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Atención de la enfermedad Complicaciones Obtenga más información del NCI Modificaciones a este sumario (08/01/2008) Preguntas u opiniones sobre este sumario Descripción del PDQ
Introducción
Este sumario para pacientes es una adaptación del sumario sobre el linfedema
escrito para profesionales de la salud por expertos en cáncer. Esta y otra
información fidedigna sobre el cáncer y su tratamiento, exámenes de detección,
prevención, apoyo terapéutico y ensayos clínicos en curso están disponibles a
través del Instituto Nacional del Cáncer. El linfedema consiste en la
acumulación de linfa (el fluido que ayuda a combatir las infecciones y
enfermedades) en el tejido adiposo que se encuentra justo debajo de la piel. La
acumulación de linfa ocasiona hinchazón en algunas partes específicas del cuerpo,
generalmente los brazos o las piernas, con una cantidad anormalmente alta de proteínas
del tejido, inflamación crónica, y un aumento en el grosor y cicatrización en el
tejido que se encuentra directamente debajo de la piel. El linfedema es una de las
complicaciones más comunes del cáncer así y su tratamiento de este y puede
convertirse en un problema a largo plazo, tanto en términos psicológicos, como físicos y
sociales.
Descripción
El sistema linfático está constituido por una red de vasos linfáticos
especializados y diversos tejidos y órganos de todo el cuerpo que contienen
linfocitos (glóbulos blancos) y otras células que ayudan al cuerpo a combatir las
infecciones y las enfermedades. Los vasos linfáticos son similares a las venas
pero tienen una pared más delgada. Algunos de estos vasos están muy cerca
de la superficie de la piel y se pueden encontrar cerca de las venas; otros están justo
debajo de la piel y en los tejidos grasos profundos cerca de los músculos y
pueden encontrarse cerca de las arterias. Los músculos y las válvulas dentro de
las paredes de los vasos linfáticos cercanos a la superficie de la piel ayudan a
recoger fluidos y proteínas de los tejidos de todo el cuerpo y
transportan la linfa en una sola dirección, hacia el corazón. La linfa es
transportada lentamente a través de vasos linfáticos cada vez más grandes y pasa
a través de unas estructuras pequeñas en forma de frijol llamadas ganglios
linfáticos. Los ganglios linfáticos filtran las substancias dañinas para el cuerpo y
contienen linfocitos y otras células que activan el sistema inmunitario para
combatir las enfermedades. Con el tiempo, la linfa fluye hacia uno de dos
conductos grandes en la región del cuello. El conducto linfático derecho recoge
linfa del brazo derecho y el lado derecho de la cabeza y el pecho, y la desagota en la vena grande debajo de la clavícula derecha. El conducto linfático izquierdo o conducto
torácico recoge la linfa de ambas piernas, el brazo izquierdo y la parte
izquierda de la cabeza y el pecho, y desagota la linfa en la vena grande debajo de la
clavícula izquierda.
El sistema linfático recoge exceso de fluidos y proteínas de los tejidos
corporales y los devuelve al torrente sanguíneo. Las proteínas y las sustancias
que son demasiado grandes se transportan a través de las paredes de las venas y
se recogen mediante los vasos linfáticos porque tienen paredes más delgadas. Se puede presentar un edema cuando hay un aumento en la cantidad de fluidos,
proteínas y otras sustancias en los tejidos corporales debido a problemas en los
vasos capilares sanguíneos y las venas, o un bloqueo en el sistema linfático.
El linfedema puede ser primario o secundario. El linfedema primario es un
trastorno hereditario poco común en el cual faltan tanto los ganglios como los vasos
linfáticos o son anormales. El linfedema secundario suele ser producto de un
bloqueo o corte en el sistema linfático, usualmente los ganglios linfáticos
en el área de la ingle y la axila. Los bloqueos pueden deberse a infección, cáncer o tejidos cicatrizados como consecuencia de la radioterapia o
la extracción quirúrgica de los ganglios linfáticos. Por lo general, el linfedema que es secundario al cáncer no es potencialmente mortal. Este sumario trata sobre el
linfedema secundario.
