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Tumores trofoblásticos de la gestación: Tratamiento (PDQ®)     
Actualizado: 06/27/2008
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Descripción

¿Qué son los tumores trofoblásticos de la gestación?



¿Qué son los tumores trofoblásticos de la gestación?

El tumor trofoblástico de la gestación, un cáncer poco común en la mujer, es una enfermedad por la cual crecen células cancerosas (malignas) en los tejidos que se forman después de la concepción (la unión del esperma y el óvulo). Los tumores trofoblásticos de la gestación se originan dentro del útero, el órgano hueco y musculoso en forma de pera en el cual se desarrolla el feto. Este tipo de cáncer ocurre durante los años en que la mujer puede tener hijos. Hay dos tipos de tumores trofoblásticos de la gestación: mola hidatidiforme y coriocarcinoma.

Si la paciente tiene una mola hidatidiforme (también llamada embarazo molar) se han unido el esperma y el óvulo sin que se haya desarrollado un feto en el útero. En su lugar, el tejido que se forma se asemeja a quistes parecidos a uvas. La mola hidatidiforme no se disemina fuera del útero a otras partes del cuerpo.

Si la paciente padece de coriocarcinoma, el tumor puede haberse originado de una mola hidatidiforme o de tejido que queda en el útero después de un aborto o de un parto. El coriocarcinoma puede diseminarse del útero a otras partes del cuerpo. Hay un tipo muy poco común de tumor trofoblástico de la gestación que se origina en el útero, donde se encontraba pegada la placenta. Este tipo de cáncer se llama enfermedad trofoblástica de sitio placentario.

El tumor trofoblástico de la gestación no es siempre fácil de encontrar. En sus estadios iniciales, la enfermedad puede parecer un embarazo normal. La paciente debe ver al médico si tiene hemorragia vaginal (no menstrual) o si está embarazada y no siente el movimiento del feto en el momento esperado.

Si hay síntomas, el médico puede llevar a cabo varios exámenes para determinar si la paciente tiene tumor trofoblástico de la gestación, empezando generalmente con un examen interno (pelviano). El médico hace una palpación para detectar masas, deformaciones o cambios en el tamaño del útero. El médico entonces puede hacer una ultrasonografía, un examen en el que se usan ondas de sonido para detectar tumores. También se puede realizar un análisis de sangre en busca de niveles altos de una hormona llamada beta HCG (beta gonadotropina coriónica humana), que se encuentra presente durante el embarazo normal. Si la paciente no está embarazada y la hormona se encuentra presente en la sangre, puede ser un signo de tumor trofoblástico de la gestación.

La probabilidad de recuperarse (pronóstico) y la selección del tratamiento dependen del tipo de tumor trofoblástico de la gestación, de si se ha diseminado a otros lugares y del estado general de salud de la paciente.