Tratamiento
Prevención
El manejo de la hipercalcemia
Hipercalcemia leve
Hipercalcemia de moderada a severa
La educación del paciente y la familia
Apoyo terapéutico
Manejo psicosocial
Pronóstico
Prevención
Los pacientes con mayor riesgo de contraer hipercalcemia podrían ser los primeros
en reconocer los síntomas, tales como la fatiga. Las medidas para prevenirla
consisten en consumir suficiente líquidos, controlar la náusea y el vómito,
caminar y mantenerse activo, y eliminar o usar de forma cautelosa aquellos
fármacos que pueden contribuir al desarrollo de la hipercalcemia o afectar su
tratamiento. No debe eliminarse sin embargo el calcio de la dieta debido a que
durante la hipercalcemia se reduce la absorción de calcio del cuerpo.
El manejo de la hipercalcemia
Se deben administrar líquidos para tratar la deshidratación y fármacos para
tratar el deterioro de los huesos. El tratamiento del cáncer causante de la
hipercalcemia debe ser eficaz.
La severidad con que se presenta la hipercalcemia será la que determine la
cantidad de tratamiento necesario. La hipercalcemia severa deberá ser tratada de
manera inmediata y agresiva, mientras que la menos severa deberá ser tratada
acorde a los síntomas. Cuando el tratamiento está dando resultados, estos se
muestran mediante la desaparición de los síntomas de la hipercalcemia y una
disminución del nivel de calcio en la sangre.
La hipercalcemia leve no requiere un tratamiento agresivo, pero los pacientes
con hipercalcemia leve que muestran síntomas en el sistema nervioso central son
más difíciles de tratar. El tratamiento de los pacientes jóvenes es
particularmente difícil debido a que muestran una mejor tolerancia a la
hipercalcemia. Antes de determinar que los síntomas del sistema nervioso central
son causados por la hipercalcemia en sí, debe de descartarse cualquier otra
causa.
El tratamiento de la hipercalcemia puede mejorar síntomas como el tener sed
y el orinar con frecuencia, los síntomas del sistema nervioso central, la náusea,
el vómito y el estreñimiento con mayor facilidad que otros como la pérdida del
apetito y el cansancio. El dolor se puede controlar con mayor facilidad una vez
que los niveles de calcio se han normalizado. Cuando la terapia es eficaz y
disminuyen los niveles de calcio, los síntomas tienden a aliviarse, mejora la
calidad de vida, y el paciente puede ser dado de alta del hospital.
Una vez los niveles de calcio retornen a la normalidad, la orina y la sangre
deben ser analizadas con regularidad para asegurarse de que el tratamiento
todavía es eficaz.
Hipercalcemia leve
La administración de líquidos de forma intravenosa y la observación del paciente
es un tratamiento aceptable para pacientes con hipercalcemia leve (pero sin
síntomas) y quienes también tienen cáncer que responde bien al tratamiento (tales
como linfoma, cáncer del seno, cáncer del ovario, cáncer del cuello y la cabeza,
o mieloma múltiple). Si el paciente tiene síntomas, o tiene un cáncer del cual se
espera una respuesta lenta al tratamiento, es conveniente dar inicio al
tratamiento para la hipercalcemia. Otros tratamientos deben enfocarse en
controlar la náusea, el vómito y la fiebre, incentivar la actividad física
continua, y limitar el uso de fármacos que causen somnolencia.
Hipercalcemia de moderada a severa
El reponer los fluidos es el primer paso y el más importante en el tratamiento de
la hipercalcemia moderada o severa. Este tratamiento de por sí no restaurará los
niveles de calcio a la normalidad en todos los pacientes, pero aún y todo es
importante hacerlo primero. El estado mental del paciente debería mejorar, y la
náusea y el vómito deberían reducirse dentro de las primeras 24 horas, pero esta
mejoría es solo temporal. Si no es posible el inicio inmediato de una terapia
contra el cáncer (como cirugía, radioterapia o quimioterapia) deben usarse
fármacos que disminuyan los niveles de calcio para controlar la hipercalcemia.
