Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados por el Secretario de Justicia de los Estados Unidos Alberto Gonzales
en la Conferencia de Prensa sobre la Acusación Formal del Terrorismo en California
Washington, D.C.
31 de agosto de 2005

Buenas tardes. Me acompañan hoy el Director del FBI, Robert Mueller, y John Richter, Secretario de Justicia Adjunto Interino de los Estados Unidos de la División de lo Penal.

Este verano, los estadounidenses vieron como terroristas "criados localmente" desataron múltiples bombardeos en la ciudad de Londres. Algunas personas en este país pueden haber pensado, equivocadamente, que eso no podría suceder aquí.

Hoy, tenemos pruebas escalofriantes de que es posible.

Sin embargo, gracias al trabajo de investigadores competentes y la fuerte labor conjunta realizada por las fuerzas del orden público estatales, locales y federales, estamos aquí para anunciar la acusación formal de cuatro hombres en una supuesta conspiración para cometer actos terroristas en el área de Los Angeles. Si estos cuatro acusados hubieran tenido éxito en sus supuestos planes, sus ataques hubieran costado las vidas a innumerables estadounidenses.

La conspiración, alegada en la acusación formal de un gran jurado de Santa Ana, California, se extiende desde las celdas de una prisión estatal en California del Norte a las comunidades de California del Sur.

Tres ciudadanos estadounidenses y un residente permanente legal de los Estados Unidos, originalmente de Pakistán, son acusados de conspiración sediciosa. Su supuesto objetivo era atacar instalaciones militares estadounidenses, un edificio consular israelí y varias sinagogas judías en el área de Los Angeles.

La acusación formal también alega que los acusados planeaban financiar su conspiración con el producto de una ola de delitos violentos.

La acusación formal, que contiene seis cargos, alega que:

La acusación formal alega, específicamente, que Kevin James, un presidiario de la Prisión Estatal de California - Sacramento, reclutó a otros presidiarios para que se unieran a la JIS, una organización islámica radical.

Se alega que Kevin James preconizó que era el deber de los miembros de la JIS matar a "infieles", considerados enemigos de Islam. La definición de James de los enemigos de Islam incluyó a personal del gobierno de EE.UU., defensores de Israel y judíos estadounidenses.

Para alcanzar sus objetivos extremistas, se alega que James intentó formar "células" de miembros de la JIS fuera de la prisión para llevar a cabo los ataques violentos.

De acuerdo con la acusación formal, el demandado Levar Washington fue reclutado por la JIS mientras estaba preso. Luego, Kevin James instruyó Washington a que reclutara cinco personas después de haber sido liberado de la prisión en diciembre de 2004, y que los entrenara para operaciones secretas. James también ordenó a Washington que adquiriera armas de fuego y silenciadores y que contactara expertos en explosivos para poder fabricar o aprender a fabricar bombas que pudieran activarse a la distancia.

En los meses siguientes, se alega que los demandados Washington, Gregory Patterson y Hammad Samana realizaron investigaciones en Internet y actividades de vigilancia de instalaciones militares estadounidenses en el área de Los Angeles - específicamente, centros de reclutamiento y bases militares.

Además de los objetivos militares estadounidenses, se alega que los co-conspiradores designaron, específicamente, instalaciones israelíes y judías en el área de Los Angeles para ser atacadas. Entre las mismas se incluían el Consulado Israelí, El Al y diversas sinagogas. Miembros de la conspiración realizaron actividades de vigilancia en varias de las sinagogas, investigando y planeando atacar las sinagogas en fechas religiosas judías, a fin de maximizar la cantidad de víctimas.

De acuerdo con la acusación formal, los demandados adquirieron armas a ser utilizadas en su conspiración terrorista, y tenían la intención de financiar sus planes terroristas a través del producto del robo de estaciones de servicio.

Específicamente, los cargos de la acusaciones indican que, a partir del 20 de mayo de 2005, los demandados - armados con escopetas - efectivamente cometieron robos o intentaron robar estaciones de servicios en 11 oportunidades distintas, en ciudades y pueblos de California del Sur.

También realizaron entrenamiento físico y con armas de fuego, en preparación para sus ataques terroristas.

Si se los encuentra culpables de todas las acusaciones, cada uno de los demandados pasará el resto de su vida en la prisión. Sin embargo, se supone que cada demandado es inocente hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal de justicia.

Deseo elogiar a los hombres y mujeres de las fuerzas del orden público. Gracias a la comunicación y coordinación de las fuerzas del orden público en todos los niveles, pudimos unir los puntos y realizar estas detenciones antes de que se perdieran vidas de estadounidenses.

Deseo agradecer al FBI y a los miembros de las fuerzas del orden público estatales y locales del Grupo de Trabajo Conjunto de Long Beach contra el Terrorismo por su labor en esta investigación.

Mientras nuestros hombres y mujeres uniformizados luchan más allá de nuestras costas para proteger a los Estados Unidos y llevar libertad y democracia a Irak y Afganistán, es nuestro deber defender a nuestros hombres y mujeres militares y nuestros conciudadanos en nuestro país.

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