La Oficina de Administración de Tierras (Bureau of Land Management o BLM) fue creada en 1946 tras la consolidación de la Oficina General de Tierras (General Land Office), creada en 1812, y el Servicio de Pastoreo de Estados Unidos (U.S. Grazing Service), constituido en 1934. Las funciones de la BLM también se mencionan en la Ley Federal de Política y Administración de Tierras (Federal Land Policy and Management Act o FLPMA) de 1976.

La BLM tiene a su cargo poner en práctica una variedad de programas de manejo y conservación de recursos en 258 millones de acres de superficie, además de 700 millones de acres de yacimientos minerales subterráneos. Estos terrenos públicos constituyen aproximadamente 13 por ciento del total de tierras de superficie en Estados Unidos y más de 40 por ciento de todas las tierras administradas por el gobierno federal.

La mayoría de las tierras públicas están ubicadas en la región oeste de Estados Unidos, lo que incluye Alaska, y se caracterizan predominantemente por extensos pastizales, bosques, montañas de gran altura, tundra ártica y desiertos. La BLM administra recursos y usos múltiples, entre ellos energía y minerales; madera; forraje; recreación; manadas de caballos y burros salvajes; hábitats de peces y vida silvestre; páramos, y lugares arqueológicos, paleontológicos e históricos.

Además de las responsabilidades de manejo de minerales indicadas arriba, la BLM administra la concesión de derechos mineros y supervisa las operaciones mineras en yacimientos minerales federales vinculados a otras tierras administradas por estados, entidades privadas o el gobierno federal, y maneja la mayoría de las operaciones mineras en tierras de indígenas.

Las tierras públicas brindan beneficios económicos significativos al país y los estados y condados donde están ubicadas dichas tierras. Los ingresos generados por las tierras públicas hacen de la BLM una de las agencias del gobierno federal que genera más ingresos. En el 2007, por ejemplo, las actividades de concesión de derechos mineros en tierras de la BLM generarán ingresos de aproximadamente $4,500 millones en regalías, bonos y arrendamientos que son recaudados por el Servicio de Manejo de Minerales (Minerals Management Service). Aproximadamente la mitad de esos ingresos serán devueltos a los estados donde se otorgó la concesión de derechos mineros.

La oficina administra aproximadamente 57 millones de acres de bosques comerciales y otras zonas forestales por medio de la oficina de Administración de Tierras y Recursos (Management of Lands and Resources) y la oficina de apropiaciones de las Concesiones de Tierras en Oregon y California (Oregon and California Grant Lands). Se calcula que los ingresos de las actividades madereras (incluida la recuperación) serán de $55.4 millones en el año fiscal 2007, en comparación con los ingresos de aproximadamente $33 millones en el año fiscal 2006 y los ingresos reales de $13.5 millones en el año fiscal 2005.

Conforme a su mandato de manejo de usos múltiples, la oficina administra más de 18,000 permisos de pastoreo y arrendamientos, y casi 13 millones de meses autorizados por unidad animal de ganado en 160 millones de acres de tierras públicas de pastoreo. La BLM administra tierras e instalaciones para 57,000 caballos y burros salvajes. Entre los 258 millones de tierras públicas administradas por la BLM se encuentran más de 117,000 millas de hábitat para la crianza de peces.

La oficina tiene un programa activo de manejo de suelos y cuencas en 86 millones de acres en Alaska y 175 millones de acres en los demás estados continentales. Las prácticas como la repoblación vegetal, cercado de protección y desarrollo de recursos hídricos tienen como propósito conservar y mejorar tierras públicas, lo que incluye los recursos de suelos y cuencas. La BLM también está encargada de la protección contra los incendios en tierras públicas y todas las del Departamento del Interior en Alaska, además del control de incendios forestales en las tierras públicas de Alaska y los estados del oeste.

La labor de mantener en equilibrio esta combinación de recursos y usos se hace cada vez más compleja, a medida que el aumento de la población en el oeste crea más presión y acentúa los desafíos existentes para su administración. El oeste, donde actualmente viven más de 68.3 millones de personas, continúa siendo la región de más rápido crecimiento del país. Este crecimiento y el proceso urbanizador que lo acompaña imponen nuevas exigencias sobre las tierras administradas por la BLM.

Trabajando con sus socios a nivel local, estatal y nacional, la BLM garantizará la salud y productividad de las tierras públicas para las generaciones actuales y futuras.

Para información adicional sobre la Oficina de Administración de Tierras visite www.blm.gov