¡Felicitaciones, hoy es su día de suerte!
¡Acaba de ganar $5,000!
¡Tiene garantizado como premio un fabuloso anillo de diamantes, unas vacaciones
suntuosas o un vehículo todo terreno!
Si usted recibe una carta o llamada telefónica con un mensaje como éste, sea escéptico. El “premio” de $5,000 puede costarle cientos de dólares en concepto de cargos por impuestos o servicios — y no llegar nunca. Es posible que no valga la pena reclamar su premio “fabuloso”. Probablemente el diamante sea de un tamaño muy diminuto. Las “vacaciones” pueden ser una noche de estadía en un motel de mala fama y el vehículo todo terreno nada más que una sillón playero con ruedas.
Con frecuencia, los expertos en estafas utilizan promesas de premios valiosos o recompensas para tentar a los consumidores a enviar dinero, comprar productos o servicios sobrevaluados o contribuir con caridades u obras de beneficencia falsas. Las personas que caen presas de sus engaños pueden terminar pagando mucho más de lo que valen sus “premios”, si es que reciben el premio prometido.
Lo que probablemente obtengan estas personas — especialmente si participaron en un concurso o sorteo en un lugar o evento público — es la posibilidad de seguir “ganando” más promociones por correo, más llamadas de telemercaderes y más mensajes de correo electrónico no solicitados (spam). Esto sucede porque muchos promotores de premios venden la información que recolectan a los anunciantes.
Aún peor, los consumidores que participan de estos sorteos pueden estar sometiéndose por sí solos a una estafa de promoción falsa de premios.
Todo el mundo desea ser ganador. Una reciente encuesta demostró que más de la mitad de los estadounidenses adultos participaron de sorteos o concursos durante el año anterior. La mayoría de estos concursos fueron llevados a cabo por comerciantes de buena reputación y organizaciones sin fines de lucro para promover sus productos y servicios. Algunos ganadores afortunados recibieron millones de dólares o premios valiosos.
Aprovechando la popularidad de estas ofertas, algunos estafadores profesionales enmascaran sus esquemas para que parezcan legítimos. Una alarmante cantidad de personas cae en la trampa. Todos los días, los consumidores de Estados Unidos pierden miles de dólares en manos de promotores inescrupulosos de premios. En el año 2004 solamente, la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission, FTC) recibió más de 31,000 quejas de consumidores sobre regalos, sorteos y promociones de premios.
Muchos de estos consumidores recibieron llamadas telefónicas o tarjetas postales informándoles que habían ganado un gran premio — y luego descubrieron que para recibirlo, tenían que comprar algo o pagar cargos de hasta $10,000.
Existe una gran diferencia entre los sorteos o concursos legítimos y los fraudulentos. En los concursos legítimos, los premios se otorgan exclusivamente por suerte, y los participantes no tienen que pagar un cargo ni comprar nada para participar o aumentar sus probabilidades de ganar. Pero en los esquemas fraudulentos, los “ganadores” casi siempre tienen que pagar de su propio bolsillo para participar del concurso o cobrar o conseguir su “premio”.
Existe una notable excepción: los concursos en los que se considera la habilidad de los participantes para determinado objetivo. Estos son concursos o competencias de rompecabezas, juegos u otros en los cuales los premios se asignan sobre la base de la habilidad, conocimiento o talento — y no por suerte. A los participantes se les puede requerir que escriban una rima, resuelvan un rompecabezas o contesten preguntas correctamente para ganar.
Al contrario de lo que sucede con los sorteos, los concursos de destreza o habilidades pueden requerir legalmente que los participantes compren algo o hagan un pago o una donación para poder participar.
Es importante enfatizar que muchos consumidores son atraídos engañosamente para jugar en concursos de este tipo a través de preguntas o rompecabezas fáciles de contestar o resolver inicialmente. Una vez que envían su dinero y quedan “enganchados”, las preguntas se hacen más difíciles y los cargos para participar más altos. Los participantes de estos concursos rara vez reciben nada a cambio de su dinero y esfuerzo.
Varias leyes ayudan a los consumidores a protegerse contra los sorteos fraudulentos y los ofrecimientos de premios promocionados por correo o por teléfono.
Generalmente, los vendedores del sistema de telemercadeo utilizan sorteos y concursos de premios para vender revistas u otros productos y servicios. Estos telemercaderes hacen un contacto inicial con los consumidores a través de las llamadas no solicitadas (cold calls) — o a través de llamadas de parte de los consumidores en respuesta a ofrecimientos recibidos por correo.
