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Los Estados Unidos y el Estado de Alaska procuran obtener fondos adicionales de ExxonMobil por daños continuados a recursos naturales provocados por el derrame de petróleo de 1989

WASHINGTON, D.C. – Según la disposición de "Reapertura" del acuerdo conciliatorio civil de 1991 con Exxon Corporation, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Departamento Judicial de Alaska le presentaron hoy a la empresa una propuesta de un plan para recuperar las costas de Prince William Sound y el Golfo de Alaska que todavía contienen petróleo del derrame de Exxon Valdez en 1989. El Estado de Alaska y tres agencias federales cuyos recursos fiduciarios se vieron afectados por el derrame—los Departamentos de Agricultura, Comercio y del Interior de los Estados Unidos—han estimado que el costo del proyecto será aproximadamente 92 millones de dólares repartidos a lo largo de varios años. El financiamiento adicional se solicita bajo la disposición de "Reapertura por daños desconocidos" del acuerdo conciliatorio civil de 1991 que exigía en ese momento que Exxon pagara 900 millones de dólares por daños.

La necesidad de este proyecto surge de una serie de estudios realizados desde 2001 que registran la presencia de petróleo residual del derrame de 1989 dentro de la zona entre mareas de las playas en el área afectada por el derrame de petróleo. Al momento del acuerdo conciliatorio, no se anticipaba que el petróleo seguiría siendo tóxico y afectando los recursos naturales en el área del derrame de petróleo. El proyecto propuesto incluye la identificación de todos los lugares con cantidades significativas de petróleo remanente y la utilización de técnicas avanzadas de biorreparación y otras tecnologías para eliminar manchas mayores. Los gobiernos invitan a ExxonMobil a trabajar conjuntamente con ellos para desarrollar e implementar este proyecto integral para eliminar el petróleo.

"Al enviar nuestro plan de acuerdo con la disposición de Reapertura, buscamos activamente reparar los daños a los recursos naturales no previstos en el momento en que se firmó el acuerdo conciliatorio en 1991", dijo Sue Ellen Wooldridge, Secretaria de Justicia Auxiliar de la División del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia. "Nuestro objetivo a lo largo de todo este proceso ha sido emplear todos los medios de reparación legal y científicamente adecuados. El plan que propusimos se basa en la mejor y más reciente ciencia disponible, y también acata rigurosamente los requisitos del decreto por consentimiento".

El Secretario de Justicia de Alaska David Marquez dijo, "El Estado de Alaska ha realizado un análisis exhaustivo de reclamaciones potenciales bajo la disposición de Reapertura durante los últimos siete años. Al ejercer la Reapertura, hemos estado sujetos a los términos del decreto por consentimiento y la aplicación de ciencia sólida. Luego de una exhaustiva revisión, es evidente que las poblaciones y el hábitat dentro del área del derrame de petróleo han sufrido daños sustanciales e imprevistos que pueden ser atribuidos al derrame de petróleo de Exxon Valdez". El Secretario de Justicia Marquez añadió, "Hace algunos meses, realizamos una serie de reuniones públicas en comunidades del área del derrame de petróleo para hablar con el público sobre la Reapertura y pedirles ideas sobre daños imprevistos y cómo tratar de los mismos. Recibimos muchas respuestas interesantes. En la medida en que esas ideas no figuran en el plan de reparación presentado hoy a ExxonMobil, tengo la intención de guiarme por esta información al tomar decisiones en mi papel de fiduciario en el Concejo Fiduciario del Derrame de Petróleo de Exxon Valdez".

"El acuerdo conciliatorio histórico de 1991 brindó un financiamiento muy necesario a Alaska y al gobierno federal para realizar reparaciones, y hemos progresado mucho con esa labor", dijo Lynn Scarlett, Secretaria Adjunta del Departamento del Interior. "Pero también hemos descubierto otros daños causados por el derrame que no eran evidentes en el momento en que se firmó el primer acuerdo conciliatorio, y se debe tratar de estos problemas. El Departamento del Interior apoya firmemente la labor actual para poder recuperar recursos dañados en Prince William Sound y el Golfo de Alaska".

