A principios de la epidemia, se diagnosticaba el VIH y SIDA a un número
relativamente pequeño de mujeres y adolescentes de sexo femenino (aun cuando
ahora se sabe que muchas mujeres estaban infectadas por el VIH por el uso de
drogas inyectables, pero sus infecciones no eran diagnosticadas) [1].
En la actualidad, las mujeres representan más de la cuarta parte de todos los
nuevos casos de VIH/SIDA diagnosticados. Las mujeres de color son las más
afectadas por la infección por el VIH y el SIDA. En el 2004 (el año más reciente
del cual se tienen datos), la infección por el VIH fue:
- la principal causa de muerte entre
las mujeres negras (incluidas las
afroamericanas) de 25 a 34 años de edad;
- la tercera causa principal de muerte
entre las mujeres negras de 35 a 44 años
de edad;
- la cuarta causa principal de muerte
entre las mujeres negras de 45 a 54 años
de edad;
- la cuarta causa principal de muerte
entre las mujeres hispanas de 35 a 44
años de edad.
En el mismo año, la infección por el VIH
fue la quinta causa principal de muerte
entre todas las mujeres de 35 a 44 años de
edad, y la sexta causa principal de muerte
entre todas las mujeres de 25 a 34 años de
edad. Las únicas enfermedades que causaron
más muertes entre las mujeres fueron el
cáncer y las enfermedades cardíacas [2].
ESTADÍSTICAS
El VIH/SIDA en el 2005
(Los siguientes puntos, con la excepción del
último, se basan en datos de 33 estados con sistemas prolongados de
notificación nominal y confidencial del VIH*).
- Se diagnosticó el VIH/SIDA en un número estimado de 9,708
mujeres [3].
- El contacto heterosexual de alto riesgo fue el origen del 80% de
estas nuevas infecciones diagnosticadas [3].
- Las mujeres representaron el 26% de un estimado de 37,163 casos
diagnosticados en adultos y adolescentes [3].
- De las 126,964 mujeres que vivían con el VIH/SIDA, 64% eran negras,
19% eran blancas, 15% eran hispanas, 1% eran asiáticas o de las
islas del Pacífico, y menos del 1% eran indias americanas o nativas
de Alaska [3].
- El número estimado de casos de VIH/SIDA en mujeres adultas y
adolescentes se redujo de 11,941 a 9,708 en el 2005 [3].
- Según un estudio reciente en el cual participaron más de 19,500
pacientes con el VIH, realizado por los CDC en 10 ciudades de los
EE.UU., la probabilidad de que las mujeres recibieran medicamentos
recetados para tratar la infección por VIH de la manera más eficaz
era un poco más baja que para los hombres [4].
Sexo de los adultos y adolescentes con VIH/SIDA
diagnosticados durante el 2005
Nota. datos basados en 33 estados que cuentan con
sistemas prolongados de notificación nominal y confidencial del VIH.
Categorías de transmisión y raza y grupo
étnico de las mujeres que vivían con VIH/SIDA a finales del 2005
Nota. datos basados en 33 estados que cuentan con
sistemas prolongados de notificación nominal y confidencial del VIH.
El SIDA en el 2005
- De los 40,608 casos de SIDA diagnosticados en los 50 estados y el
Distrito de Columbia, 10,774 (26%) eran mujeres [3].
- El índice de casos de SIDA diagnosticados en mujeres negras
(45.5/100,000 mujeres) fue aproximadamente 23 veces más alto que el
índice entre las mujeres blancas (2.0/100,000) y 4 veces más alto
que el índice entre las mujeres hispanas (11.2/100,000) [3].
- Se calcula que vivían con el SIDA 95,959 mujeres, lo cual
representó el 23% de un estimado de 421,873 personas que vivían con
el SIDA en los 50 estados y el Distrito de Columbia [3].
- Se calcula que murieron 4,128 mujeres con SIDA, lo cual representó
el 25% de las 16,316 personas con SIDA que murieron en los 50
estados y el Distrito de Columbia [3].
- Desde el inicio de la epidemia (1981) hasta
finales del 2005, se
diagnosticó el SIDA en 181,802 mujeres, lo cual representó el 19% de
los 952,629 casos de SIDA diagnosticados en los 50 estados y el
Distrito de Columbia en ese período [3].
- Se calcula que desde el inicio de la epidemia hasta
finales del 2005 murieron con SIDA 85,844 mujeres, lo cual representó el 16% de
las 530,756 personas con SIDA que murieron en los 50 estados y el
Distrito de Columbia [3].
