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Toxicomanía y cáncer (PDQ®)
Versión PacienteVersión Profesional De SaludIn EnglishActualizado: 08/22/2008



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Frecuencia entre las personas con enfermedades físicas






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Riesgo de abuso y adicción en poblaciones sin antecedentes de toxicomanía






Riesgo de abuso y adicción en poblaciones con historial de toxicomanía






Manejo clínico de pacientes con historial de toxicomanía







Plan de manejo para pacientes hospitalizados






Plan de manejo para pacientes ambulatorios






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Plan de manejo para pacientes hospitalizados

Algunos métodos pueden ayudar a garantizar la seguridad de los empleados de hospitales y los pacientes con historiales actuales de toxicomanía, además de controlar las conductas manipuladoras de algunos pacientes, mantener la vigilancia ante el uso de drogas ilegales, evitar conflictos sobre el uso apropiado de medicamentos para el control del dolor y los síntomas, y comunicar la posesión de conocimientos sobre el manejo del dolor y la toxicomanía.

De ser posible, los pacientes con problemas actuales de fármacodependencia a los que se vaya a operar deben ingresar en el hospital varios días antes de lo normal para permitir la estabilización de su régimen de drogas. Este periodo puede servir para evitar el síndrome de abstinencia y ofrece la oportunidad de evaluar la necesidad de alterar el plan elaborado en el momento del ingreso.

A la hora de desarrollar pautas adecuadas para las inquietudes específicas de un paciente se pueden considerar varias acciones. Algunos pacientes pueden recibir un cuarto privado cerca de la central de enfermeras para que sea posible realizar un seguimiento continuo. Los pacientes obligados a permanecer en sus cuarto o sus pisos hasta que se considere menor el peligro de que padezcan el síndrome de abstinencia o de que tomen drogas ilícitas. Puede que sea apropiado hacer que un paciente se ponga un camisón de hospital para reducir el riesgo de que se ausente del hospital en busca de drogas. También se puede hacer que los visitantes se limiten a los familiares y amigos de un paciente que se sepa que no usan drogas, y se les puede comunicar a las visitas que antes de ver a un paciente es necesario hablar con el personal médico.

A algunos pacientes se les debe registrar sus cuartos una o más veces, y si se encuentran drogas ilícitas, medicamentos recetados con anterioridad o alcohol, se deberá retirar dichos artículos y deshacerse de ellos de acuerdo con el protocolo del hospital. Los paquetes que los familiares y amigos lleven al hospital pueden ser registrados por empleados responsables para asegurarse de que no contienen drogas ilícitas ni alcohol.

En algunos casos es útil realizar análisis de orina periódicos en busca de drogas. Para simplificar el proceso, se puede instruir al paciente que proporcione una muestra cada día, enviándose algunas para ser analizadas y desechándose las otras. La frecuencia de las pruebas dependerá de las conductas observadas en el hospital. Este enfoque establece el concepto de vigilancia regular para el paciente sin excederse en el uso del laboratorio.

Sea cual sea el plan que se utilice, éste debe ser individualizado y reflejar el grado de riesgo percibido por el personal médico. En algunos casos no se necesitarán acciones especiales, mientras que en otros la gravedad del abuso reciente indicará la necesidad de tomar las máximas precauciones. Al hablar con los pacientes, el equipo debe enfatizar que el seguimiento de estas pautas interesa tanto al paciente como al hospital. Los médicos sólo utilizarán métodos agresivos en el manejo médico sin dejarse llevar por las dudas sobre el historial del paciente e inquietudes sobre su uso actual de drogas si están convencidos de que el paciente no está abusando de las drogas.

Una vez se haya establecido un plan para controlar el uso de drogas, se debe proceder con atención al manejo médico de los pacientes drogodependientes activos. Por lo general son necesarias varias visitas frecuentes para evaluar y aliviar los síntomas. Se debe evitar la inducción del síndrome de abstinencia, y los fármacos recetados para el control de los síntomas se deben administrar con regularidad, siempre que sea posible. Así se evitarán los encuentros frecuentes con personal médico debidos al deseo del paciente de obtener drogas.[1,2]

Bibliografía

  1. Passik SD, Portenoy RK, Ricketts PL: Substance abuse issues in cancer patients. Part 1: Prevalence and diagnosis. Oncology (Huntingt) 12 (4): 517-21, 524, 1998.  [PUBMED Abstract]

  2. Passik SD, Portenoy RK, Ricketts PL: Substance abuse issues in cancer patients. Part 2: Evaluation and treatment. Oncology (Huntingt) 12 (5): 729-34; discussion 736, 741-2, 1998.  [PUBMED Abstract]

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