"Hubo recursos naturales de Prince William Sound, ubicado dentro del Bosque Nacional de Chugach, que sufrieron un profundo impacto a raíz del derrame de Exxon Valdez. Un compromiso continuo para recuperar estos territorios y recursos dañados beneficiará muchísimo al ecosistema y la vida marítima que sustentan", dijo Mark Rey, Subsecretario del Departamento de Agricultura. "Tanto los residentes de Alaska como los no residentes utilizan muchísimo esta área para la subsistencia, recreación y actividades de caza y pesca deportiva. La eliminación de petróleo remanente debajo de la superficie, que continua siendo biodisponible y tóxico diecisiete años después del derrame, es un paso necesario en la labor para recuperar este ambiente".

"A la Oficina Nacional de la Administración Oceánica y Atmosférica [National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)] le preocupa particularmente la cantidad y toxicidad del petróleo residual, su impacto en comunidades entre mareas y su importancia en acciones futuras en respuesta al derrame en ambientes subárticos", dijo Jim Walpole, Consejero General de la NOAA.

El proyecto propuesto se concentra en determinar la ubicación, las cantidades aproximadas y los estados químicos de todos los depósitos residuales significativos de petróleo en el área del derrame, y en tratar de acelerar los procesos naturales de degradación y dispersión del petróleo remanente.

Los gobiernos están afirmando que existe una pérdida sustancial de hábitat a causa de petróleo relativamente nuevo que ha permanecido en la superficie inferior de algunas áreas entre mareas desde el derrame. Esta pérdida se manifiesta fundamentalmente de dos maneras: (1) Predadores que se alimentan en la zona entre mareas, principalmente los patos arlequín y las nutrias de mar, presentan una reducción en las tasas de supervivencia en áreas con petróleo en comparación con las áreas sin petróleo, o aparentan evitar algunos lugares con una cantidad bastante importante de petróleo remanente, (2) Usuarios de subsistencia lógicamente evitan cosechar en áreas con petróleo (y en áreas en las que creen que puede haber petróleo) debido a la posibilidad de que los mariscos o los equipos resulten contaminados. Los gobiernos afirman que la ciencia actual apoya la posición de que la biodisponibilidad y toxicidad continua del petróleo remanente no se podría haber previsto.

Para desarrollar e implementar el plan de reparación, los gobiernos seguirán empeñados en brindar revisión pública y permitir la participación para garantizar que el público se encuentre plenamente informado y que se tomen en cuenta sus inquietudes.

El 24 de mayo de 1989, el buque petrolero de Exxon Valdez se hundió en el arrecife Bligh en Prince William Sound. El subsiguiente derrame de alrededor de 11 millones de galones de petróleo crudo terminó contaminando casi 1,750 kilómetros de la costa de Alaska con petróleo crudo, incluyendo las costas de un bosque nacional, tres parques nacionales, cuatro refugios nacionales de vida silvestre, cinco parques estatales, cuatro áreas de hábitat crítico estatales y un santuario estatal de caza.

El 8 de octubre de 1991, el tribunal federal de distrito en Anchorage aprobó un acuerdo de declaración que resolvió cargos penales de los Estados Unidos contra Exxon Corporation y Exxon Shipping Company, y un acuerdo conciliatorio civil que resolvió las reclamaciones de los Estados Unidos y el Estado de Alaska contra diversas entidades de Exxon por gastos anteriores de limpieza y daños a recursos naturales. El acuerdo de declaración fijó una multa de 150 millones de dólares, de los cuales 125 millones fueron condonados, y 100 millones de dólares en pagos de restitución que se dividieron equitativamente entre los gobiernos federales y estatales. El acuerdo conciliatorio civil exigía que Exxon pagara 900 millones de dólares a lo largo de diez años. Ese dinero se ha usado y se sigue usando en proyectos de recuperación a corto y largo plazo realizados en Prince William Sound y el Golfo de Alaska. El acuerdo también pautó una cláusula de Reapertura que establece que se puede exigir a Exxon que pague hasta 100 millones de dólares adicionales por daños imprevistos a recursos naturales provocados por el derrame.

Para obtener una copia del plan propuesto, visite http://www.usdoj.gov/enrd/open.html.

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