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Desarrollo del adolescente

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Depresión en el adolescente
Depresión en el adolescente

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Crecimiento y desarrollo del adolescente

Definición    Volver al comienzo

Este artículo describe el desarrollo de los niños de los 12 a 18 años de edad.

Información    Volver al comienzo

Durante la adolescencia, los niños desarrollan la capacidad para:

DESARROLLO FÍSICO:

La adolescencia se caracteriza por una serie de cambios físicos enormes que trasladan a la persona desde la niñez hasta la madurez física. Los cambios tempranos de la prepubertad se notan con la aparición de las características sexuales secundarias.

Las niñas pueden empezar a desarrollar los brotes de senos a los 8 años de edad, con un desarrollo completo de ellos entre los 12 y los 18 años. El crecimiento del vello púbico (así como también el vello de la axila y de la pierna) comienza típicamente alrededor de los 9 ó 10 años de edad y alcanza los patrones de distribución adulta alrededor de los 13 ó 14 años.

La menarquia (el comienzo de los períodos menstruales) ocurre en forma característica alrededor de 2 años después de notarse los cambios iniciales de la pubertad y puede suceder hacia los 10 años o, a más tardar, hacia los 15 años, siendo el promedio en los Estados Unidos aproximadamente a los 12.5 años. Entre los 9.5 y los 14.5 años se presenta un crecimiento rápido simultáneo en la estatura, que alcanza el punto máximo alrededor de los 12 años.

Los niños pueden comenzar a notar agrandamiento escrotal y testicular alrededor de los 9 ó 10 años de edad seguido rápidamente por el alargamiento del pene. El tamaño y forma de los genitales adultos se logra típicamente a los 16 ó 17 años. El crecimiento del vello púbico (así como también el vello de la axila, pierna, pecho y cara) en los hombres, por lo general comienza alrededor de los 12 años y alcanza los patrones de distribución adulta más o menos entre los 15 y 16 años.

Un crecimiento rápido simultáneo en la estatura sucede entre los 10.5 y 11 años y entre los 16 y 18 años, alcanzando su punto máximo alrededor de los 14 años. La pubertad en los hombres no está marcada con un incidente súbito, como lo es el comienzo de la menstruación en las mujeres. La aparición de emisiones nocturnas regulares (poluciones nocturnas), que pueden ocurrir más o menos cada 2 semanas con la acumulación del líquido seminal, marca el inicio de la pubertad en los varones. Esto ocurre particularmente entre las edades de 13 a 17 años, en promedio alrededor de 14.5 años. Los cambios en la voz en los hombres suceden típicamente en forma paralela con el crecimiento del pene y la aparición de emisiones nocturnas ocurre con el punto máximo de aumento de estatura.

COMPORTAMIENTO

Los cambios rápidos y súbitos a nivel físico que experimentan los adolescentes le agregan a este período del desarrollo las características de timidez, sensibilidad y preocupación sobre los propios cambios corporales; a la vez que se presentan comparaciones angustiosas entre sí mismo y los compañeros.

Debido a que es posible que los cambios físicos no ocurran en forma sincrónica, los adolescentes podrían pasar por etapas de incomodidad, tanto en términos de apariencia como de movilidad y coordinación física. Pueden surgir angustias innecesarias si a las niñas adolescentes no se las informa y prepara para la menarquia (el comienzo de los períodos menstruales) y si a los varones adolescentes no se les suministra información precisa acerca de las emisiones nocturnas.

Durante la adolescencia, es normal que los jóvenes tengan y demuestren la necesidad de separarse de sus padres y establecer su propia identidad. En algunos, esto podría ocurrir con una reacción mínima de parte de todas las personas involucradas. Sin embargo, en algunas familias, pueden surgir conflictos significativos sobre los actos del adolescente o gestos de rebeldía y sobre las necesidades de los padres de mantener el control y hacer que el joven continúe con los comportamientos de obediencia.

A medida que los adolescentes se alejan de los padres en búsqueda de su propia identidad, el grupo de amigos o compañeros adquiere un significado especial, ya que puede convertirse en un refugio seguro, en el cual el adolescente puede probar nuevas ideas y comparar su propio crecimiento físico y sicológico.

En la adolescencia temprana, el grupo de compañeros por lo general consta de integrantes del mismo sexo que forman pandillas, bandas o clubes que intentan comportarse y vestirse en forma semejante, tener códigos secretos o rituales y participar en las mismas actividades. A medida que el joven avanza hacia la adolescencia media (14 a 16 años) y más allá, el grupo de compañeros se extiende hasta incluir integrantes del sexo opuesto.

La adolescencia media a la tardía se caracteriza por una necesidad de establecer identidad sexual, estando cómodo con su propio cuerpo y con sus sentimientos sexuales. A través de la amistad con personas del sexo opuesto, las citas y la experimentación, los adolescentes aprenden a expresar y recibir intimidad o insinuaciones sexuales de una manera cómoda que sea consecuente con la interiorización de valores. Los jóvenes que no tengan la oportunidad de tales experiencias podrían presentar dificultad al establecer relaciones íntimas en la edad adulta.

Los adolescentes típicamente demuestran comportamientos compatibles con varios mitos de la adolescencia:

SEGURIDAD

Las cuestiones de seguridad del adolescente se desprenden del aumento de la fortaleza y la agilidad que se pueden desarrollar antes de que se adquieran las destrezas para tomar decisiones óptimas. Una fuerte necesidad de la aprobación de un amigo, junto con los mitos de la adolescencia, podrían hacer que los jóvenes comenzaran a intentar actos arriesgados y participar en una serie de comportamientos peligrosos.

