Acuerdo de Paz Firme y Duradera
Considerando
Que con la suscripción del presente Acuerdo se pone fin a más de tres décadas de enfrentamiento armado
en Guatemala, y concluye una dolorosa etapa de nuestra historia,
Que a lo largo de los últimos años, la búsqueda de una solución política al
enfrentamiento armado ha generado nuevos espacios de diálogo y entendimiento dentro de la sociedad guatemalteca,
Que de aquí en adelante empieza la tarea de preservar y consolidar la paz, que debe unir los esfuerzos de
todos los guatemaltecos,
Que para ese fin el país dispone, con los Acuerdos de Paz, de una agenda integral orientada a superar las
causas del enfrentamiento y sentar las bases de un nuevo desarrollo,
Que el cumplimiento de estos acuerdos constituye un compromiso histórico e irrenunciable,
Que para conocimiento de las generaciones presentes y futuras, es conveniente recoger el sentido profundo de los
compromisos de paz,
El Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca acuerdan lo siguiente:
I. CONCEPTOS
1. Los Acuerdos de Paz expresan consensos de carácter nacional. Han sido avalados por los diferentes sectores
representados en la Asamblea de la Sociedad Civil y fuera de ella. Su cumplimiento progresivo debe satisfacer las legítimas
aspiraciones de los guatemaltecos y, a la vez, unir los esfuerzos de todos en aras de esos objetivos comunes.
2. El Gobierno de la República reafirma su adhesión a los principios y normas orientadas a garantizar
y proteger la plena observancia de los derechos humanos, así como su voluntad política de hacerlos respetar.
3. La población desarraigada por el enfrentamiento armado tiene derecho a residir y vivir libremente en el
territorio guatemalteco. El Gobierno de la República se compromete a asegurar su retorno y reasentamiento, en condiciones
de dignidad y seguridad.
4. Es un derecho del pueblo de Guatemala conocer plenamente la verdad sobre las violaciones de los derechos humanos
y los hechos de violencia ocurridos en el marco del enfrentamiento armado interno. Esclarecer con toda objetividad e imparcialidad
lo sucedido, contribuirá a que se fortalezca el proceso de conciliación nacional y la democratización en el
país.
5. El reconocimiento de la identidad y derechos de los pueblos indígenas es fundamental para la construcción
de una nación de unidad nacional multiétnica, pluricultural y multilingüe. El respeto y ejercicio de los derechos
políticos, culturales, económicos y espirituales de todos los guatemaltecos, es la base de una nueva convivencia que refleje
la diversidad de su Nación.
6. La paz firme y duradera debe cimentarse sobre un desarrollo socioeconómico participativo orientado al bien
común, que responda a las necesidades de toda la población. Dicho desarrollo requiere de justicia social como uno de los
pilares de la unidad y solidaridad nacional, y de crecimiento económico con sostenibilidad, como condición para atender
las demandas sociales de la población.
7. Es fundamental para lograr la justicia social y el crecimiento económico, la participación efectiva
de los ciudadanos y ciudadanas de todos los sectores de la sociedad. Corresponde al Estado ampliar estas posibilidades de participación y
fortalecerse como orientador del desarrollo nacional, como legislador, como fuente de inversión pública y proveedor de
servicios básicos, como promotor de la concertación social y de la resolución de conflictos. Para ello el Estado
requiere elevar la recaudación tributaria y priorizar el gasto público hacia la inversión social.
8. En la búsqueda del crecimiento, la política económica debe orientarse a impedir que se produzcan
procesos de exclusión socioeconómica, como el desempleo y el empobrecimiento, y a optimizar los beneficios del crecimiento
económico para todos los guatemaltecos. La elevación del nivel de vida, la salud, la educación, la seguridad
social y la capacitación de los habitantes, constituyen las premisas para acceder al desarrollo sostenible de Guatemala.
9. El Estado y los sectores organizados de la sociedad deben aunar esfuerzos para la resolución de la
problemática agraria y el desarrollo rural, que son fundamentales para dar respuesta a la situación de la mayoría
de la población que vive en el medio rural, y que es la más afectada por la pobreza, las iniquidades y la debilidad de
las instituciones estatales.
10. El fortalecimiento del poder civil es una condición indispensable para la existencia de un régimen
democrático. La finalización del enfrentamiento armado ofrece la oportunidad histórica de renovar las instituciones
para que, en forma articulada, puedan garantizar a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad,
la paz y el desarrollo integral de la persona. El Ejército de Guatemala debe adecuar sus funciones a una nueva época de paz
y democracia.
