las no fumadoras y, tal vez,
más síntomas menopáusicos.
. Las mujeres que dejan de fumar antes
o durante el embarazo reducen el riesgo de efectos adversos de los
resultados de la función reproductiva; incluidos el retraso
en la concepción, infertilidad, rotura prematura de membranas,
parto prematuro y bajo peso del recién nacido.
. Las mujeres posmenopáusicas
que fuman en la actualidad presentan menor densidad ósea
que las no fumadoras, además de un mayor riesgo de fractura
de cadera.
. La asociación del fumar con
la depresión tiene una importancia especial entre las mujeres
debido a que éstas son más propensas a sufrirla que
los hombres.
. La exposición al humo del tabaco
en el ambiente es una de las causas de cáncer de pulmón
entre mujeres que nunca han fumado y se asocia con el aumento del
riesgo de padecer enfermedades coronarias.
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Factores
asociados al consumo del tabaco entre las mujeres
. Es más probable que las jóvenes
que se inician en el consumo de tabaco tengan padres o amigos que
fuman que las no fumadoras. Además, tienden a ser menos comunicativas
con sus padres y familiares y, en cambio, acercarse más a
sus amigos y grupo social. Perciben la preponderancia del hábito
de fumar como más alta de lo que realmente es. Son más
propensas a actitudes riesgosas y rebeldes. Es menos probable que
participen en actividades escolares y religiosas. No conocen bien
las consecuencias negativas del fumar y la adicción a la
nicotina. Creen que mediante este hábito controlan su peso
y su malhumor y tienen una imagen positiva del fumador.
. Las mujeres que continúan con
su hábito y las que realizan intentos frustrados por abandonarlo
suelen tener un nivel educativo y laboral menor al de las que logran
dejar de fumar. Además, suelen mostrar una adicción
más pronunciada al cigarrillo, tal como se evidencia en el
número mayor de cigarrillos que fuman cada día, por
estar menos motivadas para dejar el hábito, contar con menos
apoyo social para ello y tener menos confianza en la capacidad de
resistir la tentación de fumar.
. Las mujeres continuamente han sido
el objeto de la publicidad del tabaco y las empresas tabacaleras
han producido marcas específicas para el público femenino,
tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. Infinidad
de ejemplos de avisos y promociones publicitarias sobre el tabaco
que tienen como objeto al público femenino indican que dicha
comercialización gira en torno de los conceptos de deseo
social e independencia. Estos conceptos se traducen en avisos que
muestran atractivas modelos, de porte delgado y atlético.
Entre 1995 y 1998, el gasto nacional en concepto de publicidad del
tabaco registró un aumento de US$ 4,900 millones a US$ 6,730
millones. La comercialización de la industria tabacalera
- incluidos el diseño de producto, la publicidad y las actividades
de promoción, es un factor que ejerce influencia en la vulnerabilidad
e iniciación al hábito.
. La cobertura en los medios de comunicación
de las consecuencias que acarrean el uso de cigarrillos se ha visto
obstaculizada por la dependencia que estos medios de comunicación
tienen de los ingresos que obtienen de la publicidad pro-tabaco
orientada a la mujer, sumado al auspicio de las empresas tabacaleras
de acontecimientos sociales relacionados con la moda femenina, el
arte, los deportes y la política, entre otros. De esta manera,
se ha silenciado la crítica por parte de figuras femeninas
de renombre a la industria tabacalera.
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Esfuerzos
para reducir el consumo del tabaco entre las mujeres
. Los resultados de estudios que varían
en diseño, muestreo, e intensidad de las intervenciones estudiadas;
los investigadores aún no han encontrado diferencias sistemáticas
entre los sexos en relación a la eficacia de los programas
para prevenir el consumo de tabaco.
. Se registra un mayor porcentaje de
mujeres que dejan de fumar durante el embarazo, más que en
cualquier otra etapa de sus vidas; ya sea de manera espontánea
o asistida. La aplicación de programas que hagan hincapié
en el embarazo puede aumentar los índices de abandono del
hábito. Sólo cerca de un tercio de las mujeres que
dejan de fumar durante el embarazo mantienen su abstinencia un año
después del alumbramiento.
. Las intervenciones que tienen éxito
se han elaborado para prevenir el fumar entre gente joven; pero
lamentablemente ha habido poco enfoque en esfuerzos por crear y
evaluar programas orientados específicamente a niñas
y adolescentes
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Más
información:
Para obtener una copia del informe
completo o un resumen de "Las mujeres y el tabaquismo: informe
de la Dirección General de Salud Pública"
(Women and Smoking: A Report of the Surgeon General), comuníquese
con la Oficina sobre el Fumar y la Salud (Office on Smoking and
Health) del CDC al (707) 488-5705 y oprima el 3 para hablar con
un especialista. El informe y los documentos acreditativos se encuentran
disponibles en línea en el sitio Web de la Oficina sobre
el Fumar y la Salud: www.cdc.gov/tobacco.