Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para el discurso del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Michael B. Mukasey en la Cumbre Metropolitana de la Oficina sobre Violencia contra la Mujer

Washington, D.C.
Viernes, 18 de julio de 2008 - 1:30 P.M.

Buenas tardes y gracias, Cindy, por la amable presentación.

Y gracias a todos ustedes por estar presentes aquí hoy y ayer para esta cumbre regional. Sé que algunos de ustedes han realizado un viaje bastante largo para llegar a la ciudad, y es difícil estar alejados del trabajo importante que realizan todos los días.

También deseo agradecer a la Oficina sobre la Violencia contra la Mujer del Departamento y su Directora, Cindy Dyer, por invitarme a acompañarlos hoy, y por reunir a tantas personas talentosas de distintas disciplinas para tratar del problema crítico de la violencia contra las mujeres.

Es un hecho lamentable que la violencia doméstica, la violencia en citas, la agresión sexual y el acoso no conozcan fronteras geográficas y no se sientan impedidos por las mismas. Una respuesta coordinada por parte de las fuerzas del orden público es crítica para investigar y enjuiciar estos delitos, y para asegurar que se sirva a las víctimas y a la justicia de manera eficiente.

Permítanme aclarar: el Departamento de Justicia ha asumido el compromiso de luchar contra la violencia contra la mujer. Nos empeñamos en fortalecer la respuesta de la justicia penal, responsabilizar a los actores y mantener seguras a las víctimas. Estos tres componentes son esenciales para nuestro trabajo, y todos ustedes son esenciales para esta estrategia. Estamos orgullosos de ser sus asociados y ofrecerles toda la asistencia posible.

Ustedes son los proveedores de asistencia inmediata que reciben la llamada sobre un disturbio doméstico en el medio de la noche. Sus manos brindan a las víctimas la ayuda que necesitan, y el Departamento no sólo admira, sino también comparte el compromiso y la dedicación de ustedes a esta misión.

Parte de lo que podemos hacer es ayudar a proporcionar apoyo al trabajo y a las ideas de ustedes, y compartir con ustedes las mejores prácticas en el campo. Hemos tenido mucho éxito en ayudar a establecer soluciones comunitarias que atiendan a las necesidades específicas del pueblo de una ciudad o región, y luego implementar esos programas en otras áreas del país. Aprovechamos las mejores prácticas que aprendemos de cada una, para ayudar a las comunidades a desarrollar las soluciones que más útiles les sean.

Un ejemplo de esto es la Iniciativa de Justicia Familiar del Presidente. Desde el lanzamiento de esta iniciativa en octubre de 2003, el Departamento de Justicia ha otorgado más de 20 millones de dólares a 15 comunidades de todo el país para un programa piloto para planear, desarrollar y establecer centros de servicio y apoyo integrales para la violencia doméstica. Vi el trabajo realizado en uno de estos centros en forma directa, en un viaje reciente a Nueva Orleáns. Es un lugar donde, bajo un mismo techo, las víctimas pueden hablar con la policía, presentar documentos judiciales, consultar a un abogado y hablar con un consejero o terapeuta - esencialmente un único lugar que provee todos los servicios a las víctimas.

Otra innovación que trata de un desafío distinto en el combate a la violencia y la provisión de apoyo de las fuerzas del orden público en todas las jurisdicciones es la División de Intervención en la Violencia Doméstica en la Oficina del Alguacil del Condado de Prince George en Maryland. Están representados aquí hoy por el Alguacil Michael Jackson y la gerente del programa, Norma Hartley.

Desde 2004, esta división recibe fondos a través del programa de subsidios del Departamento, Servicios, Capacitación, Agentes, Fiscales [Services, Training, Officer, Prosecutors (STOP)]. Con dicha ayuda, establecieron una Unidad de Defensa de Víctimas singular y exitosa, la cual responde las 24 horas a llamadas al 911 por violencia doméstica. Además de un informe de incidente estándar, los delegados en esta unidad que reciben las llamadas deben presentar un Informe Suplemental de Violencia Doméstica, el cual es luego copiado por defensores que realizan un contacto inmediato de intervención con las víctimas.

La iniciativa del Centro de Justicia Familiar comenzó pequeña y estableció un modelo para que otras comunidades imitaran. Es nuestra esperanza que la Unidad de Defensa de Víctimas del Condado de Prince George también pueda servir de modelo para muchos más condados y ciudades.

De la misma manera, espero que esta área metropolitana pueda servir de modelo para otras en todo el país - un modelo de respuesta comunitaria coordinada a delitos de violencia contra las mujeres.

La colaboración entre jurisdicciones, entre su agencia y otras personas en esta sala, es vital para nuestro éxito. Tenemos la oportunidad de crear un plan real del que otras regiones puedan aprender y al que puedan aprovechar, trabajando con sus pares, identificando los tipos de obstáculos que enfrentamos y desarrollando maneras de superarlos.

Creo que una medida importante de la virtud de nuestra sociedad es cómo damos esperanza a quienes más necesitan ayuda. ¿Aceptaremos que alguien viva atemorizada en su propio hogar? ¿O es eso simplemente inaceptable para nosotros? A través de la labor que ustedes realizan a diario, han contestado esa pregunta enfáticamente, y les han brindado esperanza a incontables víctimas en sus comunidades. Porque estas mujeres no son víctimas de la mala suerte o de eventos fortuitos; son las víctimas del delito, y es nuestra obligación combatir esa delincuencia.

Han realizado una excelente labor en sus comunidades en lo que a eso se refiere. En nuestro trabajo junto ahora, debemos asegurar que nuestra labor en cada comunidad se vea fortalecida a través de fronteras y no obstaculizada por nuestras fronteras. Debemos luchar contra la delincuencia no solo cuando ocurre en una jurisdicción, sino también cuando se desplaza a otras. Una mujer en Virginia que esté siendo acosada por su novio debe sentirse segura no solo en su hogar en el Condado de Fairfax, sino también en su empleo en Washington, o en los hogares de sus familiares en Maryland.

Los hombres y mujeres de las fuerzas del orden público tienen un papel especial en la coordinación de esta respuesta. Al dedicar estos dos días en esta cumbre a conocerse, compartir ideas, crear nuevas asociaciones y fortalecer las existentes, pueden ayudar a crear relaciones que optimicen la respuesta de la región a la violencia contra las mujeres en todas sus formas desagradables.

Eso es lo que espero que cada uno de nosotros se lleve de esta conferencia: la energía que obtenemos de estar juntos trabajando en una causa común y la determinación de luchar contra estos delitos y ayudar a las víctimas a recuperar sus vidas.

Gracias por eso, y por toda la esperanza que les brindarán a las víctimas en los próximos días, meses y años.

 

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