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Síndromes cardiopulmonares (PDQ®)
Versión PacienteVersión Profesional De SaludIn EnglishActualizado: 04/20/2007



Aspectos generales de los síndromes cardiopulmonares






Disnea y tos durante el cáncer en etapa avanzada







Derrames pleurales malignos






Derrames pericárdicos malignos






Síndrome de la vena cava superior






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Derrames pleurales malignos

Información general sobre los derrames pleurales malignos
Causas de los derrames pleurales malignos
Diagnóstico de derrame pleural maligno
Tratamiento de los derrames pleurales malignos



Información general sobre los derrames pleurales malignos

La cavidad pleural es el espacio en el tórax que rodea cada pulmón. La pleura es la capa delgada de tejido que cubre la superficie externa de cada pulmón y recubre la pared interior de la cavidad torácica, con lo cual crea un saco que encierra la cavidad pleural. El tejido pleural normalmente produce una cantidad pequeña de líquido que ayuda a los pulmones a moverse suavemente en el tórax mientras la persona respira. El derrame pleural es una cantidad mayor de líquido en la cavidad pleural, que entonces ejerce presión contra los pulmones y dificulta la respiración.

Causas de los derrames pleurales malignos

Los derrames pleurales pueden ser malignos (ocasionados por el cáncer) o no malignos (ocasionados por una afección que no es cáncer). Los derrames malignos son una complicación común del cáncer. El cáncer del pulmón, el cáncer de la mama, el linfoma y la leucemia producen la mayoría de los derrames malignos. Los derrames ocasionados por el tratamiento del cáncer, como la radioterapia o la quimioterapia, se denominan derrames paramalignos.

No todos los derrames pleurales detectados en pacientes de cáncer son malignos. Los pacientes de cáncer suelen padecen de afecciones como insuficiencia cardiaca congestiva, neumonía, embolia pulmonar y malnutrición. Estas afecciones pueden desencadenar derrames pleurales.

Diagnóstico de derrame pleural maligno

Los siguientes síntomas pueden estar causados por el derrame pleural maligno:

  • Disnea.
  • Tos.
  • Dolor de pecho.

El tratamiento de un derrame pleural maligno es diferente al tratamiento de un derrame no maligno, de manera que el diagnóstico preciso es importante. Las pruebas de diagnóstico pueden incluir las siguientes:

  • Radiografía de tórax: Radiografía de los órganos y los huesos dentro del tórax. Una radiografía es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película, con lo cual se crean imágenes del interior del cuerpo.


  • Tomografía computarizada (TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Es posible que al paciente se le inyecte o se le dé a beber un tipo de tintura que sirve para que el órgano que sirve para que el órgano o tejido aparezca más claro en la radiografía. Este procedimiento se denomina también tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada.


  • Toracentesis: Remoción del líquido de la cavidad pleural mediante una aguja. Un patólogo analiza el líquido bajo un microscopio a fin de detectar la presencia de células cancerosas.


  • Biopsia: Extracción de células o tejidos realizada para que un patólogo las observe bajo un microscopio y determine la presencia de señales de cáncer. Si la toracentesis no es posible, se puede realizar una biopsia durante una toracoscopía, un procedimiento quirúrgico que estudia los órganos del interior del pecho a fin de verificar si hay áreas anormales. Se realiza una incisión (corte) entre dos costillas y se inserta un toracoscopio (untubo delgado iluminado) en el pecho. Se extraen muestras para la biopsia.


Tratamiento de los derrames pleurales malignos

Los derrames pleurales malignos suelen manifestarse en el cáncer en etapa avanzada, inoperable o en las últimas pocas semanas de vida. La meta del tratamiento es generalmente paliativa, a fin de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Las metas de la terapia dependerán de un número de factores que incluyen los siguientes aspectos:

  • El pronóstico (posibilidad de recuperación).
  • Las preferencias del paciente en cuanto a los riesgos y los beneficios del tratamiento.
  • La capacidad del paciente para realizar actividades de la vida cotidiana.
  • El tipo de cáncer primario.
  • La cantidad y el tipo de tratamientos anteriores. Por ejemplo, es improbable que en los pacientes cuyo cáncer no ha respondido a la quimioterapia se alivien los síntomas con quimioterapia adicional.

El tratamiento de los síntomas de derrame pleural maligno puede incluir los siguientes procedimientos:

  • Toracentesis

    (Consultar Diagnóstico de derrame pleural maligno.) La remoción de líquido de la cavidad pleural con una aguja puede ayudar a aliviar los síntomas graves en el corto plazo. Unos cuantos días después de la toracentesis, comienza a formarse nuevamente el derrame. Sin embargo, la repetición de la toracentesis conlleva riesgos como hemorragia, infección, pulmón colapsado, líquido en los pulmones y presión arterial baja.



  • Pleurodesis

    Procedimiento para cerrar el saco pleural de manera que no se acumule líquido. El líquido se extrae primero por toracentesis. Se inserta un fármaco o sustancia química que cierra el saco en el espacio mediante una sonda torácica. Se utilizan medicamentos químicos como bleomicina o talco.



  • Cirugía

    Se realiza la cirugía para implantar una derivación (sonda) que transfiera el líquido de la cavidad pleural a la cavidad peritoneal (abdominal), donde el líquido puede eliminarse más fácilmente. Otra opción es la pleurectomía, extracción de la parte de la pleura que recubre el tórax.



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