Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto R. Gonzales en la Ceremonia de posesión del Secretario de Justicia Adjunto Paul McNulty

Washington, D.C.
15 de mayo de 2006

Buenos días.

Puede parecer un poco extraño a algunos de ustedes estar aquí para la "toma de posesión" de Paul McNulty como Secretario de Justicia Adjunto, pues todos sabemos que viene ejerciendo la función y trabajando arduamente para el pueblo de los Estados Unidos hace ya varios meses.

Sin embargo, agradezco esta oportunidad de homenajearlo y prestar reconocimiento a los aportes singulares que realiza para este Departamento y a los sacrificios realizados por la esposa de Paul, Brenda.

Cuando pienso en la carrera de Paul, me viene a la mente el libro infantil sobre el desinterés y la generosidad, "The Giving Tree". El árbol regala sus manzanas y luego sus ramas y, finalmente, su tronco. En cierto momento, queda reducido a un tocón, el cual brinda a su amigo un lugar para sentarse y descansar. A lo largo de una vida dedicada al servicio público, Paul ha encontrado maneras nuevas de dar de sí mismo en beneficio de los demás. Y sospecho, ya que lo conozco desde la transición de la presidencia de Clinton a la de Bush, que Paul nunca ha pedido nada a cambio.

Sin embargo, lo que sí ha recibido es la oportunidad de saber para siempre que sus obsequios han mejorado la vida de esta gran Nación.

En "The Giving Tree", el niño nunca agradece al árbol por todos sus regalos. Aquí, me gustaría apartarme de la metáfora. Sé por experiencia propia que el servicio al gobierno puede ser duro, agotador y, ocasionalmente ingrato - por lo tanto, Paul ha sido reducido a un tocón, "Gracias". En nombre de todos los ciudadanos de este país que se han beneficiado a través de tu liderazgo, te agradezco por una carrera entera dedicada a servir a los demás. Y agradezco a ti y a Brenda por optar por regresar al edificio principal de Justicia en esta calidad vital.

En el gobierno estatal... en el Congreso... en el Departamento de Justicia... como Fiscal Federal, y ahora como Secretario de Justicia Adjunto, cuando alguien le pide a Paul su servicio, responde con la pregunta "¿Qué más puedo dar?" Sospecho que Brenda pregunta lo mismo cada vez que Paul llega a casa para conversar sobre una nueva oportunidad de atender al cumplimiento del deber.

El fuerte sentido del deber de Paul lo ha inspirado a dar todo lo que puede para preservar y proteger al sueño estadounidense para cada ciudadano de esta gran Nación.

Ya sea enjuiciando a terroristas, limpiando las calles de nuestros vecindarios de la violencia con armas de fuego y el abuso de drogas, trabajando para combatir delitos que degradan nuestro sentido de carácter nacional, tales como la pornografía infantil o violaciones de los derechos civiles, o manteniendo los más altos estándares de integridad pública y empresarial... la labor de Paul ha estado siempre vinculada a la noción de que cada ciudadano de los Estados Unidos merece iguales posibilidades de disfrutar de las oportunidades del sueño estadounidense.

Agradezco que haya decidido continuar sirviendo esta noble causa como Secretario de Justicia Adjunto. Ahora, está vinculado para siempre a los hombres y mujeres extraordinarios que han servido en su cargo a lo largo de la historia, al ser llamados para vigilar la causa de la justicia. Paul ha heredado su responsabilidad de servicio y liderazgo, y con dicha responsabilidad, la de hacer guardia durante su turno en la vigilancia.

Soy afortunado de tenerlo a mi lado como compañero y como amigo, mientras trabajamos juntos para asegurar la justicia para todos. Y el pueblo de los Estados Unidos tiene la suerte de que este hombre, nuevamente, haya regalado generosamente sus talentos, su experiencia, sus conocimientos y su corazón para el bien de todo ciudadano de este país que tenga esperanzas de un futuro mejor y fe en las oportunidades del sueño estadounidense.

Gracias.

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