Presentación aguda versus presentación gradual del linfedema
Existen cuatro tipos de linfedema agudo. El primer tipo de linfedema agudo es
leve y dura poco tiempo; se presenta pocos días después de la
cirugía para extraer los ganglios linfáticos o después de una lesión de los vasos linfáticos o
venas justo debajo de la clavícula. El miembro afectado puede estar tibio y
ligeramente enrojecido, pero generalmente no es doloroso y suele mejorar en el lapso de una
semana si se mantiene levantada la pierna o el brazo afectado, y
se ejercitan los músculos del miembro afectado (por ejemplo,
abriendo y cerrando el puño). El segundo tipo de linfedema agudo se presenta entre 6
y 8 semanas después de una cirugía o durante el curso de la radioterapia. Este
tipo de linfedema es una consecuencia de la inflamación de los vasos
linfáticos o las venas. El miembro afectado es sensible, tibio o caliente, y
enrojecido y se trata manteniendo el miembro elevado y tomando medicamentos antiinflamatorios. El tercer tipo de linfedema agudo se presenta
con frecuencia después de una picadura de insecto, una herida o golpe leve, o una
quemadura que ocasione infección en la piel y en los vasos linfáticos cercanos a
la superficie de la piel. Puede presentarse en un brazo o una pierna que tiene inflamación crónica. El área afectada está rojiza, muy sensible y caliente; el tratamiento consiste en mantener la pierna o el brazo elevado y tomar
antibióticos. No se debe utilizar bomba de
compresión y el área afectada no se debe envolver con bandas elásticas durante las etapas tempranas de la infección. Un leve
enrojecimiento puede continuar después de la infección. El cuarto y más común tipo de linfedema agudo progresa lentamente y se empieza a notar
entre 18 a 24 meses después de la cirugía o hasta varios años después del
tratamiento del cáncer. El paciente puede presentar malestar de la piel, dolor en el cuello, los hombros, la columna vertebral o las caderas causado por el estiramiento de los tejidos blandos o el uso excesivo de los
músculos, o por cambios en la postura que pueden aumentar el peso que soporta el brazo o la
pierna.
Linfedema temporario versus linfedema crónico
El linfedema temporario es un trastorno que dura menos de seis meses. La piel se
hunde al hacerle presión y se queda hundida, pero no se endurece. El paciente
corre más riesgo de contraer linfedema si presenta una de las siguientes condiciones:
- Drenajes quirúrgicos que dejan escapar proteínas en el lugar de la cirugía.
- Inflamación.
- Incapacidad de mover los miembros.
- Pérdida temporaria de la función linfática.
- Obstrucción de una vena por un coágulo sanguíneo o inflamación.
El linfedema crónico (a largo plazo) es el más difícil de tratar de todos los
tipos de edema. El sistema linfático dañado de la parte afectada del cuerpo es incapaz
de manejar el aumento de fluido que necesita drenarse de los tejidos corporales.
Esto puede presentarse a causa de una de las siguientes condiciones:
- Reaparición o diseminación de un tumor a los ganglios linfáticos.
- Infección o lesión de los vasos linfáticos.
- Periodos de estar incapacitado de mover los miembros.
- Radioterapia o cirugía.
- Incapacidad de controlar los síntomas tempranos de linfedema.
- Bloqueo de una vena por un coágulo sanguíneo.
Un paciente que está en los estadios tempranos del linfedema presentará inflamación
que se hunde cuando se le aplica presión y queda hundida pero permanece blanda. La
inflamación se mejora con facilidad dando apoyo al brazo o la pierna en una
posición elevada, mediante ejercicios suaves y el uso de ropa elástica que sirva de soporte. Los problemas continuos en el sistema linfático
hacen que los vasos linfáticos se expandan y permitan que la linfa retroceda hacia los
tejidos corporales y agrave el problema. El dolor, el ardor,
el enrojecimiento y la hinchazón se presentan cuando el cuerpo trata de deshacerse del exceso de
fluido. La piel se vuelve dura y tirante, y no se mejora al elevar la pierna o el brazo ni al usar ropa elástica de soporte.
Los pacientes con linfedema crónico tienen más riesgo de padecer infecciones. Aún no
existe un tratamiento eficaz para los pacientes que sufren de linfedema crónico
avanzado. Una vez que los tejidos corporales se han estirado repetidamente, el
linfedema puede reaparecer con más facilidad.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden conducir a la presentación del linfedema se incluye la radioterapia dirigida a un área donde se extrajeron quirúrgicamente ganglios linfáticos,
problemas postoperatorios que causan inflamación del brazo o la pierna, un número grande de ganglios linfáticos extirpados durante la cirugía y la edad avanzada. La parte del cuerpo que se trata puede afectar el sitio donde se presenta el linfedema. Por ejemplo, el linfedema en los brazos se puede presentar después del tratamiento del cáncer de mama, y el linfedema en las piernas se puede presentar después del tratamiento del cáncer de la vulva.
