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Mieloma múltiple y otras neoplasias de células plasmáticas: Tratamiento (PDQ®)
Versión Paciente   Versión Profesional De Salud   In English   Actualizado: 08/18/2008
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Índice

Propósito de este sumario del PDQ
Información general
Clasificación celular
Información sobre los estadios
Mieloma múltiple
Plasmacitoma solitario del hueso
Plasmacitoma extramedular
Macroglobulinemia
Gammapatía monoclonal de significación indeterminada
Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Amiloidosis
Ensayos clínicos en curso
Mieloma múltiple
Tratamiento de inducción
        Corticosteroides
        Talidomida
        Lenalidomida
        Bortezomib
        Quimioterapia de dosis convencional
Quimioterapia de consolidación
        Dosis altas de quimioterapia: trasplante autólogo de médula ósea o de células madre periféricas
        Dosis alta de quimioterapia: trasplante alogénico de médula ósea o de células madre periféricas
Tratamiento de mantenimiento
Cuidado médico de apoyo
        Terapia con bisfosfonato
Ensayos clínicos en curso
Plasmacitoma solitario del hueso
Ensayos clínicos en curso
Plasmacitoma extramedular
Ensayos clínicos en curso
Macroglobulinemia de Waldenström (linfoma linfoplasmacítico)
Ensayos clínicos en curso
Gammapatía monoclonal de significación indeterminada
Ensayos clínicos en curso
Neoplasia de células plasmáticas resistente al tratamiento
Ensayos clínicos en curso
Obtenga más información del NCI
Modificaciones a este sumario (08/18/2008)
Información adicional

Propósito de este sumario del PDQ

Este sumario del PDQ con información sobre el cáncer para profesionales de la salud provee información integral con base en la información científica disponible revisada por expertos en el tratamiento del mieloma múltiple y otras neoplasias de células plasmáticas. El Consejo Editorial sobre Tratamientos de Adultos del PDQ examina regularmente este sumario y lo actualiza según sea necesario.

Este sumario contiene información sobre los siguientes aspectos:

  • Diagnóstico.
  • Clasificación celular.
  • Estadificación.
  • Opciones de tratamiento para los diferentes tipos de trastornos.

El propósito de este sumario es servir como fuente de información y ayuda para los médicos que atienden a pacientes de cáncer. No provee pautas o recomendaciones formales para la toma de decisiones relacionadas con la atención de la salud.

Algunas de las referencias bibliográficas de este sumario están acompañadas por un grado de comprobación científica. Estas designaciones tienen el propósito de ayudar al lector a evaluar la solidez de los hechos científico-estadístico que sustentan el uso de una intervención específica o enfoque. El Consejo Editorial sobre Tratamientos de Adultos del PDQ utiliza un sistema formal de jerarquización de la medicina factual para establecer las designaciones del grado de comprobación. Con base en la solidez de los datos probatorios disponibles, las opciones de tratamiento se describen como “estándar” o “bajo evaluación clínica”. Estas clasificaciones no deben utilizarse como base para determinar reembolsos.

Este sumario está disponible en inglés y también en una versión para pacientes escrita en lenguaje menos técnico.

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Información general

Nota: número estimado de casos nuevos y de defunciones por mieloma múltiple en los Estados Unidos en 2008:[1]

  • Casos nuevos: 19.920.
  • Defunciones: 10.690.

El mieloma múltiple es una neoplasia maligna sistémica de las células plasmáticas que es muy tratable, pero rara vez curable. Es potencialmente curable cuando se presenta como un plasmacitoma solitario del hueso o como un plasmacitoma extramedular. Antes de utilizarse la quimioterapia, la mediana de supervivencia era de alrededor de siete meses; después de la introducción de la quimioterapia, el pronóstico mejoró significativamente, con una mediana de supervivencia de 24 a 30 meses y una supervivencia del 3% a los 10 años. Se presentaron aún más mejorías en el pronóstico a raíz debido a la introducción de tratamientos más nuevos, como los corticosteroides de pulso, la talidomida, el bortezomib y los trasplantes autólogos y alogénicos de células madre. La enfermedad se estadifica mediante el cálculo de la masa de células tumorales del mieloma clasifican calculando la masa celular del mieloma sobre la base de la cantidad de proteína monoclonal (o del mieloma) (proteína M) en el suero o la orina, junto con varios parámetros clínicos, tales como las concentraciones de hemoglobina y de calcio en el suero, el número de lesiones osteolíticas y la presencia o ausencia de insuficiencia renal. El estadio de la enfermedad en el momento de la presentación es un factor determinante importante de la supervivencia, pero tiene poca influencia en la elección del tratamiento porque todos los pacientes, excepto aquellos pacientes que con poca frecuencia padecen de tumores solitarios del hueso o plasmacitomas extramedulares, sufren de enfermedad generalizada. La selección del tratamiento depende de la edad y la salud general del paciente, los tratamientos previos y la presencia de complicaciones de la enfermedad.[2]

El contacto inicial con el paciente sirve para establecer el diagnóstico utilizando los siguientes parámetros:

  1. Detección de una proteína M en el suero o la orina.
  2. Detección de más del 10% de células plasmáticas en un examen de médula ósea.
  3. Detección de lesiones osteolíticas u osteoporosis generalizada en radiografías del esqueleto.
  4. Presencia de plasmacitomas de tejido blando.

Bibliografía

  1. American Cancer Society.: Cancer Facts and Figures 2008. Atlanta, Ga: American Cancer Society, 2008. Also available online. Last accessed October 1, 2008. 

  2. Rajkumar SV, Kyle RA: Multiple myeloma: diagnosis and treatment. Mayo Clin Proc 80 (10): 1371-82, 2005.  [PUBMED Abstract]

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Clasificación celular

Las enfermedades relacionadas con una proteína monoclonal (o del mieloma) (proteína M) son las siguientes:

  1. Neoplasia asintomática de células plasmáticas con datos probatorios mínimos de enfermedad, aparte de la presencia de una proteína M (gammapatía monoclonal de significación indeterminada [GMSI]).[1] (Generalmente IgG κ o λ, IgA κ o λ.)


  2. La neoplasia sintomática de células plasmáticas. (Generalmente IgG κ o γ, IgA κ o γ.)
    1. Afecta principalmente a los huesos:
      1. Mieloma múltiple (94%).
      2. Plasmacitoma solitario (3%).
    2. Plasmacitoma extramedular (3%).

      Estos generalmente se presentan en la nasofaringe, las amígdalas o los senos paranasales.[2]



  3. Macroglobulinemia.

    Pacientes que a menudo padecen de linfadenopatía y hepatoesplenomegalia; menos del 5% de los pacientes padecen lesiones osteolíticas. (Generalmente IgM κ o γ.)

    1. Asintomática.
    2. Sintomática.[3]

    Esta entidad se llama linfoma linfoplasmacítico o macroglobulinemia de Waldenström. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos.)



Bibliografía

  1. Kyle RA, Bladé J, Rajkumar SV: Monoclonal gammopathies of undetermined significance. In: Malpas JS, Bergsagel DE, Kyle RA, et al.: Myeloma: Biology and Management. 3rd ed. Philadelphia, Pa: WB Saunders Co, 2004, pp 315-52. 

  2. Knowling MA, Harwood AR, Bergsagel DE: Comparison of extramedullary plasmacytomas with solitary and multiple plasma cell tumors of bone. J Clin Oncol 1 (4): 255-62, 1983.  [PUBMED Abstract]

  3. Kyle RA, Garton JP: The spectrum of IgM monoclonal gammopathy in 430 cases. Mayo Clin Proc 62 (8): 719-31, 1987.  [PUBMED Abstract]

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Información sobre los estadios



Mieloma múltiple

El International Myeloma Working Group estudió a 11.171 pacientes, de los cuales 2.901 recibieron terapia de dosis alta y 8.270 recibieron solamente terapia de dosis estándar.[1] De ello se derivó el siguiente sistema internacional de estadificación:

Mieloma múltiple en estadio I: la microglobulina β-2 es más baja de 3,5 y la albúmina es mayor o igual a 3,5 (mediana de supervivencia de 62 meses).

Mieloma múltiple en estadio II: la microglobulina β-2 es más baja que 3,5 y la albúmina es más baja que 3,5 o la microglobulina β-2-microbulinemia es de 3,5 a menos de 5,5 (mediana de supervivencia de 44 meses).

Mieloma múltiple en estadio III: la microglobulina β-2 es mayor o igual a 5,5 (mediana de supervivencia de 29 meses).

La insuficiencia renal empeora el pronóstico independientemente del estadio. Las aberraciones genéticas detectadas mediante la hibridización in situ con fluorescencia de interfase (FISH, por sus siglas en inglés) pueden definir los grupos pronósticos en los análisis prospectivos y retrospectivos.[2,3] Se ha informado de una supervivencia corta, así como una corta duración de la respuesta al tratamiento con el t(4;14)(p16;q32), t(14;16)(q32;q23), la supresión citogenética de 13q-14, y la supresión de 17p13 (p53 locus).[2-6] Se deberá esperar por más análisis prospectivos para determinar si la opción terapéutica con base en el análisis FISH puede influir en los resultados de ensayos prospectivos.

Las investigaciones clínicas más recientes estratifican a los pacientes de mieloma múltiple en un grupo llamado de riesgo estándar, que comprende al 75% de los pacientes con una mediana de supervivencia de 3 a 6 seis años, y un grupo de riesgo alto con una mediana de supervivencia de menos de tres años.[2-7] Esta estratificación, con base en hallazgos citogenéticos, se derivó de análisis retrospectivos y necesita de una validación prospectiva.[7] Se envían muestras de médula ósea para hacerles análisis citogenéticos y de FISH.

El riesgo estándar se define por la presencia de cualquiera de los siguientes hallazgos citogenéticos:

  • No hay FISH adverso o citogenético.
  • Hiperdiploidía.
  • t (11;14) mediante FISH.
  • t (6;14) mediante FISH.

Estos pacientes presentan como mayor frecuencia una enfermedad que expresa gammapatía monoclonal IgG κ y presentan lesiones osteolíticas.

El riesgo alto se define por la presencia de cualquiera de los siguientes hallazgos citogenéticos:

  • del 17p mediante FISH.
  • t (4;14) mediante FISH.
  • t (14;16) mediante FISH.
  • Anomalía citogenética de del(13).
  • Hipodiploidía.

Estos pacientes presentan a menudo enfermedad que expresa gammapatía monoclonal IgA λ y, con menor frecuencia, presentan complicaciones relacionadas con el esqueleto.

Plasmacitoma solitario del hueso

Si se encuentra una lesión lítica solitaria de células plasmáticas durante el examen del esqueleto en un paciente sin otros síntomas y un examen de la médula ósea de un sitio no afectado contiene menos del 5% al 10% de células plasmáticas, el paciente padece de plasmacitoma solitario del hueso.[8-10] Cerca del 25% de los pacientes tienen una proteína M en el suero o la orina; esto debería desaparecer después de una radiación adecuada de la lesión lítica. Cuando la imaginología por resonancia magnética esté indicada, esta puede revelar lesiones óseas insospechadas que no se habían detectado con radiografías estándar.

Plasmacitoma extramedular

Los pacientes con tumores aislados de células plasmáticas en los tejidos blandos que se presentan con más frecuencia en las amígdalas, la nasofaringe o los senos paranasales, se deberían someter a radiografías del esqueleto y a una biopsia de médula ósea.[11-13] Si estas pruebas son negativas, el paciente padece de plasmacitoma extramedular. Cerca del 25% de los pacientes tienen proteína M en el suero o la orina; esta debería desaparecer después de una radiación adecuada.

Macroglobulinemia

La macroglobulinemia es una proliferación de linfocitos plasmacitoides que secretan una proteína IgM M. Los pacientes a menudo presentan linfadenopatía y hepatoesplenomegalia, pero las lesiones óseas son poco frecuentes. No hay ningún sistema de estadificación que esté generalmente aceptado.

El término macroglobulinemia describe un aumento de la concentración del suero de una IgM monoclonal.[14] La mayoría de los pacientes son asintomáticos y no necesitan tratamiento. Los síntomas y signos más comunes son fatiga, manifestaciones de hiperviscosidad (por ejemplo, dolor de cabeza, epistaxis y trastornos visuales) y anomalías neurológicas. La viscosidad del suero o el plasma (en relación con el agua) mide el riesgo de que se manifiesten síntomas. El índice normal de viscosidad es 1,7 a 2,1; los síntomas entre 3,0 y 4,0 se presentan con poca frecuencia, pero aparecen con mayor frecuencia por encima de 4,0. El tratamiento emergente (es decir, plasmaféresis y quimioterapia) suele ser necesario por encima de un índice de viscosidad de 4,0. Aproximadamente 33% de los pacientes padecen de linfadenopatía y esplenomegalia. El aumento de la concentración intravascular de la IgM de peso molecular alto produce una expansión del volumen del plasma, anemia por dilución y, en casos extremos, insuficiencia cardiaca congestiva. Se puede observar sedimento de sangre en las venas conjuntivales y retinales, con dilatación y segmentación de vasos (con apariencia de salchichas enlazadas), hemorragias retinales, y papiledema. Problemas similares con la circulación de la sangre en el sistema nervioso central pueden causar ataxia, nistagmo, vértigo, confusión y trastornos de la conciencia.

Los siguientes son los distintos trastornos relacionados con la aparición de una IgM monoclonal:

  1. Gammapatía monoclonal de significación indeterminada (GMSI). Los pacientes son asintomáticos, la proteína M es estable y no hay linfadenopatía, esplenomegalia o lesiones óseas.
  2. Macroglobulinemia de Waldenström (MW). Esta entidad se llama linfoma linfoplasmacítico en el sistema de clasificación de la Organización Mundial de la Salud/Revised European-American Lymphoma. Los pacientes son sintomáticos, tienen infiltración linfoplasmacítica de la médula y una creciente concentración de la IgM en el suero, y pueden sufrir de linfadenopatía o esplenomegalia. En raras ocasiones, los pacientes con MW padecen de lesiones osteolíticas. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos.)
  3. Recuento linfocítico absoluto superior a 5.000 células/mm3. Se puede clasificar la enfermedad del paciente como leucemia linfocítica crónica (LLC) si los linfocitos son de la variedad pequeña bien diferenciada. Se debe diferenciar la LLC de la linfoplasmacitosis que se puede presentar como manifestación de la presencia de MW en la sangre periférica. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre Tratamiento de la leucemia linfocítica crónica.)
  4. Enfermedad crónica de aglutinina fría. Los pacientes tienen una valoración alta de aglutinina fría y ninguna prueba morfológica de neoplasia. Estos pacientes a menudo padecen de anemia hemolítica que se agrava con la exposición al frío. La IgM tiene cadenas κ ligeras en más del 90% de estos tipos de pacientes.
Gammapatía monoclonal de significación indeterminada

Los pacientes con GMSI tienen una proteína M en el suero sin hallazgos de mieloma múltiple, macroglobulinemia, amiloidosis o linfoma, y tienen menos del 10% de células plasmáticas en la médula ósea.[14-16] Estos tipos de pacientes son asintomáticos y no deben recibir tratamiento. Sin embargo, se deberán seguir observando cuidadosamente porque cerca de un 1% al 2% de ellos al año evolucionaran hasta padecer de uno de los neoplasmas sintomáticos de célula B y pueden entonces necesitar tratamiento.[17,18] Los factores predictivos de riesgo incluyen un cociente de cadena ligera sin suero, GMSI de clase no IgG y concentración alta de proteína M en el suero (≥ 15g/l).[19]

Bibliografía

  1. Greipp PR, San Miguel J, Durie BG, et al.: International staging system for multiple myeloma. J Clin Oncol 23 (15): 3412-20, 2005.  [PUBMED Abstract]

  2. Fonseca R, Blood E, Rue M, et al.: Clinical and biologic implications of recurrent genomic aberrations in myeloma. Blood 101 (11): 4569-75, 2003.  [PUBMED Abstract]

  3. Avet-Loiseau H, Attal M, Moreau P, et al.: Genetic abnormalities and survival in multiple myeloma: the experience of the Intergroupe Francophone du Myélome. Blood 109 (8): 3489-95, 2007.  [PUBMED Abstract]

  4. Gertz MA, Lacy MQ, Dispenzieri A, et al.: Clinical implications of t(11;14)(q13;q32), t(4;14)(p16.3;q32), and -17p13 in myeloma patients treated with high-dose therapy. Blood 106 (8): 2837-40, 2005.  [PUBMED Abstract]

  5. Gutiérrez NC, Castellanos MV, Martín ML, et al.: Prognostic and biological implications of genetic abnormalities in multiple myeloma undergoing autologous stem cell transplantation: t(4;14) is the most relevant adverse prognostic factor, whereas RB deletion as a unique abnormality is not associated with adverse prognosis. Leukemia 21 (1): 143-50, 2007.  [PUBMED Abstract]

