LA CASA BLANCA
Oficina del Vicepresidente No debe publicarse o radiarse antes de las 3 p.m. (hora de verano del
este) del martes, 25 de mayo de 1999
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EL VICEPRESIDENTE GORE TOMA UNA MEDIDA NUEVA
PARA ASEGURAR A LAS FAMILIAS EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD
Y OTRAS PRESTACIONES
Nuevo reglamento aclara que la utilización de Medicaid,
CHIP u
otros beneficios no afectará a la condición legal de los inmigrantes
McAllen, Texas - El vicepresidente Gore anunció hoy un nuevo reglamento
del Departamento de Justicia dirigido a asegurar a las familias de que
la inscripción en Medicaid o en el nuevo Programa del Seguro Médico Infantil
(Childrens Health Insurance Program, CHIP) y la utilización
de otras prestaciones importantes, como los servicios de almuerzo escolar
y guardería, no afectarán a su condición legal como inmigrantes.
La nueva política, que entrará en vigor inmediatamente, aclara un mal
entendido generalizado que ha disuadido a mucha gente que tenía derecho
a inscribirse en estos programas y ha socavado la salud pública del país.
Además, el Vicepresidente dio instrucciones a los organismos federales
de que envíen pautas a sus delegaciones y a los beneficiarios de sus programas,
y que colaboren con las asociaciones comunitarias para informar a los
estadounidenses acerca de esta nueva política.
"Este reglamento mejorará la salud de nuestras familias porque eliminará
una confusión generalizada que impide que muchos inmigrantes legales se
inscriban para el seguro de enfermedad, el almuerzo escolar, los servicios
de guardería y otros programas esenciales", declaró el vicepresidente
Gore.
LA CONFUSIÓN GENERALIZADA ACERCA DE LA POLÍTICA ACTUAL
DISUADE A MUCHOS INMIGRANTES LEGALES A SOLICITAR
BENEFICIOS VITALES A LOS QUE TIENEN DERECHO
Las recientes leyes de reforma de la inmigración y las prestaciones sociales
han producido una confusión pública generalizada acerca de si los inmigrantes
legales que reciben ciertas prestaciones financiadas con fondos públicos
pueden ser considerados como "cargas públicas", lo que significaría
que perderían el derecho a la residencia legal permanente y se expondrían
a la deportación. Esta confusión y este miedo han disuadido a muchas familias
de inmigrantes legales de inscribir a sus hijos en Medicaid y CHIP, y
han evitado que algunos inmigrantes legales reciban inmunización y tratamiento
contra enfermedades transmisibles, lo que pone en riesgo a toda la salud
pública nacional. También reduce los ingresos de hospitales y otros proveedores
de servicios médicos que atienden a esta población, aumentando así la
asistencia que deben prestar sin remuneración. Un estudio del Urban
Institute, realizado en 1998, demuestra que en el condado de Los Angeles
el número de inmigrantes legales que solicitaban el seguro de enfermedad
descendió en el 21% de enero de 1996 a enero de 1998, lo que indica que
esos inmigrantes no aprovechan al máximo los programas disponibles en
la actualidad a los que tienen derecho.
NUEVOS PASOS PARA ASEGURAR QUE LOS INMIGRANTES LEGALES
PUEDAN ACCEDER SIN TEMOR A LOS SERVICIOS MÉDICOS Y SOCIALES ESENCIALES
Este nuevo reglamento proporciona una guía clara y uniforme para evitar
que el uso de los servicios médicos y otros servicios esenciales sea motivo
para denegar la admisión en los Estados Unidos o la condición de residente
legal permanente, o como razón para la deportación. Los inmigrantes legales
aptos pueden percibir ahora los beneficios siguientes sin miedo a que
peligre su condición con respecto a la inmigración:
- Seguro de enfermedad por Medicaid y CHIP. Se sabe que a ciertas
personas se les ha dicho que la utilización de Medicaid o CHIP afectará
negativamente a su condición de inmigrantes, lo que ha ocasionado una
preocupación generalizada entre los inmigrantes acerca de si deben o
no inscribirse en Medicaid o CHIP, incluso en los casos en los que el
beneficiario es un menor ciudadano de los Estados Unidos. Este nuevo
reglamento constituye un paso importante para eliminar esa preocupación,
porque aclara que los inmigrantes legales que están habilitados para
estos programas (con excepción de la institucionalización para la asistencia
a largo plazo) no sufrirán consecuencias adversas en su condición con
respecto a la inmigración.