La regulación llamada Telemarketing Sales Rule (TSR) ayuda a los consumidores a protegerse de los telemercaderes fraudulentos que utilizan las promociones de premios como cebo o atracción. La ley requiere que en cada llamada de telemercadeo que involucre una promoción de premios, las personas que llamen mencionen:
Una Docena de Maneras de ProtegerseLa próxima vez que reciba una carta o llamada “personal” diciéndole que es “su día de suerte”, la Comisión Federal de Comercio lo alienta a recordar que:
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La TSR prohíbe a los telemercaderes la tergiversación o falseamiento de cualquiera de estos hechos, como así también el origen o el valor de los premios. También requiere a los telemercaderes que llamen para ofrecer una promoción de premios que le informen — antes de describir el premio — que usted no tiene que comprar o pagar nada para participar o ganar.
Muchas promociones de sorteos o concursos llegan por correo como una carta o tarjeta postal con instrucciones para que los consumidores respondan por correo o por teléfono para participar en un sorteo u obtener un premio.
La ley llamada Deceptive Mail Prevention and Enforcement Act ayuda a los consumidores a protegerse contra las promociones de sorteos fraudulentos enviadas por correo. La ley prohíbe:
Estos concursos basados en determinada habilidad de los participantes también están cubiertos por la ley llamada Deceptive Mail Prevention and Enforcement Act. La ley requiere que los patrocinadores revelen de manera clara y manifiesta:
Otra manera de protegerse es solicitar que su nombre sea removido de las listas de ofrecimientos telefónicos y postales.
La TSR requiere a los telemercaderes el mantenimiento de una “lista no llame” (do not call list) de aquellos consumidores que hayan solicitado no ser llamados nuevamente. Es considerado ilegal llamar otra vez a un consumidor que haya solicitado no ser llamado y puede someter al telemercader a una multa grande.
La ley Deceptive Mail Prevention and Enforcement Act requiere a las compañías que utilicen el correo directo el mantenimiento de una lista similar para los envíos postales (do not mail list) de aquellos consumidores que escriban o llamen para solicitar que su nombre sea removido de las listas de envíos por correo.
Esta ley otorga derecho a las personas que se encargan del cuidado de otros individuos a remover los nombres de sus amigos o seres queridos a cargo de las listas de envíos postales de las compañías que hacen ofrecimientos no solicitados.
Otra manera de reducir los ofrecimientos postales y telefónicos es contactar a la Direct Marketing Association (DMA) para solicitar que su nombre sea incluido en sus listas de opción para no recibir llamadas, correo o mensajes electrónicos (do not call, do not mail y do not email list). Los miembros de esta asociación acuerdan en no hacer ofrecimientos de este tipo a los consumidores que hayan pedido no ser contactados.
Para remover su nombre de una lista postal de mercadeo directo, escriba a: Direct Marketing Association, Preference Service Manager, 1120 Avenue of the Americas, New York, New York 10036-6700. Para eliminar su nombre de las listas de llamadas de telemercadeo, escriba a: Direct Marketing Association, Preference Service Manager, 1120 Avenue of the Americas, New York, New York 10036-6700. Para “optar por no” recibir mensajes de correo electrónico comerciales no solicitados, utilice el formulario de DMA que se presenta en www.e-mps.org.
El gobierno federal ha creado el Registro Nacional No Llame — una manera gratis y fácil de reducir la cantidad de llamadas de telemercaderes que recibe en el hogar. Para inscribirse, o para más información, visite donotcall.gov o llame al 1-888-382-1222 desde el teléfono que desea inscribir. En 30 días de inscribirse usted notará una reducción de llamadas de telemercaderes. Su número de teléfono permanecerá en el registro durante cinco años a partir de la fecha de su inscripción o hasta que usted opte por quitarlo del registro o que sea desconectado. Después de cinco años, usted podrá volver a inscribir su número de teléfono.
La FTC trabaja en favor del consumidor para la prevención de prácticas comerciales fraudulentas, engañosas y desleales y para proveer información para ayudar a los consumidores a identificar, detener y evitar dichas prácticas. Para presentar una queja o para obtener información gratuita sobre temas de interés del consumidor visite ftc.gov/consumidor o llame sin cargo al 1-877-FTC-HELP (1-877-382-4357); TTY: 1-866-653-4261. La FTC ingresa las quejas presentadas por los consumidores a una base de datos segura y herramienta investigativa llamada Red Centinela del Consumidor (Consumer Sentinel) que es utilizada por cientos de agencias de cumplimiento de las leyes civiles y penales en los Estados Unidos y del extranjero.
Aquellos consumidores que crean ser víctimas de ofrecimientos promocionales fraudulentos también deberían tomar contacto con el jefe de correos local o el Servicio de Inspección Postal de EE.UU. (U.S. Postal Inspection Service) telefónicamente a través del número gratuito: 1-888-877-7644; por Internet en www.uspsoig.gov; o por correo escribiendo a: U.S. Postal Inspection Service, Office of Inspector General, Operations Support Group, 222 S. Riverside Plaza, Suite 1250, Chicago, IL 60606-6100.
Si se le presenta un problema con un sorteo o una promoción de premios luego de participar y no puede resolverlo directamente con la compañía, comuníquese con: