Sello del Departamento de Justicia

OBSERVACIONES PREPARADAS DEL
SECRETARIO DE JUSTICIA DE LOS ESTADOS UNIDOS ALBERTO R. GONZALES
EN LA
CONFERENCIA DE FISCALES FEDERALES DE EE.UU.

JUEVES, 21 DE ABRIL DE 2005
SCOTTSDALE, ARIZONA

Gracias por la presentación. Me complace la oportunidad de reunirme con ustedes hoy.

Ésta es mi primera oportunidad de encontrarme con ustedes desde mi nombramiento como Secretario de Justicia de los Estados Unidos. Esto significa que es, también, mi primera oportunidad de agradecerles.

Ustedes son vitales para este Departamento - y para nuestra Nación. Por lo tanto, muchas gracias por su labor en nombre del pueblo de los Estados Unidos. Ellos aprecian su trabajo arduo, y yo también.

Quisiera dedicar un momento a hacer un comentario sobre uno de sus ex-alumnos, quien anunció ayer que regresará al sector privado. Jim Comey ha trabajado para este Departamento con gran distinción durante casi 15 años. El Presidente Bush le confió dos funciones muy importantes, la de Secretario de Justicia Adjunto de los Estados Unidos y Fiscal Federal, en los que él aplicó sus talentos impresionantes con energía y entusiasmo. En ambas calidades, Jim ha sido un líder respetado en actividades para combatir la delincuencia, tanto en el sala de juntas como en las calles, así como en la defensa de los Estados Unidos contra el terrorismo.

En el ámbito personal, he disfrutado enormemente de trabajar con Jim, tanto cuando estuve en la Casa Blanca como en calidad de Secretario de Justicia de los Estados Unidos. Sentiremos su falta en el Departamento. Aprecio los sacrificios hechos por la esposa de Jim, Patrice y sus cinco hijos durante el período prolongado del servicio de Jim al gobierno. En nombre de todos en el Departamento, agradezco a Jim por su servicio y le deseo todo lo mejor en esta nueva fase de su carrera.

También quisiera agradecer a Mary Beth Buchanan por su dedicación, en el último año, como Fiscal Federal y Directora de la Oficina Ejecutiva de Fiscales Federales. La semana pasada, tuve el honor de designar a Michael Battle como Director y su sucesor. Mike aporta una enorme cantidad de experiencia a este nuevo desafío - como fiscal, abogado civil, juez y defensor público - y sé que tiene la capacidad necesaria para la tarea. Sentiremos falta de sus conocimientos y experiencia en el Distrito Oeste de Nueva York. Sin embargo, cada uno de ustedes se beneficiará con su función nueva.

Agradezco, también, la orientación continua del Comité Asesor, bajo el fuerte liderazgo de Bill Mercer. La labor del Comité en todas las áreas de la misión del Departamento ha sido crítica para nuestro éxito. El trabajo del AGAC demuestra que, con opiniones y comunicación del campo, podemos alcanzar nuestros objetivos.

Esto se debe a que la mayor parte del trabajo del Departamento no ocurre apenas dentro del Camino de Cintura de Washington, D.C. Sucede en todo el país, en tribunales y edificios federales y en sus oficinas.

Personalmente, dependo grandemente del trabajo que usted realizan cada día en todo el país. No importa cuánto viaje; la mayoría de los ciudadanos jamás me verá o se reunirá conmigo. Ustedes representan al Secretario de Justicia de los Estados Unidos en sus distritos. Para muchas personas, la única interacción que tendrán con el Departamento de Justicia – con su gobierno – será a través de ustedes. Es una responsabilidad enorme, pero sé que son capaces sobrellevarla.

El Presidente tiene la más alta confianza en cada uno de ustedes, y les ha confiado una gran responsabilidad. Sé que continuarán cumpliendo con sus obligaciones con la humildad, integridad y sabiduría que el Presidente espera de todos sus designados.

Finalmente, deseo recordarles que no estamos aquí para jugar un poco de béisbol; estamos aquí para jugar a lo grande, para el gran inning. El Presidente Bush suele decir que estamos "aquí para hacer una diferencia; no para marcar el tiempo... para enfrentar los problemas de manera directa y con fuerza, sin pasarlos a futuras generaciones".

Ésta es nuestra responsabilidad. No podemos cruzarnos de brazos y dejar pasar esta oportunidad. Debemos utilizar este segundo mandato y ejercer un liderazgo audaz para cumplir con nuestra misión y lograr la justicia para todos. Y podemos hacerlo, trabajando juntos como un equipo.

Me gustaría dedicarle un momento a destacar algunas de las áreas en las que creo que podemos realizar progresos importantes para el pueblo estadounidense.

Sé que todos entienden que el 11 de septiembre de 2001, la misión colectiva del gobierno federal sufrió una transformación instantánea. En aquel momento, la principal prioridad del gobierno de los Estados Unidos pasó a ser - y aún es actualmente - proteger a nuestros ciudadanos contra el terrorismo.

Gracias a la labor de todos ustedes y de los millones de hombres y mujeres del orden público federal, estatal y local, la comunidad de inteligencia y nuestros militares, hemos realizado progresos reales en la guerra contra el terrorismo. Sin embargo; a pesar de nuestros éxitos, la amenaza que presenta Al Qaeda y otros grupos similares sigue siendo muy real.

Nuestro nuevo desafío es permanecer atentos. No podemos volvernos complacientes. No podemos darnos el lujo de presumir que la tranquilidad de hoy significa la paz del mañana. Como nos ha recordado el Presidente Bush, "no debemos permitir que el paso del tiempo o la ilusión de seguridad debiliten nuestra determinación en esta nueva guerra".

Todos nosotros, en el Departamento de Justicia, estamos muy conscientes de la amenaza continua que representan los terroristas - La veo cada mañana, al comenzar mi día con un informe de actualización de inteligencia y, seguramente, ustedes la ven cada día en su trabajo para investigar, rastrear y enjuiciar terroristas.

Asumo el compromiso de proporcionarles las herramientas y recursos que necesiten para enfrentar este peligro actual. Y es por ello que necesitamos volver a autorizar la Ley PATRIOTA.

Sé cuan importantes les son las herramientas de la Ley PATRIOTA en la lucha contra el terrorismo. La Ley PATRIOTA está funcionando. Las comunidades del orden público y de inteligencia actualmente pueden compartir informaciones importantes. Ustedes están llevando las herramientas que ya utilizan a diario en otras áreas penales a la guerra nueva al terrorismo, y a la supervisión de jueces federales y del Congreso. Nadie me ha proporcionado pruebas de que se esté cometiendo abuso o uso indebido de la Ley PATRIOTA.

Actualmente, hemos entablado un debate de alcance nacional sobre la Ley PATRIOTA. Como he mencionado anteriormente, recibo con brazos abiertos a las opiniones de aquellos que tengan inquietudes con relación a la Ley, y espero que podamos tener un debate productivo fundamentado en hechos. Este debate ha proporcionado al Departamento la oportunidad de refutar muchas de las ideas equivocadas que han surgido sobre la Ley. Repito que lo que no aceptaré en este debate son cambios a nuestras leyes que harían de los Estados Unidos un país menos seguro en lo que se refiere al terrorismo y la delincuencia.

Aprecio su labor de promoción de la Ley PATRIOTA en las líneas de frente. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer para explicar al Congreso y al pueblo de los Estados Unidos por qué se debe renovar las disposiciones, cuyo crepúsculo está programado, de esta pieza crítica legislativa.

Participaré activamente en este debate durante muchos meses, así como ustedes. No obstante, no podemos olvidar que el enjuiciamiento de la guerra contra el terrorismo es apenas un elemento de nuestra misión multidimensional. También debemos continuar alertas y seguir moviéndonos agresivamente en varias otras áreas para promover plenamente la justicia igualitaria para todos.

Sé que ustedes enfrentan una variedad de desafíos. Algunos son específicos a sus distritos; otros - tales como la preponderancia de drogas ilegales y delitos asociados a las drogas - son comunes a la mayoría de ustedes, si no a todos. Estoy consciente de dichas inquietudes - y tengo varias propias.

Durante mis primeras semanas en el cargo, enumeré algunos problemas que considero prioridades especiales para mi mandato como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, además de nuestra prioridad principal de proteger a los Estados Unidos contra el terrorismo. Los mismos son la iniciativa del Proyecto Vecindarios Seguros del Presidente, el enjuiciamiento de la obscenidad, los derechos de las víctimas, el tráfico de seres humanos, la reforma de la inmigración y la confirmación de jueces. En prácticamente todos ellos, necesitaré la ayuda de ustedes para alcanzar objetivos importantes.

A lo largo de los últimos cuatro años, ustedes han logrado el enorme éxito del Proyecto Vecindarios Seguros. No sólo han logrado el aumento de la cantidad de enjuiciamientos federales asociados a armas de fuego de manera impresionante, sino que también han realizado cambios sistemáticos en la manera en que luchamos contra la delincuencia con armas y la violencia en nuestras calles. Ustedes han empleado estrategias nuevas que son cada vez más útiles a las comunidades que trabajan en la lucha contra los delitos violentos. Ahora que hemos creado las bases, ha llegado el momento de crear métodos nuevos y mejores para lograr un éxito aún mayor.

Mientras que la premisa del programa vecindarios seguros es aprovechar la información local y nuestros asociados para el combate al delito local, también podemos compartir mejores prácticas en cómo se manejan problemas comunes en todo el país - problemas, tales como la predominancia de la violencia de pandillas.

El Presidente y la Primer Dama han hablado sobre el problema de las pandillas, y combatir dicho problema es una de mis prioridades.

Es evidente que las pandillas se han convertido en una amenaza cada vez mayor para nuestros vecindarios - casi el setenta por ciento de ustedes han informado la existencia de un problema significativo de delitos con armas de fuego asociados a pandillas en sus distritos. Por lo tanto, hoy anuncio varios pasos que tomaremos para fortalecer la labor en todo el Departamento en el combate a la violencia por pandillas y la disminución de la delincuencia.

En primer lugar, estoy estableciendo el Comité de Coordinación Antipandilla del Secretario de Justicia de los Estados Unidos. Este Comité se reportará directamente al Secretario de Justicia Adjunto de los Estados Unidos, quien encabezará las actividades antipandilla del Departamento. El Comité asesorará al Departamento con relación a la asignación de recursos, políticas y recomendaciones presupuestarias que nos ayudarán a reducir la cantidad de delitos violentos cometidos por pandillas. Pediré a dos de ustedes que participen en este Comité. Estoy ansioso por trabajar con ustedes y convertir esta nueva labor en un éxito.

En segundo lugar, pediré a cada uno de ustedes - el próximo mes - que designen un Fiscal Federal Adjunto para que actúe como coordinador antipandilla en sus distritos. Se espera de dicha persona que prepare una estrategia exhaustiva para todo el distrito - con la asesoría de asociados de grupos del orden público federal y local, servicios sociales y grupos comunitarios y religiosos - para coordinar las actividades generales antipandilla. Esta estrategia debe presentarse al nuevo Comité de Coordinación Antipandilla en el plazo de noventa días.

Por último, instruiré al Comité que desarrolle un régimen de capacitación único, integrado y de nivel avanzado. Este protocolo exhaustivo cubrirá un amplio espectro de asuntos, desde la prevención de pandillas a la investigación, hasta la reincorporación - y se servirá de información y mejores prácticas de una variedad de especialistas de todo el Departamento. Cuando estos métodos de capacitación hayan sido implementados, todos aquellos empeñados en la lucha contra la violencia de pandillas estarán utilizando el mismo manual.

Para que este plan tenga éxito - para que logremos reducciones mensurables en las actividades de pandillas y la delincuencia violenta - debemos trabajar en conjunto en el ámbito nacional y local. Coordinaremos procesos a través del Comité nuevo para asegurar que ustedes tengan las herramientas que necesitan; luego, ustedes colocarán dichas herramientas en acción en los vecindarios de sus jurisdicciones.

Para ayudarlos a lograrlo, estamos colocando a disposición, en esta Conferencia, la Evaluación Nacional de la Amenaza que representan las Pandillas. Este informe les brindará una perspectiva general del problema de las pandillas en nuestro país, directamente de aquellos que conocen el asunto bien - los investigadores de pandillas estatales y locales.

El mismo fue preparado por la Alianza Nacional de Asociaciones de Investigadores de Pandillas con los conocimientos combinados del FBI, ATF, Oficina de Asistencia Judicial y el Centro Nacional de Información sobre Drogas. Con el aporte de todos los interesados, especialmente aquellos cercanos al problema en el ámbito estatal y local, este documento puede ayudarnos a desarrollar una estrategia nacional eficaz - y regional adecuada - para combatir los delitos y la violencia cometidos por pandillas.

Una de las recomendaciones de este informe es continuar con los programas ya implementados, tales como el Proyecto Vecindarios Seguros. Es una de las herramientas más importantes que tenemos para luchar contra la delincuencia violenta - y es por ello que ustedes podrán decidir que su coordinador del programa también actué como su coordinador antipandilla.