Se debe hacer énfasis en las necesidades apropiadas de seguridad con los vehículos, centrándose en el rol del conductor, del pasajero y del peatón, la influencia del abuso de substancias y la importancia de utilizar los cinturones de seguridad. Los privilegios asociados con los automóviles y los vehículos recreativos deben depender de la capacidad del adolescente para demostrar un adecuado conocimiento básico y del uso seguro de tales vehículos.

A los adolescentes que practican actividades atléticas recreativas se les debe enseñar a utilizar el equipo adecuado, trajes protectores, instalaciones seguras, reglas adecuadas de juego y procedimientos racionales para las actividades que requieren niveles de destreza avanzados.

La gente joven necesita estar muy consciente de los peligros potenciales, incluyendo la muerte súbita que puede ocurrir no sólo con el abuso continuo de sustancias, sino también incluso con el consumo experimental del alcohol y las drogas.

Los adolescentes a quienes se les permite el uso o el acceso a las armas de fuego necesitan aprender la forma adecuada de utilizarlas, la seguridad y los aspectos legales asociados con estos elementos.

Si los adolescentes parecen estar aislados de sus compañeros, no tienen interés en actividades sociales o escolares o muestran una súbita disminución en el desempeño escolar, laboral o deportivo, se puede requerir una evaluación sicológica.

Muchos adolescentes se encuentran en alto riesgo de depresión e intentos potenciales de suicidio debido a las presiones y conflictos que pueden surgir en la familia, el colegio, organizaciones sociales y relaciones íntimas.

CONSEJOS PARA LA CRIANZA

Por lo general, los adolescentes requieren una privacidad en la que puedan contemplar los cambios que se llevan a cabo en sus cuerpos. Lo ideal es que el joven tenga su propia habitación, pero si esto no es posible, es necesario destinar algún lugar privado.

De igual manera, no se debe fastidiar al adolescente sobre sus cambios físicos, ya que podría causar timidez y vergüenza.

Los padres deben tener en cuenta que el interés del adolescente por los cambios corporales y temas sexuales es natural y no necesariamente indica tendencia hacia la actividad sexual.

Se debe tener cuidado de no rotular los comportamientos e instintos como erróneos, "enfermos" o inmorales. Los adolescentes pueden experimentar o considerar una gran variedad de comportamientos y orientaciones sexuales antes de sentirse cómodos con su propia identidad sexual.

Un resurgimiento del complejo de Edipo (atracción del niño por el progenitor del sexo opuesto) es común durante los años de la adolescencia. Los padres sanos hacen frente a esto, notando los cambios físicos y la atracción del niño, a la vez que se enorgullecen del crecimiento del joven hacia la madurez sin cruzar los límites de la relación adecuada entre padre e hijo.

Es normal que el padre o la madre encuentren al adolescente atractivo, particularmente ya que el joven con frecuencia se asemeja en apariencia mucho al otro padre (del mismo sexo) a una edad más temprana. Esta atracción puede hacer que el padre o la madre se sientan incómodos, pero se debe tener cuidado de no crear distancia, lo cual puede potencialmente hacer sentir al adolescente responsable.

No es apropiado que la atracción de un padre por su hijo vaya más allá de esa simple atracción como padre, dado que cuando dicha atracción traspasa las fronteras de la relación padre e hijo, esto puede llevar a comportamientos íntimos inadecuados con el adolescente, conocidos como incesto.

La búsqueda de la independencia por parte del adolescente se presenta como un aspecto normal en su desarrollo y el padre o madre no debe considerar esta situación como una actitud de rechazo o pérdida del control. Para ayudar aún más al adolescente en crecimiento, los padres deben seguir siendo una figura constante y consistente, disponible como una caja armónica para las ideas del joven, sin dominar ni truncar la identidad independiente que está surgiendo en la persona joven.

A pesar de que los adolescentes constantemente retan a las figuras de autoridad, necesitan o quieren limitar el medio, ya que ello les brinda una frontera de seguridad en la cual crecer y desempeñarse. Limitar el medio se refiere a reglamentos y reglas negociadas y predeterminadas con respecto al comportamiento.

En contraste, las luchas de poder surgen cuando la autoridad está en juego o el tener la "razón" se convierte en el aspecto principal, situaciones que se deben evitar, ya que finalmente una de las partes (típicamente el joven) resulta dominado, lo que causa en él un sentido de desprestigio y activa sentimientos de vergüenza, insuficiencia, resentimiento y rencor.

Los padres necesitan estar preparados y reconocer que existen conflictos que se pueden desarrollar usualmente en la crianza de los adolescentes. La experiencia puede estar influenciada por aspectos sin resolver de su propia niñez, así como también asuntos sin resolver de los primeros años del adolescente.

Los padres pueden esperar que sus posiciones de autoridad sean reiteradamente desafiadas, a medida que los niños entran y avanzan a través de la adolescencia. Se recomienda mantener líneas de comunicación abiertas y claras, incluso negociables, así como también los límites o fronteras que pueden ayudar a minimizar los conflictos mayores.

La mayoría de los padres expresan un sentido de aumento del conocimiento y de crecimiento, al igual que de fortalecimiento con los retos presentados a través de la crianza de los adolescentes.

Actualizado: 2/14/2007

Versión en inglés revisada por: Leisha M. Andersen, M.D., Private Practice specializing in Pediatrics, Denver, CO. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by Alan Greene, MD, FAAP, Department of Pediatrics, Stanford University School of Medicine, Lucile Packard Children's Hospital; Chief Medical Officer, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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