- Las mujeres con SIDA representaron una parte creciente de la
epidemia. Se calcula que en 1992 las mujeres representaron el 14% de
los adultos y adolescentes que vivían con SIDA en los 50 estados y
el Distrito de Columbia. Para finales del 2005, esta proporción había
ascendido a 23% [3].
- Los datos del censo del 2005 indican que, en conjunto, las mujeres
negras e hispanas representan el 24% de todas las mujeres en Estados
Unidos [6]. No obstante, las mujeres en estos dos grupos
representaron el 82% (8,807/10,774) del total estimado de casos de
SIDA diagnosticados en las mujeres en el 2005 [3].
Raza y grupo étnico de las mujeres con VIH/SIDA
diagnosticados durante el 2005
Nota. datos basados en 33 estados que cuentan con
sistemas prolongados de notificación nominal y confidencial del VIH.
FACTORES DE RIESGO Y OBSTÁCULOS PARA LA PREVENCIÓN
Personas más jóvenes
Entre las mujeres de todas las razas y
grupos étnicos, el grupo de 15 a 39 años de
edad representó el número más grande de
casos de VIH/SIDA diagnosticados en los
últimos años. Entre 2001 y finales del 2004,
el número de casos de VIH/SIDA
diagnosticados en mujeres de 15 a 39 años de
edad disminuyó entre las mujeres blancas,
negras e hispanas. En ese período aumentó el
número de casos de VIH/SIDA diagnosticados
en mujeres asiáticas y de las islas del
Pacífico, así como en mujeres indias
americanas y nativas de Alaska del grupo de
15 a 39 años de edad [7].
|
Casos de
VIH/SIDA diagnosticados en mujeres de 15 a 39 años de edad |
2001 |
2004 |
Cant. |
(%)* |
Cant. |
(%)* |
Blancas |
1,218 |
(63) |
996 |
(56) |
Negras |
5,229 |
(62) |
4,091 |
(58) |
Hispanas |
1,192 |
(60) |
819 |
(57) |
Asiáticas/De las islas del Pacífico |
31 |
(55) |
62 |
(66) |
Indias americanas/Nativas de Alaska |
23 |
(52) |
39 |
(68) |
* Porcentaje (%) de mujeres de 15 a 39 anos
de edad en grupo correspondiente.
Desconocimiento de los factores de riesgo
de la pareja
Es posible que algunas mujeres no tengan
conocimiento del riesgo de que sus parejas
de sexo masculino contraigan la infección
por el VIH (por ejemplo, mediante relaciones
sexuales sin protección con varias parejas,
relaciones sexuales con hombres o el uso de
drogas inyectables) [8].
Los hombres que tienen relaciones sexuales
con hombres y con mujeres pueden contraer el
VIH de una pareja de sexo masculino y luego
transmitir el virus a sus parejas femeninas.
Un estudio de personas infectadas por el VIH
(5,156 hombres y 3,139 mujeres) realizado en
el 2003, indica que el 34% de los hombres
negros que tienen relaciones sexuales con
hombres (HSH),
el 26% de los HSH hispanos y el 13% de los
HSH blancos afirmaron haber tenido
relaciones sexuales con mujeres [9].
No obstante, es posible que sus parejas
femeninas no estuvieran al tanto de la
actividad bisexual de su pareja masculina:
solo el 14% de las mujeres blancas, el 6% de
las mujeres negras y el 6% de las mujeres
hispanas de este estudio reconocieron que
tenían una pareja bisexual. Otro estudio de
los CDC reveló que el 65% de los hombres
jóvenes que alguna vez tuvieron relaciones
sexuales con otros hombres también tuvieron
relaciones sexuales con mujeres [10].
Las mujeres que sólo tienen relaciones
sexuales con mujeres, en ausencia de otros
factores de riesgo, como el uso de drogas
inyectables, están expuestas a un riesgo muy
bajo de infección por el VIH (CDC, datos no
publicados, 2006).