  6. Sagaster V, Ludwig H, Kaufmann H, et al.: Bortezomib in relapsed multiple myeloma: response rates and duration of response are independent of a chromosome 13q-deletion. Leukemia 21 (1): 164-8, 2007.  [PUBMED Abstract]

  7. Dispenzieri A, Rajkumar SV, Gertz MA, et al.: Treatment of newly diagnosed multiple myeloma based on Mayo Stratification of Myeloma and Risk-adapted Therapy (mSMART): consensus statement. Mayo Clin Proc 82 (3): 323-41, 2007.  [PUBMED Abstract]

  8. Ozsahin M, Tsang RW, Poortmans P, et al.: Outcomes and patterns of failure in solitary plasmacytoma: a multicenter Rare Cancer Network study of 258 patients. Int J Radiat Oncol Biol Phys 64 (1): 210-7, 2006.  [PUBMED Abstract]

  9. Dimopoulos MA, Moulopoulos LA, Maniatis A, et al.: Solitary plasmacytoma of bone and asymptomatic multiple myeloma. Blood 96 (6): 2037-44, 2000.  [PUBMED Abstract]

  10. Dimopoulos MA, Hamilos G: Solitary bone plasmacytoma and extramedullary plasmacytoma. Curr Treat Options Oncol 3 (3): 255-9, 2002.  [PUBMED Abstract]

  11. Tournier-Rangeard L, Lapeyre M, Graff-Caillaud P, et al.: Radiotherapy for solitary extramedullary plasmacytoma in the head-and-neck region: A dose greater than 45 Gy to the target volume improves the local control. Int J Radiat Oncol Biol Phys 64 (4): 1013-7, 2006.  [PUBMED Abstract]

  12. Michalaki VJ, Hall J, Henk JM, et al.: Definitive radiotherapy for extramedullary plasmacytomas of the head and neck. Br J Radiol 76 (910): 738-41, 2003.  [PUBMED Abstract]

  13. Alexiou C, Kau RJ, Dietzfelbinger H, et al.: Extramedullary plasmacytoma: tumor occurrence and therapeutic concepts. Cancer 85 (11): 2305-14, 1999.  [PUBMED Abstract]

  14. Kyle RA, Bladé J, Rajkumar SV: Monoclonal gammopathies of undetermined significance. In: Malpas JS, Bergsagel DE, Kyle RA, et al.: Myeloma: Biology and Management. 3rd ed. Philadelphia, Pa: WB Saunders Co, 2004, pp 315-52. 

  15. Kyle RA, Therneau TM, Rajkumar SV, et al.: Prevalence of monoclonal gammopathy of undetermined significance. N Engl J Med 354 (13): 1362-9, 2006.  [PUBMED Abstract]

  16. International Myeloma Working Group.: Criteria for the classification of monoclonal gammopathies, multiple myeloma and related disorders: a report of the International Myeloma Working Group. Br J Haematol 121 (5): 749-57, 2003.  [PUBMED Abstract]

  17. Attal M, Harousseau JL, Stoppa AM, et al.: A prospective, randomized trial of autologous bone marrow transplantation and chemotherapy in multiple myeloma. Intergroupe Français du Myélome. N Engl J Med 335 (2): 91-7, 1996.  [PUBMED Abstract]

  18. Kyle RA, Therneau TM, Rajkumar SV, et al.: A long-term study of prognosis in monoclonal gammopathy of undetermined significance. N Engl J Med 346 (8): 564-9, 2002.  [PUBMED Abstract]

  19. Rajkumar SV, Kyle RA, Therneau TM, et al.: Serum free light chain ratio is an independent risk factor for progression in monoclonal gammopathy of undetermined significance. Blood 106 (3): 812-7, 2005.  [PUBMED Abstract]

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Aspectos generales de las opciones de tratamiento

Se debe distinguir con claridad la gammapatía monoclonal de significación indeterminada o el mieloma indolente del mieloma evolutivo. Los pacientes asintomáticos con mieloma múltiple sin lesiones osteolíticas y función renal normal pueden observarse de manera segura inicialmente fuera del contexto de un ensayo clínico.[1-3] Los pacientes con enfermedad sintomática avanzada deben recibir tratamiento. El tratamiento debe estar dirigido a reducir la carga de células tumorales y revertir cualquier complicación de la enfermedad, como insuficiencia renal, infección, hiperviscosidad o hipercalcemia, con el manejo médico apropiado. En ensayos clínicos, se formularon criterios de respuesta para los pacientes.[4]

Bibliografía

  1. He Y, Wheatley K, Clark O, et al.: Early versus deferred treatment for early stage multiple myeloma. Cochrane Database Syst Rev (1): CD004023, 2003.  [PUBMED Abstract]

  2. Riccardi A, Mora O, Tinelli C, et al.: Long-term survival of stage I multiple myeloma given chemotherapy just after diagnosis or at progression of the disease: a multicentre randomized study. Cooperative Group of Study and Treatment of Multiple Myeloma. Br J Cancer 82 (7): 1254-60, 2000.  [PUBMED Abstract]

  3. Hjorth M, Hellquist L, Holmberg E, et al.: Initial versus deferred melphalan-prednisone therapy for asymptomatic multiple myeloma stage I--a randomized study. Myeloma Group of Western Sweden. Eur J Haematol 50 (2): 95-102, 1993.  [PUBMED Abstract]

  4. Durie BG, Harousseau JL, Miguel JS, et al.: International uniform response criteria for multiple myeloma. Leukemia 20 (9): 1467-73, 2006.  [PUBMED Abstract]

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Amiloidosis

La amiloidosis primaria puede resultar en una disfunción orgánica grave, especialmente de los riñones, el corazón o los nervios periféricos. Dos ensayos aleatorios mostraron supervivencia general prolongada con el uso de quimioterapia oral con melfalán, con colchicina o sin esta, en comparación con colchicina sola.[1,2][Grado de comprobación: 1iiA] Un estudio aleatorizado de 100 pacientes de amiloidosis con inmunoglobulina de cadena liviana (AL) comparó el melfalán con dosis altas de dexametasona frente a las dosis altas de melfalán más el rescate autólogo de células madre.[3] Después de una mediana de seguimiento de tres años, la mediana de la SG favoreció al grupo sin trasplante (56,9 meses contra 22,2 meses; P = 0,04).[3][Grado de comprobación: 1iiA] El 24% de mortalidad relacionada con el trasplante en esta serie y otras, refleja las dificultades involucradas en la quimioterapia de dosis altas en pacientes de edad avanzada con disfunción de un órgano.[3-6] No se anticipa un ensayo aleatorizado que confirme los beneficios del trasplante autólogo.[7] Al igual de lo que sucede con todas las discrasias de células plasmáticas, se notificaron respuestas anecdóticas a la amiloidosis con dexametasona sola o en combinación con talidomida y ciclofosfamida, o lenalidomida, como en el ensayo del Southwest Oncology Group's (SWOG-9628), [8-11] Una serie anecdótica describe el trasplante de células madre alogénicas de intensidad total y de intensidad reducida.[12]

Las concentraciones altas de troponinas cardíacas y péptidos natriuréticos cerebrales en el suero, son factores pronósticos precarios. Es necesaria una confirmación prospectiva independiente de una propuesta del sistema de estadificación propuesto para la amiloidosis sistémica primaria con base en estas concentraciones séricas.[13]

Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés multiple myeloma and other plasma cell neoplasms. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

Bibliografía

  1. Kyle RA, Gertz MA, Greipp PR, et al.: A trial of three regimens for primary amyloidosis: colchicine alone, melphalan and prednisone, and melphalan, prednisone, and colchicine. N Engl J Med 336 (17): 1202-7, 1997.  [PUBMED Abstract]

  2. Skinner M, Anderson J, Simms R, et al.: Treatment of 100 patients with primary amyloidosis: a randomized trial of melphalan, prednisone, and colchicine versus colchicine only. Am J Med 100 (3): 290-8, 1996.  [PUBMED Abstract]

  3. Jaccard A, Moreau P, Leblond V, et al.: High-dose melphalan versus melphalan plus dexamethasone for AL amyloidosis. N Engl J Med 357 (11): 1083-93, 2007.  [PUBMED Abstract]

  4. Dispenzieri A, Kyle RA, Lacy MQ, et al.: Superior survival in primary systemic amyloidosis patients undergoing peripheral blood stem cell transplantation: a case-control study. Blood 103 (10): 3960-3, 2004.  [PUBMED Abstract]

  5. Skinner M, Sanchorawala V, Seldin DC, et al.: High-dose melphalan and autologous stem-cell transplantation in patients with AL amyloidosis: an 8-year study. Ann Intern Med 140 (2): 85-93, 2004.  [PUBMED Abstract]

  6. Leung N, Leung TR, Cha SS, et al.: Excessive fluid accumulation during stem cell mobilization: a novel prognostic factor of first-year survival after stem cell transplantation in AL amyloidosis patients. Blood 106 (10): 3353-7, 2005.  [PUBMED Abstract]

  7. Mehta J, Gerta MA, Dispenzieri A: High-dose therapy for amyloidosis: the end of the beginning? Blood 103 (10): 3612-3, 2004. 

