La otra asistencia por desastre: Ayuda para infraestructura

Fecha de Publicación: 3 de junio de 2003
Número de Publicación: FNF-03-04

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Escuela dañada por una inundación
El programa de Asistencia Pública proporcionó fondos para contribuir a reparar la Escuela Primaria Redwood en Vicksburg, MS. Fotografía de Noticias FEMA

Por lo general, cuando ocurre un desastre, la primera reacción de quienes resultan directamente afectados es solucionar los problemas personales y de seguridad familiar, seguida de la preocupación por las pérdidas materiales.

La atención local, estatal, y en ocasiones regional, nacional e internacional, se centra en las desgracias ocasionadas por un desastre. Por fortuna, cuando dichos incidentes ocurren hay mecanismos de recuperación ya implementados, que están listos para responder de inmediato a las necesidades urgentes de la comunidad. Las agencias locales, estatales y federales cuentan con planes y programas diseñados para brindar asistencia a los particulares, familias, negocios y gobiernos locales en su recuperación. Dicha asistencia puede llegar en la forma de servicios o ayuda financiera.

Sin embargo, hay otro elemento de la recuperación de un desastre que a menudo no recibe mucha publicidad. Se trata de una forma de asistencia que afecta a una comunidad entera, pero por lo general no de la manera inmediata y directa en que lo hacen los programas de asistencia individual. Dicha forma de asistencia es el programa federal de Asistencia Pública (PA) administrado por la Junta Directiva de Preparación y Respuesta del Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).

El programa de Asistencia Pública aminora el efecto negativo de un desastre no sólo en aquellos que resultaron damnificados, sino también en toda la comunidad. El programa de PA es el que se ocupa de la recuperación de la infraestructura pública dañada. La infraestructura pública puede incluir caminos, puentes, edificios públicos y organizaciones sin fines de lucro seleccionadas. Se trata de instalaciones y servicios que toda la comunidad usa.

Por ejemplo, un tornado puede generar cantidades enormes de escombros en las calles públicas o dejar edificios en ruinas que representan un grave peligro, mientras que las inundaciones pueden producir cientos de caminos y puentes dañados o arrasados. Los gobiernos locales y estatales tienen la responsabilidad de responder a y recuperarse de tales sucesos devastadores, pero muchas veces necesitan asistencia complementaria para lograr una plena recuperación.

El programa de Asistencia Pública ayuda a los gobiernos locales y estatales a cubrir los costos en que incurren para realizar actividades como la remoción de escombros, la implementación de medidas de protección de emergencia y la restauración permanente de la infraestructura pública. FEMA contribuye a reducir la carga para los gobiernos locales al brindar asistencia para esas actividades necesarias para proteger la vida, la salud pública y la seguridad. Después de una declaración federal de desastre, la parte federal de los costos de recuperación es de por lo menos 75 por ciento. Los gobiernos locales y estatales por lo general comparten el saldo restante.

Además, los departamentos frecuentemente sufren daños en el equipo que se usa en las actividades de respuesta a emergencias. Por ejemplo, en Mississippi, el equipo de búsqueda y rescate del Departamento de Bomberos de Jackson que se usó durante las inundaciones de abril de 2003 resultó dañado por contaminantes en las aguas de las crecidas, lo que hacía riesgoso volver a usarlo. Con el uso de fondos de la Asistencia Pública, fue posible comprar nuevo equipo.

Las reparaciones permanentes a las instalaciones dañadas, como caminos, puentes, edificios y servicios públicos, a menudo representan un serio reto para los gobiernos locales. El financiamiento y asistencia técnica de FEMA ayudan a restablecer dichas instalaciones a su diseño previo al desastre. Cuando la Escuela Primaria Redwood en Vicksburg, Miss., experimentó graves daños durante el mismo desastre en abril de 2003, su cobertura de seguro le ayudó a reconstruir. Sin embargo, el distrito escolar se quedó con pérdidas sin cubrir, como los deducibles, para las cuales FEMA puede brindar asistencia.

En ocasiones, FEMA puede colaborar en reparaciones rentables que contribuyan a limitar los daños en desastres futuros. Un ejemplo sería una atarjea reventada por el agua en rápido movimiento de las crecidas, que quizá no tenía la capacidad suficiente para el área de drenaje que cubría. En lugar de restablecer la atarjea a su diseño previo al desastre, podría sustituirse con una atarjea de mayor tamaño capaz de manejar el aumento en el flujo de agua presente en la inundación, con lo que se reducirían las probabilidades de incurrir en daños en un desastre futuro.

El proceso de solicitud de la Asistencia Pública se ha simplificado para los solicitantes locales. El primer paso consiste en llenar un formulario de Solicitud de Asistencia Pública (RPA) de FEMA. Con este formulario se inicia el proceso de otorgamiento de subvenciones y se abre un Expediente de Administración del Caso, que contiene información general sobre reclamaciones, además de los registros de reuniones, conversaciones, mensajes telefónicos y problemas o preocupaciones especiales que puedan afectar el financiamiento. La RPA se entrega por lo general en una reunión informativa con el solicitante, en la cual los funcionarios estatales y de FEMA explican el proceso de asistencia por desastre a los funcionarios locales.

El solicitante no está solo en el proceso. Después de la reunión informativa con el solicitante, se asigna a los Coordinadores de Asistencia Pública (PAC) tanto de FEMA como del estado que trabajarán con los solicitantes. El PAC de FEMA trabaja con el solicitante desde la declaración del desastre hasta la aprobación de los fondos. El PAC estatal es responsable de proporcionar al solicitante información específica acerca de las reglamentaciones estatales, requerimientos de documentación e informes y brinda asistencia al solicitante a lo largo del proyecto hasta su conclusión. Los Coordinadores de Asistencia Pública celebran entonces una reunión de puesta en marcha con el solicitante para revisar los daños, evaluar las necesidades y poner en práctica un plan de acción para entregar la asistencia.

El siguiente paso en la recuperación de un desastre es la formulación del proyecto, el proceso de documentar las instalaciones elegibles, las obras elegibles y el costo elegible de reparar o sustituir los daños identificados. Los proyectos de reparación se dividen en grandes y pequeños. Un proyecto pequeño es cualquier obra elegible con un costo estimado de menos de $53,000 con financiamiento basado en la participación federal habitual del 75 por ciento. Los proyecto grandes, por otro lado, son aquellos en los que el costo de los daños asciende a $53,000 o más. Estos proyectos se formularán como un esfuerzo en equipo con los representantes de FEMA, estatales y locales, como socios. El financiamiento de proyectos grandes se basa en el costo real de realizar todo la obra elegible.

En este punto, la jurisdicción local seguirá adelante con sus proyectos y FEMA otorgará reembolsos con base en la parte de los costos que le corresponda. Después de la terminación de los proyectos, hay una revisión para ver si el costo del proyecto difiere del estimado.

Fecha de la última actualización: Miércoles, 04-Jun-2003 14:33:32