Descripción
Presentación aguda versus presentación gradual del linfedema
Linfedema temporario versus linfedema crónico
Factores de riesgo
Diagnóstico
El sistema linfático está constituido por una red de vasos linfáticos
especializados y diversos tejidos y órganos de todo el cuerpo que contienen
linfocitos (glóbulos blancos) y otras células que ayudan al cuerpo a combatir las
infecciones y las enfermedades. Los vasos linfáticos son similares a las venas
pero tienen una pared más delgada. Algunos de estos vasos están muy cerca
de la superficie de la piel y se pueden encontrar cerca de las venas; otros están justo
debajo de la piel y en los tejidos grasos profundos cerca de los músculos y
pueden encontrarse cerca de las arterias. Los músculos y las válvulas dentro de
las paredes de los vasos linfáticos cercanos a la superficie de la piel ayudan a
recoger fluidos y proteínas de los tejidos de todo el cuerpo y
transportan la linfa en una sola dirección, hacia el corazón. La linfa es
transportada lentamente a través de vasos linfáticos cada vez más grandes y pasa
a través de unas estructuras pequeñas en forma de frijol llamadas ganglios
linfáticos. Los ganglios linfáticos filtran las substancias dañinas para el cuerpo y
contienen linfocitos y otras células que activan el sistema inmunitario para
combatir las enfermedades. Con el tiempo, la linfa fluye hacia uno de dos
conductos grandes en la región del cuello. El conducto linfático derecho recoge
linfa del brazo derecho y el lado derecho de la cabeza y el pecho, y la desagota en la vena grande debajo de la clavícula derecha. El conducto linfático izquierdo o conducto
torácico recoge la linfa de ambas piernas, el brazo izquierdo y la parte
izquierda de la cabeza y el pecho, y desagota la linfa en la vena grande debajo de la
clavícula izquierda.
El sistema linfático recoge exceso de fluidos y proteínas de los tejidos
corporales y los devuelve al torrente sanguíneo. Las proteínas y las sustancias
que son demasiado grandes se transportan a través de las paredes de las venas y
se recogen mediante los vasos linfáticos porque tienen paredes más delgadas. Se puede presentar un edema cuando hay un aumento en la cantidad de fluidos,
proteínas y otras sustancias en los tejidos corporales debido a problemas en los
vasos capilares sanguíneos y las venas, o un bloqueo en el sistema linfático.
El linfedema puede ser primario o secundario. El linfedema primario es un
trastorno hereditario poco común en el cual faltan tanto los ganglios como los vasos
linfáticos o son anormales. El linfedema secundario suele ser producto de un
bloqueo o corte en el sistema linfático, usualmente los ganglios linfáticos
en el área de la ingle y la axila. Los bloqueos pueden deberse a infección, cáncer o tejidos cicatrizados como consecuencia de la radioterapia o
la extracción quirúrgica de los ganglios linfáticos. Por lo general, el linfedema que es secundario al cáncer no es potencialmente mortal. Este sumario trata sobre el
linfedema secundario.
Presentación aguda versus presentación gradual del linfedema
Existen cuatro tipos de linfedema agudo. El primer tipo de linfedema agudo es
leve y dura poco tiempo; se presenta pocos días después de la
cirugía para extraer los ganglios linfáticos o después de una lesión de los vasos linfáticos o
venas justo debajo de la clavícula. El miembro afectado puede estar tibio y
ligeramente enrojecido, pero generalmente no es doloroso y suele mejorar en el lapso de una
semana si se mantiene levantada la pierna o el brazo afectado, y
se ejercitan los músculos del miembro afectado (por ejemplo,
abriendo y cerrando el puño). El segundo tipo de linfedema agudo se presenta entre 6
y 8 semanas después de una cirugía o durante el curso de la radioterapia. Este
tipo de linfedema es una consecuencia de la inflamación de los vasos
linfáticos o las venas. El miembro afectado es sensible, tibio o caliente, y
enrojecido y se trata manteniendo el miembro elevado y tomando medicamentos antiinflamatorios. El tercer tipo de linfedema agudo se presenta
con frecuencia después de una picadura de insecto, una herida o golpe leve, o una
quemadura que ocasione infección en la piel y en los vasos linfáticos cercanos a
la superficie de la piel. Puede presentarse en un brazo o una pierna que tiene inflamación crónica. El área afectada está rojiza, muy sensible y caliente; el tratamiento consiste en mantener la pierna o el brazo elevado y tomar
antibióticos. No se debe utilizar bomba de
compresión y el área afectada no se debe envolver con bandas elásticas durante las etapas tempranas de la infección. Un leve
enrojecimiento puede continuar después de la infección. El cuarto y más común tipo de linfedema agudo progresa lentamente y se empieza a notar
entre 18 a 24 meses después de la cirugía o hasta varios años después del
tratamiento del cáncer. El paciente puede presentar malestar de la piel, dolor en el cuello, los hombros, la columna vertebral o las caderas causado por el estiramiento de los tejidos blandos o el uso excesivo de los
músculos, o por cambios en la postura que pueden aumentar el peso que soporta el brazo o la
pierna.
