Tratamiento de la leucemia mieloide aguda recién diagnosticada
Quimioterapia de inducción
Profilaxis del sistema nervioso central para la leucemia mieloide aguda
Sarcoma granulocítico/cloroma
Ensayos clínicos en curso
Los principios generales que rigen el tratamiento de los niños y adolescentes con
leucemia mieloide aguda (LMA) se examinan más adelante, seguidos de una discusión
más específica del tratamiento de los niños con leucemia promielocítica aguda
(LPA), síndrome de Down, síndromes
mielodisplásicos (SMD) y leucemia mielomonocítica juvenil
(LMMJ).
Quimioterapia de inducción
Debido a la intensidad de la terapia que se utiliza para tratar a los niños con LMA, los pacientes deben tener un cuidado que sea coordinado por especialistas en oncología pediátrica y se deben tratar en centros oncológicos u hospitales con los servicios necesarios de cuidados médicos de apoyo (por ejemplo, administrar productos sanguíneos especializados; manejo de complicaciones infecciosas; proveer cuidado intensivo pediátrico; y proveer apoyo emocional y de desarrollo).
Los protocolos pediátricos contemporáneos eficaces para la LMA logran
tasas de remisión completa de 75% a 90%.[1-3] De aquellos pacientes que no entran
en remisión, alrededor de la mitad tiene leucemia resistente y la otra mitad muere a raíz de
las complicaciones propias de la enfermedad o de su tratamiento. A fin de
alcanzar una remisión completa suele ser necesario inducir una profunda aplasia
de la médula ósea (con excepción del subtipo M3 de LPA). Dado que la
quimioterapia de inducción ocasiona una mielosupresión grave, la morbilidad y
la mortalidad derivada de la aparición de infección o hemorragia durante el
periodo de inducción pueden ser significativas.
Los dos fármacos más eficaces empleados para alcanzar la remisión en los
niños con LMA son la citarabina y una antraciclina. Los
regímenes de tratamiento de inducción que se emplean con más frecuencia en
pediatría usan la citarabina y una antraciclina en combinación con otros fármacos
como etopósido o tioguanina.[1-3] Por ejemplo, los regímenes con dexametasona, citarabina, tioguanina, etopósido, y rubidomicina (DCTER, por sus siglas en inglés) e idarrubicina (IDA)-DCTER intensamente regulados del Grupo de Estudio del Cáncer Infantil (CCG, por sus siglas en inglés) utilizaron
citarabina, daunorrubicina o idarrubicina, dexametasona, etopósido y tioguanina administrada como dos
tratamientos de cuatro días cada uno separados por un intervalo de seis días.[3,4]
El grupo alemán de Berlín, Francfort y Munster (BFM) ha estudiado estudió citarabina y junto con etopósido ya sea con
daunorrubicina o idarrubicina más etopósido (ADE o AIE) administrados en ocho días.[2,5,6] El ensayo del Consejo médico de investigación del Reino Unido (MRC, por sus siglas en inglés) 10 comparó la inducción con ADE frente a citarabina y daunorrubicina administradas con tioguanina (DAT); los resultados no mostraron diferencia alguna entre los grupos con tioguanina y etopósido en la tasa de remisión y la supervivencia sin enfermedad.[7] El MRC también estudió la citarabina, mitoxantrona y etopósido (MAE).[1,7,8]
La daunorrubicina es la antraciclina más empleada en los regímenes de inducción en niños con
LMA es la daunorrubicina,[1-3] aunque también se han empleado idarrubicina y la antracenediona mitoxantrona.[5]
En un estudio aleatorio en niños con diagnóstico reciente de LMA en el cual se comparó la
daunorrubicina con la idarrubicina (ambas administradas con citarabina y
etopósido) se observó una tendencia en favor de la idarrubicina, pero el
pequeño beneficio de ésta en términos de la tasa de remisión y la supervivencia
sin complicaciones (SSC) no fue estadísticamente significativo.[5] De manera similar,
estudios en los cuales se han comparado la idarrubicina y la daunorrubicina en
adultos con LMA no han arrojado datos probatorios claros de que la idarrubicina sea más
eficaz que la daunorrubicina.[2] En un estudio piloto CCG, se informó sobre la toxicidad excesiva de IDA-DCTER comparada con los datos importantes sobre el DCTER.[4] Los resultados preliminares de la comparación aleatoria de daunorrubicina o mitoxantrona combinados con citarabina y etopósido mostraron muertes de inducción y porcentajes de enfermedad resistente similares.[8] Ante la falta de datos convincentes que
otra antraciclina o mitoxantrona produce resultados superiores a los de la daunorrubicina cuando
se administra en dosis de toxicidad equivalente, la daunorrubicina sigue siendo
la antraciclina de mayor uso durante el tratamiento de inducción en los niños con
LMA en los Estados Unidos.
