Instituto Nacional del Cáncer Instituto Nacional del Cáncer
Institutos Nacionales de la Salud Instituto Nacional del Cáncer
Imprima esta página
Trastornos mieloproliferativos crónicos: Tratamiento (PDQ®)     
Actualizado: 08/01/2008
Versión Paciente
Información general sobre los trastornos mieloproliferativos crónicos

Puntos importantes de esta sección


Los trastornos mieloproliferativos constituyen un grupo de enfermedades por las cuales la médula ósea elabora demasiados glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.

Normalmente, la médula ósea produce células madre sanguíneas (células inmaduras) que se convierten, con el tiempo, en células sanguíneas maduras. Una célula madre sanguínea se puede convertir en una célula madre mieloide o una célula madre linfoide. La célula madre linfoide se convierte en un glóbulo blanco. La célula madre mieloide se convierte en uno de los tres tipos siguientes de células sanguíneas maduras:

  • Glóbulos rojos, que llevan oxígeno y otras sustancias a los tejidos del cuerpo.
  • Glóbulos blancos, que combaten infecciones y enfermedades.
  • Plaquetas, que ayudan a prevenir sangrados al hacer que se formen coágulos de sangre.

Ampliar
Evolución de una célula sanguínea. Una célula madre sanguínea pasa por varias etapas para convertirse en un glóbulo rojo, una plaqueta o un glóbulo blanco.

En el caso de los trastornos mieloproliferativos hay demasiadas células madres sanguíneas que se convierten en uno o más tipos de células sanguíneas. Los trastornos a empeorar lentamente a medida que el excedente de células sanguíneas aumenta.

Hay seis tipos de trastornos mieloproliferativos crónicos

El tipo de trastorno mieloproliferativo depende de si se están produciendo demasiados glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas. Algunas veces, el cuerpo produce demasiadas células sanguíneas de más de un tipo pero, por lo general, hay un tipo de célula sanguínea que resulta más afectado que otros. Los trastornos mieloproliferativos crónicos incluyen los siguientes seis tipos:

  • Leucemia mielógena crónica.
  • Policitemia vera.
  • Mielofibrosis idiopática crónica.
  • Trombocitopenia esencial.
  • Leucemia neutrofílica crónica.
  • Leucemia eosinofílica crónica.

Los tipos mencionados se describen a continuación. Algunas veces los trastornos mieloproliferativos crónicos se convierten en leucemia aguda, en la cual se producen demasiados glóbulos blancos anormales.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar los trastornos mieloproliferativos crónicos, se utilizan pruebas que examinan la sangre y la médula ósea.

Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para verificar si existen signos generales de salud, incluido el control de signos de enfermedad, como tumores o neoplasias. También se toman los antecedentes médicos de los hábitos del paciente, las enfermedades y tratamientos anteriores.
  • Recuento sanguíneo completo (RSC) con diferencial: procedimiento en el cual se toma una muestra de sangre y se verifican los siguientes aspectos:
    • La cantidad de glóbulos rojos y plaquetas.
    • La cantidad y el tipo de glóbulos blancos.
    • La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno) en los glóbulos rojos.
    • La parte de la muestra sanguínea compuesta por glóbulos rojos.

    Ampliar
    Recuento sanguíneo completo (RSC); el panel de la izquierda muestra la sangre cuando se extrae de una vena de la parte anterior del codo mediante un tubo conectado a una jeringa; el panel de la derecha, muestra un tubo de ensayo de laboratorio con células sanguíneas separadas en capas: plasma, glóbulos blancos, plaquetas y glóbulos rojos.
    Recuento sanguíneo completo (RSC). Se extrae sangre introduciendo una aguja en una vena y se permite que la sangre fluya hacia un tubo. La muestra de sangre se envía al laboratorio y se cuentan los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. El RSC se usa para examinar, diagnosticar y vigilar muchas afecciones distintas.

  • Aspiración y biopsia de la médula ósea: extracción de médula ósea, sangre y una sección pequeña de hueso mediante la inserción de una aguja en el hueso de la cadera o el esternón. Un patólogo analiza la médula ósea, la sangre y el hueso bajo un microscopio para verificar si hay signos de cáncer.

    Ampliar
    Aspiración y biopsia de la médula ósea;  el dibujo muestra a un paciente acostado boca abajo en una camilla y una aguja de Jamshidi (una aguja larga y hueca) que se inserta en el hueso de la cadera. El recuadro muestra la aguja de Jamshidi que se inserta a través de la piel hasta la médula ósea del hueso de la cadera.
    Aspiración y biopsia de la médula ósea. Después de adormecer un área pequeña de la piel, se inserta una aguja de Jamshidi (una aguja larga, hueca) en el hueso de la cadera del paciente. Se extraen muestras de sangre, hueso y médula ósea para examinarla bajo un microscopio.

  • Análisis citogenético: prueba en las que se observan las células de una muestra de sangre o de médula ósea bajo un microscopio para verificar si hay ciertos cambios en los cromosomas. Ciertas enfermedades o trastornos pueden diagnosticarse o descartarse sobre la base de los cambios cromosómicos.