  8. Dhodapkar MV, Hussein MA, Rasmussen E, et al.: Clinical efficacy of high-dose dexamethasone with maintenance dexamethasone/alpha interferon in patients with primary systemic amyloidosis: results of United States Intergroup Trial Southwest Oncology Group (SWOG) S9628. Blood 104 (12): 3520-6, 2004.  [PUBMED Abstract]

  9. Wechalekar AD, Goodman HJ, Lachmann HJ, et al.: Safety and efficacy of risk-adapted cyclophosphamide, thalidomide, and dexamethasone in systemic AL amyloidosis. Blood 109 (2): 457-64, 2007.  [PUBMED Abstract]

  10. Dispenzieri A, Lacy MQ, Zeldenrust SR, et al.: The activity of lenalidomide with or without dexamethasone in patients with primary systemic amyloidosis. Blood 109 (2): 465-70, 2007.  [PUBMED Abstract]

  11. Sanchorawala V, Wright DG, Rosenzweig M, et al.: Lenalidomide and dexamethasone in the treatment of AL amyloidosis: results of a phase 2 trial. Blood 109 (2): 492-6, 2007.  [PUBMED Abstract]

  12. Schönland SO, Lokhorst H, Buzyn A, et al.: Allogeneic and syngeneic hematopoietic cell transplantation in patients with amyloid light-chain amyloidosis: a report from the European Group for Blood and Marrow Transplantation. Blood 107 (6): 2578-84, 2006.  [PUBMED Abstract]

  13. Dispenzieri A, Gertz MA, Kyle RA, et al.: Serum cardiac troponins and N-terminal pro-brain natriuretic peptide: a staging system for primary systemic amyloidosis. J Clin Oncol 22 (18): 3751-7, 2004.  [PUBMED Abstract]

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Mieloma múltiple

Nota: algunas citas en el texto de esta sección vienen seguidas de un grado de comprobación científica. Los consejos de redacción del PDQ usan un sistema de clasificación formal para ayudar al lector a juzgar la solidez de las pruebas relacionadas con los resultados observados en una estrategia terapéutica. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre Grados de comprobación científica.)

Se pueden encontrar células idiotípicas de mieloma en la sangre de los pacientes de mieloma en todas los estadios de la enfermedad.[1,2] Por esta razón, cuando se recomiende administrar tratamiento, se debe considerar un tratamiento sistémico para todos aquellos pacientes con neoplasmas de células plasmáticas sintomáticos. Los pacientes con gammapatía monoclonal de significación indeterminada (GMSI) o con mieloma indolente asintomático no necesitan tratamiento inmediato, pero se lo debe vigilar de cerca en busca de signos que muestren la evolución de la enfermedad.

Los pacientes con una proteína monoclonal (o mieloma) (proteína M) en el suero o la orina se evalúan de la siguiente manera:

  1. Medición y seguimiento de la proteína M sérica mediante electroforesis del suero o mediante ensayos específicos de inmunoglobulina; sin embargo, la cuantificación específica de la inmunoglobulina siempre sobrestima la proteína M porque se incluyen inmunoglobulinas normales en el resultado. Por esta razón, tanto las mediciones de base como el seguimiento de la proteína M se deben llevar a cabo mediante el mismo método.[3]


  2. Medición y seguimiento de la cantidad de cadenas ligeras de proteína M excretadas en la orina durante 24 horas. Se mide la cantidad total de proteína excretada cada 24 horas y se multiplica este valor por el porcentaje de proteína M en la orina según lo determine la electroforesis de la proteína concentrada de la orina. Un método más fácil, pero menos preciso, es la electroforesis de proteína en la orina en una muestra tomada al azar.


  3. Identificación de la cadena pesada y ligera de la proteína M mediante electroforesis por inmunofijación.


  4. Medición de de las concentraciones de hemoglobina, leucocitos, plaquetas y recuentos diferenciales.


  5. Determinación del porcentaje de células plasmáticas medulares. Tener en cuenta que la distribución de las células plasmáticas medulares puede variar en diferentes sitios.


  6. Aspiración con aguja de una lesión osteolítica solitaria, tumor(es) extramedular(es) o ganglio(s) linfático(s) hinchado(s) para determinar si son plasmacitomas.


  7. Evaluación de las funciones renales con creatinina sérica y depuración de creatinina. La electroforesis de proteína úrica concentrada es de mucha ayuda para diferenciar las lesiones glomerulares de las tubulares. Las lesiones glomerulares, como las que resultan de los depósitos glomerulares de cadenas amiloides o ligeras, dan como resultado el escape no selectivo de todas las proteínas séricas hacia la orina; el patrón de electroforesis de esta orina se asemeja al patrón sérico con una preponderancia de albúmina. En la mayoría de los pacientes de mieloma, los glomérulos funcionan con normalidad, permitiendo que se filtre en la orina las proteínas de peso molecular pequeño, tales como las cadenas ligeras. La concentración de proteínas en los túbulos aumenta a medida que se reabsorbe el agua. Esto conduce a la precipitación de las proteínas y la formación de cilindros tubulares que pueden dañar las células tubulares. El patrón típico de electroforesis de las lesiones tubulares muestra un pico pequeño de albúmina y un pico más grande de cadena ligera en la región de globulina; este patrón tubular es el que normalmente se encuentra en los pacientes de mieloma.


  8. Medición de las concentraciones séricas de calcio, fosfatasa alcalina, deshidrogenasa láctica y, cuando así lo indiquen los síntomas clínicos, crioglobulinas y viscosidad sérica.


  9. Toma de radiografías del cráneo, las costillas, las vértebras, la pelvis, la cintura escapular y los huesos largos. Se está evaluando la tomografía computada (TC) básica de detección múltiple con dosis bajas dirigidas a todo el cuerpo y una prueba de imaginología por resonancia magnética (IRM) como medidas de vigilancia de la respuesta al tratamiento.[4,5] La prueba de IRM de la columna vertebral o los huesos largos es más sensible para detectar las lesiones líticas, pero aún no se logró determinar el valor pronóstico o terapéutico de esta información.[5]


  10. Realizar una prueba de IRM si se detecta una masa paraespinal o si los síntomas indican que puede haber compresión de la médula espinal o de la raíz de un nervio.


  11. Si hay sospecha de amiloidosis, realizar una aspiración con aguja de grasa abdominal subcutánea y teñir la biopsia de médula ósea en busca de amiloides como las formas más fáciles y seguras de confirmar el diagnóstico.[6]


  12. Medición de la albúmina sérica y la globulina β-2 como factores diagnósticos independientes.[7,8]


  13. Se considera que un índice de rotulación de la célula plasmática medular alto (≥3%) y la presencia de células de mieloma circulantes son factores pronósticos precarios.[9]


Estos estudios iniciales se deberían comparar con valores subsiguientes más adelante, cuando sea necesario decidir si la enfermedad es estable o evolutiva, y si responde al tratamiento o empeora. El reto mayor consiste en separar el grupo de pacientes asintomáticos estables, que no necesitan tratamiento, del grupo de pacientes con mieloma evolutivo sintomático, que se deberían tratar inmediatamente.[10,11]

Los pacientes de GMSI tienen una proteína M en el suero o la orina, y menos del 10% de células plasmáticas de la médula, pero no otros signos o síntomas de enfermedad. Los pacientes de mieloma indolente presentan características similares, pero pueden tener más del 10% de células plasmáticas medulares. Dado que entre 1% y 2% de los pacientes de GMSI por año van a evolucionar hasta padecer de mieloma (lo más frecuente), amiloidosis, linfoma o leucemia linfocítica crónica, estos tipos de pacientes deben ser observados cuidadosamente.[12] El tratamiento se pospone hasta que la enfermedad evoluciona hasta un estadio en que aparecen signos o síntomas. Los pacientes con GMSI o mieloma indolente no responden con mayor frecuencia, ni logran remisiones más largas, ni sobreviven más tiempo si la quimioterapia se administra temprano, cuando todavía son asintomáticos, que si se espera a que la enfermedad evolucione antes de iniciar el tratamiento.[10,11,13,14]