- Servicios de inmunización, pruebas y tratamiento contra las enfermedades
transmisibles. El servicio de salud pública llegó a la conclusión
de que un brote de rubéola en Nueva York en 1997 se debió principalmente
a que muchos no se habían vacunado por miedo a que la utilización de
los servicios del Departamento de Salud afectara a su condición de inmigrantes.
Este nuevo reglamento es un nuevo paso para la protección de la salud
de todos los estadounidenses, porque garantiza que los inmigrantes legales
puedan acceder sin miedo a las inmunizaciones, las pruebas y el tratamiento
gratuitos contra las enfermedades transmisibles, como la rubéola o la
tuberculosis.
- Los programas esenciales de nutrición. Este nuevo reglamento
elimina las barreras supuestas que se interponen a la utilización de
prestaciones vitales para la nutrición, entre ellas, las Estampillas
de Alimentos, el Programa Especial de Nutrición Complementaria para
Mujeres, Lactantes y Niños (WIC), los Programas Nacionales de Almuerzo
y Desayuno Escolar y otros programas de asistencia alimentaria complementaria
y de urgencia. El acceso a estas prestaciones es sumamente importante
para los hijos de los inmigrantes legales. Unos estudios recientes realizados
por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Oficina
del Censo indican que las familias hispanas con hijos tienen una de
las tasas más bajas de seguridad alimentaria (70 por ciento), lo que
las pone en riesgo de desnutrición.
- Otros auxilios a las familias. Este reglamento también permite
a los inmigrantes legales habilitados a acceder a auxilios sociales
importantes para las familias trabajadoras, como los servicios de guardería,
la asistencia para la vivienda, la asistencia para la energía, el socorro
de urgencia en casos de desastre, la asistencia para la crianza y la
adopción, los vales de transporte, la asistencia educativa y los programas
de formación profesional, sin miedo a consecuencias adversas en su condición
con respecto a la inmigración.
El Vicepresidente también dio instrucciones a todas los organismos federales
que vigilan estos programas, entre ellos, el Departamento de Salud y Servicios
Sociales, el Departamento de Agricultura, el Departamento de Justicia,
la Administración del Seguro Social y el Departamento de Estado, a que
orienten a sus delegaciones y a los beneficiarios de sus programas y a
que colaboren con las asociaciones comunitarias para informar a los estadounidenses
sobre esta nueva política.
COMPROMISO DECIDIDO DE LA ADMINISTRACIÓN CLINTON-GORE
PARA ASEGURAR A LAS FAMILIAS DE BAJOS INGRESOS
Y PROMOVER LA SALUD PÚBLICA
El nuevo reglamento que dio a conocer hoy el Vicepresidente forma parte
de una amplia iniciativa de la Administración Clinton-Gore para ayudar
a las familias a obtener asistencia médica, la cual incluye lo siguiente:
- Proporcionar seguro de enfermedad a los hijos
de los inmigrantes legales, las embarazadas y los discapacitados. El
proyecto de presupuesto de la Administración propone proporcionar seguro
médico a los hijos de los inmigrantes legales de bajos ingresos y a
las mujeres embarazadas que entraron en el país después del 22 de agosto
de 1996, así como a los inmigrantes legales que entraron en el país
después del 22 de agosto de 1996 y quedaron discapacitados después de
su entrada en el país, lo que aseguraría la salud de más de 100.000
inmigrantes legales. Esta iniciativa parte del éxito de la Administración
en restablecer el derecho a Medicaid, SSI y Estampillas de Alimentos
a cientos de miles de inmigrantes legales, incluido el restablecimiento
de las prestaciones por discapacitación y enfermedad para 380.000 inmigrantes
legales según la Ley del Presupuesto Equilibrado y la concesión de Estampillas
de Alimentos a 225.000 hijos de inmigrantes legales, personas mayores
y discapacitados, según la Ley de Investigación Agrícola de 1998.
- Inicio del Programa del Seguro Médico Infantil (CHIP). El
Presidente, con el apoyo en el Congreso de los dos partidos, ha fundado
el CHIP, que asigna $24.000 millones durante un periodo de cinco años
para llevar el seguro de enfermedad a los niños no asegurados, mediante
programas formulados por los estados. También lanzó la Campaña Insure
Kids Now (Asegurar a los Niños Ya), que se vale de una coalición
entre el sector público y el privado, bipartidista y de amplia base,
para emplear toda una serie de medios con el fin de educar y ayudar
a las familias a asegurar a sus hijos. Esta campaña está ideada concretamente
para las poblaciones minoritarias y promueve servicios de extensión
a los niños en marcos que no son los más corrientes, como las iglesias
y los centros de la comunidad, pero donde se encuentran con frecuencia
los hijos de los inmigrantes legales.
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