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El ejercicio podría retrasar la pérdida cerebral de los pacientes de Alzheimer

Un estudio encontró que los que estaban más en forma tenían cerebros más grandes
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Traducido del inglés: lunes, 14 de julio, 2008

Imagen de noticias HealthDayLUNES, 14 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los hombres y mujeres que tienen Alzheimer en etapa inicial que tienen mejor forma física también poseen cerebros más grandes, en comparación con sus pares no tan físicamente aptos.

Aunque los hallazgos son preliminares, podrían indicar que permanecer en forma física podría ralentizar la atrofia (encogimiento) del cerebro relacionada con la enfermedad de Alzheimer. O podrían indicar que algún proceso subyacente común afecta tanto la atrofia cerebral como la aptitud cardiorrespiratoria.

"Se trata de una comparación válida, [pero] es una sección cruzada, por lo que solo ofrece una instantánea del volumen cerebral", apuntó el Dr. Gary Kennedy, director de psiquiatría geriátrica del Centro médico Montefiore de la ciudad de Nueva York. "No podemos decir si una mejor forma física aumenta el volumen cerebral. Los modelos animales muestran que es posible. Esto prepara el camino para un estudio de intervención".

Los hallazgos aparecen en la edición del 15 de julio de Neurology.

En los adultos mayores que no padecen demencia, mantenerse en buena forma física podría ayudar a compensar por los cambios en el cerebro, tales como el declive cognitivo, relacionados con el envejecimiento normal.

Pero los expertos aún no han definido claramente si la actividad física tiene o no un efecto sobre los que padecen Alzheimer.

"Nos interesa saber cómo afecta el ejercicio el proceso de la enfermedad de Alzheimer. Hay muchos datos sobre adultos mayores sanos de que hacer ejercicio y estar en forma podría tener un efecto benéfico sobre la salud del cerebro, pero no hay mucho sobre el Alzheimer en términos de estudios de los cuales sacar información para basar nuestras recomendaciones sobre ejercicio y forma física", expresó el autor del estudio, el Dr. Jeffrey Burns, director del Programa de Alzheimer y Memoria de la Facultad de medicina de la Universidad de Kansas. "Nos interesa definir mejor esa relación".

Para este estudio, 57 personas que tenían Alzheimer en etapa inicial y 64 personas que no tenían demencia, todas mayores de 60, se sometieron a pruebas estándares de forma física y escáneres cerebrales mediante IRM.

"Usamos una medida objetiva que es el estándar de excelencia de la aptitud física, que aún no había sido evaluada en pacientes de Alzheimer, la aptitud cardiorrespiratoria o pico de VO2, en donde básicamente medimos qué tanto puede trabajar una persona", explicó Burns.

Los participantes anduvieron en una caminadora mientras se medía su consumo de oxígeno. "En su pico, la cantidad de oxígeno que consumen es una medida de en qué forma física están", apuntó Burns.

Los escáneres por IRM midieron la atrofia cerebral.

El pico de VO2 era ligeramente más bajo en las personas que tenían Alzheimer. Y los individuos que padecían Alzheimer que tenían peor aptitud física tenían cuatro veces más encogimiento cerebral que los adultos mayores normales.

"La gente que tenía mayores niveles de aptitud física tenían cerebros más grandes, y hubo una potente correlación entre ambos", explicó Burns. "El diseño del estudio nos limitó, pero podría sugerir que mantener la aptitud física podría tener un efecto benéfico sobre el proceso de la enfermedad de Alzheimer".

"No encontramos que la aptitud física se asociara claramente al rendimiento cognitivo, pero eso podría deberse a que tengamos que estudiar a más personas o a que las medidas de rendimiento cognitivo no fueron suficientemente sensibles", añadió.

El estudio apuntó a tres explicaciones posibles para la relación: la aptitud cardiorrespiratoria afecta a la atrofia cerebral relacionada a la enfermedad de Alzheimer; el proceso de la enfermedad de Alzheimer afecta a la aptitud física; u otro factor aún no conocido subyace tanto a la atrofia cerebral relacionada al Alzheimer como a la aptitud física.

"Estamos diseñando un estudio donde tratamos de establecer causa y efecto", apuntó Burns. "¿Podemos usar el ejercicio para aumentar la aptitud física en la enfermedad de Alzheimer? Si lo hacemos, ¿afectará la progresión de la enfermedad?".


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay

(c) Derechos de autor 2008, ScoutNews, LLC

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