El tratamiento actual para pacientes con mieloma sintomático se puede dividir en categorías de tratamientos de inducción, tratamientos de consolidación (que se utilizan menos para los pacientes de edad muy avanzada), tratamientos de mantenimiento y cuidados médicos de apoyo (como los de bisfosfonatos). Surgen varios interrogantes cuando se elige un tratamiento para un paciente de mieloma sintomático en su presentación inicial:

  • ¿El paciente es apto para un ensayo clínico? La secuencia y combinaciones de tratamientos antiguos y nuevos solo se puede determinar mediante ensayos clínicos.
  • ¿El trasplante de células madre es una opción de consolidación posible para el paciente? De ser así, se debe evitar los fármacos alquilantes durante el tratamiento de inducción no comprometer la recolección de células madre y disminuir el riesgo de leucemógeno.
  • ¿El paciente presenta comorbilidades? La edad, la disfunción orgánica y el riesgo de complicaciones cardiovasculares y trombóticas influyen tanto en la elección de los tratamientos de inducción como en la elección de los tratamientos de consolidación.
Tratamiento de inducción

Corticosteroides

Desde mediados de la década de 1980, se administraron dosis de 40 mg de dexametasona oral durante cuatro días consecutivos con la misma pauta que se utiliza para el régimen de vincristina, más doxorubicina, más dexametasona (VAD).[15] Las tasas de respuesta de 60% a 70% en pacientes sin tratamiento previo fueron tan altas como las de los pacientes tratados con VAD.[15,16][Grado de comprobación: 3iiiDiv] En un ensayo prospectivo se asignó al azar a 488 pacientes mayores de 65 años de edad para recibir dexametasona sola, melfalán más dexametasona, dexametasona más interferón α, y melfalán más prednisona; con una mediana de seguimiento de 7,1 años, no se observó diferencia en la supervivencia general (SG) (la mediana de supervivencia se ubicó entre 32 y 40 meses).[17][Grado de comprobación: 1iiA] Los pacientes del grupo que recibió dexametasona presentaron significativamente más infecciones, intolerancia a la glucosa, síntomas gastrointestinales y quejas de tipo psiquiátrico.

Nunca se realizó un ensayo aleatorio para comparar la dexametasona como fármaco oral único en su dosis tradicional alta (40 mg por día durante cuatro días, que se repite después de suspenderse por cuatro días) frente a una dosis más baja (40 mg o menos semanalmente). Este tema de la dosis de dexametasona se evaluó en dos ensayos aleatorizados; uno en el contexto de melfalán realizado por el National Cancer Institute of Canada (CAN-NCIC-MY7), y otro en el contexto de la lenalidomida realizado por el Eastern Cooperative Oncology Group (E-4A03) y publicado solamente en forma de resumen.[18,19] Las dosis altas de dexametasona se relacionaron con un aumento del riesgo de infección en el ensayo de melfalán, pero no hubo ninguna diferencia en la eficacia en comparación con las dosis estándar de esteroides.[18] El estudio con lenalidomida cuestionó la inocuidad y eficacia de las dosis altas de dexametasona (para mayor información, consultar la sección Lenalidomida de este sumario).[19] Casi todos los ensayos clínicos en curso en los Estados Unidos y Europa establecieron un programa de dosis bajas de dexametasona, con otros fármacos terapéuticos o sin estos.

Talidomida

Ocho estudios prospectivos aleatorizados (que incluyen el E-E1A00 y el ensayo Commissie Voor Klinisch Toegepast Onderzoek [HOVON 50]) de más de 3.000 pacientes, publicados en forma de resumen final o preliminar, estudiaron la introducción de la talidomida como tratamiento de inducción para pacientes de mieloma múltiple sintomáticos sin tratamiento previo.[20-27] Todos los ensayos notificaron mejores las tasas de respuestas con la introducción de la talidomida y ningún daño hematopoyético, y fue posible la recolección adecuada de células madre cuando correspondía o fue posible combinarla con otros fármacos mielodepresivos. Solo 2 de los 8 estudios aleatorizados notificaron ventajas en la supervivencia con el uso de la talidomida. En ambos ensayos, los pacientes mayores de 65 años en el momento del seguimiento a los dos años tuvieron una mediana de supervivencia general (SG) de 45 a 56 meses para el melfalán, más prednisona, más talidomida (MPT) frente a una mediana de seguimiento para el melfalán más prednisona) (MP) de 28 a 30 meses (P = 0,0008 en ambos estudios).[25,28][Grado de comprobación: 1iiA] Una explicación posible es que en estos dos ensayos se usó una dosis de talidomida más baja que la de los otros estudios (100 mg en lugar de 200 mg o más), una dosis más baja de esteroides (60 mg de prednisona en lugar de dosis altas de dexametasona) y se usaron fármacos alquilantes. Como ya se describió en la sección sobre corticosteroides, las dosis altas de dexametasona pueden complicar la interpretación de los ensayos clínicos al empeorar la toxicicidad cardiopulmonar y causar defunciones, sobre todo en el contexto de la talidomida o la lenalidomida, que son ambos fármacos trombogénicos.

Entre los factores que empeoran el riesgo de trombosis de vena profunda (TVP) se incluyen las dosis altas de dexametasona, los factores de crecimiento eritropoyético o el uso concomitante de doxorubicina, doxorubicina liposomal o fármacos alquilantes. Los factores personales de riesgo cardiovascular también pueden influir en la tasa de TVP. Varios ensayos clínicos incluyeron distintas medidas profilácticas de la TVP, como la aspirina (81 mg–100 mg por día), la warfarina o la heparina de bajo peso molecular, pero no se estudió la validez de estas medidas en forma prospectiva.[22,25,26,29-31] La vigilancia electrofisiológica prospectiva no provee un beneficio claro en comparación con la evaluación clínica de la presentación de una neuropatía clínicamente significativa mientras se administra la talidomida.

Lenalidomida

Un estudio aleatorio prospectivo (MM-010) de 351 pacientes con recaída comparó la lenalidomida, un análogo de la talidomida, más dosis altas de dexametasona frente a las dosis altas de dexametasona más placebo.[32] La combinación con lenalidomida mostró un lapso de tiempo significativamente más alto hasta la evolución del tumor (11,3 meses frente a 4,7 meses, P < 0,001) con una mediana de seguimiento a los 16 meses, y no se alcanzó la mediana de SG, en comparación con los 20,6 meses del grupo bajo placebo (coeficiente de riesgo = 0,66, 95% intervalo de confianza, 0,45–0,96, P = 0,03)[Grado de comprobación: 1iiDiii][32][Grado de comprobación: 1ia] El grupo de lenalidomida tuvo más TVP (11,4% frente a 4,6%).[32] De manera similar, otro ensayo prospectivo aleatorizado (CC-5013) con 353 pacientes tratados anteriormente, favoreció al grupo de lenalidomida más las dosis altas de dexametasona frente al de dexametasona más placebo; con una mediana de seguimiento de 26 meses, la mediana del tiempo de evolución fue de 11,1 meses frente a 4,7 meses (P < 0,001) y la mediana de SG fue de 29,6 frente a 20,2 meses (P < 0,001).[33][Grado de comprobación: 1iA] Un estudio aleatorio prospectivo d(E-4A03)e 445 pacientes asintomáticos sin tratamiento previo, publicado solo en forma de resumen, comparó la lenalidomida y las dosis altas de dexametasona (40 mg D1–4, 9–12, 17–20 cada 28 días) con la lenalidomida y las dosis bajas de dexametasona (40 mg D1, 8, 15, 22 cada 28 días).[19] Con una mediana de seguimiento de 25 meses, este ensayo mostró una mejora de la SG en los pacientes del grupo de dosis bajas de dexametasona (87% frente a 75% a los dos años, P = 0,006), a pesar de no haber diferencias en la supervivencia sin evolución.[19][Grado de comprobación: 1iiA] Las defunciones adicionales que se presentaron en el grupo de dosis altas de dexametasona se atribuyeron a la toxicidad cardiopulmonar y a una evolución más rápida con los tratamientos subsiguientes. Las TVP también fueron más frecuentes en el grupo de dosis altas (25% frente a 9%). La SG favoreció al grupo de dosis baja con una supervivencia a los dos años de 87% (dosis baja) frente a 75% (dosis alta), (P = 0,006).[19][Grado de comprobación: 1iiA] El grupo de dosis bajas de dexametasona con lenalidomida presentó menos de 5% de TVP con aspirina sola. La lenalidomida produce una mielodepresión sustancialmente mayor, pero menos neuropatía que la que se ve con la talidomida, aunque ambas presentan la misma tendencia a las TVP.[19,32,33]