Con las fuertes bases que han creado a través del Proyecto Vecindarios Seguros y la orientación proporcionada por la Evaluación de la Amenaza que representan las Pandillas, podemos, ahora, crear un plan preventivo para desmantelar las pandillas e incapacitar a sus líderes. Esto incluye el aprovechamiento de las poderosas leyes federales a nuestra disposición - leyes sobre armas, sobre drogas y las leyes RICO y VICAR - para erradicar esta amenaza violenta a nuestros vecindarios.

Por ejemplo, como muchos de ustedes saben, Pat Fitzgerald recientemente atestiguó ante el Congreso con respecto a cómo ha utilizado el programa Proyecto Vecindarios Seguros en Chicago para investigar y enjuiciar a las pandillas callejeras los Discípulos Negros y Mafia Insane Vice Lords.

También deseamos optimizar nuestra labor de prevención. Los incentivo a que trabajen con organizaciones comunitarias y religiosas en ofrecer alternativas a jóvenes en situación de riesgo y para proporcionar apoyo a programas de reincorporación para las personas que salen la prisión - como muchos de ustedes ya lo han hecho, con gran éxito, en toda la extensión del país. Para eliminar el azote de las pandillas - y la violencia de las pandillas - de la experiencia de la juventud de nuestra Nación, debemos contar con un enfoque integrado y exhaustivo que incluya el enjuiciamiento y la prevención.

La investigación preventiva de pandillas y los beneficios de largo plazo de programas de prevención son difíciles de medir. Estoy consciente del hecho de que es posible que no se noten resultados de inmediato. Sin embargo, eso no significa que no valgan la pena.

La violencia de pandillas no es la única cosa que perjudica a nuestros vecindarios. Desde las esquinas de las calles a los portales de Internet, la obscenidad y la pornografía infantil destruyen nuestros valores morales y corrompen fácilmente nuestras comunidades. He dejado claro que es mi intención combatir agresivamente a los proveedores de estos materiales obscenos.

Defiendo ardientemente la protección de la libertad de expresión. El derecho de ciudadanos comunes - y de la prensa - de decir lo que piensan y expresar sus opiniones es uno de los principales puntos fuertes de nuestra República. Sin embargo, la Corte Suprema ha resuelto que la Primera Enmienda no protege materiales obscenos. Y, en el mundo de hoy, dichos materiales suelen ser inevitables. La coacción es absolutamente necesaria para proteger a los ciudadanos contra la exposición involuntaria a materiales obscenos.

Ustedes han realizado un trabajo excelente en lo que se refiere al enjuiciamiento de responsables por pornografía infantil y predadores sexuales - y hemos logrado un aumento significativo de los enjuiciamientos por obscenidad desde que asumió este gobierno. Sin embargo, podemos hacer aún más.

Como ustedes saben, las normas comunitarias individuales son un componente en la determinación de qué casos son pasibles de enjuiciamiento; por lo tanto, ustedes están en la mejor posición para evaluar la situación en sus distritos y actuar de acuerdo a dicha evaluación. No obstante, me gustaría recordarles que este Departamento tiene la obligación de proteger contra la obscenidad no solo a nuestros niños, sino a todos los ciudadanos.

Existen ejemplos que ustedes pueden seguir. En el Distrito Oeste de Texas, Johnny Sutton ayudó a lograr una declaración de culpabilidad de John Kenneth Coil - un antiguo comerciante de pornografía - en acusaciones que incluían la obscenidad. Coil tenía veintisiete empresas pornográficas en todo el sudoeste y defraudó al IRS en millones de dólares en impuestos. Fue sentenciado a sesenta y tres meses de prisión y la confiscación de propiedad estimada en más de ocho millones de dólares.

Recientemente, gracias al trabajo de Richard Roper en el Distrito Norte de Texas y la Sección de Explotación y Obscenidad Infantil de la División de lo Penal, un gran jurado emitió una acusación formal en el caso Wedelstedt que incluye acusaciones de obscenidad asociadas al supuesto funcionamiento de docenas de salas de video que exhibían materiales obscenos en todo el país.

Ambos casos incluyeron operaciones de gran escala y contravenciones de fraude, conspiración y tributarias - todos delitos corrientes para los delincuentes de la obscenidad. Deben estar preparados para enjuiciar estos delitos complejos y asegurar que los delincuentes sean plenamente responsabilizados por sus delitos.

He instruido a funcionarios del Departamento que analicen atentamente éstas y otras leyes federales para determinar cómo podemos tener mano aún más dura en el enjuiciamiento de la obscenidad. Y me gustaría que ustedes definieran métodos que pueden utilizar - o qué herramientas aún necesitan - para investigar y enjuiciar con mayor eficacia dichos delitos en sus distritos...y me presenten un informe a través de la Oficina Ejecutiva de Fiscales Federales dentro de los noventa días.