11. La incorporación de URNG a la legalidad en condiciones de seguridad y dignidad constituye un factor de
interés nacional, que responde al objetivo de la conciliación y del perfeccionamiento de un sistema democrático
sin exclusiones.
12. Las reformas constitucionales contenidas en los Acuerdos de Paz, constituyen la base sustantiva y fundamental para
la conciliación de la sociedad guatemalteca en el marco de un Estado de derecho, la convivencia democrática, la plena
observancia y el estricto respeto de los derechos humanos.
13. Las elecciones son esenciales para la transición que vive Guatemala hacia una democracia funcional y
participativa. El perfeccionamiento del régimen electoral permitirá afianzar la legitimidad del poder público y
facilitar la transformación democrática del país.
14. La implementación de la agenda nacional derivada de los Acuerdos de Paz, constituye un proyecto complejo y
de largo plazo que requiere la voluntad de cumplir con los compromisos adquiridos y el involucramiento de los Organismos del Estado y
de las diversas fuerzas sociales y políticas nacionales. Este empeño supone una estrategia que priorice con realismo el
cumplimiento gradual de los compromisos, de forma tal que se abra un nuevo capítulo de desarrollo y convivencia democrática
en la historia de Guatemala.
II. VIGENCIA DE LOS ACUERDOS DE PAZ
15. Al presente Acuerdo de Paz Firme y Duradera quedan integrados todos los Acuerdos suscritos con base en el Acuerdo
Marco sobre Democratización para la Búsqueda de la Paz por Medios Políticos, suscrito en la Ciudad de Querétaro,
México, el 25 de julio de 1991 y a partir del Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de Negociación entre el
Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, suscrito en la Ciudad de México el 10 de enero de 1994.
Dichos acuerdos son:
- El Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, suscrito en la Ciudad de México el 29 de marzo de 1994;
- El Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado, suscrito en Oslo el
17 de junio de 1994;
- El Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones
a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han Causado Sufrimientos a la Población Guatemalteca, suscrito en Oslo el
23 de junio de 1994;
- El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, suscrito en la Ciudad de México el 31
de marzo de 1995;
- El Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, suscrito en la Ciudad de México
el 6 de mayo de 1996;
- El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática,
suscrito en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1996;
- El Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego, suscrito en Oslo el 4 de diciembre de 1996;
- El Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, suscrito en Estocolmo el 7 de diciembre de
1996;
- El Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de URNG a la Legalidad, suscrito en Madrid el 12 de diciembre de
1996;
- El Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación de los Acuerdos de Paz,
suscrito en la Ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de 1996.
16. Con excepción del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, que está en vigencia desde su suscripción,
todos los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera cobran formal y total vigencia en el momento de la firma del presente
Acuerdo.
III. RECONOCIMIENTO
17. Al culminar el histórico proceso de negociación para la búsqueda de la paz por medios
políticos, el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca dejan constancia de su reconocimiento
a los esfuerzos nacionales e internacionales que han coadyuvado a la conclusión del Acuerdo de Paz Firme y Duradera en
Guatemala. Resaltan el papel de la Comisión Nacional de Reconciliación, de la Conciliación, de la Asamblea
de la Sociedad Civil, y de la Moderación de las Naciones Unidas. Valoran asimismo el acompañamiento del Grupo de
Países Amigos del Proceso de Paz de Guatemala, integrado por la República de Colombia, el Reino de España, los
Estados Unidos de América, los Estados Unidos Mexicanos, El Reino de Noruega y la República de Venezuela.
IV. DISPOSICIONES FINALES
Primera.- El Acuerdo de Paz Firme y Duradera entra en vigencia en el momento de su suscripción.
Segunda.- Se dará la más amplia divulgación al presente Acuerdo, en especial a través
de los programas oficiales de educación.
Ciudad de Guatemala, 29 de diciembre de 1996.
POR EL GOBIERNO DE GUATEMALA
Gustavo PORRAS CASTEJÓN Otto PÉREZ MOLINA
General de Brigada
Raquel ZELAYA ROSALES Richard AITKENHEAD CASTILLO
POR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL GUATEMALTECA
Ricardo RAMÍREZ DE LEÓN Jorge Ismael SOTO GARCÍA
(Comandante Rolando MORÁN) (Comandante Pablo MONSANTO)
Ricardo ROSALES ROMÁN Jorge Edilberto ROSAL MELÉNDEZ
(Carlos GONZÁLES)
POR LAS NACIONES UNIDAS
Boutros BOUTROS-GHALI
United States Institute of Peace -- 1200 17th Street NW -- Washington, DC 20036
(202) 457-1700 (phone) -- (202) 429-6063 (fax)
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