Los pronosticadores de NOAA afirman que de seis a nueve huracanes podrían amenazar en 2003

NOAA y FEMA hacen énfasis en la preparación de los residentes de zonas proclives a huracanes

Fecha de Publicación: 19 de mayo de 2003
Número de Publicación: HQ-03-Hurricane

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Los principales expertos en huracanes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) del Departamento de Comercio afirmaron hoy que es muy probable que la temporada 2003 de huracanes en el Atlántico tenga niveles de actividad superiores a los normales. La perspectiva indica la posibilidad de que se produzcan de 11 a 15 tormentas tropicales, con seis a nueve huracanes, y dos a cuatro clasificados como huracanes mayores (de categoría 3 o superior en la Escala de Saffir-Simpson para registrar la intensidad de los huracanes). Funcionarios de NOAA y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) recomendaron a los pobladores de los estados de la costa del Atlántico y el Golfo que estén preparados durante toda la temporada, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre. En la zona centro del Pacífico, los expertos en huracanes de NOAA pronostican de dos a tres tormentas tropicales; esto es ligeramente menor que el promedio de largo plazo de 4.5 tormentas tropicales por temporada.

Reconociendo los efectos dañinos y potencialmente mortales de las tormentas tropicales y huracanes que se forman en el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México cada año, el Presidente George W. Bush firmó una proclamación para anunciar la Semana Nacional de Conciencia sobre Huracanes, del 18 al 24 de mayo. En una conferencia de prensa dirigida a crear entre el público una mayor conciencia de la próxima temporada de huracanes, los funcionarios de NOAA y FEMA describieron el nivel previsto de actividad de huracanes para esta temporada, los esfuerzos de coordinación interinstitucionales para ayudar a mitigar las consecuencias de un huracán que toque tierra y la importancia de adoptar medidas para preparar con anticipación a las familias y comunidades.

James R. Mahoney, secretario adjunto de comercio para océanos y atmósfera y subadministrador de NOAA, dijo: "Este año el pronóstico de huracanes en el Atlántico indica que hay un 55 por ciento de probabilidades de tener una temporada por encima de lo normal, un 35 por ciento de probabilidades de una temporada casi normal y sólo un 10 por ciento de probabilidades de una temporada por debajo de lo normal como la del año pasado".

"Sólo en los dos últimos años, nueve tormentas tropicales y un huracán azotaron los Estados Unidos, ocasionando 54 muertes y 6,300 millones de dólares en daños económicos directos. El efecto puede ser incluso mayor cuando la gente no está preparada", añadió Mahoney.

En su proclamación, el Presidente Bush alienta a las familias que viven a lo largo de nuestras costas a adoptar medidas precautorias hoy que pueden salvar vidas y reducir los daños materiales mediante la planeación y preparación.
"La preparación para la temporada de huracanes es la clave para reducir las pérdidas humanas y materiales", afirmó el Subsecretario Mike Brown del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y director de FEMA. "Saber qué hacer cuando llega un huracán implica planeación y preparación, e incluye medidas que van desde conocer la ruta de evacuación hasta obtener un seguro contra inundaciones".

El DHS y FEMA recomiendan a las familias a adoptar tres medidas básicas para estar mejor preparadas en caso de un desastre, incluyendo reunir un equipo de suministros para desastres, crear un plan de emergencia familiar y comprender los riesgos. La publicación de FEMA ¿Está Listo? Guía de Preparación de los Ciudadanos, disponible en Internet, ofrece sugerencias e información que pueden ayudar a las familias a realizar estas tres tareas.

En promedio, la temporada de huracanes en el Atlántico produce 10 tormentas tropicales, de la cuales seis alcanzan la fuerza de un huracán y dos de éstos se clasifican como mayores. Se ha observado una actividad por encima de lo normal durante seis de las últimas ocho temporadas de huracanes en el Atlántico, hecho que refleja una cantidad mayor de tormentas tropicales y huracanes observados desde 1995. En 2002, hubo doce tormentas a las que se les dio nombre, cuatro de las cuales se transformaron en huracanes (Gustav, Isidore, Kyle y Lili).

Los principales factores que contribuyen a la temporada de huracanes en el Atlántico, que se espera por encima de lo normal, son los patrones existentes que han imperado durante varias décadas (menor fuerza cortante vertical del viento, una corriente de chorro africana oriental favorable, vientos alisios más débiles y temperaturas más cálidas de lo normal en el Océano Atlántico) combinados con un 70 por ciento de probabilidades de que se presenten condiciones de La Niña durante el verano que disminuirán aún más la fuerza cortante vertical del viento en el centro de la región de generación de huracanes. La Niña se caracteriza por temperaturas excepcionalmente frías del océano en el Pacífico ecuatorial, en comparación con las temperaturas oceánicas excepcionalmente cálidas provocadas por El Niño.

"Esta combinación de factores crea una alta probabilidad de que haya una temporada de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal", dijo el Dr. Gerry Bell del Centro de Pronósticos del Clima de NOAA. "Si las condiciones de La Niña se desarrollan tal como se espera, la actividad bien podría ubicarse en la parte superior de nuestro rango pronosticado. Ésta es la primera vez desde 1999 que las condiciones tienen el potencial de producir una temporada muy activa". Bell también observó que: "En promedio, de dos a tres huracanes azotan los Estados Unidos en temporadas como ésta, pero no podemos asegurar en este momento si una localidad en particular se verá afectada por un huracán".

"La posibilidad de una temporada de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal es otra razón para prepararse ahora en lugar de esperar los imponderables que surgen en la urgencia de último momento", dijo Max Mayfield, director del Centro Nacional de Huracanes de NOAA en Miami. "La planeación y preparación son fundamentales para proteger la vida y los bienes materiales de los habitantes que viven en zonas vulnerables a los huracanes".

La Perspectiva de Huracanes en el Atlántico es un esfuerzo consolidado en equipo, integrado por el Centro de Pronósticos del Clima de NOAA, la División de Investigación de Huracanes y el Centro Nacional de Huracanes. Los meteorólogos de NOAA usan un conjunto de herramientas de alta tecnología para pronosticar tormentas tropicales y huracanes. Los pronosticadores se basan en información recopilada por NOAA y el personal de Reserva de la Fuerza Aérea de los EE.UU., que vuelan directamente hacia las tormentas en aviones equipados para detectar huracanes, los satélites de NOAA, NASA y el Departamento de Defensa, y los radares NEXRAD WSR-88D, así como por socios de los servicios meteorológicos internacionales.

El Servicio Meteorológico Nacional de NOAA es la principal fuente de datos, pronósticos y advertencias sobre el tiempo en los Estados Unidos y sus territorios. El Servicio Meteorológico Nacional opera el sistema de pronóstico y advertencia sobre el tiempo y las inundaciones más avanzado en el mundo, contribuyendo así a proteger la vida y los bienes materiales y a fortalecer la economía nacional.

NOAA está dedicada a mejorar la seguridad económica y nacional mediante el pronóstico e investigación de eventos meteorológicos y relacionados con el clima y a brindar protección ambiental de los recursos marítimos y costeros de nuestra nación.

En Internet:
NOAA, http://www.noaa.gov
Servicio Meteorológico Nacional de NOAA, http://www.nws.noaa.gov
¿Está listo? Guía para la Preparación de Ciudadanos, publicación de FEMA, http://www.fema.gov

Fecha de la última actualización: Martes, 03-Jun-2003 11:31:16