Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para el discurso del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Michael B. Mukasey en Ceremonia Anual de Colocación de Coronas del Fondo Conmemorativo de Agentes de las Fuerzas del Orden Público Nacionales

Washington, D.C.
Miércoles, 15 de octubre de 2008 - 1:00 P.M. EDT

Buenas tardes.

Hoy realizamos el acto tradicional y solemne de colocar una corona para homenajear a los héroes que dieron sus vidas para proteger a nuestras comunidades, hogares y familias. Homenajeamos a diecisiete agentes asesinados en cumplimiento del deber.

Los agentes que homenajeamos hoy provienen de diversas dependencias de las fuerzas del orden público, entre ellas oficinas de policías y alguaciles en Virginia y Maryland y dependencias federales de las fuerzas del orden público, entre las que se encuentran la Administración de Control de Drogas [Drug Enforcement Administration (DEA)], el Buró de Prisiones [Bureau of Prisons (BOP)], el Departamento de Seguridad Nacional, el Buró de Asuntos Indígenas, el Servicio Forestal y la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea. La muerte de cada uno de estos agentes es una tragedia individual, cuyo mayor impacto se siente en sus familias y seres queridos. Pero sus muertes también son una tragedia colectiva, para las comunidades a las que servían y protegían y para todos los que trabajan en las fuerzas del orden público.

Los agentes homenajeados hoy se dedicaron a hacer cumplir las leyes de nuestra gran nación -- a asegurarse de que esas palabras escritas tengan un significado real. Y esta ceremonia nos recuerda que hacerlo – mantener el Estado de derecho – tiene su precio. Tiene repercusiones en los hombres y mujeres que sirven, y las familias cuyo amor y apoyo posibilitan dicho servicio. Y tiene la peor repercusión posible cuando se pierde a uno de estos patriotas.

Dado que estos agentes fallecieron protegiendo nuestra seguridad, nuestra prosperidad y la integridad de nuestro sistema de gobierno, los recordamos y homenajeamos.

La misión de las fuerzas del orden público se ha resumido con la frase "proteger y servir". Esa expresión no menciona que los agentes pueden tener que dar su vida en cumplimiento del deber, pero esa posibilidad está sobreentendida. Es parte del código respetado por todos los oficiales y agentes, por cada cónyuge, cada padre y cada hijo. Es una carga especial que llevan para que el resto de nosotros tengamos el lujo de disfrutar de la seguridad y la paz. La ceremonia de hoy nos permite expresar nuestro aprecio hacia quienes trabajan todos los días, sabiendo que sus nombres podrían algún día estar grabados en este monumento y hacia sus familias y otras personas cercanas.

Pero del mismo modo en que ellos tienen un deber y una carga, nosotros también. Obviamente una es que quienes nos beneficiamos debemos tener en mente a quienes demuestran ese nivel de valentía y hacen el sacrificio. Evidentemente lo hacemos cuando despedimos a nuestros ex colegas, como vi este año cuando asistí a los funerales del Agente Especial de la DEA Tom Byrne y el Agente de Correccional del BOP José Rivera, los dos miembros de la familia del Departamento de Justicia a quienes homenajeamos hoy. Y lo hacemos con ceremonias como esta, donde nos aseguramos de que la memoria de su servicio y valentía no se diluya con el tiempo. Pero, además, debemos vivir nuestra vida de manera tal de merecer su servicio y sus sacrificios, y el servicio y sacrificio de todos los agentes de las fuerzas del orden público.

Las fuerzas del orden público no se tratan de placas y uniformes, se tratan de tomar la decisión de preservar los derechos de nuestros vecinos y protegerlos contra el peligro. Los cobardes y los matones corren al ser desafiados. Estamos hoy aquí porque estos hombres y mujeres no corrieron—porque se mantuvieron firmes e hicieron su trabajo, sin importar las consecuencias.

Que sus almas descansen al lado de Dios. Y que cada uno de ustedes que homenajea hoy a un ser querido que ya no se encuentra entre nosotros encuentre fuerza en quienes se han reunido aquí hoy, y en quienes no están aquí, pero que siguen adelante con la misión, a quienes todos agradecemos por esa dedicación.

Muchísimas gracias.

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