Bortezomib

Un estudio aleatorio prospectivo de 669 pacientes con mieloma recidivante, tratados anteriormente con esteroides, comparó el bortezomib intravenoso con dosis altas de la dexametasona oral; al año, la SG favoreció al bortezomib (80% frente a 66%) (P = 0,003).[34][Grado de comprobación: 1iiA] La neuropatía periférica relacionada con el bortezomib es reversible en la mayoría de los pacientes una vez que se reduce o se interrumpe la dosis.[35,36]

Un ensayo aleatorizado prospectivo Doxorubicin HCl Injection of Liposome (DOXIL-MMY-3001) con 646 pacientes previamente tratados, comparó al bortezomib más doxorubicina liposomal pegilada con el bortezomib solo.[37] Con una mediana de seguimiento de 7 meses, la combinación fue mejor tanto para la mediana de tiempo hasta la evolución (9,3 meses frente a 6,5 meses, P < 0,001) como para la SG (82% frente a 75%, P = 0,05).[37][Grado de comprobación: 1iiA]

Los pacientes con citogenética molecular no favorable no mostraron diferencias en el tiempo sin evolución o la SG en comparación con los pacientes con factores de riesgo más favorables cuando se incorporó el bortezomib con el tratamiento de inducción. Los beneficios del bortezomib parecen mantenerse a través de los grupos de riesgo.[34,38-40,40][Grado de comprobación: 3iiiD]

Quimioterapia de dosis convencional

El régimen de VAD ha mostrado actividad en pacientes tratados y en pacientes no tratados anteriormente, con tasas de respuesta que oscilan entre 60% y 80%.[41-44][Grado de comprobación: 3iiiDiv] Ningún estudio aleatorio respalda el uso generalizado de este régimen en pacientes sin tratamiento previo. Este régimen evita la exposición temprana a los fármacos alquilantes y, por tanto, disminuye cualquier problema para recolectar células madre (de ser necesarias) y el cualquier riesgo futuro de mielodisplasia o leucemia secundaria. Las desventajas incluyen la logística para una infusión de doxorubicina durante 96 horas y una tasa baja de respuesta completa. Una versión alternativa del VAD substituye la doxorubicina liposomal pegilada por doxorubicina, elimina la necesidad de una infusión y provee tasas de respuesta comparables.[45,46][Grado de comprobación: 3iiiDiv]

No hay pruebas determinantes de que algún fármaco alquilante sea superior a otro. Todas las dosis y regímenes estándar producen resultados equivalentes.[47] Históricamente, los dos regímenes más comunes han sido el MP oral y la ciclofosfamida oral más prednisona.[47-49]

Las combinaciones como las usadas en el E-2479 de fármacos alquilantes y prednisona, administrados de manera simultánea o alterna, no han logrado probar ser superiores al tratamiento con MP.[50-53][Grado de comprobación: 1iiA] Un metaanálisis de estudios que compararon melfalán más prednisona con combinaciones de fármacos concluyó que ambas formas de tratamiento tenían la misma eficacia.[47][Grado de comprobación: 1iiA] Los pacientes con recaídas después del tratamiento inicial con ciclofosfamida y prednisona no tuvieron diferencias en la SG (un promedio de 17 meses) cuando se los asignó de manera aleatoria para recibir vincristina, más carmustina, más melfalán, más ciclofosfamida, más prednisona (VBMCP) o VAD.[54]

Quimioterapia de consolidación

Dosis altas de quimioterapia: trasplante autólogo de médula ósea o de células madre periféricas

El fracaso del tratamiento convencional para curar la enfermedad llevó a los investigadores a probar la eficacia de dosis mucho más altas de fármacos, tales como el melfalán. El desarrollo de técnicas para cosechar células madre hematopoyéticas, ya sea de aspiraciones de médula o de la sangre periférica del paciente, y la infusión de estas células para promover la recuperación hematopoyética hizo posible que los investigadores pudieran probar dosis muy grandes de quimioterapia. De la experiencia adquirida con el tratamiento de miles de pacientes en esta forma, es posible sacar algunas conclusiones. El riesgo de muerte temprana debida a los efectos tóxicos relacionados con el tratamiento se redujo a menos de 3% en poblaciones altamente seleccionadas.[55] Los pacientes de quimioterapia se pueden tratar ahora de manera ambulatoria. La extensa quimioterapia previa, especialmente con fármacos alquilantes, pone en peligro la hematopoyesis medular y puede impedir la cosecha de un número adecuado de células madre hematopoyéticas.[56] Los pacientes más jóvenes que gozan de buena salud toleran el tratamiento con dosis altas mejor que los pacientes con rendimiento precario.[57-59]

Mientras algunos ensayos aleatorios prospectivos, como el ensayo intergrupal US SWOG-9321, demostraron una mejora de la supervivencia en pacientes que recibieron trasplante autólogo de células madre periféricas o de médula ósea después de la quimioterapia de inducción, frente a los que recibieron quimioterapia sola,[12,60,61][Grado de comprobación: 1iiA] otros ensayos no mostraron ninguna ventaja en la supervivencia.[62-65][Grado de comprobación: 1iiA] Un metaanálisis de 575 pacientes con datos individuales no mostró ninguna ventaja en la supervivencia.[66][Grado de comprobación: 1iiA] Aún los ensayos que indicaron una mejora en la supervivencia no mostraron ningún signo de reducción de la tasa de recaída o una meseta que indicara que alguno de estos pacientes se había curado.[12,60,61]

Otro enfoque de tratamiento de dosis altas fue el uso de dos episodios en secuencia de tratamiento de dosis altas con apoyo de células madre (trasplantes en tándem).[67-69] En un ensayo con 399 pacientes menores de 60 años sin tratamiento previo, se agrupó a los pacientes en forma aleatoria para recibir trasplante autólogo de células madre solo o doble (tándem).[70] Con una mediana de seguimiento de más de seis años, el grupo de trasplante doble tuvo una supervivencia superior sin complicaciones (SSC) más alta (20% frente a 10% a los siete años, P = 0,03) y una SG superior (42% frente a 21% a los siete años, P = 0,01).[70][Grado de comprobación: 1iiA] Los pacientes con reducción de paraproteína de más de 90% después del primer trasplante (los que respondieron mejor) mostraron un mínimo beneficio adicional con el segundo trasplante (análisis restrospectivo del subgrupo).[70] En un ensayo con 321 pacientes menores de 60 años sin tratamiento previo, se los asignó al azar a un trasplante solo o en tándem; con una mediana de supervivencia de 55 meses, el grupo de doble trasplante tuvo una SSC (mediana de 35 meses frente a 23 meses, P = 0,001), pero no hubo diferencia en la supervivencia a los siete años (43% frente a 46%, P = 0,90).[71][Grado de comprobación: 1iiA] En un ensayo de 194 pacientes de 50 a 70 años de edad sin tratamiento previo, se los asignó al azar a recibir melfalán oral convencional y prednisona o dos ciclos de VAD seguidos de una secuencia de dos aplicaciones de tratamiento de dosis alta (melfalán 100 mg/m2) con apoyo de células madre.[61] Con una mediana de seguimiento de más de tres años, el grupo de doble trasplante tuvo una mejor SSC (37% frente a 16% a los tres años, P < 0,001) y una SG (77% frente a 62%, P < 0,001).[61][Grado de comprobación: 1iiA] Un ensayo con 162 pacientes consecutivos recién diagnosticados comparó dos trasplantes autólogos en tándem con un trasplante autólogo seguido de un aloinjerto de un hermano con ALH idéntico (la asignación se basó en la presencia o ausencia de un hermano con ALH idéntico); con una mediana de seguimiento de 45 meses, la mediana de SG fue de 54 meses para los injertos autólogos en tándem frente a 80 meses para el grupo alogénico (P = 0,01).[72][Grado de comprobación: 3iiA]

En un estudio aleatorizado de 84 pacientes que habían recibido un trasplante autólogo de médula ósea, el tratamiento de mantenimiento con interferón mostró un beneficio para la supervivencia sin evolución (SSE) (46 meses frente a 27 meses, P < 0,025) y SG (75% frente a 50%, P < 0,01)[73][Grado de comprobación: 1iiA] Un ensayo aleatorizado más amplio con 805 pacientes no mostró diferencia en la SSC o la SG con la administración de interferón después de un trasplante de células madre periféricas o de quimioterapia convencional.[74] [Grado de comprobación: 1iiA]