Algunos de los fármacos que podrían ayudar a evitar el deterioro de los huesos
incluyen la calcitonina, la plicamicina (mitramicina), los bifosfonatos
(etidronato, pamidronato, y clodronato), y el nitrato de galio. También pueden
usarse esteroides y fosfatos en el tratamiento de la hipercalcemia. La diálisis
se usa para tratar la hipercalcemia en aquellos pacientes con deficiencia renal.
En la actualidad se encuentran bajo evaluación otros fármacos como tratamientos
potenciales para la hipercalcemia. Además, se pueden utilizar combinaciones de
medicamentos.
La educación del paciente y la familia
Debido a que la hipercalcemia afecta la calidad de vida y puede ser mortal si no
se le da tratamiento, tanto los pacientes como aquellos encargados de su
cuidado deben estar al tanto de sus síntomas. También deben de aprender cómo
prevenir la hipercalcemia, qué puede empeorarla y cuándo consultar al
doctor.
Apoyo terapéutico
Aun cuando los tratamientos para la hipercalcemia han mejorado, muchos pacientes
no logran sobrevivir esta complicación del cáncer. Sólo una terapia eficaz
contra el cáncer logra optimizar las probabilidades de que sobrevivan
por un mayor tiempo.
El apoyo terapéutico consiste en medidas para proteger al paciente contra
lesiones, prevenir fracturas y tratar sus síntomas.
El tratamiento de los síntomas es importante, especialmente la prevención de
accidentes o de heridas que el paciente pudiera ocasionarse a sí mismo como
resultado de su estado de confusión. Es posible que deba controlarse la náusea,
el vómito y el estreñimiento hasta que disminuyan los niveles de calcio. Podrían
ocurrir roturas de los huesos debido a la debilidad, por lo que los pacientes
necesitan ser movidos con delicadeza y deben de evitarse las caídas. En el caso
de que el paciente sienta un dolor nuevo en un hueso o huesos, debe informar al
médico para que éste lo examine en busca de posibles fracturas.
Durante las etapas finales de la enfermedad se hace necesario el apoyo
terapéutico para dar aliento tanto al paciente como a sus familiares. La familia
puede sentirse especialmente angustiada al ver los cambios en los procesos
mentales y la conducta del paciente.
Manejo psicosocial
Normalmente el tratamiento de la hipercalcemia eliminará el delirio, la agitación
o los cambios mentales, pero algunos pacientes necesitarán otro tipo de
medicamentos para tratar estos síntomas. (Para mayor información, consultar el sumario del PDQ sobre los Trastornos cognitivos y delirio.) Los cambios mentales pueden tardar un
tiempo en mejorar, aún después de que los niveles de calcio vuelvan a la
normalidad.
El letargo (lentitud física y mental) es frecuentemente uno de los síntomas de la
hipercalcemia. Los miembros de la familia (y muchas veces el personal médico)
pueden pensar que el paciente se encuentra deprimido hasta que se determina la
causa verdadera. La mayoría de los pacientes no muestran síntomas de depresión
(tales como sentirse desesperados, desamparados, culpables o con baja autoestima,
o tener tendencias suicidas), sino que más bien se muestran indiferentes.
Tanto los pacientes como sus familiares deben informar al médico si aparecen
síntomas de hipercalcemia tales como letargo, fatiga, confusión, pérdida del
apetito, náusea, vómitos, estreñimiento y sed excesiva.
Pronóstico
La hipercalcemia normalmente se presenta como una de las últimas complicaciones
del cáncer, y su aparición es muy grave. Sin embargo, no resulta claro si la
muerte se presenta como resultado de una crisis de hipercalcemia (que no ha sido
controlada o que regresó y empeoró) o debido al estado avanzado del cáncer.
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