PARA
DIFUSIÓN INMEDIATA
Contacto (en inglés): Kathy Harben
(770) 488-5131
31 de octubre de 2000
INFORMACIÓN DE LOS CDC
REVELA QUE LAS MUJERES MÁS JÓVENES TIENEN
UNA MENOR TENDENCIA A DEJAR DE USAR EL
ALCOHOL Y EL TABACO DURANTE EL EMBARAZO
El uso combinado de alcohol y de productos
derivados del tabaco por parte de mujeres
embarazadas o en edad de tener hijos disminuyó
a finales de los ochentas y se niveló
en los noventas
A
pesar de que se registraron reducciones
en conjunto de consumo de alcohol y uso
de productos derivados del tabaco entre
las mujeres estadounidenses en edad de
tener hijos durante la década de los ochentas,
las tasas se mantuvieron sin cambio durante
los noventas. La mujeres jóvenes tienen
la misma tendencia de usar ambas substancias
que las mujeres mayores pero es menos
probable que dejen de consumirlas al estar
embarazadas. Los hallazgos son el resultado
de 10 años de recopilación de datos (1987-1997)
por parte del Behavioral Risk Factor
Surveillance System (BRFSS)
de los Centros Para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC), una
encuesta telefónica mensual a nivel estatal
de adultos en Estados Unidos. Estos resultados
fueron publicados en el número de noviembre
2000 de Obstetrics & Gynecology.
Entre
las mujeres de entre 18-20 años de edad
que estaban embarazadas, el uso combinado
de tabaco y alcohol se mantuvo sin cambio
en un 4% durante los noventas, después
de reducciones en los ochentas. Entre
las mujeres de entre 18-20 años de edad
que no estaban embarazadas, el uso de
ambas substancias aumentó del 13.5% al
13.7%. En 1997, sólo el 74% de las mujeres
embarazadas en este grupo de edad dejó
de usar el alcohol y el tabaco, comparado
con un 83% de mujeres embarazadas de mayor
edad.
"No
podemos descansar en nuestros esfuerzos
por reducir el número de personas jóvenes
que comienzan a usar tabaco y alcohol,"
dijo Jeffrey P. Koplan, director de los
CDC. "El uso del alcohol y el tabaco no
sólo pone en peligro la salud de la joven
mujer con el paso del tiempo, sino que,
si está embarazada, daña a su bebé."
En
conjunto, si bien el porcentaje de mujeres
que reportó haber usado tanto alcohol
como tabaco disminuyó durante los ochentas,
las tasas se mantuvieron sin cambio durante
los noventas tanto entre las mujeres embarazadas
(3%) como las mujeres no embarazadas (14%).
De 1987 a 1997, el porcentaje de mujeres
que reportaron haber dejado de usar el
tabaco y el alcohol debido a su embarazo
aumentó un poco de 70% a 82%. Las mujeres
embarazadas que usaron ambas substancias
tenían una mayor tendencia a reportar
que habían dejado de usar alcohol (74%)
que tabaco (52%).
Otras
características asociadas con el uso conjunto
de ambas substancias fueron el estatus
de educación y marital. El uso conjunto
de alcohol y tabaco era más común en mujeres
tanto embarazadas como no embarazadas
que no habían alcanzado una educación
preparatoria (high school) y que no estaban
casadas. Entre las mujeres no embarazadas,
el no ser de raza blanca y no tener trabajo
eran factores de riesgo para el uso conjunto
de alcohol y tabaco.
"Los
consejos para evitar el mal uso del tabaco
y del alcohol deben formar una parte importante
del cuidado a mujeres en edad de tener
hijos," señaló el autor principal, el
Dr. Shahul H. Ebrahim de los CDC.
Entre
los efectos reproductivos adversos causados
por el alcohol y el tabaco en mujeres
en edad de tener hijos están la infertilidad,
nacimientos prematuros, abortos espontáneos
y cánceres. Entre los efectos adversos
para los hijos de mujeres que usan alcohol
y tabaco está el el
síndrome alcohólico fetal, defectos
congénitos, crecimiento lento, discapacidad
en el desarrollo y problemas de aprendizaje.
La prevención de embarazos en mujeres
expuestas al alcohol y al tabaco requiere
el concentrarse en mujeres de alto riesgo
para la intervención antes del embarazo.
Uno de los estudios que están realizando
actualmente los CDC, el Proyecto CHOICES,
está poniendo a prueba la eficacia de
esta metodología que combina las intervenciones
de comportamiento para reducir el uso
del alcohol y fomentar la contracepción
efectiva hasta que el riesgo de tomar
bebidas alcohólicas haya sido resuelto.