Entre los factores de riesgo del linfedema se encuentran los siguientes:
- Cáncer de mama, si el paciente recibió radioterapia o se le han extirpado ganglios
linfáticos. La aplicación de radioterapia a la axila después de extirparse los
ganglios linfáticos y tener un número grande de ganglios linfáticos extirpados aumenta el
riesgo de contraer linfedema.
- Extracción de los ganglios linfáticos de la axila, la ingle y las regiones pélvicas.
- Radioterapia dirigida a la axila, ingle, y regiones pélvica o del cuello.
- Cicatrización de los tejidos en los conductos linfáticos o las venas y bajo la
clavícula, ocasionada por la cirugía o la radioterapia.
- Cáncer que se ha diseminado a los ganglios linfáticos del cuello, pecho, axila,
pelvis o abdomen.
- Tumores que crecen en la pelvis o el abdomen y que involucran o presionan los vasos
linfáticos o el conducto linfático mayor en el pecho, y obstruyen el drenaje
linfático.
- Tener una dieta inadecuada o tener sobrepeso. Estos trastornos pueden retrasar la
recuperación y aumentar el riesgo de linfedema.
Diagnóstico
Aún no existen criterios específicos para diagnosticar el linfedema. Alrededor de
la mitad de los pacientes que sufren de edema leve describen que la pierna o el
brazo afectado se siente más pesado o lleno que de costumbre. Para evaluar si
el paciente presenta linfedema, se debe tomar sus antecedentes clínicos y hacerle un
reconocimiento físico completo. Los antecedentes deben incluir cualquier
cirugía anterior, problemas postoperatorios y del tiempo transcurrido entre la
cirugía y la aparición de síntomas de edema. Se debe determinar si ha habido
algún cambio en el edema, así como cualquier infección o lesiones pasadas.
También es importante para el diagnóstico conocer los medicamentos que toma el paciente.
Atención de la enfermedad
Prevención
Es importante identificar temprano al paciente que corre el riesgo de desarrollar
linfedema, seguirlo de cerca y enseñarle a cuidarse. Es más probable que el
paciente contraiga un linfedema si no sigue un régimen alimenticio adecuado, presenta sobrepeso, lleva una vida inactiva o sufre de otros problemas médicos. Para
detectar el linfedema en sus comienzos, se deben examinar los siguientes aspectos:
- Comparación del peso actual con el peso ideal.
- Medidas de piernas y brazos.
- Concentración de proteínas en la sangre.
- Capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana.
- Antecedentes de edema, radioterapia o cirugía previas.
- Cualquier otro trastorno médico, como diabetes, presión alta, enfermedad renal o
cardiaca, o flebitis (inflamación de las venas).
Es importante que el paciente conozca su enfermedad y el riesgo de contraer linfedema. Cuando el sistema linfático no drena bien a causa de una operación
para extraer los ganglios linfáticos o por la administración de radioterapia, puede suceder que el
brazo o la pierna afectada sea más susceptible de contraer una infección grave.
Inclusive una infección pequeña puede causar un linfedema grave. Se debe enseñar
a los pacientes acerca del cuidado de los brazos, las piernas
y la piel después de la cirugía o la radiación (véase más abajo Notas para enseñar a los pacientes sobre la prevención y el control del linfedema). Es
importante que los pacientes tomen precauciones para prevenir lesiones e
infecciones en el brazo o pierna afectada, ya que el linfedema puede presentarse
hasta 30 años o más después de la cirugía. Los pacientes con cáncer de mama que
siguen las instrucciones sobre el cuidado de la piel y los ejercicios apropiados
después de una mastectomía corren menos riesgo de contraer linfedema.
El drenaje linfático mejora con el ejercicio; por lo tanto, el ejercicio es importante para
prevenir el linfedema. Las pacientes de cáncer de mama que se hayan sometido a
una mastectomía deben hacer ejercicios para los brazos y las
manos según se les indique. Los pacientes que se hayan sometido a una operación que afecta el drenaje
de los ganglios linfáticos de la pelvis deben hacer ejercicios para las
piernas y los pies según se les indique. El médico decide el momento en que el paciente
debe empezar sus ejercicios después de la operación. Los fisiatras (médicos
especializados en medicina física y rehabilitación) deben diseñar un programa de
ejercicios individualizados para el paciente.