La intensidad de tratamiento de inducción influye en el resultado general de la
terapia. El estudio CCG 2891 demostró que el tratamiento de inducción intensamente regulado (cursos de cuatro días de tratamiento separados por intervalos de sólo seis
días) resultó en una mejor SSC que el tratamiento de
inducción regulado estándar (cursos de cuatro días de tratamiento separados por
intervalos de dos o más semanas).[3] El MRC ha intensificado el tratamiento
de inducción prolongando la duración del tratamiento con citarabina a diez días.[1]
Otra forma de intensificar el tratamiento de inducción es mediante el uso de
dosis altas de citarabina. Si bien los estudios en adultos de edad mediana
indican que la intensificación del tratamiento de inducción con dosis alta de citarabina en
(2–3 g/m2/dosis) tiene una ventaja cuando se lo compara con el uso de citarabina en
dosis estándar,[9,10] no se pudo observar un beneficio del uso de citarabina en
dosis alta comparada con la dosis estándar en niños (con una dosis de citarabina
de 1 g/m2 administrada dos veces al día durante siete días combinada con
daunorrubicina y tioguanina).[11]
No se ha notificado de estudios aleatorizados para evaluar el efecto de los factores de
crecimiento hematopoyéticos durante el tratamiento de inducción en pacientes
pediátricos con LMA, por lo que los posibles beneficios de estos fármacos en los
niños con LMA tienen que extrapolarse de las experiencias obtenidas en adultos.
El uso de factores de crecimiento hematopoyéticos como el factor estimulante de
las colonias de granulocitos y macrófagos (GM-CSF, por sus siglas en inglés) o el factor estimulante de las
colonias de granulocitos (G-CSF) durante el tratamiento de inducción en la LMA se
ha evaluado en numerosos estudios controlados con placebo con el propósito de
reducir los efectos tóxicos relacionados con la mielosupresión prolongada.[12,13] El
tratamiento con factores hematopoyéticos de crecimiento suele comenzar al cabo de
uno o dos días de terminada la terapia citotóxica y se continúa hasta la
recuperación de los granulocitos. Se ha observado una reducción de varios días en
la duración de la neutropenia con el uso bien sea de G-CSF o de GM-CSF.[12] La
mayoría, pero no todos, de los estudios aleatorios mostró reducciones
estadísticamente significativas en la duración de la hospitalización y el uso de
antibióticos en pacientes que recibieron factores de crecimiento
hematopoyéticos.[12] No obstante, rara vez se han observado efectos
significativos sobre la mortalidad relacionada con el tratamiento o sobre la supervivencia general (SG).[12]
Profilaxis del sistema nervioso central para la leucemia mieloide aguda
Si bien la presencia de leucemia en el sistema nervioso central (SNC) en el momento del
diagnóstico (es decir, la existencia de signos clínicos neurológicos o células
leucémicas en el líquido cefalorraquídeo en la preparación de citocentrifugado)
es más frecuente en la LMA infantil que en la leucemia linfoblástica aguda (LLA) de
los niños, la reducción en la SG directamente atribuible al
compromiso del SNC no ha sido demostrada de forma convincente en la LMA infantil. Este
hallazgo quizás guarda relación tanto con las más altas dosis de quimioterapia
que se usan en la LMA (que pueden atravesar la barrera hematoencefálica) como con
el hecho de que la enfermedad medular en la LMA todavía no se ha puesto
eficazmente bajo control a largo plazo como sí ha ocurrido con la LLA. Los niños
con LMA de los subtipos M4 y M5 tienen la más alta incidencia de leucemia del SNC
(en especial aquellos que tienen aberraciones cromosómicas de tipo inv[16] o
11q23). En la actualidad se ha incorporado el uso de alguna forma de tratamiento
del SNC (quimioterapia intratecal con o sin irradiación craneal) a la mayor parte
de los protocolos de tratamiento de la LMA infantil y se la considera como una
parte estándar de la terapia de LMA.[14]
Sarcoma granulocítico/cloroma
El sarcoma granulocítico (GS, por sus siglas en inglés) (cloroma) describe las acumulaciones extramedulares de células leucémicas. Si bien no son habituales, estas acumulaciones se presentan como el único indicio de la leucemia. En una revisión de tres estudios de LMA realizados por el antiguo CCG menos de 1% de los pacientes presentaban GS aislado y 11% padecían GS y enfermedad de la médula ósea al momento del diagnóstico.[15] Cabe destacar que el paciente con un tumor aislado, sin indicios de compromiso de la médula ósea, debe recibir tratamiento como si presentase enfermedad sistémica. Los pacientes con GS aislado tienen un buen pronóstico si reciben tratamiento con terapia para LMA. Para los pacientes que padecen GS además de compromiso de la médula ósea, el desenlace cuando la enfermedad se limita a la piel es peor que cuando no se tiene GS. Los pacientes con LMA que compromete sitios además de la piel (por ejemplo, la órbita, la cabeza y el cuello) tienen un pronóstico similar al de los pacientes con leucemia medular solamente. Muchos de estos pacientes tienen t(8;21) con mieloblastomas orbitales. El uso de radioterapia no mejora la supervivencia en pacientes con GS que han tenido una respuesta completa a la quimioterapia, pero podría resultar necesaria si el sitio(s) de GS no muestran una respuesta total a la quimioterapia.[15]
Ensayos clínicos en curso
Consultar el Registro de Ensayos Clínicos sobre Cáncer del PDQ del NCI (NCI's PDQ Cancer Clinical Trials Registry) para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés untreated childhood acute myeloid leukemia and other myeloid malignancies. La lista de ensayos clínicos se puede reducir si se especifican la localidad, el tipo de medicamento, el procedimiento y otros criterios. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.
Asimismo, se puede obtener información general en inglés sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.
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