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VI. Víctimas de choques automovilísticos relacionados con el alcohol

Antecedentes

De acuerdo con las estadísticas de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Autopistas (NHTSA por su sigla en inglés) correspondientes a 1998, hay cerca de tres probabilidades sobre diez de que en algún momento de su vida una persona se vea involucrada en un choque automovilístico relacionado con el alcohol. En 1998, más de 305.000 personas resultaron heridas en choques automovilísticos en los que los agentes del orden reportaron la presencia del alcohol. La NHTSA estima que en 1999, 15.786 personas murieron en choques automovilísticos relacionados con el alcohol.

Por lo general, las víctimas de choques de tránsito ocasionados por conductores ebrios sufren secuelas graves y de larga duración. Una investigación patrocinada por el Instituto Nacional de Salud Mental concluyó que cinco años después del choque, la mayoría de las víctimas permanecía psicológica, física y financieramente afectada. A su vez, el 20 por ciento de las víctimas siente que su vida nunca será normal de nuevo.

El agente del orden que conozca la peculiar naturaleza de las lesiones y las muertes ocasionadas por choques automovilísticos relacionados con el alcohol siempre será recordado por las víctimas –o por los familiares de éstas– como alguien que supo ayudarles eficazmente. Además, no olvide que podría ser usted quien resultara muerto o herido a causa de un conductor ebrio. La conciencia de este hecho le dará la paciencia, la humildad y el coraje que necesita para enfrentar tales situaciones.

Consejos para responder a víctimas de choques automovilísticos relacionados con el alcohol

  • Evite emplear palabras y frases que le resten importancia al trauma emocional y físico de la víctima. Por ejemplo, no use las expresiones "Al menos" y "Tiene suerte" en frases como "Al menos el conductor ebrio no iba a alta velocidad" o "Tiene suerte de estar vivo". Estas palabras no tranquilizarán a la víctima, e incluso pueden herirla o enfurecerla. Las víctimas pueden encontrarse en estado de shock o sentir miedo, dolor, pánico y confusión; el insinuarles que tienen suerte o que fueron afortunadas no es apropiado en ese momento.
  • Ayude al conductor víctima a enfrentar los sentimientos de culpa y fracaso. Cuando un pasajero ha resultado herido o muerto, con frecuencia el conductor se siente responsable por no haber evitado el choque con una decisión o una maniobra de último momento. De manera amable anime al conductor a enfrentar estos sentimientos mediante la razón y tratando de entender que probablemente el choque no podía evitarse. Explíquele que sus acciones de último momento tan sólo fueron una pequeña parte en la compleja secuencia de acontecimientos que llevaron al choque.
  • Inste a las víctimas a obtener atención médica inmediata, aun si no presentan heridas visibles. Explíqueles que los choques relacionados con el alcohol son una de las causas principales de la lesión cerebral traumática (también conocida como lesión cerebral cerrada), en la cual el cerebro resulta lesionado sin que haya fracturas en el cráneo. Las víctimas que han sufrido esta lesión pueden no presentar síntomas inmediatos e interactuar normalmente con los agentes; sin embargo, más tarde las secuelas de la misma pueden trastornar sus vidas. A medida que se desarrollan los problemas de salud, es frecuente que las víctimas y los médicos olviden relacionarlos con el choque automovilístico. Si no se someten a un examen médico inmediatamente después del choque, es posible que estas víctimas jamás se percaten de que sus problemas se originaron a raíz de éste.
  • Esté preparado para encontrarse con sentimientos y declaraciones ambivalentes y conflictivos por parte de los pasajeros del vehículo del conductor ebrio. Puede ser difícil para ellos culpar al conductor si él o ella pertenece a su círculo de amigos o a su familia. Además, los pasajeros pueden mostrarse reacios a suministrar información por temor a las consecuencias penales que podría enfrentar el conductor que causó el choque.
  • Asegúrese de que su actitud y sus palabras reflejen el hecho de que conducir bajo los efectos del alcohol es un delito –con frecuencia violento– que ha cobrado muchas víctimas. Sus acciones y palabras deben reflejar su experiencia y convicción de que un conductor ebrio produce en sus víctimas consecuencias tan devastadoras como las de otros delitos violentos. El conducir bajo los efectos de alcohol es un delito, no un "accidente": así como un robo, una violación o un asesinato no son accidentes, tampoco puede calificarse como tal la acción de conducir ebrio.
  • Prepárese para enfrentar reacciones emotivas y hasta hostiles por parte de las víctimas. Algunas veces, las víctimas creen firmemente que las fuerzas del orden no se toman muy en serio los delitos derivados del conducir bajo los efectos del alcohol, y pueden expresar sus opiniones ante usted. Mantenga una actitud imparcial y cortés mientras acepta las reacciones de las víctimas y las escucha expresar sus opiniones. No discuta o contradiga lo que le dicen. El escuchar con atención hace que las víctimas sientan que sus quejas son atendidas. Muéstrese comprensivo con su dolor y sufrimiento, pero no diga "Comprendo" cuando realmente nadie puede hacerlo.
  • Apoye a los miembros de la familia que deseen ver y pasar un tiempo con el cuerpo de su ser querido. A menudo, los familiares experimentan una profunda necesidad psicológica de acercarse al cuerpo de su ser querido tan pronto como sea posible y permanecer durante algún tiempo con éste. Muéstrese sensible ante el sufrimiento de la familia. Dado que los choques automovilísticos relacionados con el alcohol casi siempre causan lesiones violentas en el cuerpo de las víctimas, y puesto que esta imagen puede causar a los familiares un dolor devastador, su reacción inicial, movido por la compasión, puede consistir en negarles el acceso al cuerpo. Sin embargo, la negativa sólo ahonda el dolor de los familiares. En primera instancia, ofrézcase para ver el cuerpo en nombre de los familiares y suminístreles una descripción detallada. Si éstos aún desean ver y estar con el cuerpo, respete su derecho a hacerlo. Abrazar y tocar el cuerpo del ser querido ofrece a los familiares la posibilidad de despedirse mientras el cuerpo aún se encuentra en su estado natural, antes de que la funeraria lo prepare. La visión del cuerpo puede ayudar a los familiares a aceptar la muerte de su ser querido.
  • Sea cuidadoso y discreto al escoger sus palabras. Para muchos familiares, la distinción entre "morir" y "matar" cobra un significado importante después de una muerte causada por un choque relacionado con el alcohol. La palabra "morir" deja de lado el hecho de que la víctima falleció violentamente; la palabra "matar" significa quitar la vida de manera deliberada o imprudente.
  • Busque y guarde en un lugar seguro los objetos personales de la víctima –tales como ropa y joyas– hallados en el lugar del choque. En una encuesta sobre la satisfacción con respecto al funcionamiento del sistema de justicia penal en los casos de choques relacionados con el alcohol, cerca de dos tercios de los encuestados se mostraron satisfechos con la investigación adelantada por las fuerzas del orden, pero muchos otros sentían que los agentes no habían protegido adecuadamente las pertenencias de las víctimas. Esta percepción fue una fuente de dolor y amargura.
  • En la sección "Familiares de víctimas de homicidio" podrá encontrar consejos adicionales sobre la manera de dar respuesta a las necesidades de los familiares de víctimas muertas en choques automovilísticos relacionados con el alcohol.


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Respuesta Primaria para Víctimas del Crimen 2001
diciembre de 2001

This document was last updated on April 26, 2007