Cuando el linfedema se descubre temprano, se logra una mejor recuperación; en consecuencia, se debe enseñar a los pacientes a reconocer los primeros signos de
edema y comunicar a su doctor cualquiera de los siguientes síntomas:
- Sensación de tirantez en los brazos o las piernas.
- Anillos o zapatos que aprietan.
- Debilidad en los brazos o piernas.
- Dolor, achaques o pesadez en el brazo o la pierna.
- Enrojecimiento, hinchazón o signos de infección.
Notas para enseñar a los pacientes sobre la prevención y el control del linfedema
- Mantener el brazo o la pierna elevada por encima del nivel del corazón,
siempre que sea posible. Evitar los movimientos circulares rápidos de brazos
y piernas para que no se acumule sangre en la parte inferior de las extremidades.
- Limpiar la piel del brazo o la pierna y humectar con loción.
- Evitar lesiones e infecciones en el brazo o la pierna.
- Brazos:
- Usar una máquina eléctrica para afeitarse.
- Usar guantes para trabajar en el jardín y en la cocina.
- Usar un
dedal para coser.
- Cuidarse las uñas; no cortar las cutículas.
- Piernas:
- Mantener los pies cubiertos cuando se está a la intemperie.
- Mantener los pies secos y limpios; usar calcetines de algodón.
- Cortar las uñas de los pies en línea recta; consultar con un podiatra cuando sea necesario para prevenir uñas encarnadas e infecciones.
- Brazos o piernas:
- Broncearse gradualmente; usar protector solar.
- Limpiar los cortes en la piel con jabón y agua; después, usar pomada
antibacteriana.
- Usar vendas de gasa en lugar de cinta adhesiva; no apretar el vendaje de tal forma
que corte la circulación.
- Consultar con el médico en caso de cualquier erupción en la piel.
- Evitar pincharse con agujas de cualquier tipo en la extremidad afectada.
- Evitar el frío y el calor extremos, como compresas de hielo y almohadillas calientes.
- Evitar el trabajo extenuante y prolongado de la extremidad afectada.
- Evite ejercer mucha presión sobre el brazo o la pierna.
- No cruzar las piernas mientras se está sentado.
- Usar joyas que no aprieten; usar ropas sin bandas apretadas.
- Llevar la cartera de mano en el brazo que no está afectado.
- No usar manguillos para tomar la presión sanguínea en el brazo afectado.
- No usar vendajes elásticos ni medias con ligas apretadas.
- No sentarse en la misma posición por más de 30 minutos.
- Estar pendiente de las señales de infección: enrojecimiento, dolor,
ardor, hinchazón o fiebre. Llamar inmediatamente al médico si se
presentan cualquiera de estos signos.
- Hacer los ejercicios indicados con regularidad, según las instrucciones del médico o el fisioterapueta.
- Mantener citas regulares de seguimiento con el médico.
- Revisar todas las áreas de las piernas y brazos diariamente en busca de
cualquier signo de complicaciones:
- Medir la circunferencia del brazo o la pierna a intervalos regulares,
según las recomendaciones del médico o el fisioterapeuta.
- Medir el brazo o la pierna, siempre en los
mismos dos lugares.
- Informar al médico si la extremidad crece repentinamente.
- La capacidad de sentir sensaciones como el contacto, la temperatura o el dolor en el brazo o la
pierna afectada puede disminuir. Utilizar el miembro no afectado para probar la
temperatura del agua para bañarse o cocinar.
Tratamiento
El linfedema se trata con métodos físicos y con medicamentos. Los métodos físicos
consisten en mantener elevado el brazo o la pierna afectada; efectuar un drenaje linfático
manual (que es una forma especializada de dar masaje muy suaves para ayudar a circular los fluidos desde el extremo del miembro hacia el tronco del
cuerpo); usar vendajes o ropa hecha a la medida, como medias, que aplique una presión controlada alrededor del miembro afectado, y
limpiar con cuidado la piel del miembro afectado para prevenir infecciones. El linfedema se puede tratar combinando varios de estos métodos físicos. Esto se
conoce como fisioterapia (o terapia descongestiva compleja), que consiste en el tratamiento manual del linfedema, vendaje con presión, ejercicios
individualizados y cuidado de la piel, seguido por un programa de
mantenimiento. La terapia física compleja debe realizarse bajo la supervisión de
un profesional entrenado en estas técnicas.
La cirugía para tratar el linfedema generalmente ocasiona complicaciones y muy
raras veces se recomienda llevarla a cabo en los pacientes de cáncer.