Linfedema temporario versus linfedema crónico
El linfedema temporario es un trastorno que dura menos de seis meses. La piel se
hunde al hacerle presión y se queda hundida, pero no se endurece. El paciente
corre más riesgo de contraer linfedema si presenta una de las siguientes condiciones:
- Drenajes quirúrgicos que dejan escapar proteínas en el lugar de la cirugía.
- Inflamación.
- Incapacidad de mover los miembros.
- Pérdida temporaria de la función linfática.
- Obstrucción de una vena por un coágulo sanguíneo o inflamación.
El linfedema crónico (a largo plazo) es el más difícil de tratar de todos los
tipos de edema. El sistema linfático dañado de la parte afectada del cuerpo es incapaz
de manejar el aumento de fluido que necesita drenarse de los tejidos corporales.
Esto puede presentarse a causa de una de las siguientes condiciones:
- Reaparición o diseminación de un tumor a los ganglios linfáticos.
- Infección o lesión de los vasos linfáticos.
- Periodos de estar incapacitado de mover los miembros.
- Radioterapia o cirugía.
- Incapacidad de controlar los síntomas tempranos de linfedema.
- Bloqueo de una vena por un coágulo sanguíneo.
Un paciente que está en los estadios tempranos del linfedema presentará inflamación
que se hunde cuando se le aplica presión y queda hundida pero permanece blanda. La
inflamación se mejora con facilidad dando apoyo al brazo o la pierna en una
posición elevada, mediante ejercicios suaves y el uso de ropa elástica que sirva de soporte. Los problemas continuos en el sistema linfático
hacen que los vasos linfáticos se expandan y permitan que la linfa retroceda hacia los
tejidos corporales y agrave el problema. El dolor, el ardor,
el enrojecimiento y la hinchazón se presentan cuando el cuerpo trata de deshacerse del exceso de
fluido. La piel se vuelve dura y tirante, y no se mejora al elevar la pierna o el brazo ni al usar ropa elástica de soporte.
Los pacientes con linfedema crónico tienen más riesgo de padecer infecciones. Aún no
existe un tratamiento eficaz para los pacientes que sufren de linfedema crónico
avanzado. Una vez que los tejidos corporales se han estirado repetidamente, el
linfedema puede reaparecer con más facilidad.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden conducir a la presentación del linfedema se incluye la radioterapia dirigida a un área donde se extrajeron quirúrgicamente ganglios linfáticos,
problemas postoperatorios que causan inflamación del brazo o la pierna, un número grande de ganglios linfáticos extirpados durante la cirugía y la edad avanzada. La parte del cuerpo que se trata puede afectar el sitio donde se presenta el linfedema. Por ejemplo, el linfedema en los brazos se puede presentar después del tratamiento del cáncer de mama, y el linfedema en las piernas se puede presentar después del tratamiento del cáncer de la vulva.
Entre los factores de riesgo del linfedema se encuentran los siguientes:
- Cáncer de mama, si el paciente recibió radioterapia o se le han extirpado ganglios
linfáticos. La aplicación de radioterapia a la axila después de extirparse los
ganglios linfáticos y tener un número grande de ganglios linfáticos extirpados aumenta el
riesgo de contraer linfedema.
- Extracción de los ganglios linfáticos de la axila, la ingle y las regiones pélvicas.
- Radioterapia dirigida a la axila, ingle, y regiones pélvica o del cuello.
- Cicatrización de los tejidos en los conductos linfáticos o las venas y bajo la
clavícula, ocasionada por la cirugía o la radioterapia.
- Cáncer que se ha diseminado a los ganglios linfáticos del cuello, pecho, axila,
pelvis o abdomen.
- Tumores que crecen en la pelvis o el abdomen y que involucran o presionan los vasos
linfáticos o el conducto linfático mayor en el pecho, y obstruyen el drenaje
linfático.
- Tener una dieta inadecuada o tener sobrepeso. Estos trastornos pueden retrasar la
recuperación y aumentar el riesgo de linfedema.
Diagnóstico
Aún no existen criterios específicos para diagnosticar el linfedema. Alrededor de
la mitad de los pacientes que sufren de edema leve describen que la pierna o el
brazo afectado se siente más pesado o lleno que de costumbre. Para evaluar si
el paciente presenta linfedema, se debe tomar sus antecedentes clínicos y hacerle un
reconocimiento físico completo. Los antecedentes deben incluir cualquier
cirugía anterior, problemas postoperatorios y del tiempo transcurrido entre la
cirugía y la aparición de síntomas de edema. Se debe determinar si ha habido
algún cambio en el edema, así como cualquier infección o lesiones pasadas.
También es importante para el diagnóstico conocer los medicamentos que toma el paciente.
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