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El ejercicio es clave para la supervivencia en el cáncer de mama

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Traducido del inglés: lunes, 1 de septiembre, 2008

Por Anne Harding

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio demostró que las mujeres que permanecen activas después de recibir el diagnóstico de cáncer de pecho, incluso las que comienzan a hacer ejercicio tras recibirlo, tienen mejores posibilidades de sobrevivir a la enfermedad.

"Cualquier cosa es mejor que nada. Observamos beneficios con sólo un poco de ejercicio", dijo a Reuters Health la doctora Melinda L. Irwin, de la Escuela de Medicina de la Yale University, en New Haven, Connecticut, quien participó en el estudio.

Decenas de estudios en las últimas dos décadas mostraron que el ejercicio reduce hasta un 40 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de mama, mientras que los últimos estudios hallaron que la actividad física aporta beneficios similares o aún mayores a la supervivencia de las mujeres con la dolencia.

Para comprender mejor la cantidad de tiempo y de ejercicio necesario para aumentar la supervivencia, el equipo estudió a 933 mujeres que habían recibido el diagnóstico de cáncer mamario entre 1995 y 1998. El seguimiento fue hasta el 2004.

El equipo halló que las mujeres que dedicaban por lo menos dos o tres horas a caminar de manera intensa por semana durante el año previo al diagnóstico de cáncer de mama eran un 31 por ciento menos propensas a morir por la enfermedad que aquellas pacientes sedentarias antes de recibir el diagnóstico.

Dos años después del diagnóstico, las mujeres que hacían alguna actividad recreacional tenían un 64 por ciento menos riesgo de morir que las sedentarias, mientras que las que caminaban por lo menos dos o tres horas por semana tenían un 67 por ciento menos riesgo de morir que el resto.

Las mujeres que redujeron la cantidad de ejercicio tras recibir el diagnóstico eran cuatro veces más propensas a morir por cáncer de pecho que las que eran sedentarias y siguieron siéndolo.

Pero las pacientes que eran sedentarias y comenzaron a hacer ejercicio después del diagnóstico redujeron un 45 por ciento su riesgo de muerte.

Las mujeres con cáncer mamario que están bajo tratamiento deberían considerar el ejercicio como parte de la terapia, dijo Irwin, y asegurarse de dedicarle tiempo, aunque sólo sea comenzar con una caminata de 15 minutos día por medio.

Ser activo no mejora sólo la supervivencia, dijo Irwin, sino también el riesgo de enfermedad cardiovascular que puede aumentar con el tratamiento. Esto eleva la calidad de vida de las mujeres de muchas maneras.

"Este estudio demuestra lo beneficioso que es el ejercicio", finalizó la autora.

FUENTE: Journal of Clinical Oncology, 20 de agosto del 2008


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