Factores de riesgo entre
heterosexuales de alto riesgo
La mayoría de las mujeres quedan
infectadas por el VIH a través del contacto
heterosexual de alto riesgo [3]. Las mujeres
negras y blancas representaron el 81% de las
mujeres que vivían con el VIH/SIDA en el 2005 y
que contrajeron el VIH a través del contacto
heterosexual de alto riesgo [3]. La falta de
conocimiento sobre el VIH, la poca
percepción del riesgo, el consumo de drogas
y alcohol y las diferentes interpretaciones
de lo que significa protegerse en las
relaciones sexuales son factores que pueden
contribuir a esta desproporción [11]. La dinámica de la relación de pareja también
tiene su efecto. Por ejemplo, es probable
que algunas mujeres no insistan en el uso
del condón por temor a que sus parejas las
maltraten físicamente o las abandonen [12].
Esta desigualdad sexual es un problema
importante en las relaciones entre mujeres
jóvenes y hombres mayores. Según un estudio
realizado por los CDC en escuelas
secundarias urbanas, más de un tercio de las
mujeres negras e hispanas tuvieron su primer
encuentro sexual con un hombre mayor que
ellas (3 años o más) [13]. Estas mujeres
jóvenes, que en comparación con sus pares
cuyas parejas tenían más o menos su misma
edad, tenían menos edad cuando tuvieron su
primera relación sexual, y probablemente
pocas de ellas usaron un condón durante la
primera relación y en la relación más
reciente, o lo hayan usado en forma
sistemática.
Vulnerabilidad biológica y enfermedades de transmisión sexual
La probabilidad de contraer la infección
por el VIH durante las relaciones sexuales
vaginales es más alta en las mujeres que en
los hombres. [14,
15]. Además, la presencia
de algunas enfermedades de transmisión
sexual aumenta en gran medida la
probabilidad de contraer o transmitir la
infección por el VIH [16].
Los índices de gonorrea y sífilis son más
altos entre las mujeres de color que entre
las mujeres blancas. Estos índices altos son
más evidentes entre mujeres más jóvenes (15
-24 años de edad) [17].
Consumo de sustancias estupefacientes
Se calcula que 1 de cada 5 casos nuevos de VIH diagnosticados en mujeres está
relacionado con el uso de drogas inyectables [3]. Compartir los
equipos para la inyección de drogas contaminados con el VIH no es la única
fuente de riesgo asociado al consumo de sustancias estupefacientes. Las mujeres
que consumen cocaína/crack u otras drogas no inyectables también pueden
exponerse a un alto riesgo de transmisión sexual del VIH si venden o
intercambian relaciones sexuales por drogas [18]. Además, los
usuarios de sustancias estupefacientes, ya sea de forma crónica u ocasional,
tienden más a adoptar conductas de alto riesgo (como tener relaciones sexuales
sin protección) cuando están bajo el efecto de las drogas o el alcohol [19].
Problemática socioeconómica
Casi 1 de cada 4 mujeres negras y 1 de cada 5 hispanas viven en pobreza [20].
Los problemas socioeconómicos asociados a la pobreza (incluidos el acceso
limitado a buenos cuidados de salud, el intercambio de relaciones sexuales por
drogas, dinero o para satisfacer otras necesidades, y los altos niveles de
consumo de sustancias estupefacientes) pueden aumentar, directa o indirectamente,
los factores de riesgo que predisponen a contraer el VIH [21]. Un estudio sobre
la transmisión del VIH entre las mujeres negras en Carolina del Norte determinó
que, en comparación con las mujeres no infectadas, las mujeres a quienes se les
diagnostica la infección por el VIH tienen significativamente una mayor
tendencia a estar desempleadas, a tener más de una pareja sexual, a consumir
crack/cocaína, a intercambiar relaciones sexuales por dinero, techo o drogas o a
recibir asistencia pública [22].
Diferencias raciales y étnicas
Los índices de casos de VIH
diagnosticados en las mujeres y los factores
de riesgo de contraer la infección por el
VIH varían según la raza o grupo étnico.
Esta es una situación que debe tomarse en
cuenta cuando se crean los programas de
prevención. Por ejemplo, aun cuándo el
índice anual estimado de casos de VIH
diagnosticados en mujeres negras haya
disminuido considerablemente (de 82.7 por
100,000 personas en el 2001 a 60.2 por 100,000
en el 2005), sigue siendo 20 veces más alto que
el índice registrado en las mujeres blancas
[3, 23]. En general, los índices de casos de
VIH diagnosticados en las mujeres negras e
hispanas son mucho más altos que en las
mujeres asiáticas o de las islas del
Pacífico, las indias americanas y las
mujeres de Alaska. Los índices entre las
mujeres negras son más altos que los índices
entre todos los hombres, con la excepción de
los hombres negros [3, 24, 25].