La protección de la justicia no puede depender únicamente de ustedes, o de mí - o de cualquiera de los 110.000 empleados del Departamento. Será una labor de equipo. Y mientras ustedes cumplen con sus papeles esenciales y enfrentamos los muchos desafíos que se nos presentan, el logro de nuestros objetivos no será la responsabilidad exclusiva de ustedes. Contaremos con la ayuda de nuestros asociados del gobierno en el ámbito federal, estatal y local.

Por ejemplo, hemos formado una asociación con otras agencias federales y oficinas de Fiscales Federales para la creación de más de veinte grupos de trabajo antitráfico en todo el país para combatir el delito hediondo del tráfico humano. Esta forma de esclavitud moderna no existe apenas en tierras distantes; sucede aquí, en nuestra tierra. Se contrabandean extranjeros al país, se los mantiene en cautiverio, se los trata como mercancías, y se los priva de su dignidad como seres humanos. Ustedes ya han logrado grandes aumentos en enjuiciamientos e investigaciones para esta práctica funesta - y espero que la tendencia continúe. Es por eso que estamos proporcionando copias de nuestra estricta legislación estatal modelo a los gobernadores y líderes legislativos de más de cuarenta estados que aún no tienen leyes propias contra el tráfico.

A medida que luchamos contra la delincuencia, también debemos defender los derechos de las víctimas de la delincuencia y ayudarlos en su recuperación. Es por ello que este Gobierno ha sido el primero en suplicar al Congreso que aprobase la Enmienda de Derechos de Víctimas, la que garantizaría el derecho constitucional de las víctimas a la información sobre los respectivos procesos y a participar, según corresponda, en dichos procesos. Se trata de una prioridad para el Presidente y una prioridad para mí.

También existen medidas actualmente pendientes en el Congreso que reformarían el sistema de litigio de inmigración. Los jueces de inmigración del Departamento y la Junta de Apelaciones de Inmigración tienen la responsabilidad de tomar decisiones importantes a diario sobre a cuáles extranjeros se les otorgará asilo y cuáles serán devueltos a sus propios países.

Sin embargo, bajo el sistema actual, los extranjeros delincuentes suelen recibir más oportunidades de revisión judicial que aquellos que no han cometido delitos. Todos deben tener derecho a audiencias justas y completas. Dichas reformas asegurarían que el sistema no recompense a delincuentes o sobrecargue nuestro sistema judicial con apelaciones innecesarias - y he exhortado al Congreso a que las envíe al Presidente para su firma.

Por último, el Congreso debe actuar y confirmar a los jueces calificados designados por el Presidente para administrar la justicia en nuestros tribunales. Sé que este punto no necesita mayores explicaciones para este público - seguramente, ya han tenido la oportunidad de ver salas de tribunal abarrotadas de gente y listas de casos que sobrecargan nuestros tribunales federales. Ustedes comprenden mejor que nadie, que la plena protección de la ley - la libertad y la oportunidad que todos hemos jurado proporcionar a cada ciudadano estadounidense - requiere justicia en la sala de tribunal.

La justicia en la sala de tribunal requiere jueces que respeten la Constitución. El Presidente Bush ha nombrado para los estrados federales a hombres y mujeres del más alto nivel de integridad, que interpretarán la ley de manera estricta y precisa. Ellos merecen un voto, positivo o negativo, en el Senado, y espero que cada uno de ellos lo logre pronto.

Damas y caballeros, no hay tiempo que perder. Tenemos mucho trabajo por la frente y necesitaremos cada uno de nuestros recursos para realizarlo.

El famoso matemático Arquímedes dijo: “Dame una palanca lo suficientemente larga y un fulcro en el que colocarla, y moveré el mundo”.

Ustedes son la palanca larga de este Departamento. Su fuerza colectiva multiplica la eficacia de nuestra labor y garantiza el éxito de nuestra misión. Considero que es mi responsabilidad proporcionar el fulcro sobre el que ustedes puedan trabajar: una visión para nuestro país que sea segura para la libertad, segura contra la delincuencia y que, sin lugar a dudas, cumpla con la promesa de justicia para todos.

Juntos, podemos lograr las cosas fantásticas que el Presidente nos pidió.

Juntos, podemos alcanzar nuestros objetivos a través de la fuerza del liderazgo.

Juntos, podemos servir al pueblo de los Estados Unidos con trabajo arduo.

Juntos, podemos mover el mundo.

Muchas gracias.