Prendas de compresión
Cuando se usan prendas de vestir que aplican presión controlada, estas deben
cubrir toda el área afectada por el edema. Por ejemplo, las medias que llegan solo a la rodilla tienden a apretar y bloquear los vasos linfáticos y venas si
hay edema en el muslo. Es muy conveniente usar una bomba de presión que se
envuelve en brazo o la pierna y aplica presión de forma intermitente lo cual
puede resultar beneficioso; sin embargo, algunos médicos y fisioterapeutas piensan que
estas bombas no son eficaces y que incluso pueden empeorar el edema. El manguito se infla y desinfla automáticamente de acuerdo con un ciclo controlado de tiempo. Se cree que esta acción de bombeo aumenta el
movimiento de líquido en las venas y vasos linfáticos y evita que el líquido se
acumule en el brazo o la pierna. Las bombas de presión se deben usar solamente bajo la supervisión de un profesional de la atención de la salud porque una presión externa
alta puede dañar los vasos linfáticos cerca de la superficie de la piel.
Tratamiento con medicamentos
Para tratar o prevenir las infecciones, se puede administrar antibióticos. Por lo
general, otros tipos de medicamentos, como los diuréticos o los anticoagulantes, no
son beneficiosos y pueden empeorar el problema.
Es importante determinar la causa precisa de la inflamación y tratarla
correctamente. El edema, con frecuencia, lleva a una infección, que entonces cual aumenta el
depósito de proteínas en los tejidos. Si se diagnostica una infección, se deben
administrar los antibióticos adecuados. Deben descartarse los coágulos
sanguíneos, ya que los masajes y otros métodos terapéuticos encaminados a promover el drenaje
pueden hacer que los coágulos se muevan en el torrente sanguíneo y causar problemas cardiacos y pulmonares más serios. Si se detectan coágulos
sanguíneos, se deben tratar con anticoagulantes.
La cumarina es un suplemento dietético que se ha estudiado como
tratamiento para el linfedema. En los Estados Unidos de América, los suplementos dietéticos
están reglamentados como los alimentos, no como fármacos.
Los suplementos no requieren de la aprobación de la Administración de Fármacos
y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), antes de comercializarse. Debido a que no existen normas para la fabricación coherente, la dosificación o pureza, pueden existir diferencias considerables entre un lote de suplementos dietéticos y otro.
La cumarina se utilizó alguna vez en algunos suplementos alimenticios y medicamentos
en los Estados Unidos. Cuando se descubrió que dañaba el hígado, se prohibió su uso a partir del decenio de 1950. La cumarina se vende en varios países pero su uso no
ha sido aprobado en los Estados Unidos ni en el Canadá.
Alimentación
Se debe evaluar el estado nutricional del paciente y hacerle las recomendaciones
necesarias. Se debe vigilar con frecuencia el peso corporal y las concentraciones de proteínas en la sangre y se debe animar a los pacientes a consumir alimentos
ricos en proteínas.
Manejo del dolor
Los pacientes con linfedema pueden experimentar dolor a causa de la inflamación
y la presión en los nervios, pérdida del tejido y la función musculares o
tejidos cicatrizados que causan el acortamiento de los músculos y la reducción del movimiento de las articulaciones. El dolor puede tratarse con medicamentos, técnicas
de relajación o estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET); sin embargo, el tratamiento más
exitoso es reducir el linfedema.
Complicaciones
El edema puede impedir que los tejidos absorban los nutrientes y
sean más propensos a sufrir lesiones si el miembro afectado permanece inmóvil por largos
periodos de tiempo. Por lo tanto, los pacientes con linfedema deben ser observados para detectar áreas de deterioro en la piel, especialmente en las áreas con muy poco tejido entre la piel y el hueso (es decir, caderas, rodillas y codos).
Los problemas para vaciar la vejiga puede ser el resultado de un linfedema en el área de la pelvis o la ingle. Los pacientes con linfedema que
también toman opioides pueden presentar problemas
intestinales. Se debe vigilar regularmente el estado de la vejiga y los intestinos para prevenir cualquier signo de retención urinaria
o estreñimiento.
Aspectos psicosociales
Como el linfedema causa desfiguración y a veces es doloroso y descapacitante, puede ocasionar problemas mentales, físicos o sexuales. Varios estudios
han hecho notar que las mujeres que padecen de linfedema después del tratamiento del
cáncer de la mama tienen mayores dificultades mentales físicas y sexuales que las
que nunca lo padecen. Las tensiones adicionales relacionadas con el linfedema pueden
interferir con su tratamiento que, a menudo, es doloroso, difícil y toma mucho
tiempo.