Múltiples factores de riesgo
Algunas mujeres infectadas por el VIH
reportan más de un factor de riesgo, lo cual
resalta la coexistencia de varios factores
de riesgo, como la desigualdad en las
relaciones, el estrés socioeconómico, el
consumo de sustancias estupefacientes y los
problemas psicológicos. Por ejemplo, en el
estudio sobre la infección por el VIH entre
mujeres negras, realizado en Carolina del
Norte, las participantes con mucha
frecuencia afirmaron que las razones por las
cuales adoptaban conductas peligrosas eran
su dependencia financiera de las parejas
masculinas, la sensación de invencibilidad,
la baja autoestima unida a la necesidad de
sentirse amadas por una figura masculina y
el consumo de drogas y alcohol [22].
PREVENCIÓN
Los CDC calculan que en el 2006 ocurrieron
56,300 nuevas infecciones por el VIH en
Estados Unidos. La epidemia del VIH afecta
de manera desproporcionada a las minorías
raciales y grupos étnicos. Para reducir más
la incidencia del VIH, los CDC anunciaron en
el 2003 una nueva iniciativa llamada Avance en
la prevención del VIH (Advancing HIV Prevention). Esta
iniciativa comprende 4 estrategias: hacer
que las pruebas del VIH sean una práctica
habitual en la atención médica, implementar
nuevos modelos para el diagnóstico de
infecciones por el VIH fuera del entorno
médico, trabajar con las personas infectadas
por el VIH y sus parejas para prevenir un
mayor número de infecciones y reducir más
aún la transmisión perinatal del VIH.
En los Estados Unidos, las mujeres, en
particular las de color, corren el riesgo de
infección por el VIH. Los CDC, mediante la
Iniciativa del SIDA para las minorías (en
inglés,
Minority AIDS Initiative) del
Departamento de Salud y Servicios Humanos,
exploran maneras de reducir las disparidades
en comunidades de personas pertenecientes a
minorías raciales o grupos étnicos expuestos
a un alto riesgo de infección por el VIH.
Además, los CDC están llevando a cabo
actividades de demostración en las que se
usan redes sociales de mujeres a fin de
llegar a personas de alto riesgo en
comunidades de color, y están ofreciendo
servicios de alcance y pruebas para las
parejas de hombres infectados por el VIH.
Así mismo, los CDC reconocen la importancia
de seguir incluyendo en las intervenciones
actuales materiales sensibles a las
diferentes culturas y relevantes según el
género.
Los CDC patrocinan programas de
prevención en departamentos de salud
estatales y locales y en organizaciones
comunitarias. A continuación se citan
algunos ejemplos.
- En Illinois, el programa Access
Community Health Network es la red de
centros de salud comunitarios más grande
del país que recibe fondos para la
implementación de consejería, pruebas y
remisiones (CTR por sus siglas en inglés)
en las comunidades de Chicago con el
mayor índice de casos de VIH, y para la
implementación de SISTA (Sisters
Informing Sisters about Topics on AIDS),
un programa de intervención que inculca
habilidades sociales con el propósito de
reducir las conductas sexuales de riesgo
de infección por el VIH entre las
mujeres afroamericanas que pertenecen a
grupos de alto riesgo.
- En Massachusetts, CAB Health &
Recovery Services, Inc. recibe fondos
para sustentar los servicios de
consejería para la reducción del riesgo
de transmisión del VIH y de control
preventivo de casos, y también para Women RISE (siglas en inglés de
Risk
Identification, Strategies, and
Empowerment), un programa de servicios
de prevención del VIH que se ocupa de
mujeres y de sus parejas que corren alto
riesgo de infección por el VIH, que no
tienen un hogar y viven en un albergue
para familias o que son identificadas
mediante servicios de alcance realizados
en las calles.
- En California, la organización Orange
County Bar Foundation adapta la
intervención SISTA a las latinas de 18 a
24 años de edad.
- En Florida, el Center for
Multicultural Wellness & Prevention,
Inc. se ocupa, a través de SISTA y CTR,
de los problemas de salud que afectan a
las mujeres afroamericanas y haitianas.
- En Nueva York, la organización Community Healthcare Network ofrece
servicios de intervención para la
prevención por medio de consejería,
consejería integral de riesgos y
remisiones, y RAPP (siglas en inglés de
Real AIDS Prevention Project) ofrece
intervenciones para mujeres
afroamericanas e hispanas.