Dosis alta de quimioterapia: trasplante alogénico de médula ósea o de células madre periféricas

En un registro de 162 pacientes sometidos a trasplantes alogénicos de donantes fraternos compatibles, la tasa actuarial de SG fue del 28% a los siete años.[75][Grado de comprobación: 3iiiA] Las características favorables de pronóstico incluyeron carga tumoral baja, enfermedad que responde antes del trasplante y realización del trasplante después del tratamiento de primera línea. Muchos pacientes no son lo suficientemente jóvenes o saludables como para someterlos a estas estrategias intensivas. Se demostró un efecto definido de injerto contra mieloma, que incluye una regresión de las recaídas del mieloma después de una infusión de linfocitos donados.[76-79] Los trasplantes alogénicos medulares tienen efectos tóxicos significativos (15% al 40% de mortalidad), pero la posibilidad de una potente reacción de injerto contra mieloma potente, y posiblemente curativa, hace que este procedimiento resulte atractivo.[79,80] Se necesita investigar más para hacer que los trasplantes alogénicos sean menos peligrosos y para encontrar métodos que inicien una respuesta autoinmune a las células del mieloma. El trasplante alogénico de células madre no mieloablativas está en etapa de desarrollo.[81-83] Dichas estrategias apuntan a mantener la eficacia (llamada eficacia de injerto contra tumor) al mismo tiempo que se reduce la mortalidad relacionada con el trasplante.[84] Los informes iniciales indican que la enfermedad injerto contra huésped significativa y la mortalidad relacionada con el trasplante continúan siendo un reto para este enfoque.[82,85] En un estudio prospectivo de fase II, se sometió a los pacientes de riesgo alto (con β 2-microglobulina >3 mg/dl o supresión del cromosoma 13) con un hermano donante con ALH idéntico a un trasplante alogénico de células madre no mielodepresor después de un trasplante autólogo de células madre.[86] Este enfoque necesita más evaluación.

Tratamiento de mantenimiento

Los pacientes de mieloma que responden al tratamiento muestran un descenso progresivo de la proteína M hasta alcanzar un punto estable; los tratamientos subsiguientes con dosis convencionales no resultan en más mejoría. Esto condujo a los investigadores a preguntarse durante cuánto tiempo se debe continuar con el tratamiento. En un solo estudio,[87] se observó que el tratamiento de mantenimiento con MP prolongó la duración de la remisión inicial (31 meses) comparado con la no administración de tratamiento de mantenimiento (23 meses). No se encontró ningún efecto en la SG porque la mayoría de los pacientes del grupo del estudio sin terapia de mantenimiento que 125 recayeron respondieron de nuevo al MP, mientras que los que se encontraban en mantenimiento con MP no respondieron a tratamiento adicional. El grupo canadiense [87] indica que se debe continuar con la quimioterapia de inducción siempre que la proteína M continúe decayendo; la terapia se puede interrumpir después de que la proteína M alcance una meseta y permanezca estable durante cuatro meses.

Varios estudios notificaron que el tratamiento de mantenimiento con interferón-α prolonga la duración de la remisión inicial.[88-91] Aunque el efecto del mantenimiento con interferón en la supervivencia sin enfermedad y la SG varió de manera significativa entre los ensayos clínicos, en un metaanálisis con 1.543 pacientes tratados en 12 estudios y asignados al azar para recibir mantenimiento con interferón u observación, se determinó que el mantenimiento con interferón se relacionó con una mejor supervivencia sin recaída (27% frente a 19% a los tres años, P < 0,001) y la SG (12% de probabilidad de reducción, P = 0,04).[92] En esta población, los efectos tóxicos pueden ser graves y se deben sopesar contra los beneficios potenciales de la duración de la respuesta.[93]

Un estudio con 125 pacientes que respondieron a la inducción con VAD de primera línea asignados de forma aleatoria a corticosteroides de mantenimiento de 10 mg o 50 mg en días alternos, mostró una mejoría de la SSE (14 meses frente a 5 meses, P = 0,003) y la SG (36 meses frente a 26 meses, P = 0,05) para los pacientes que recibieron las dosis más altas de corticosteroides.[94][Grado de comprobación: 1iiA] En un estudio más amplio del National Cancer Institute of Canada (NCIC- CTG- MY.7) de 585 pacientes tratados con MP de primera línea, se asignó al azar a 292 pacientes para recibir dexametasona de pulso (40 mg por día durante cuatro días por mes) o a no recibir mantenimiento; la SSE favoreció al grupo de dexametasona de mantenimiento (2,8 años frente a 2,1 años, P = 0,0002), pero no se observó ninguna diferencia en la SG (4,1 años frente a 3,8 años, P = 0,4).[18][Grado de comprobación: 1iiDiii]

Dos meses después de recibir un trasplante autólogo, se asignó al azar a 597 pacientes menores de 65 años a no recibir mantenimiento, a recibir pamidronato o a recibir pamidronato más talidomida; el grupo que recibió talidomida se favoreció en la SSC (36% frente a 37% frente a 52%, P < 0,009) y la SG a los cuatro años (77%frente a 74% frente a 87%, P < 0,04), mientras que no se observaron diferencias en cuanto a las complicaciones óseas.[95][Grado de comprobación: 1iiA]

Cuidado médico de apoyo

Terapia con bisfosfonato

Un ensayo aleatorizado doble ciego de pacientes con mieloma en estadio III mostró que una dosis intravenosa mensual de pamidronato reduce significativamente las fracturas patológicas, el dolor en los huesos, la compresión de la médula espinal y la necesidad de radioterapia ósea (se informó que el grupo tratado presentó un 38% de problemas de tipo esquelético en comparación con 51% del grupo con placebo después de 21 meses de terapia, P = 0,015).[96][Grado de comprobación: 1iDiii]

Una comparación aleatorizada de pamidronato versus ácido zoledrónico en 518 pacientes con mieloma múltiple, mostró una eficacia equivalente en relación a las complicaciones relacionadas con el esqueleto.[97][Grado de comprobación: 1iDiii] Sin embargo, los bisfosfonatos están relacionados con las complicaciones poco frecuentes a largo plazo (en 3%–5% de los pacientes), como la osteonecrosis de la mandíbula y la necrosis no vascular de la cadera.[98,99] Estos efectos secundarios se deben sopesar contra los posibles beneficios de los bisfosfonatos cuando las metástasis óseas son obvias.[100]

Las lesiones líticas de la espina deben ser irradiadas si están asociadas a un plasmacitoma extramedular (paraespinal), si se presenta una destrucción dolorosa de un cuerpo vertebral, o si se obtiene prueba de compresión del cordón espinal mediante una TC o IRM.[101]

El dolor de espalda causado por la osteoporosis y por fracturas pequeñas por compresión de las vértebras responde mejor a la quimioterapia. La radiación extensiva a la columna vertebral o a los huesos largos para la osteoporosis difusa puede llevar a supresión prolongada de hemopoyesis, y por tanto se recomienda solo en raras ocasiones.[102] Los bisfosfonatos resultan útiles para retardar o revertir la osteopenia que es común en los pacientes con mieloma.[96]

Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés multiple myeloma. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

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Plasmacitoma solitario del hueso

Cuando se encuentra una lesión lítica solitaria de células plasmáticas en un examen del esqueleto de un paciente asintomático y un examen de médula ósea de un sitio no afectado contiene menos de 5% de células plasmáticas, puede ser que el paciente padezca de plasmacitoma solitario del hueso.[1] Una gammagrafía por imaginología de resonancia magnética nuclear de la espina completa puede identificar otras lesiones óseas.[2] La tasa de supervivencia de los pacientes con plasmacitomas solitarios del hueso tratados con radiación dirigida a la lesión es de más de 50% a los 10 años, que es mucho mejor que la supervivencia con un mieloma múltiple diseminado.[3] La mayoría de los pacientes con el tiempo contraerán la enfermedad diseminada y necesitarán quimioterapia; en casi 50% de los casos, esto ocurre dentro de los dos años posteriores al diagnóstico.[1,2] Sin embargo, se puede esperar que los pacientes con paraproteína sérica o proteína de Bence-Jones, que experimentan una desaparición completa de estas proteínas después de la radioterapia permanecerán libres de la enfermedad por períodos prolongados.[2,4] Los pacientes que evolucionan al mieloma múltiple tienden a responder bien a la quimioterapia, con una mediana de supervivencia de 63 meses después de la evolución.[2,4]

