CPWR – Center for Construction Research and Training NIOSH dice que esta muerte ocurrida en agosto de 1997 es la primera que se registra por este tipo de exposición al gas. El monóxido de carbono no tiene olor ni se puede ver. Se sabe que este gas ha envenenado a trabajadores que estaban utilizando herramientas operadas con gasolina y en un lugar sin aire fresco (ver Impact, mayo 1995). (La nitroglicerina fue el explosivo principal, pero no el único). En la mañana del 4 de agosto, una cuadrilla de construcción al suroeste de Atlanta armó una alcantarilla de concreto precolado. A las 3:45 de la tarde, los trabajadores de otro contratista provocaron una explosión para quebrar el suelo rocoso a 6 pies bajo tierra donde iban a tender una tubería. A las 4:30 un trabajador de la construcción se dirigió abajo para trabajar en las juntas de la alcantarilla. El trabajador cayó desmayado y dos compañeros se lanzaron a rescatarlo. Dos días más tarde, la ciudad de Atlanta llamó a NIOSH para que investigara. NIOSH midió el monóxido de carbono a 2,000 partes por millón (PPM) dentro de la alcantarilla, que emanaba del suelo. NIOSH dice que 1,200 PPM constituye un “peligro inmediato para la vida y la salud”. La MSDS (hoja de datos de seguridad del material) de los materiales utilizados para la explosión no decía nada de la posible emanación de monóxido de carbono, afirma John Decker de NIOSH. La muerte hace ver que en casos como éste, se deben practicar los procedimientos para lugares encerrados. Es necesario que durante la explosión, se tomen las medidas adecuadas para proteger a las personas que se encuentren bajo tierra, como por ejemplo, en un sótano. Y los socorristas deben tener mucho cuidado. |