Las condiciones sociales y económicas rápidamente cambiantes en el mundo tienen una influencia importante en el modo en que los jóvenes crecen y se preparan para la vida adulta. Un experto médico discute las causas principales de muerte entre los jóvenes e identifica factores claves para reducir sus riesgos de salud.

Durante los últimos 20 años espectaculares cambios sociales, políticos y económicos han alterado radicalmente el panorama para los adolescentes en todo el mundo. Hace una generación no se conocía el SIDA; hoy día, entre un cuarto y un tercio de las mujeres adolescentes en Botswana, Sudáfrica y Zimbabwe están infectadas y la amenaza de esta enfermedad echa en todas partes una sombra sobre los jóvenes en edad de crecimiento.

Hace una generación las enfermedades infecciosas predominaban mundialmente como fuentes principales de morbilidad y mortalidad. Hoy día predominan los factores sociales, de comportamiento y medioambientales (como la dieta y el hábito de fumar).

Hace una generación, la edad para contraer matrimonio era considerablemente más baja que en la actualidad; más gente vivía en comunidades rurales y menos personas jóvenes iban a la escuela. En una generación, la inscripción escolar ha aumentado espectacularmente en la mayor parte de los países del mundo en desarrollo. En muchos de ellos la educación es cada vez más la misma para todos los jóvenes, tanto hombres como mujeres.

El tamaño de la familia se está achicando y, por primera vez en la historia, muchas mujeres jóvenes pueden controlar su futuro reproductivo. A medida que la economía cambia de una base agrícola y pastoril a otra industrial y de servicios, la educación y el empleo están más interrelacionados que nunca.

Estas son sólo algunas de las transiciones claves que siguen teniendo un impacto profundo en la salud y bienestar de los jóvenes. Este es el mundo en el que hoy viven los adolescentes.

Población y tendencias sociales

En la actualidad los jóvenes de 10 a 19 años componen el 20 por ciento de la población del mundo. Más del 85 por ciento de estos jóvenes viven en los países en desarrollo. Entre ahora y el año 2025 habrá en todo el mundo un aumento de alrededor de 150 millones de personas jóvenes de entre 10 y 24 años, y la mayor parte de ese crecimiento de población se registrará en Africa al sur del Sahara.

En la actualidad la edad media en muchos países de Africa al sur del Sahara es de entre 28 y 41 años. En el 2000, la edad media en Europa era el doble que la de Africa. En efecto, los 10 países más jóvenes del mundo se encuentran en el Africa al sur del Sahara. La generación de hoy está en movimiento, del campo hacia las ciudades, de una nación a otra. Las Naciones Unidas calculan que durante los próximos 30 años esencialmente todo el crecimiento de población ocurrirá en las áreas urbanas, a las cuales van los jóvenes en busca de trabajo.

La mundialización es otra fuerza importante que afecta la vida de los jóvenes en todo el mundo. A medida que se transfieren los empleos de las naciones industrializadas a los países menos desarrollados, los beneficiarios de estas nuevas oportunidades de trabajo son con frecuencia los jóvenes. Aunque como resultado hubo un aumento de ingresos en la mayoría de las regiones del mundo, ese no ha sido el caso en mucho de Africa al sur del Sahara.

Mortalidad y morbilidad

¿Cuáles son las causas principales de muerte y enfermedad entre los jóvenes de 15 a 29 años?

En todas las regiones del mundo, las cinco causas principales de muerte entre los jóvenes (en diversos órdenes, según la región) incluyen heridas no intencionales, SIDA, otras enfermedades infecciosas, homicidio, guerra y otras heridas intencionales, y suicidio y heridas auto infligidas.

Las heridas accidentales, particularmente las heridas vehiculares, representan la causa principal de muerte de jóvenes en la mayor parte del mundo. Sin embargo, en Sudamérica casi tantos jóvenes mueren de heridas intencionales (como suicidio) como de accidentes. En Africa, la causa principal de muerte de jóvenes es el SIDA, seguido de otras enfermedades infecciosas.

En mucho del mundo en desarrollo, la mortalidad materna es una causa importante de muerte entre las mujeres adolescentes, y estas muertes son resultado de complicaciones del embarazo y de abortos inseguros realizados ilegalmente y en secreto (se calcula que representan el 40 por ciento de la mortalidad materna).

Además de la mortalidad materna, las condiciones relacionadas con la salud reproductiva son una causa importante de enfermedades entre los jóvenes en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula específicamente que "en los países de alta mortalidad, los problemas de salud reproductiva y sexual representan el 63 por ciento de los DALY [siglas en inglés de Disability, Adjusted Life Years - o Años de Vida Ajustados por Incapacidad, es decir, la suma de años de vida potencial perdidos debido a muerte prematura y los años de vida productiva perdidos debido a incapacidad], de los cuales el 37 por ciento se debe al VIH".