Opciones de tratamiento estándar:

  1. Radiación dirigida a la lesión.
  2. Si la proteína monoclonal (o mieloma) (proteína M) aumenta y se presentan otros indicios de mieloma múltiple sintomático, es necesario administrar quimioterapia.
Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés isolated plasmacytoma of bone. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

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Plasmacitoma extramedular

Los pacientes con tumores solitarios de células plasmáticas de los tejidos blandos, que se presentan con más frecuencia en las amígdalas, los senos paranasales o la nasofaringe, se deberán someter a radiografías del esqueleto y a una biopsia de la médula ósea (que deberán ser negativas), así como a un análisis de proteína monoclonal (o mieloma) (proteína M) sérica en el suero y la orina.[1-4]

Los plasmacitomas extramedulares son enfermedades muy curables, con una supervivencia sin evolución que oscila entre 70% y 87% entre 10 y 14 años con el uso de radioterapia (con resecado previo o sin este).[2,4,5]

Opciones de tratamiento estándar:

  1. Radioterapia dirigida a la lesión solitaria, con campos que cubran los ganglios linfáticos regionales, si fuera posible.[2,4]
  2. En algunos casos, se puede considerar la resección quirúrgica, pero normalmente se sigue con radioterapia.[4]
  3. Si la proteína monoclonal (o mieloma) proteína M) permanece o reaparece, el paciente puede necesitar radioterapia adicional. En algunos pacientes, el plasmacitoma puede reducirse pero no desaparecer, y la proteína M permanece. Estos tipos de pacientes necesitan un seguimiento cuidadoso. Se deberá recurrir a la cirugía si el plasmacitoma está en un sitio de donde se puede extirpar fácilmente; por ejemplo, en las amígdalas. La proteína M puede desaparecer de la sangre o la orina. En otros casos, la persistencia o aumento de la proteína M puede anunciar la evolución hacia el mieloma múltiple.
  4. La quimioterapia es necesaria si la enfermedad evoluciona y causa síntomas.
Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés extramedullary plasmacytoma. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

Bibliografía

  1. Meis JM, Butler JJ, Osborne BM, et al.: Solitary plasmacytomas of bone and extramedullary plasmacytomas. A clinicopathologic and immunohistochemical study. Cancer 59 (8): 1475-85, 1987.  [PUBMED Abstract]

  2. Tsang RW, Gospodarowicz MK, Pintilie M, et al.: Solitary plasmacytoma treated with radiotherapy: impact of tumor size on outcome. Int J Radiat Oncol Biol Phys 50 (1): 113-20, 2001.  [PUBMED Abstract]

  3. Soesan M, Paccagnella A, Chiarion-Sileni V, et al.: Extramedullary plasmacytoma: clinical behaviour and response to treatment. Ann Oncol 3 (1): 51-7, 1992.  [PUBMED Abstract]

  4. Alexiou C, Kau RJ, Dietzfelbinger H, et al.: Extramedullary plasmacytoma: tumor occurrence and therapeutic concepts. Cancer 85 (11): 2305-14, 1999.  [PUBMED Abstract]

  5. Strojan P, Soba E, Lamovec J, et al.: Extramedullary plasmacytoma: clinical and histopathologic study. Int J Radiat Oncol Biol Phys 53 (3): 692-701, 2002.  [PUBMED Abstract]

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Macroglobulinemia de Waldenström (linfoma linfoplasmacítico)

Para mayor información, consultar la sección sobre la Macroglobulinemia de Waldenström en el sumario del PDQ sobre el tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos.

Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés Waldenstrom macroglobulinemia. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

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Gammapatía monoclonal de significación indeterminada

Los pacientes con gammapatía monoclonal de significación indeterminada (GMSI) tienen una proteína monoclonal (o mieloma) (proteína M) en el suero sin síntomas o hallazgos de mieloma múltiple, macroglobulinemia, amiloidosis o linfoma, y con menos de 10% de células plasmáticas en la médula ósea.[1,2] El 12% de los pacientes contraerán mieloma múltiple, otra discrasia de células plasmáticas o linfoma en 10 años, el 25% en 20 años y el 30% en 25 años. Desgraciadamente, no se puede identificar a los pacientes que presentarán con el tiempo un neoplasma maligno de células plasmáticas o linfoma sobre la base de la concentración de proteína M, el recuento sanguíneo periférico, el tipo de inmunoglobulina monoclonal, el porcentaje de células plasmáticas en la médula ósea o los índices de inmunoglobulinas normales. Por lo tanto, se deberá mantener bajo observación todos los pacientes con GMSI para detectar el aumento de los índices de proteína M y la evolución hacia alguno de los neoplasmas malignos mencionados anteriormente. Sin embargo, las concentraciones iniciales altas de proteína M se correlacionan con un aumento del riesgo de evolución a un mieloma múltiple.[2] En un amplio informe retrospectivo, el riesgo de evolución a los 20 años fue de un 14% para una concentración de proteína monoclonal inicial de 0,5 g/dl o menos, 25% para una concentración de 1,5 g/dl, 41% para una concentración de 2,0 g/dl, 49% para una concentración de 2,5 g/dl y 64% para una concentración de 3,0 g/dl.[2]

Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés monoclonal gammopathy of undetermined significance. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

Bibliografía

  1. Kyle RA, Bladé J, Rajkumar SV: Monoclonal gammopathies of undetermined significance. In: Malpas JS, Bergsagel DE, Kyle RA, et al.: Myeloma: Biology and Management. 3rd ed. Philadelphia, Pa: WB Saunders Co, 2004, pp 315-52. 

  2. Kyle RA, Therneau TM, Rajkumar SV, et al.: A long-term study of prognosis in monoclonal gammopathy of undetermined significance. N Engl J Med 346 (8): 564-9, 2002.  [PUBMED Abstract]

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Neoplasia de células plasmáticas resistente al tratamiento

Hay dos tipos principales de pacientes con mieloma resistente al tratamiento:

  • Pacientes resistentes al tratamiento primarios, que nunca logran responder al tratamiento y cuya enfermedad evoluciona mientras todavía reciben quimioterapia de inducción.
  • Pacientes resistentes al tratamiento secundarios, que responden a la quimioterapia de inducción, pero no al tratamiento después de la recaída.

Un subgrupo de pacientes que no logran responder a la quimioterapia de inducción padecen de una enfermedad estable y disfrutan de un pronóstico de supervivencia que es tan bueno como el de los pacientes que responden al tratamiento.[1,2] Cuando se determina la naturaleza estable de la enfermedad, estos tipos de pacientes pueden interrumpir el tratamiento hasta que el mieloma comience a evolucionar de nuevo. Otros pacientes con mieloma resistente al tratamiento primario y enfermedad evolutiva necesitan un cambio de tratamiento; las opciones disponibles se presentan en la sección precedente sobre Opciones de tratamiento del mieloma múltiple.

Para pacientes que responden a su tratamiento inicial, la tasa de crecimiento del mieloma, medida según el tiempo de duplicación de la proteína monoclonal (o mieloma) (proteína M), aumenta progresivamente con cada recaída subsiguiente y la duración de las remisiones es cada vez más breve. La función de la médula ósea se compromete más y más a medida que los pacientes contraen pancitopenia y entran en una fase resistente al tratamiento; en algunas ocasiones, las células del mieloma se diferencian y los pacientes contraen plasmacitomas extramedulares. Las células del mieloma pueden aún ser sensibles a la quimioterapia, pero la tasa del nuevo crecimiento durante la recaída es tan rápida que no se observa una mejoría evolutiva.

Ensayos clínicos en curso

Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés refractory plasma cell neoplasm. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.

Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

Bibliografía

  1. Riccardi A, Mora O, Tinelli C, et al.: Response to first-line chemotherapy and long-term survival in patients with multiple myeloma: results of the MM87 prospective randomised protocol. Eur J Cancer 39 (1): 31-7, 2003.  [PUBMED Abstract]

  2. Durie BG, Jacobson J, Barlogie B, et al.: Magnitude of response with myeloma frontline therapy does not predict outcome: importance of time to progression in southwest oncology group chemotherapy trials. J Clin Oncol 22 (10): 1857-63, 2004.  [PUBMED Abstract]

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Modificaciones a este sumario (08/18/2008)

Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan en la medida en que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes hechos a este sumario a partir de la fecha arriba indicada.

Se incorporaron cambios editoriales en este sumario.

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