El “trastorno de déficit de
atención e hiperactividad” (TDAH) es un trastorno neuroconductual
que puede llegar a afectar a más de dos millones de niños en edad
escolar y puede durar hasta la edad adulta.
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El TDAH se manifiesta en una falta de atención
crónica, inusualmente alta, una conducta hiperactiva compulsiva
o de ambas formas. Las personas con el TDAH pueden sufrir de
deficiencias en áreas cruciales de la vida, como las relaciones
con otras personas de su edad y con familiares, y el rendimiento
en la escuela o el trabajo. Algunos estudios en personas con el
TDAH han observado un aumento de las lesiones accidentales y del
uso de los servicios de salud entre estas personas.
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Tanto como el 50% de los niños con el TDAH
también sufren de otros trastornos de la conducta. Algunos
estudios han demostrado un aumento en el uso de sustancias
estupefacientes, en conductas de riesgo y en conductas
criminales entre adolescentes y adultos con el TDAH.
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La publicación Diagnostic & Statistical Manual-IV-TR
de la Asociación Americana de Psiquiatría calcula que entre el 3
y el 7% de los niños sufren de TDAH, y algunos estudios
realizados en muestras en las comunidades han observado un
aumento de las tasas de prevalencia. No se conocen las causas
del TDAH ni los factores de riesgo que contribuyen a provocar
esta afección, sin embargo, su prevalencia parece ser más alta
entre los niños que entre las niñas.
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En la década pasada aumentó sustancialmente la
prescripción de medicinas contra el TDAH en todos los Estados
Unidos, y en muchos estados el consumo se multiplicó en más del
400%. No se conocen claramente las razones del aumento del uso
de medicinas que contienen metilfenidato ni de la disminución
que se ha registrado recientemente.
El TDAH puede manejarse a
través de intervenciones médicas y psicosociales.
Según estudios recientes, sería posible tratar el TDAH y sus
comorbidades desde un enfoque especialmente efectivo que combine
terapias médicas y conductuales. Sin embargo, se carece de
información sobre los efectos a largo plazo de todos los
tratamientos así como de los efectos del uso prolongado de las
medicinas contra el TDAH en los niños. Se requiere un sistema de
monitoreo sistemático y constante del TDAH, de las comorbidades y de
las modalidades de tratamiento.
Los CDC reconocen la necesidad
de profundizar los estudios acerca del TDAH. Específicamente, es
necesario responder a las siguientes preguntas claves de salud
pública:
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¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo
del TDAH? ¿Cuál es la prevalencia del TDAH? ¿Está en aumento la
prevalencia?
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¿Cuál es el impacto social y económico que el
TDAH tiene en las familias, las escuelas, la fuerza laboral y
los sistemas judiciales y de salud?
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¿Se están diagnosticando y tratando
adecuadamente el TDAH y sus comorbidades? ¿Tienen las personas
con el TDAH fácil acceso a un tratamiento adecuado y oportuno?
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¿Cuán efectivas son las intervenciones actuales?
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de los tratamientos a base
de medicinas?
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Esta página fue revisada el 17 de
agosto
de 2006