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Uno de los mejores lugares en donde se puede cuidar de las personas con sida es en su propio hogar, rodeadas de sus seres queridos. Muchas personas con sida pueden llevar una vida activa durante períodos prolongados. La mayor parte del tiempo las personas con sida no necesitan estar en un hospital. Estar en casa es con frecuencia más barato, más cómodo, más familiar y les da mayor control sobre su vida. De hecho, las personas con enfermedades vinculadas al sida con frecuencia mejoran con más rapidez y menor incomodidad en su hogar con la ayuda de sus amigos y seres queridos.

Si usted está a cargo de una persona con sida en su casa, recuerde que cada persona con sida es distinta y que es afectada de distintas maneras por el VIH, el virus que causa el sida. Usted debe recibir asesoría con frecuencia del médico o enfermera de la persona acerca del tipo de atención que se debe prestar al enfermo. Muchas veces lo que hace falta no es atención médica, sino ayuda con las tareas normales de todos los días: ir de compras, buscar el correo, pagar las cuentas y limpiar la casa, entre otras.

Recuerde también que el sida produce estrés tanto en la persona enferma como en usted al cuidar de ella. Cuidar de alguien con sida es una gran responsabilidad. Usted tendrá que trabajar con la persona enferma de sida para decidir que se debe hacer, qué tanto puede usted hacer y cuándo hará falta ayuda adicional. Pero al asumir el reto de cuidar de alguien con infección de VIH y sida, usted puede compartir experiencias emocionalmente satisfactorias, incluso alegría, junto con aquellos que usted ama. Usted también puede hallar una nueva fortaleza dentro de usted. Pero usted necesita cuidar de sí mismo así como de la persona con sida.