27 febrero 2007

Pakistán es aliado clave en lucha contra terrorismo, dice Casa Blanca

Cheney habla con presidente pakistaní Musharraf en Islamabad

Dick Cheney
El vicepresidente Dick Cheney pronuncia un discurso en Sydney (Australia) el 23 de febrero. (© AP Images)

Washington – Estados Unidos considera a Pakistán un aliado decisivo en la lucha contra el terrorismo y pedirán el constante apoyo de ese gobierno cuando Al-Qaeda y Talibán se preparan para atacar su vecino Afganistán en una nueva ofensiva en la primavera, afirmó Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca.

“Los pakistaníes siguen comprometidos a hacer todo lo posible para luchar contra Al-Qaeda, pero habiendo dicho eso, sabemos que hay mucho que se necesita hacer”, declaró Snow el 26 de febrero.

Las declaraciones de Snow surgieron luego que el vicepresidente Cheney hiciera una escala no programada en Islamabad, Pakistán, el 26 de febrero, para reunirse con el presidente Pervez Musharraf, dentro del viaje de una semana del vicepresidente por Asia.

La visita de Cheney ocurre después del encuentro del 12 de febrero entre Musharraf y el secretario de Defensa Robert Gates y del discurso del presidente Bush el 15 de febrero subrayando una nueva estrategia para estabilizar a Afganistán. (Ver artículo relacionado.)

“Lo que decimos a los pakistaníes es que los apoyamos en la Guerra contra el Terrorismo y esperamos trabajar con ellos en cada manera posible, para ser más efectivos, para atrapar a quienes tratan de contribuir a la red mundial del terrorismo”, aseguró Snow.

Entre los temas de la agenda, aseveró Snow, estaban las operaciones militares actuales, iniciativas de desarrollo económico para mejorar la vida de las familias a lo largo de la frontera de Pakistán y Afganistán y sobre la manera de ayudarlos a forjar mejores relaciones entre Pakistán y Afganistán.

“Sabemos que Talibán prepara una ofensiva para la primavera y tenemos la intención de ser más efectivos para enfrentar esa amenaza”, aseveró Snow.

Desde 2001, el gobierno pakistaní ha desempeñado un importante papel en la coalición internacional contra el terrorismo, llevando ante la justicia a cientos de miembros de Al-Qaeda y descubriendo un plan en 2006 de poner bombas a vuelos transatlánticos con destino a Estados Unidos.

Durante este tiempo, Pakistán también ha sufrido por causa de los terroristas. En 2006, por lo menos 900 pakistaníes fueron asesinados y 1.500 heridos en el país, de acuerdo con funcionarios pakistaníes. Además, Musharraf ha sobrevivido múltiples intentos de asesinato por parte de Al-Qaeda.

La cooperación en la lucha contra el terrorismo, manifestó Snow, es importante no sólo para garantizar la seguridad de Pakistán y Afganistán, ese país también es un elemento decisivo en esa lucha.

En una entrevista realizada el 25 de febrero con la cadena de televisión ABC, la secretaria de Estado Condoleezza Rice elogió al gobierno de Musharraf por su apoyo. “El liderazgo pakistaní sabe que nada le convendría más a Al-Qaeda que desestabilizar Pakistán y usarlo como su base de operaciones en lugar de Afganistán. De manera que tenemos excelente cooperación con los pakistaníes”, señaló la secretaria.

Pero las fuerzas de Al-Qaeda y del Talibán permanecen en la región fronteriza entre Pakistán y Afganistán, desde donde lanzarán ataques contra pueblos afganos y contra la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La fuerza de la OTAN se encarga de ayudar al gobierno afgano a mantener la paz y reconstruir el país después de décadas de conflicto.

Estados Unidos tiene casi 27.000 tropas en Afganistán – unos15.000 en la fuerza de la OTAN y el resto en misiones de contraterrorismo y capacitación de las fuerzas de seguridad afganas. El Pentágono anunció recientemente planes para aumentar la presencia de tropas en Afganistán con 3.200 efectivos y el Reino Unido, Dinamarca y Lituania también anunciaron planes para agregar fuerzas a sus contingentes en la OTAN, en previsión del esperado aumento de la violencia terrorista.

“Constantemente revisamos la manera en que podemos frenar y desmantelar a Al-Qaeda y Talibán”, agregó Snow. “Estamos también muy concientes de las dificultades en tratar las áreas fronterizas y el retos de enfrentar a Al-Qaeda en esas zonas”.

La constante coordinación cercana es decisiva para el éxito en la lucha contra los terroristas que constantemente cambian de tácticas. La reciente creación de un centro de inteligencia conjunto entre Afganistán, Pakistán y la OTAN fue para permitir más rápido intercambio de información sobre los movimientos en la frontera y otros tipos de actividades terroristas. El gobierno pakistaní mejoró sus puntos de control fronterizo y estableció otros en un esfuerzo para mejorar la seguridad regional.

“Nuestra preocupación es trabajar exitosamente con los pakistaníes y seguirlo haciendo en la Guerra contra el Terrorismo”, añadió Snow.  “Queremos seguir colaborando con ese gobierno para ser más efectivos para terminar con Talibán y Al-Qaeda”.

La transcripción de la entrevista de Rice con el canal de televisión ABC se encuentra disponible, en inglés, en el sitio de Internet del Departamento de Estado.

Para más información ver Seguridad internacional.

 

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