Hacer frente al linfedema en el brazo después del tratamiento de cáncer de mama es especialmente difícil para los pacientes que cuentan con poco apoyo social. Algunos reaccionan apartándose de
los demás. También es muy difícil para los pacientes lidiar con un linfedema doloroso. Los
pacientes con linfedema pueden beneficiarse de orientación individual o
grupal que brinde información sobre formas de prevenir el linfedema, la función del régimen alimenticio y el ejercicio, y los consejos sobre como escoger ropa
cómoda y elegante, además de apoyo emocional.
Para mayor información, consultar los sumarios del PDQ sobre Adaptación normal y trastornos de adaptación 1 y sobre Aspectos relacionados con la sexualidad y la reproducción 2.
Complicaciones
Además de las complicaciones relacionadas con el linfedema crónico mencionadas en secciones previas, una complicación poco común pero mortal del
linfedema es el linfangiosarcoma, un tumor de los vasos linfáticos. El tiempo medio entre la mastectomía y la aparición de este problema es de aproximadamente 10 años.
Después de presentarse el linfangiosarcoma, la supervivencia es de poco
más de un año.
Se desconoce la causa del linfangiosarcoma. Se presenta en forma
de una o varias protuberancias de color rojo azulado en el brazo o la pierna
afectada. Al principio, se presenta una mancha entre rojo y morado ligeramente
abultada en la piel del brazo o de la pierna afectada. El paciente suele
describirla como un moretón. Luego, aparecen más tumores y las protuberancias crecen.
La muerte, por lo general, se presenta como consecuencia de metástasis en los
pulmones.
Obtenga más información del NCI
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Publicaciones
El NCI tiene folletos y otros materiales para pacientes, profesionales de la salud y el público en general. Estas publicaciones describen los diferentes tipos de cáncer, los métodos para tratarlo, pautas para hacerle frente e información sobre ensayos clínicos. Algunas publicaciones proveen información sobre las diferentes pruebas de detección del cáncer, sus causas y cómo prevenirlo, además de estadísticas e información sobre actividades de investigación llevadas a cabo en el NCI. Los materiales del NCI sobre estos y otros temas, se pueden solicitar en línea al Servicio de Localización de Publicaciones del Instituto Nacional del Cáncer 5 (National Cancer Institute Publications Locator) o imprimirse directamente. Estos materiales también se pueden solicitar con una llamada gratuita al Servicio de Información sobre el Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute's Cancer Information Service) al 1-800-4-CANCER (1-800-422-6237), TTY al 1-800-332-8615. Modificaciones a este sumario (08/01/2008)
Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan en la medida en que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este sumario a partir de la fecha arriba indicada.
Se incorporaron cambios editoriales en este sumario. Preguntas u opiniones sobre este sumario
Si tiene preguntas o algún comentario sobre este sumario, por favor envíelas a través del formulario de opinión 6 disponible en nuestro portal de Internet, Cancer.gov/espanol. Descripción del PDQ
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El PDQ también contiene información sobre ensayos clínicos.
Un ensayo clínico es un estudio que trata de dar respuesta a ciertas preguntas de carácter científico, como por ejemplo si un medicamento es mejor que otro. Estos ensayos se basan en estudios anteriores y lo que se ha aprendido en el laboratorio. Cada ensayo ciertas preguntas científicas con el propósito de encontrar nuevos y mejores métodos para ayudar a los pacientes con cáncer. Algunos pacientes presentan síntomas ocasionados por el tratamiento del cáncer o por el cáncer en sí. Durante los ensayos clínicos de cuidados médicos de apoyo se obtiene información acerca de los efectos que pudiera provocar las nuevas formas de tratar los síntomas, su eficacia y los problemas que surjen después que ha terminado el tratamiento. Cuando estos experimentos demuestran que el nuevo tratamiento es mejor que el empleado hasta ese momento, este puede convertirse en el tratamiento "estándar". Los pacientes que presentan síntomas relacionados con el tratamiento de cáncer podrían considerar participar en un ensayo clínico.
El PDQ contiene un listado de ensayos clínicos disponibles en el portal de Internet del NCI 8. Tanto la versión para profesionales como para pacientes contiene descripciones de los ensayos. El PDQ cuenta también con una lista de oncólogos que participan en ensayos clínicos. Para mayor información llame al Servicio de Información sobre el Cáncer (1-800-4-CANCER; 1-800-422-6237; línea TTY para sordos 1-800-332-8615). |