Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para discurso del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Michael B. Mukasey en la conferencia de prensa sobre robo de identidad

Boston, Massachusetts
Martes, 5 de agosto de 2008 - 2:00 P.M. EDT

Buenas tardes.

Me acompañan aquí hoy Michael Sullivan, Fiscal Federal para el Distrito de Massachusetts, y Mark Sullivan - me aseguran que no son parientes - Director del Servicio Secreto de los Estados Unidos.

Más temprano hoy, un gran jurado aquí en el Distrito de Massachusetts emitió una acusación formal contra un demandado por su participación en un caso masivo de robo de identidad. Esta acusación formal está relacionada con acusaciones formales reveladas hoy en el Distrito Sur de California, y otras acusaciones formales emitidas hace unos meses en el Distrito Este de Nueva York. En total, hemos acusado a un total de 11 personas, incluidos residentes de por lo menos cinco países distintos, de diversos delitos asociados al robo y la reventa de información de cuentas de tarjetas de crédito y débito.

Por lo que sabemos, éste es el caso de robo de identidad más grande y más complejo ya enjuiciado en este país. Se alega que los autores robaron más de 40 millones de números de tarjetas de débito y crédito. Actuaron contra por lo menos nueve sociedades minoristas importantes, incluidos JX Corporation, cuyas tiendas incluyen a Marshalls y TJ Maxx; BJ's Wholesale Club; Barnes and Noble; Sports Authority; Boston Market; Office Max; los restaurantes Dave and Busters; las tiendas de calzados DSW; y Forever 21. Y, en total, causaron pérdidas enormes a bancos, minoristas y consumidores.

En apenas unos minutos, el Fiscal Federal Mike Sullivan hablará sobre mayores detalles operativos tanto de la conspiración como de la investigación. Lo que me gustaría hacer es destacar un par de puntos, y elogiar a las diversas agencias de las fuerzas del orden público y personas que tuvieron un rol en este caso.

En primer lugar, este caso destaca nuestra vulnerabilidad creciente con respecto al robo de información personal. Las redes de informática y el Internet son una parte indispensable de la economía mundial. Sin embargo, si bien proveen oportunidades extraordinarias de comercio y comunicación legítimos, también proveen oportunidades extraordinarias a los delincuentes. Donde los delincuentes puedan violar los sistemas de seguridad de computadoras, como se alega aquí, tienen enorme capacidad de perjudicar. Se ven comprometidas las identidades de millones de ciudadanos estadounidenses cada año. Los costos anuales para ciudadanos y empresas estadounidenses están en los miles de millones.

El robo de identidad puede incluir a un único delincuente que roba la información financiera de una única víctima o, como en este caso, puede estar asociado a un grupo de delincuentes que roban los números de tarjetas de crédito de millones de personas, muchas de las cuales pueden no enterarse de que son víctimas por meses o años. Las víctimas de robo de identidad sufrieron mucho más que costos financieros inmediatos; sufrieron la pérdida de la confianza en su privacidad y seguridad, así como el estrés emocional y el tiempo que puede llevar reparar las vidas financieras y antecedentes de crédito perjudicados. En muchos casos, los efectos de estos delitos pueden sentirse durante años después de haber sido cometidos.

Los consumidores deben confiar en que los sistemas de pago electrónico son seguros. Para hacerlo y llevar nueva atención y concentración a este problema en general, en 2006, el Presidente estableció una Fuerza de Tarea de Robo de Identidad. La Fuerza de Tarea, la cual presido junto con el líder de la Comisión Federal de Comercio, está compuesta por 17 departamentos y agencias federales. En un informe emitido en abril próximo pasado, la Fuerza de Tarea proporcionó varias recomendaciones para reducir el robo de identidad y librar una batalla más eficaz contra el mismo. Dichas recomendaciones incluían el mejoramiento de la seguridad de datos en los sectores público y privado, la optimización de la educación pública y de programas de prevención, legislación para mejorar nuestra capacidad de investigar y enjuiciar los delitos asociados a la identidad, y el mejoramiento de la cooperación internacional contra las operaciones internacionales de robo de identidad. Desde el mes de abril pasado, hemos estado trabajando para implementar estas recomendaciones.

El enjuiciamiento y el castigo para los ladrones de identidad es una parte crítica de la estrategia de la Fuerza de Tarea. Y la colaboración entre investigadores y fiscales en todos los Estados Unidos y en todo el mundo que llevó a estas acusaciones formales demuestra la promesa de una coordinación estrecha para atacar estos problemas. Casos como éste transmiten un mensaje claro a quienes se sientan tentados de abusar de nuestras redes de informática para robar información y perjudicar a personas y empresas respetuosas de la ley: Si lo hacen, los encontraremos donde sea que se encuentren en el mundo, los arrestaremos y los encarcelaremos.

Eso lleva a mi segundo ítem. Este caso es un recordatorio, si es que necesitamos uno, de que los delitos de informático no están limitados por fronteras nacionales. Las personas acusadas de llevar a cabo este ardid trabajaron desde varios países distintos, y tuvieron como objetivo a operaciones minoristas, independientemente de la jurisdicción. Ese tipo de conspiración internacional es cada vez más común. Con el alcance mundial del Internet, los delincuentes pueden operar ahora desde casi cualquier lugar del mundo para robar la información personal de nuestros ciudadanos. Y cuando lo hacen, existen mercados internacionales in Internet donde pueden vender la información robada.

Debido a que los ladrones de identidad cooperan fácilmente a través de fronteras, poniendo en riesgo la seguridad financiera de nuestros ciudadanos e instituciones financieras, nuestra respuesta también debe ser coordinada. Estamos trabajando con países de todo el mundo en identificar y resolver vulnerabilidades técnicas en redes de informática, y asegurar que las leyes y los procedimientos sean adecuados para estos tipos de delitos. Y venimos trabajando en relación estrecha con nuestros asociados internacionales en la resolución de casos, cuando los mismos nos llevan más allá de nuestras fronteras. Es exactamente eso lo que hicimos en este caso. Sin la colaboración estrecha en esta investigación de las agencias de las fuerzas del orden público internacionales, incluidas las de Turquía y Alemania, no estaríamos aquí hoy.

Finalmente, deseo agradecer a todos los investigadores, agentes y fiscales, cuyo trabajo arduo hizo posible este caso. Estos incluyen a miembros de la División de lo Penal del Departamento y su Sección de Delitos de Informática y Propiedad Intelectual; las Fiscalías Federales para el Distrito de Massachusetts, el Distrito Sur de California y el Distrito Este de Nueva York; Servicios de Impuestos Internos; y el Servicio Secreto de EE.UU. El desarrollo de un caso de este tamaño y complejidad no es una tarea fácil, por lo que cuentan con mi admiración y agradecimiento.

Deseo, ahora, pasar el micrófono al Fiscal Federal Mike Sullivan.

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