Los CDC también financian
la investigación sobre intervenciones
destinadas a reducir las conductas de riesgo
relacionadas con el VIH y sus consecuencias.
Por ejemplo, la intervención Women and
Infants Demonstration Projects se centró en
mujeres sexualmente activas, de bajos
recursos y residentes de zonas urbanas
deprimidas, para medir el consumo de drogas
inyectables, las conductas sexuales y el
número de mujeres que se hacen la prueba del
VIH, las enfermedades de transmisión sexual
y el embarazo. Estas intervenciones de
demostración aumentaron el uso de condones y
conllevaron a la adopción del paquete de
intervención RAPP, que puede obtenerse en
los CDC, junto con la capacitación y la
asistencia técnica.
Los CDC participan
activamente en el estudio del área
prometedora de los microbicidas (cremas y
geles que pueden aplicarse en la vagina
antes del contacto sexual para prevenir la
transmisión del VIH). La producción de un
microbicida seguro y fácil de usar sería un
gran avance en la lucha contra el VIH/SIDA
en el mundo entero. Los CDC contribuyen a
la búsqueda de una agente microbicida eficaz
a través de las siguientes líneas de
investigación:
- Realización de estudios de
laboratorio y en animales que ayuden a
evaluar la seguridad y la eficacia de
los microbicidas antes de que se
estudien en humanos.
- Apoyo a ensayos clínicos en Estados
Unidos, Asia y África, para evaluar la
seguridad de los microbicidas en los
humanos. Los estudios clínicos en
humanos que se están llevando a cabo en
la actualidad incluyen el ensayo de
seguridad fase I de UC-781, el cual se
está realizando entre mujeres en Estados
Unidos y Tailandia.
Para reducir la transmisión del VIH de
madre a hijo en Estados Unidos, los CDC han
otorgado aproximadamente $10 millones
anuales desde 1999 a diferentes
organizaciones nacionales y a varios estados
con altos índices de VIH/SIDA. Estos fondos
apoyan los programas de prevención perinatal
del VIH, mejoran la vigilancia de las madres
y bebés infectados por el VIH, la educación,
la creación de capacidad entre los
proveedores de atención médica y los médicos
del sector público.
Interpretación de los datos sobre el VIH y el SIDA
Monitorización del SIDA: A través de un
sistema uniforme, los CDC reciben informes de casos de SIDA de todos los
estados y territorios de Estados Unidos. Desde los inicios de la
epidemia, estos datos han servido para monitorizar las tendencias, ya
que son representativos de todas las áreas. Los datos son ajustados
estadísticamente para dar cuenta de las demoras y para la redistribución
de casos que inicialmente fueron reportados sin que se les vinculara a
factores de riesgo. Dado que los tratamientos son ahora más accesibles,
las tendencias de los nuevos casos del SIDA diagnosticados ya no
representan con exactitud las tendencias de las nuevas infecciones por
el VIH; en la actualidad, estos datos representan a las personas a
quienes se les hace la prueba en una etapa tardía de la infección por el
VIH, tienen acceso limitado a cuidados o a quienes el tratamiento no les
ha funcionado.
Monitorización del VIH: Para monitorizar las
tendencias de la epidemia del VIH en la actualidad se requiere que se
recopile información sobre casos del VIH que no han evolucionado hasta
causar SIDA. Las áreas que requieren que las infecciones por el VIH sean
notificadas de manera nominal y confidencial utilizan el mismo sistema
uniforme tanto para la recolección de datos sobre casos del VIH como
sobre casos de SIDA. Un total de 33 estados han recopilado estos datos
durante por lo menos 5 años, lo cual ha permitido acumular datos
suficientes para monitorizar las tendencias del VIH e identificar
conductas que exponen al riesgo de infección por el VIH. Estos estados
abarcan: Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Colorado, Florida, Idaho,
Indiana, Iowa, Kansas, Louisiana, Michigan, Minnesota, Mississippi,
Missouri, Nebraska, Nevada, New Jersey, New Mexico, New York, North
Carolina, North Dakota, Ohio, Oklahoma, South Carolina, South Dakota,
Tennessee, Texas, Utah, Virginia, West Virginia, Wisconsin, y Wyoming).
VIH/SIDA: Este
término se utiliza para referirse a tres categorías de diagnósticos: (1)
casos de infección por el VIH (no SIDA), (2) casos de infección por el
VIH y luego de SIDA y (3) casos de infección por el VIH y de SIDA al
mismo tiempo. |
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