En mucho de Africa al sur del Sahara todavía se practica ampliamente la mutilación genital de las mujeres (en países como Egipto y Somalia sigue siendo una práctica casi universal) y aunque hay indicios de una declinación del procedimiento en algunos países, la práctica conlleva un riesgo muy alto de infección, esterilidad y disfunción sexual permanente.

Otra cuestión que recientemente ha adquirido más visibilidad es la alta preponderancia del abuso sexual de varones y mujeres jóvenes en los países industrializados y en desarrollo en todo el mundo. La prensa y las autoridades han prestado atención al tráfico de personas y al trabajo sexual comercial. Estudios realizados en Asia, Africa y el Caribe revelaron tasas de preponderancia de abuso sexual del 19 al 48 por ciento entre las mujeres jóvenes y del 5 al 32 por ciento entre los varones adolescentes. La vulnerabilidad sexual está surgiendo como una cuestión importante que pone en peligro la salud de los jóvenes.

Durante la década pasada se hicieron campañas importantes para reducir el hábito de fumar entre los adolescentes en mucho del mundo civilizado. En respuesta, los fabricantes de cigarrillos desviaron sus enérgicos métodos de comercialización del tabaco a los países menos desarrollados, donde se ha registrado un aumento perceptible del consumo de tabaco.

Las tasas de preponderancia del hábito de fumar son ampliamente divergentes entre las regiones del mundo y entre los países de cada región, pero las tendencias generales son verdaderamente preocupantes. La OMS calcula que 10 millones de muertes anuales se deben al hábito de fumar cigarrillos y predice que esa cifra se triplicará o cuadruplicará en los próximos 30 años.

¿Cuáles son los factores que reducen el daño? Una cantidad creciente de investigaciones en todo el mundo identifica factores claves asociados con menos participación de los jóvenes en una amplia gama de resultados de salud y sociales negativos. Rick Little, fundador de International Youth Foundation de Baltimore, Maryland, resume estos cuatro elementos como las "4C":

• Confianza en áreas que mejoran la calidad de vida de los jóvenes, como alfabetización, empleabilidad y destrezas interpersonales, vocacionales y educativas que les permitan a los individuos contribuir a sus comunidades

• Conexión de los jóvenes con personas de la comunidad que los aconsejen, patrocinen, guíen y que les ofrezcan oportunidades de servicio comunitario

• Carácter por medio de valores como responsabilidad individual, honestidad, servicio comunitario, toma de decisiones responsables e integridad, y relaciones que brinden significado y orientación a los jóvenes

• Creación de confianza mediante experiencias que les brinden a los jóvenes esperanza y autoestima a través de éxitos en la selección y logro de metas

Las investigaciones indican claramente que la concentración en la reducción del riesgo no es suficiente para lograrlo y que la mayor parte de esas estrategias han resultado ineficaces. En cambio, las intervenciones con éxito fomentan fortaleza y confianza en los jóvenes, desarrollando roles y oportunidades valiosas a las cuales contribuir.

Las intervenciones eficaces vinculan a los jóvenes con modelos adultos positivos. Crean lugares seguros en los cuales los jóvenes pueden congregarse, divertirse, desarrollar amistades e interactuar con adultos. Los programas eficaces brindan oportunidades para que los jóvenes colaboren con otros jóvenes. Un adulto generoso, oportunidades de colaborar, actividades escolares y comunitarias y un lugar seguro para los jóvenes parecen contribuir en parte a una fórmula crítica para mejorar los resultados de salud y sociales.

La juventud es una época de oportunidad pero también un período de riesgo. El riesgo para nosotros es que si no apoyamos a la población de jóvenes que está creciendo rápidamente en el mundo, quedaremos para recoger los pedazos. Tenemos que tomar una decisión, pero no es una elección entre acción e inacción. En cambio, es decidir si vamos con la ambulancia hasta el fondo del barranco para recoger a los jóvenes que caen o si trepamos el barranco y construimos una cerca en torno a él.

El doctor Robert Blum, M.D., M.P.H., Ph.D., ocupa la cátedra William H. Gates Sr. del Departamento de Ciencias de la Población y de la Salud Familiar en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. El doctor Blum fue coinvestigador del Estudio Longitudinal Nacional sobre Salud de Adolescentes, el estudio más grande de la juventud estadounidense que se haya realizado. Las áreas de interés de sus investigaciones incluyen sexualidad de los adolescentes, enfermedades crónicas, y asuntos de la atención internacional de la salud de los adolescentes.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente los puntos de vista o las políticas del gobierno de Estados Unidos.